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martes, 19 de julio de 2011

Tomates rellenos con camarones

Los tomates tienen muy buenas propiedades y son bastante sanos, esta es un receta fácil y sencilla, para hacer durante los calurosos días de verano.

Ingredientes:

Tomates manzanos
Cebolla
Camarones cocidos
Aceite de oliva
Sal

Preparación

Paso 1: Cortamos los tomates en dos y les sacamos todo lo de adentro.
Paso 2: Picamos la cebolla, troceamos los camarones cocidosi.
Paso 3: Mezclamos estos ingredientes y añadimos unas gotas del aceite de oliva y sal.
Paso 4: Rellenamos los medios tomates y servimos.

Si se hace un rato antes y se coloca en la heladera, quedará mucho más fresco para comer durante el caluroso verano.

Para darle otro toque, la mezcla se puede aliñar con un poco de vinagre y pimienta. O sino, para los que prefieran la mayonesa, podemos colocarle un poco en la parte de arriba de nuestro platillo. También quedara riquísimo.

lunes, 18 de julio de 2011

Carbonnades flamandes

Una forma original de cocinar las carnes, muy apropiado sobre todo para la ternera, es estofarlas en cerveza, costumbre muy propia de Bélgica, en donde se elaboran algunas de las mejores cervezas del mundo, según los entendidos en la materia.

Básicamente se trata de estofar las carnes con mucha cebolla y cerveza negra, durante varias horas. Para acentuar el sabor de la salsa se suele añadir azúcar moreno, mostaza y un poco de vinagre, aumentando así el sabor agridulce del plato.

La Carbonnades flamandes puede elaborarse con cerveza Lambic o Gueuze, pero en este caso usaremos la excelente cerveza Leffe, de abadía, oscura y ligeramente dulce, que combina a la perfección con la carne y las cebollas del guiso.

Ingredientes:

1 kgr. carne de ternera, en dados, 50 gr. mantequilla, sal, pimienta negra, 3 cebollas, 20 gr. azúcar moreno de caña, medio litro de cerveza negra, 1 rebanada de pan, 1 cucharada de vinagre de vino blanco, 1 cucharada de mostaza Dijon, 1 bouquet garni ( perejil, laurel, tomillo fresco, ajedrea, etc.)

Elaboración:

En una olla calienta la mantequilla. Cuando esté derretida añade la carne, salpimentada y cortada en dados gruesos. Deja dorar removiendo y retira. En la misma grasa que queda en la olla saltea las cebollas cortadas en rodajas. Cuando están transparentes añade el azúcar de caña y la cerveza negra.

Deja cocinar unos minutos, añade el vinagre, el pan desmigado, la mostaza y la carne reservada, con sus jugos. Incorpora el bouquet garni y deja cocinar a fuego muy lento y tapado unas dos horas, o hasta que la carne quede muy tierna, removiendo de vez en cuando.

Lo tradicional es servirlo con un stoemp, puré de patatas con zanahorias y un poco de mantequilla, pero también se puede acompañar de patatas fritas o hervidas.

Fuente: directoalpaladar.com

Gastronomia Belga


A los flamencos les gusta comer bien. Su gastronomía combina la exquisitez de la comida francesa con la abundancia de la alemana. Por este motivo, te recomendamos que hagas como los belgas: pide un solo plato (el plat du jour o dagschotel, por ejemplo) y, de postre, un sencillo café que, hasta en los restaurantes menos glamorosos, te servirán acompañado de unas galletitas y varios tipos de azúcar. A media tarde a los belgas les encanta degustar alguno de sus famosos dulces: crêpes, tartas de todo tipo, gofres,… ¡No te los pierdas!

Además de que en Flandes los platos son abundantes, hay otros aspectos de las costumbres culinarias flamencas que vale la pena conocer. Por ejemplo, los horarios. En Flandes no pretendas almorzar a las 15h, ni cenar a las 23h. A estas horas, sólo en algunos restaurantes de las grandes ciudades aún encontrarás la cocina abierta. Tampoco pidas agua sin más, porque te la traerán con gas. Hay que especificar siempre que la quieres sin gas.

Si pides un simple café, te encontrarás con una taza de lo que nosotros conocemos como café americano… Si lo que quieres es un café de los nuestros, pide un "expresso". Y si te gusta con leche, no hace falta decirlo, la leche la traen siempre junto con el azúcar (eso sí, es evaporada). Otro aspecto que vale la pena conocer es que en Bélgica las propinas están incluidas, aunque si dejas algo, seguro que te lo agradecerán.

