
Favorece la eliminación del colesterol malo, y en cambio puede aumentar el colesterol bueno, también ayuda a combatir los trigliceridos y las enfermedades cardiovasculares.
Alivia las migrañas, ayuda a prevenir la hipertensión, es suavemente diurético y astringente. Es útil en caso de diabetes (regula el nivel de insulina), alivia casos de asma, previene la caries y ayuda a combatir la halitosis.
En fin, que tomando té verde casi tenemos asegurado ser inmortales. De todas maneras, es mejor tomarlo antes del mediodía, por tener un equivalente a la cafeína, y ser un poco excitante, aunque en mucha menor cantidad que la del té negro.
5 cucharadas de crema liquida
3 cucharadas de te verde, unos 50 gramos
- Rallar el chocolate y reservarlo.
- Calentar la crema en un cacerola, y al primer hervor bajar el fuego al mínimo.
- Añadirle 5 cucharadas de té. (Yo lo molí, para convertirlo en polvo.) Ir batiendo para evitar que se formen grumos.
- Retirar del fuego y seguir batiendo hasta que quede bien mezclado, tapar y dejar en el fuego lento 2 minutos.
- Luego añadirle el chocolate mientras seguimos removiendo hasta quede totalmente deshecho.
- Verter la mezcla en un recipiente bajo y ancho, y dejar enfriar a temperatura ambiente. Cuando esté frío, meterlo en la heladera y dejarlo toda la noche.
- Sacar la mezcla una hora antes de la heladera, para poder formar las bolitas de trufas más facilmente. Hacerlas rodar sobre el resto del té, hasta que queden bien recubiertas.