En Chaco, mientras oficialmente se admite un 35,4% de pobreza y un 9,4% de indigencia, un relevamiento realizado por el Instituto para el Desarrollo de las Economías Regionales (IDESA) sostiene que el porcentaje de pobres asciende al 49,7% y el de indigentes, al 17,2 por ciento.
Los mismos números del Ministerio de Salud de Chaco admiten que el porcentaje de niños desnutridos en 2008 fue más alto que el de 2004, 2005, 2006 y 2007.
Si se analiza la tabla del Plan Materno Infantil provincial, se observa que el año pasado, de los 19.496 bebés menores de un año bajo control médico, el 6,2% tenía algún tipo de desnutrición.
En números absolutos, 1.040 con grado uno, el más leve; 154 con grado dos, y 24 en el estadio más grave.
De los 20.233 chicos de un año bajo supervisión médica, el 19,6% presentó algún déficit nutricional, es decir, 3.956 niños, el triple de los valores del grupo anterior para el mismo año.
Similar es el panorama de los chaqueños de entre dos y cinco años: el 17,5% está en condiciones de malnutrición. “Las tasas anuales de desnutrición infantil en Chaco son de las más altas de la Argentina”, sostuvo Núñez.
Por su parte, Jorge Capitanich dijo: “cuando yo asumí este gobierno, estábamos en una de las peores crisis de la historia y hoy hemos mejorado muchísimo aunque, admito, no lo suficiente”.
Editorial del Blog:
Poco se puede agregar a lo escrito y publicado en este Blog desde el comienzo del mismo.
Es una de las mayores vergüenzas Argentinas de la historia.
Insisto en que los responsables históricos de esta situación a través de los años, – los actuales y los anteriores, sin distinción de partidos políticos -, deberían ser juzgados en los tribunales correspondientes, por el artículo 29 de la Constitución Nacional, también por delitos de lesa humanidad, y de ser encontrados culpables, que sean condenados en el máximo rigor, y que estas sentencias se cumplan.
También existe una gran responsabilidad en los Argentinos – en la mayoría – que toman como algo natural que los niños argentinos de “zonas pobres” se mueran de hambre.
A la provincia del Chaco se la tala desmesuradamente para la siembra de soja transgénica, para los negociados muy probables entre los gobernantes y las Empresas.
Sociedades tan mansas e individualistas como la Argentina, están desde el principio condenadas por si mismas al fracaso y a la pobreza, que finalmente tocara a todos.
Con mucha tristeza e impotencia,
Fuente: Infobae
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