Una vez conocidos todos estos detalles, ya estás preparado para descubrir algunas de las delicias más típicas de la cocina belga. Hemos aquí algunos ejemplos:

  • "Waterzooi" de pollo o pescado: finísimo guiso caldoso de verdura y pollo o pescado
  • Mejillones con patatas fritas
  • "Carbonades" a la flamenca: guiso de carne de buey a base de cerveza
  • Conejo con mostaza y cerveza
  • Cuco de Malinas
  • Croquetas de gambas grises o de queso
  • Endivias rellenas o gratinadas
  • Espárragos
  • Tomates rellenos de gambas grises
  • Morcilla con compota de manzana
  • Y una gran selección de exquisitos quesos (que nada tienen que envidiarle a los franceses): Passendale, Postel, Wynendale, Loo, Oud-Brugge,…

Para acompañar estos platos, no te pierdas la cerveza, la bebida belga por excelencia, ¡tienes más de 450 variedades para elegir! Tanto si es blanca, roja, marrón, ámbar o dorado intenso, no hay que salir de Flandes sin haber probado, por lo menos, la cerveza típica del lugar:

  • Amberes Bolleke De Koninck (ámbar de alta fermentación)
  • Brujas Brugs tarwe (blanca de trigo)
  • Bruselas Geuze (de fermentación espontánea) o Kriek (de cerezas amargas)
  • Gante Kwak (marrón con un ligero sabor a regaliz)
  • Lovaina Stella Artois (tipo pilsen)
  • Malinas Gouden Carolus (rojo rubí de alta fermentación)
Fuente: flandes.net

Fiesta del Chocolate en Bélgica

El Museo del Chocolate y del Cacao de Bruselas, que cada año recibe más de 36 mil visitantes, quienes pueden degustar más de 200 variedades de chocolates.

Quienes han probado el chocolate belga aseguran que es uno de los más ricos del mundo y que su secreto deriva del elevado porcentaje de cacao puro en su preparación, lo que ha convertido a Bélgica en uno de los primeros exportadores del mundo.

El chocolate colocó a Bélgica en el noveno exportador europeo de productos y servicios, lo que representó 75% del Producto Interno Bruto (PIB) el año pasado, revelaron cifras oficiales.

El secreto del chocolate belga está en su forma de preparación con recetas tradicionales y la utilización de una elevada cantidad de cacao puro, afirmó la portavoz de la Oficina de Turismo de Bruselas, An Depraetere.

Además de las más de mil variedades de chocolate en este país, los belgas fueron los creadores del Praliné, una mezcla de este producto con avellanas y caramelo.

En el Museo del Chocolate y del Cacao de Bruselas, que cada año recibe más de 36 mil visitantes, se puede degustar más de 200 variedades de este producto desde su apertura en 1998.

Este recinto, dirigido por la familia Draps, la tercera generación de artesanos de chocolate, deleita al público con una amplia variedad de dulces a base de chocolate, con historias y anécdotas sobre el cacao.

La directora del museo, Madame J. Draps, comentó que "es difícil saber lo que más le gusta a los visitantes cuando conocen el museo porque se quedan sorprendidos con todo, tenemos más de mil variedades de chocolate, con degustaciones de muchas de ellas".

En Bruselas existe una extensa cultura gastronómica chocolatera, prueba de ello es que "tenemos el mismo número de visitantes belgas que extranjeros", comentó.

El chocolate puro se cocina a 35 grados de temperatura, el Praliné con almendras o leche a 32 grados, mientras que el chocolate a 28 grados, explicó el artesano Henri Snackers, al referirse a las diferentes formas de preparación.

"Es un producto que llevo haciendo más de 33 años y que como todos los días para que me dé energía; con 68 años que tengo me mantiene en forma", aseguró este empleado del museo, tras destacar que es "muy fácil hacerlo en casa".

Es uno de los mejores regalos, porque le gusta a mucha gente, hasta ahora "no conozco a nadie que no le guste, además hay mucho arte en él, en la elaboración y en las diversas figuras de chocolate, que son verdaderas esculturas", manifestó.

El museo, además de ser una fundación, vende su propia producción, ideal para los amantes del chocolate, y colabora con varias organizaciones no gubernamentales latinoamericanas exportadoras de cacao para ayudar a los campesinos que lo cultivan.

Una de estas asociaciones es la Organización Internacional del Cacao, que tiene como objetivo ayudar a todos los países miembros productores que recogen a mano el cacao y el proceso no está industrializado, subrayó Draps.

