En más de una oportunidad oímos hablar de la importancia
de incorporar alimentos probióticos y prebióticos a nuestra dieta, pero ¿sabés
las diferencias que hay entre unos y otros? ¿Y por qué son importantes para el
organismo?
Los alimentos probióticos son aquellos en los que
existen bacterias que ayudan a reforzar nuestro sistema inmunológico, estas
bacterias además, pueden sobrevivir a la digestión llegando vivas al colon y
ayudando a restituir la flora intestinal que pueda haber sido alterada por
alguna causa.
Por otro lado, tenemos los alimentos prebióticos, que
estimulan el crecimiento en el colon de las bacterias beneficiosas. A
diferencia de las bacterias vivas de los probióticos, los prebióticos son
solamente sustancias que ayudan, sin vida, a modo de complementos energéticos
para las bacterias beneficiosas.
Según explicó el doctor Lisandro Pereyra,
gastroenterólogo miembro del Servicio de Gastroenterología del Hospital Alemán
y de la Sociedad Argentina de Gastroenterología, los prebióticos son "fibras
solubles o glúcidos complejos no metabolizados en el estómago ni en el
intestino delgado, que alcanzan el intestino grueso donde son degradados por la
microflora bacteriana, principalmente por las bifidobacterias y los
lactobacilos".
Ahora, ¿por qué son beneficiosos los prebióticos? "Los
prebióticos generan una biomasa bacteriana saludable y un pH óptimo,
constituyendo una flora intestinal saludable", detalló Pereyra.
La evidencia científica muestra efectos positivos sobre
funciones como la regulación de la microflora y resistencia a infecciones
agudas, tránsito intestinal, absorción de minerales (calcio y magnesio), y
metabolismo de glúcidos y lípidos, etc.
Además, la presencia de una flora intestinal
saludable se asoció a una gran variedad
de funciones beneficiosas para el organismo, tales como:
· Síntesis de vitaminas (B1, B9, B6 y K).
· Producción de enzimas digestivas que colaboran en la
absorción de nutrientes (calcio, magnesio y hierro).
· Prevención de infecciones.
· Mantenimiento de las células del intestino (epitelio).
· Estimulación del sistema inmune y un adecuado tránsito
intestinal.
"Por otro lado una flora intestinal con una menor
concentración de bacterias beneficiosas se asoció a distintas patologías
digestivas (diarrea, distención abdominal, síndrome de intestino irritable)", explicó
el especialista.
Los prebióticos "brindan un efecto beneficioso,
estimulando selectivamente el crecimiento favorable y la actividad de bacterias
favorables autóctonas", según la Administración Nacional de Medicamentos,
Alimentos y Tecnología Médica (Anmat).
Es así que el consumo diario de las fibras prebióticas
promueven la salud digestiva y en especial la intestinal mejorando de esta
manera varias funciones:
· La regularidad intestinal sin efecto laxante.
· La absorción de vitaminas y minerales y el metabolismo
general reduciendo el colesterol y el peso.
· También potencia la acción del sistema inmune.
· Y reduce la sensación de hinchazón.
Prebióticos y probióticos: ¿Cuál es la diferencia?
Un alimento probiótico es, según la Organización Mundial
de la Salud (OMS), un alimento que contiene microorganismos vivos que,
suministrados en cantidad adecuada, confieren un efecto beneficioso sobre la
salud del huésped.
En tanto que los prebióticos son hidratos de carbono
que favorecen el crecimiento de las bacterias beneficiosas.
En otras palabras, los prebióticos son el alimento de
los probióticos y favorecen su reproducción, por lo que resultan esenciales
para mejorar la salud y el bienestar.
Además, al inhibir el crecimiento de bacterias dañinas,
los prebióticos reducen el riesgo de contraer enfermedades intestinales, como
las diarreas infecciosas.
Dónde encontrarlos
Entre los probióticos se encuentran ciertas especies y
cepas de Lactobacilli, Bifidobacteria y levaduras. Y los hallamos en ciertos
yogures, otros productos lácteos cultivados y aplicaciones no lácteas.
Entre sus beneficios figura que pueden mejorar la salud
gastrointestinal y la inmunidad sistémica.
Por su parte, los prebióticos más conocidos son inulina,
fructooligosacáridos, polidextrosa, arabinogalactano, polioles—lactulosa y
lactitol, los cuales encontramos en los granos enteros, cebolla, banana, ajo,
miel, puerro, alcachofa, alimentos y bebidas fortificados, suplementos
dietarios y otras aplicaciones alimentarias.
Pueden mejorar la salud gastrointestinal, así como la
absorción del calcio.
La empresa Kässel Pharmaceutical lanzó en el país la
primera línea de prebióticos bautizada Wohl Prebiotic. Su presentación
Regularidad Total, está basada en fibra prebiótica pura. Especialistas aseguran
que "dos cucharaditas de té por día favorecen la regularidad intestinal diaria
y la salud digestiva".
Fuente: infobae.com
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