Especialistas destacaron que los argentinos ingieren “más del doble de la sal recomendada por la OMS” y eso produce un incremento del riesgo de padecer infartos o accidentes cerebrovasculares
“Un tercio de la población argentina es hipertensa y
se espera que esto vaya en aumento”, advirtió Marina Kosacoff,
subsecretaria de Prevención y Control de Riesgos del Ministerio de Salud
de la Nación, a la vez que destacó las medidas que desde la cartera
sanitaria se están desarrollando para revertir esta tendencia: “Estamos
trabajando con otros organismos e instituciones en la implementación de
acciones que ayuden a disminuir el consumo de sal, como
la elaboración de pan artesanal con menos sodio y la firma de acuerdos
con la industria alimentaria que van en la misma línea”.
Las declaraciones fueron realizadas al inaugurar el Encuentro “Menos
Sal, Más Vida”, una iniciativa del ministerio a cargo de Juan Manzur,
cuyo objetivo es evaluar y avanzar en las estrategias para reducir la
ingesta de sodio como forma de prevenir las enfermedades y riesgos para
la salud que esto provoca.
“Hoy, las principales causas de enfermedad y muerte están
relacionadas con las patologías crónicas, que tienen factores de riesgo
muy conocidos, como el tabaco, la mala alimentación y el sedentarismo.
En este caso, si comemos mejor e incorporamos menos sodio a nuestra
alimentación, tendremos una mejor calidad de vida”, aseguró la
funcionaria, al tiempo que hizo hincapié en que “es importante que se
cuiden no sólo quienes son hipertensos, sino la población en general,
porque todos tenemos el potencial de llegar a serlo”.
Durante la apertura, Kosacoff estuvo acompañada por el director de
Promoción de la Salud y Control de Enfermedades No Transmisibles,
Sebastian Laspiur; el coordinador nacional a cargo del Proyecto de
Funciones Esenciales de Salud Pública (FESP), Rafael Ventafridda; el
presidente de la Federación Argentina de la Industria del Pan y Afines
(FAIPA), Rubén Salvio; el presidente de la Sociedad Argentina de
Hipertensión Arterial, Daniel Piskorz, y el especialista senior en Salud
Pública para América Latina del Banco Mundial, Fernando Lavadenz. Del
encuentro también participaron representantes del Ministerio de
Agricultura de la Nación, del Instituto Nacional de Tecnología
Industrial (INTI), de la Asociación de Panaderos, de las Unidades de
Promoción de las provincias y de la Comisión Intersectorial para la
Reducción de Sodio en los Alimentos, entre otros.
“Por cada gramo de sal que logramos disminuir de la media nacional de consumo, estamos evitando 2 mil muertes cada año“,
aseguró Laspiur tras señalar que los argentinos ingieren “un promedio
diario de 12 gramos de sal, más del doble de la cantidad recomendada por
la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esto produce un incremento
del riesgo de padecer infartos o accidentes cerebrovasculares”.
En ese sentido, el funcionario remarcó las políticas que se llevan a
cabo desde la cartera de Salud: “Estamos trabajando con FAIPA para que
las 30 mil panaderías del país se adhieran a la iniciativa de fabricar
el pan con un 25% menos de concentración de sal. Esto es muy importante,
dado que casi 4 o 5 gramos del sodio que ingerimos diariamente proviene
de este alimento”.
“También estamos firmando acuerdos con grandes empresas de alimentos,
para lograr una disminución progresiva de la sal en estos productos. Ya
se sumaron 18 industrias y próximamente lo harán dos más”, concluyó.
Por último, el titular de FAIPA, Rubén Salvio, dijo que “es para
nosotros una gran alegría estar cerrando un proceso e iniciando otro”,
en referencia a la entrega de premios a los panaderos ganadores del
Concurso “Menos Sal, Más Vida” y a la tarea de conseguir que más
productores de pan se sumen a la iniciativa que busca incentivar la
elaboración de pan con menos sal agregada. “Esto tiene que ver con el
corazón, porque es algo hermoso darle salud a la gente a través de un
alimento”, afirmó.
La actividad, que se extenderá toda la jornada, se organizó con el
objetivo de profundizar el proceso iniciado de reducción del consumo de
sal, analizar el estado de situación de las diferentes jurisdicciones en
relación a la disminución de sodio en el pan artesanal y evaluar y
discutir el plan de monitoreo de los convenios voluntarios de reducción
de sodio.
Consumo de sal
Actualmente, en la Argentina se estima que el consumo diario de sal
por persona asciende a 12 gramos, constituyéndose este hábito en un
factor de riesgo significativo para la salud de la población. La última
Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (2009) arrojó que el 25,3% de la
población agrega siempre sal a la comida después de la cocción de los
alimentos.
Según proyecciones de la cartera sanitaria nacional, la reducción de 3
gramos de sal en la dieta de toda la población salvaría unas 6.000
vidas anuales y evitaría aproximadamente 60.000 eventos cardiovasculares
y ataques cerebrovasculares (ACV) cada año.
La intervención del Estado, de manera conjunta y coordinada, con
todos los sujetos públicos y privados involucrados en la cadena de
producción de alimentos apunta a generar un impacto significativo en la
reducción del consumo de sodio, ya que está comprobado que más del 60%
de la sal ingerida por las personas proviene de este tipo de alimentos.
Dentro de las estrategias pensadas para combatir este flagelo, la OMS determinó que la reducción de sal en los alimentos procesados es una de las herramientas más costo-efectivas.
Fuente: infobae.com
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