Aunque el primer Museo del Chocolate europeo se creó en la ciudad española de Barcelona en 1780, el belga -ubicado en la Grand Place- es uno de los más conocidos del mundo, que también vende parte de su producción al extranjero.

Se cree que el chocolate, originario del continente americano, fue traído a Europa en el siglo XVI por el español Hernán Cortés, quien lo probó por primera vez en Tenochtitlán, la capital del imperio Azteca.

Las primeras especies de cacao crecieron en Sudamérica, pero fueron las antiguas culturas mesoamericanas las que domesticaron la planta.

Los aztecas utilizaban el cacao como moneda de cambio, pero también con fines medicinales, para curar enfermedades como el catarro, la anemia o las heridas, y como bebida estimulante o calmante.

"El chocolate es reconstituyente y tiene muchas proteínas y vitaminas", comentó Vincent Auquier, estudiante de medicina y conocedor de los orígenes de este producto considerado, por algunos, como afrodisiaco.

Los aztecas elaboraban una poción a base de cacao mezclado con el polvo de los huesos machacados de sus antepasados para curar la diarrea.

Los mayas llamaban al árbol del cacao "cacahuaqucht" porque creían que pertenecía a los dioses y que las vainas que crecían en su tronco eran un regalo que los dioses hacían a los hombres", recordó Auquier.

"Ellos fueron los creadores de una especie de brebaje amargo hecho de semillas de cacao que consumían exclusivamente los reyes y los miembros de la nobleza y que era usado para dar solemnidad a determinados rituales sagrados", subrayó.

Un estudio de la Universidad de California mostró que el chocolate amargo es beneficioso para el corazón porque contiene flavonoides, una sustancia que ayuda a evitar la excesiva coagulación sanguínea.

Fuente: El Universal, Mexico

Brujas, capital del chocolate

Si tienes claro que quieres visitar algún rincón del planeta con sabor a chocolate este sitio sin ninguna duda es Brujas. Una buena idea para combinar la visita turística y el delicado placer del chocolate.

Tu primer encuentro con la ciudad te transportara a nuevos mundos ya que entrar en la ciudad es entra en el pasado. Brujas se levanta majestuosa delante de nuestros ojos como si de un cuento de hadas se tratara, una encantadora ciudad medieval en la que sus callejuelas adoquinadas, sus casitas de fachadas de colores y sus románticos canales nos hacen volver atrás en la máquina del tiempo. Brujas al igual que otras ciudades tiene su olor característico, Brujas huele a chocolate un aroma que se intuye por todos los rincones de la ciudad y el cual nos hace despertar y llegar rápidamente a nuestros días.

Brujas fue la primera gran capital del condado de Flandes hace exactamente 800 años desde entonces hasta nuestros días la ciudad se ha convertido en una de las mejores conservadas de Europa, siendo elegida Patrimonio Mundial de la Unesco desde el año 2000.

La mejor manera de conocer la ciudad es recorriendo sus calles, su casco antiguo con aires de romanticismo y misterio, sus siete embarcaderos desde los cuales podemos coger un bote y ver la ciudad desde la perspectiva que nos da el agua, recorriendo sus hermosos canales y sus emblemáticos puentes y acompañados como no por los fieles cisnes que la custodian.

Nuestro recorrido lo empezaremos por el corazón de la ciudad la Grote Markt o Plaza Mayor , circundada por espléndidas fachadas como las del Palacio Provincial , el salón de los tejidos o " De Lakenhalle" y el imponente monumento conocido como Atalaya , símbolo de la libertad y de la autonomía de Brujas.

En la Basílica de la Santa Sangre , del siglo XII, situada en el fortín (Burg), se guarda la reliquia de la Santa Sangre de Jesucristo. La Catedral de San Salvador , por su parte, es la iglesia parroquial más antigua de Brujas. La Iglesia de Nuestra Señora tiene la torre de ladrillo más alta de la ciudad y visitar la escultura de mármol Virgen con Niño de Miguel Ángel y la única pieza de este genial artista que se halla fuera de Italia.

Una vez visitada la ciudad, empezaremos nuestra visita más dulce, aquella a la que todos los amantes del chocolate están esperando, la del chocolate. Tal vez primera pregunta que nos podemos hacer es ¿como llego Brujas a ser la capital del chocolate?. Si retrocedemos en el tiempo y nos situamos a finales de la Edad Media veremos que algunas familias de la ciudad buscaron nuevos lugares para ampliar su actividad comercial, de esta manera se llego a iniciar la importación de azúcar de caña de madera. Cuando en el S. XVI los conquistadores españoles introdujeron el cacao en Bélgica se tardaba poco en mezclar los dos ingredientes fue entonces cuando se intuyo que Brujas iba a convertirse en la capital del chocolate. Han pasado los siglos pero la ciudad sigue influenciada por el sabor a chocolate.

