Mercado interno: la gran apuesta para 2013

Sin dudas, la inflación quita el sueño de muchos actores involucrados en la cadena vitivinícola ya que impacta notoriamente en los costos y éstos difícilmente son trasladables al producto final. Además, trae aparejada, entre otras cosas, pérdida de competitividad y baja rentabilidad. Ante esta situación, muchos empresarios vitivinícolas están tratando de adaptarse al nuevo escenario para mantener la calidad y a la vez evitar mayores pérdidas. Para ello durante 2013 pretenden volcar sus esfuerzos en el mercado interno, ya que es el único espacio que permite ajustes de precio.

Estimaciones realizadas entre empresarios y sectores gremiales, muestran que la industria, en general, espera una inflación promedio para 2013 de un 25%.

Consultado sobre el tema, Sergio Villanueva, gerente de la Unión Vitivinícola Argentina, dijo que la vitivinicultura es una de las más afectadas por la inflación, ya que trae aparejada la inequidad en los ingresos, tanto del que vende uva, como del que elabora. "Los procesos inflacionarios no son sólo malos porque no se pueden trasladar al producto final, sino porque producen un proceso interno complejo, cambia el comportamiento de los distintos actores, no se sabe si se venderá uva o no, si elaborarán o no, qué harán las bodegas. Pero tenemos que ser optimistas porque aun con inflación el mercado externo creció".

Desde el Centro de Bodegueros y Viñateros del Este manifestaron que la economía para 2013 será muy crítica si no se atenúan los efectos de la inflación y el atraso cambiario, "la pérdida de rentabilidad y consecuentemente el abandono de mercados es una amenaza real que se cierne sobre toda la industria con un impacto muy fuerte para el pequeño productor, sobre todo para los que poseen sólo uvas varietales", señaló Mauro Sosa.

Costos en alza

Juan Carlos Pina, gerente de Bodegas de Argentina, manifestó que la relación precio-dólar y el incremento de los costos serán los dos parámetros que más impactarán en el sector durante 2013, lo que finalmente desencadenará una pérdida importante de la competitividad.
Andrés Arena, director de Operaciones de Bodegas Salentein, coincide en que "el aumento de costos en la producción de uva se vio afectado por incrementos significativos, principalmente, por el que hubo en la mano de obra y algunos otros insumos. Esto hace que la contribución se vea afectada año a año, teniendo en cuenta que las bodegas, sobre todo las exportadoras, no puede incluir estos efectos en los precios, debido a la fuerte competencia".

Por su parte, Jorge Daniel Falasco, presidente de Familia Falasco (Los Haroldos SA - Balbo SA), añade que el alza en los costos impacta en las pequeñas, medianas y en general en las bodegas boutique, sobre todo, en aquellas que tienen enfocado su negocio en el mercado interno.

"En el exterior se está perdiendo espacio en góndolas y lo está ganando la competencia, sobre todo Chile", sentencia Falasco. El empresario del Este mendocino aduce que estos aumentos de costos en dólares y precios finales de comercialización estancados hacen que empresas vitivinícolas estén pensando en poner un pie en el país.

Los meses que se avecinan no parecen ser muy halagüeños. Desde el Centro de Viñateros y Bodegueros del Este sostuvieron que para 2013 esperan una mayor presión tributaria (provincial y nacional), incrementos en los costos energéticos y laborales, lo que sumado a la restricción a las importaciones y la incertidumbre que reina, complicaría la planificación a largo plazo.

Villanueva remarcó el hecho de que el sector primario tiene entre un 60% a 70% de su costo de producción dado por la mano de obra. Por lo tanto, para el dirigente gremial "el principal acontecimiento para 2013 será ver de cuánto es finalmente el aumento salarial". Además, estimó que el aumento de costos durante 2012 fue del 20%, tendencia que asegura que seguirá durante 2013.

"Los productores están buscando reducir lo más que se puede los jornales. La estrategia es básicamente buscar la mecanización del mayor número de tareas posibles", indicó Andrés Méndez Casariego, consultor independiente y vocal regional de los CREA de Valles Cordilleranos.

Mercado interno muy atractivo

Ante la imposibilidad de aumentar los precios de venta en el exterior, el mercado doméstico se ha convertido en la nueva apuesta de las bodegas locales, que ven este espacio cada vez más atractivo.