Para empezar a situarnos lo mejor es iniciar nuestro recorrido con una visita al Museo de Chocolate: Choco – Story, su función principal es informar al visitante de la historia de la transformación del cacao hasta el chocolate y promover los aspectos de salud y calidad del chocolate belga. El museo acoge una fuente inestimable de datos e informaciones históricas, geográficas y botánicas, además de recetas para artesanos del chocolate e industriales, maestros, estudiantes y consumidores conocedores de este dulce placer. Podemos admirar las piezas expuestas además de poder consultar la extensa biblioteca de obras relativas al cacao y el chocolate y también podremos dialogar con especialistas en la materia.

El lugar donde se halla el museo, La Residencia Crone, data más o menos del año 1480. En un principio el edificio ubicaba una taberna de vinos y posteriormente fue utilizado por pasteleros y fabricantes de tartas. Ya inmersos en el S.XX fue sede de la primera bolsa de trabajo para pasar a ser la escuela de policía, el Credit Comunal de Bélgica y la Oficina laboral flamenca.

El museo abarca distintas secciones entre las cuales hay que destacar la historia del chocolate en Brujas además de las costumbres y creencias de los Mayas y los Aztecas con la utilización del cacao como ofrenda a los dioses y su utilización por parte de estos pueblos como moneda de cambio, para posteriormente ser convertida en bebida por los españoles quienes le añadieron el azúcar.

También encontraremos todo lo relacionado con el árbol del cacao y la producción de los granos. Además de la historia del chocolate en Bélgica. En el museo también podremos visualizar una película sobre el cacao y el chocolate. Nuestra vista también gozara con las sorprendentes estatuas de chocolate a la vez que observaremos como se realizan los pralinés y una vez en la salida podremos degustar los famosos chocolates de Brujas.

Una vez fuera del museo y con la historia del chocolate en nuestra memoria ha llegado el momento de realizar una ruta por Brujas; tal y como hemos dicho antes Brujas es la ciudad flamenca turística por excelencia en ella hallaremos cientos de pequeñas tiendas de chocolate. Os recomendamos la visita a Sukerbuyck en la Katelijnestraat. El local posee dos escaparates magníficamente decorados: uno con chocolates y otro con coloridos mazapanes, todos ellos productos artesanales elaborados en la misma casa. Frente a ella un salón de té para probar una de las especialidades: chocolate caliente. La presentación es magnífica: una bandejita con una taza, un platito sobre ella con chocolate fundido y una jarrita de leche. El truco es verter el chocolate sobre la leche hasta alcanzar la densidad deseada.

En Brujas se elaboran kilos y kilos de deliciosos bombones conocidos como Brugsche Swaentjes (cisnes de Brujas), los ingredientes de la receta son un misterio aunque se sabe que entre los principales productos es la pasta de almendras, “gruut” un tipo de harina con especies y Kletskoppen un tipo de galleta de Brujas.

¿Pero cuál es la razón por lo que los chocolateros han escogido el cisne como representación de la ciudad? Según la leyenda en 1488 el pueblo de Brujas ejecuto a uno de los administradores de la ciudad perteneciente a la corte de Maximiliano de Austria. Este hombre llamado Pieter Lanchals , cuyo nombre en neerlandés significa “Cuello Largo” y en su escudo de armas había la figura de un cisne blanco. Según la leyenda Maximiliano castigo a la ciudad obligando a mantener los cisnes en sus lagos y canales hasta la eternidad.

Como podéis ver unos días en Brujas son como entrar en un cuento de hadas con chocolate incluido.

Fuente: www.cacaoychocolate.com

Brujas, para morirse con chocolate


En una visita a Bélgica seguramente se verán ciudades bellísimas y museos muy diversos, se beberán buenas y diferentes tipos de cervezas, se comerán conejo a la flamenca y mejillones al vino blanco con papas fritas, se prescindirá de vegetales y del buen pan, pero sobretodo se probara y comerá hasta la saciedad eso que a los belgas les queda tan bien: los chocolates.

Divinos ellos, son como nada ni nadie dentro de mi boca. Al chocolate, sobretodo si es oscuro, casi cacao puro, le tengo amor leal e infalible. Me gusta solo, pero también combinado especialmente con naranja, fruta de la pasión, guayaba o frambuesa. También me gusta con chile, con almendra y con menta.

Pues de todo y con todas las combinaciones posibles probé durante mi tercera visita a Bélgica, que en esta ocasión fue a Brujas, la capital belga del chocolate.

Y no es que en Bruselas, Gent o Amberes no haya chocolaterías, pero yo no vi la cantidad que se encuentra en Brujas. Sin hacer un recorrido planeado para visitarlas, con sólo ir caminando por las callecitas, placitas y canalitos de la ciudad, perdiéndome por ahí y bobeando sin parar me los iba encontrando: paraísos de puro chocolate.

Hay chocolaterías de todo tipo, las muy fresas que parecen joyerías como Neuhaus, hasta las tradicionales que no han cambiado en años ni su publicidad como Dumon. En medio hay para turistas (Finest belgian chocolate) con piezas de chocolate que rayan en la vulgaridad y en los exorbitantes precios, hasta las chocolaterías para los locales en donde se pueden comprar delicias a precios accesibles.

Y en una de esas perdidas que me di, caminando por aquí y por allá, llegué al Chocolate Museum (http://www.choco-story.be/). Siempre supuse que un alimento, ingrediente, sabor y pasión como él debía tener un museo. Pues lo hay y está en Brujas.

El museo está ubicado en la St. Jansplein, en la zona central de Brujas. Consta de cuatro pisos. En el primero está –obviamente- la recepción, la caja (el boleto de entrada cuesta 6 euros e incluye un pedacito de chocolate) y la tienda de “souvenirs”. En el primer piso se inicia el recorrido por la historia del chocolate empezando con el origen del cacao. En la primera sala se expone información sobre el tipo de árbol, las semillas, las ambientes y los nombres científicos.

Después se pasa a una sala en donde se ubican en un mapa del mundo las regiones productoras de cacao. Para mi sorpresa México no figura entre los productores más importantes. El cacao se produce básicamente en África con Costa de Marfil y Ghana encabezando la lista, junto a otros productores africanos - Nigeria y Camerún- Indonesia y Brasil también aportan cacao al mundo.

En esta misma sala hay replicas de árboles de cacao y se inicia la historia del consumo del cacao con los mayas y los aztecas. En la exposición hay pinturas, algunas figuras de barro y detalles que ilustran el uso ritual del cacao en ambas culturas. El cacao fue moneda de cambio y mezclado con sangre se ofrecía en los sacrificios. Pero el cacao también se bebía y de ahí viene el nombre del chocolate: xoco-cacao, alt-agua: Xocoalt.

Lo que sigue ya nos lo sabemos. Llegaron los españoles, descubrieron el cacao, en el siglo XVI se lo llevaron a Europa como bebida ya mezclada con azúcar, pues, dice la leyenda, que fueron unas monjas en Oaxaca quienes inventaron lo que hoy se conoce como chocolate en agua.

En el museo se explica cómo esta bebida se fue extendiendo por toda Europa, aunque fue en Francia e Inglaterra donde tuvo su mejor aceptación durante los siglos XVIII y XIX. Bebida de la realeza y la aristocracia, el chocolate se erigió un rey por si mismo.

Este auge en Europa no discriminó a lo que entonces era Flandes (Bélgica), sobretodo tomando en cuenta la influencia que España ejercía en el norte europeo. Las casas para beber chocolate empezaron a existir por el 1660. En lo que ahora es Bélgica se acogió al chocolate como si fuera producto nacional y de hecho se ha convertido en un símbolo. En el mundo se reconoce el chocolate belga como garantía de calidad y sabor.

En el museo se pueden ver las primeras máquinas que se utilizaron en Bélgica para procesar el cacao, mezclarlo con leche y azúcar y elaborar chocolates. También se exhiben las tazas de porcelana y jarras especiales que eran utilizadas para servirlo, pues como el té en Inglaterra, en Bélgica se hizo costumbre, casi un rito, beber chocolate.

El chocolate pasó de ser una bebida a ser un postre, para después convertirse también en un ingrediente con el cual hacer jaleas, salsas, jarabes y etc. En 1912 Jean Neuhaus adoptó el término “Praline” para nombrar a un chocolate pequeño, redondo y relleno que se empacaba en cajitas muy llamativas, lo que hizo aún más popular el consumo de chocolates.

Después de pasar por la historia de la elaboración del chocolate, se pasa a una sala que exhibe las diversas presentaciones que ha tenido el chocolate belga dependiendo de la compañía o empresa productora.