Sosa indicó que todavía hay espacios por desarrollar en este mercado, y agregó: "Hay mucho por hacer en términos de promoción y comunicación. El efecto del aumento del precio en la cerveza le ha dado una oportunidad al vino de acomodarse en el mercado interno, pero no hay que confiar sólo en el precio como variable de potenciación de ventas ya que puede ser peligroso".

Para Falasco, el mercado interno se presenta como deprimido o estancado y con los mismos problemas para las pequeñas bodegas. "Como empresa, veo una gran posibilidad de crecer, tanto en el mercado interno como en el externo. Somos una de las 10 o 12 grandes empresas con una fuerte inserción en el mercado interno y eso nos posibilita bajar mucho los costos, sobre todo el de mano de obra, y crecer no solamente en el país sino también en el exterior". Además considera que sin volumen de ventas, la situación se va a complicar para las empresas que se encuentren en esa situación. De hecho, Familia Falasco está pensando invertir en una nueva bodega en el Valle de Uco.

Para el consultor Méndez Casariego, el mercado interno seguirá atrayendo a más bodegas porque se pueden mover un poco más los precios y acompañar a la inflación. "Lo cierto es que el consumo sigue cayendo. Existe la situación particular de este año, cuando el mosto concentrado para exportación ha tenido un muy buen precio y permitirá generar un mayor equilibrio en los stocks de vino blanco, ya que la uva destinada a la elaboración de éstos ahora se destinará para mosto". Méndez Casariego señala que el precio base de las uvas tendrá un sensible incremento en relación a la cosecha 2012.

Para Matías Bauzá Moreno, gerente de marca de Bodegas Salentein, el mercado en general, a nivel más macro, tendrá una leve mejoría, en función de lo que suceda en Brasil y de los precios de los commodities. A su vez consideró que "van a continuar los drivers que facilitaron el consumo, como las promociones, descuentos, pero seguramente algo más selectivos. En nuestro caso estamos trabajando fuerte en nuestras líneas de valor "Premium" como son Killka, Salentein Reserve y los Espumantes Salentein, con los que podemos capturar share de valor y con nuestras líneas de lujo (Salentein Numina, Salentein Single Vineyard y Salentein Primus); la bodega va en busca de una posición relativa alta en el mercado".

Desde Bodegas de Argentina, Pina afirma que el mercado interno en 2013 permanecerá estable como en 2012, "el problema es que el incremento de costos no es fácilmente trasladable a los precios, ya sea por el control de la Secretaría de Comercio como por el del mismo mercado".

Consultado sobre perspectivas para el mercado interno, Sergio Villanueva explicó que "en el mercado interno hay un nivel de traslado de costos a los precios. El tema costos y la rentabilidad que el incremento de estos quita, va a ser el centro de escena. Esperamos mejorar las condiciones de competitividad. También somos optimistas en que se mantengan los precios competitivos que hemos mantenido en cuanto a bebidas sustitutas".

Villanueva estima que 2012 cerrará con un crecimiento del 2% al 3%, "este número es muy importante ya que el mercado interno es un 75% de nuestro volumen. Si somos inteligentes, el año entrante podremos mantener ese porcentaje de crecimiento". 

*Esta nota fue publicada en Suplemento Fincas de Diario Los Andes.  

Fraccionados, la gran incógnita

Durante 2012 las exportaciones de vinos fraccionados, en especial los vinos en botella, tuvieron un desempeño que dejó un saldo negativo.

Para analizar las perspectivas vitivinícolas 2013 en cuanto al mercado externo, los consultados destacaron varios aspectos para recuperar mercados sin perder rentabilidad.

Desde Bodegas Salentein, Moreno Bauzá sostiene que "si bien la crisis persiste, deberemos ser agresivos en aquellos mercados que son foco, y que más allá de la coyuntura son atractivos por su tasa de consumo per cápita y crecimiento. Ante las complicaciones de competitividad, estamos trabajando para mejorar el mix como prioridad y a su vez mejorando la productividad dentro de las operaciones y sobre toda la cadena se valor. Argentina sigue siendo atractiva por su malbec y su relación precio calidad, aunque con menor vigor que antes claramente".

Méndez Casariego, por su parte, explica que cada vez está más complicado mantener el volumen exportado de botellas. "Queda claro que para la mayoría de las bodegas, mientras no se frene la inflación y simultáneamente se mejore la relación cambiaria, las bodegas irán perdiendo poco a poco el volumen exportado. Hoy las estimaciones de crecimiento de las empresas vitivinícolas en el exterior son muy inciertas".

Fuente: Area del Vino