En la última sala se proyecta un video de 10 minutos que hace un recorrido desde la recolección del fruto del árbol del cacao hasta su procesamiento en una barra de chocolate. Lo que nos comemos es la mantequilla de cacao, o sea la grasa, lo que nos bebemos es el polvo del cacao, que ya procesados, ambos, son un chocolate caliente o un pedazo de chocolate.

En el sótano, visita obligada antes de salir del museo, se encuentra un especialista en chocolate haciendo una demostración de la elaboración de las pralinés que dura aproximadamente 15 minutos y que yo me perdí con tantos niños ruidosos frente a la mesa. No está demás mencionar que en esta parte del museo hay piezas de chocolate que rosan el kitsch y la exageración como un huevo de pascua gigante, el castillo de Cenicienta, un molino y, su última novedad, una figura en tamaño original de Barack Obama (It is forbidden to eat the president, se aclara…pero a ese ni en chocolate!).

Y después de ese recorrido por la historia del chocolate en Bélgica es más claro entender que en Brujas haya al menos una chocolatería por calle, como iglesias hay en Puebla. Los belgas hicieron del consumo del chocolate una religión y aunque los suizos tienen su fama bien merecida, yo que probé tantos chocolates en mi vida de diversas casas y de varias partes del mundo, puedo decir que los belgas son los mejores. Las cuatro cajas de chocolates rellenos, trufas y pralinés con esencias florales y la jalea que compré en la tienda Neuhaus (http://www.neuhaus.be/) son inolvidables.

El chocolate se puede convertir en una adicción. Conozco gente que no puede vivir sin comerse cuando menos uno diario. Yo me contengo, lo intento, aunque si tengo una caja de chocolates o una barra de chocolate oscuro a la mano difícilmente va a durar más de tres días. He llegado a esconderlo para no compartirlo y junto con el café es lo único que no resisto si me lo ofrecen a cualquier hora del día.

Cuando viajo me gusta probar los postres de chocolate para conocer cómo lo preparan en distintos lugares. Adoro los brownies, el helado de chocolate con pedazos de chocolate, la mousse de chocolate oscuro con peras, la tarta de queso con chocolate, las crepas con nutella, hacer un fondeu de chocolate con frutas y todo lo que se cocine o prepare con cacao o chocolate.

En el museo no se menciona que el chocolate es afrodisiaco y antioxidante, que si se come con la menor cantidad de azúcar posible contribuye a la regeneración de células. Además los productos de cacao para la piel, especialmente para la cara, producen colágeno, que contribuye a mantener la piel más firme, hidratada y por lo tanto sana. Por eso si no me lo como me lo embarro…y de eso también surgen experiencias saludables o si no al menos gozosas.

Estoy segura de que para nosotros amantes al chocolate no hay mejor lugar en el mundo que Brujas, yo ahí hubiera podido quedarme a morir…enchocolatada!

Fuente: cocinaycama.blogspot.com

Mejilones al estilo belga


Esta es la receta típica de los mejillones, dentro de la Cocina Belga. Es uno de los platos más emblemáticos de dicha cocina. De hecho lo belgas toman mejillones de distintas formas y esta es quizás, la más conocida. Están riquísimos y es fácil de preparar.

Ingredientes:
  • 2 Kgr. de mejillones
  • 20 gr. de manteca
  • 3 echalotes grandes picadas
  • 2 ramas de apio en rodajas finas
  • 1 puerro en rodajas finas
  • 2 hoja de laurel
  • 2 cucharadas de perejíl picado
  • Tomillo fresco picado
  • 1 cucharita de granos de pimienta negra fresca
  • 300 ml. de vino blanco seco
  • 200 ml. de nata líquida
Proceimiento:

Paso 1: limpiar bien los mejillones con agua fria, quitándoles las barbas y las impurezas que tenga adheridas.

Paso 2: ponga mantequilla en una gran cacerola y viérta en ella los mejillones. Tápelos.

Paso 3: añada el apio, los echalotes, el puerro y las hojas de laurel. Déjelo dorar ligeramente.

Paso 4: luego añada la mitad del perejíl, el tomillo y los granos de pimienta. Remuévalo bien.

Paso 5: finalmente vierta el vino y tápelo. Deje que hierva durante 3 min.

Paso 6: estarán listos cuando los mejillones cuando se abran.

Paso 7: añada enseguida la crema al caldo y remueva para que ligue bien la salsa.

Paso 8: se sirve en boles individuales, adornándolo con el resto de perejil.

Stella Artois la Historia de la cerveza...


La historia de Stella Artois comenzó en el año 1366, en un pequeño pueblo llamado Leuven en el centro de Bélgica, donde se producía cerveza en una casa llamada “Den Hoorn” (El Cuerno). Años más tarde, “Den Hoorn” fue rebautizada bajo el apellido de su más grande Maestro Cervecero: Sebastián Artois, quien compró la cervecería como legado para sus hijos.

Su obsesión por la calidad lo llevó a la búsqueda constante de una cerveza superior y, finalmente, como resultado de la intensa exploración, Cervecería Artois presentó orgullosamente su mejor producto: “Stella Artois” (“stella” del latín estrella), que fue lanzada al mercado como una edición limitada para Navidad.


Desde entonces, Stella Artois es la auténtica cerveza europea y su sabor intenso y distintivo es disfrutado en todo el mundo.


Stella Artois es tradición, herencia y sofisticación, es una marca con más de 600 años de historia cervecera, a través de los cuales se ha ido perfeccionando el ritual de la servida, hoy considerado El Ritual de la Perfección.


Llegó a la
Argentina en 2005, logrando posicionarse en el mercado, dentro del segmento Premium, como la primera en share y en preferencia.

A raíz del fuerte crecimiento, la marca siguió apostando, ampliando su oferta con el lanzamiento de un nuevo calibre. Es así como en 2010, se lanzó Stella Artois Chopp.


La marca realizó un evento en el Campo Argentino de Polo y seleccionó, entre los mejores bares y restaurantes del país, los
puntos de venta Exclusivos de Stella Artois Chopp.

Desde entonces y hasta la actualidad, se instalaron más de 40 chopperas Stella Artois, indispensables para realizar los 9 pasos del Ritual de la Perfección, en puntos de venta ubicados en el Gran Buenos Aires, Córdoba, Mar del Plata y Rosario.


QUÉ ES EL WORLD DRAUGHT MASTERS


El World Draught Masters es un evento realizado por Stella Artois desde hace 13 años en Leuven Bélgica, en el cual los mejores bartenders del mundo y consumidores se reúnen para competir por el preciado título de World Draught Master.


Tradicionalmente el World Draught Masters se realizó en Leuven, Bélgica, pero en 2009, dado su importante crecimiento, se llevó a cabo en Nueva York.

En 2010, esta competencia se realizo en Londres y, por primera vez, Argentina envio al ganador de la Gran Final Nacional a competir por el título.

Bartenders de las ciudades de Córdoba, Rosario, Mar del Plata y Buenos Aires fueron invitados para participar en la competencia que se llevó a cabo en las salas Premium del cine Hoyts Dot, donde se seleccio al competidor que paso a la Gran Final Nacional del World Draught Masters en Buenos Aires, el día 28 de septiembre en el Malba.


Los 9 pasos de El Ritual de la Perfección Stella Artois

1-Purificacion- 2 La Liberación- 3 La Alquimia- 4 La coronación- 5 El Suspiro- 6 El sacrificio- 7 El juicio- 8 El Bautismo - 9 La ofrenda

Bélgica: donde beber cerveza es un arte


No hay duda de que Bélgica es el destino cervecero por excelencia.

¿Qué otro país ofrece más de 450 variedades de cerveza de tan distintos gustos y sabores? Las nuevas tecnologías, junto con un gusto por lo tradicional, confieren a la cerveza belga un carácter único, que nunca defrauda al visitante.

El principal reclamo de la industria cervecera belga es doble: las clásicas cervezas pils, elaboradas en cervecerías cada vez más sofisticadas y que tienen una gran demanda; y una serie de cervezas más especiales, como las trapistas, Gueuze, Kriek, cervezas blancas…

Las cervezas en Bélgica son como los vinos en Francia. Utilizar la copa adecuada no es sólo una tradición, sino una obligación. De hecho, en los bares belgas con más de 300 tipos de cerveza es normal que haya también 300 tipos de copas distintas, una para cada variedad. En casa, los belgas también suelen tener varios tipos de cerveza en la nevera, y las copas correspondientes en el armario.

Las copas han sido diseñadas especialmente para cada tipo de cerveza con el objetivo de potenciar su sabor, aroma y color.

Las cervezas belgas pueden dividirse en tres tipos, según el método de fermentación:

1) Cerveza de baja fermentación: es la más reciente. El proceso data de 1840 y produce un tipo de cerveza conocido como pils o lager. Corresponde al 90% de toda la producción mundial. La pils es una cerveza ligera, clara y de aspecto dorado.

2) Cerveza de alta fermentación: es mucho más antigua y tradicional. Originalmente, este tipo de cerveza tenía la misma densidad y porcentaje de alcohol que la pils; ahora contiene más alcohol. Corresponden a este tipo las cervezas Amber y la “Special Belgian”, así como la cerveza blanca, las cervezas de abadía y las trapistas.

3) Cerveza de fermentación espontánea: típico de la región de Bruselas, este proceso se utiliza para elaborar la Lambic. Esta variedad se produce mediante la fermentación espontánea de las levaduras encontradas específicamente en el valle del río Sena (¡no confundir con el Sena francés!). Tiene algunas variantes. La Gueuze se obtiene de la fermentación producida al mezclar Lambic joven con Lambic viejo. Las cervezas afrutadas se elaboran mezclando distintas frutas con Lambic. En el caso de la conocida Kriek, ésta se elabora mezclando 50 Kilos de cerezas y unos 250 litros de Lambic. Esta mezcla se deja madurar 6 meses en un barril. El resultado es una cerveza afrutada y dulce, muy popular en Bélgica.

Fuente: losviajeros.com

Gastronomia de Belgica

La gastronomía de Bélgica está influenciada por las culturas Latina y Germánica.

Las recetas tradicionales de Bélgica eran muy pesadas, pero hoy en día, los restaurantes del país son famosos por servir comida de calidad francesa en porciones de tamaño alemán.

Uno de los productos gastronómicos más tradicional de Bélgica son las papas.

Los Belgas afirman haber inventado las papas fritas. En Bélgica, las papas fritas son uno de los platos favoritos y se venden en las calles.

Muchas ciudades del país han desarrollado sus propias especialidades regionales.

La carne y el marisco se comen mucho en Bélgica.

Los gofres belgas son conocidos en todo el mundo y se sirven con manteca, azúcar, crema montada o fruta fresca.

El chocolate Belga también es conocido mundialmente.

La bebida nacional de Bélgica es la cerveza.

Pralines


La praline (pronunciado pralín) es una golosina francesa elaborada con una almendra tostada recubierta de azúcar caramelizado que puede ser coloreado (generalmente en rojo y rosa) y aromatizado de diversas maneras. Es similar a la almendra garrapiñada de la cocina española. La praline es una especialidad de la ciudad francesa de Montargis.

Las pralines son también bombones de chocolate rellenos inventados en Bélgicas. En los Estados Unidos las pralines son una especialidad tradicional de Nueva Orleans, basada en la receta de las pralines francesas que los emigrantes franceses llevaron consigo al nuevo mundo.

Es frecuente confundirla con el praliné (en francés), un preparado pastoso de pasteleria y confiteria elaborado con ingredientes similares. Éste se consigue mediante el rallado de almendras o de avellanas con azúcar y cacao, y sirve de base para el relleno de bonbones o pasteles.

En la mayoría de los países la palabra 'praline' se emplea como significado de esta preparación rallada, o incluso la pasta empleada en el relleno de bonbones de chocolate, por lo tanto la palabra es empleada como un sinonimo en Holanda, Alemania, parte de Francia y en Bélgica al referirse a la praline como un bombon de chocolate relleno en general. En el Reino Unido, el término se refiere generalmente a este relleno y carece de sentido o es menos entendido como la 'praline' francesa, es decir una almendra caramelizada.

En Bélgica, las pralines son bombones de chocolate relleno, que fueron inventados en 1912 por Jean Neuhaus, nieto del fundador de la casa Neuhaus, de renombre internacional. Elaboran pralines de formas, sabores y elaboraciones tan diversas que fue imposible registrar la definición de lo que es una praline belga. Las hay rellenas de praliné, de ganache, de mazapán, de crema de diversos perfumes, de licor, de fruta confitada o en alcohol o en crema, de trufa, de frutos secos, etcétera. Otras confiterías belgas de larga tradición en la elaboración de pralines son: Godiva y Léonidas.

Fuente: es.wikipedia.org

Gastronomia de Brujas, Belgica

En la gastronomía de Brujas destacar sus pescados, la cerveza (la Blanche de Bruges, blanca de trigo) además del famoso chocolate y pralines.

Entre sus platos típicos destacar los mejillones al vapor con papas fritas, el plato estrella de la gastronomía flamenca, tomates rellenos de camarones, también se pueden probar algunos de sus guisos y ensaladas, como la ’salade Liège’, con judías y patatas o la ’salade walonie’ que se sirve caliente y lleva patatas fritas y trozos de tocino.

lunes, 7 de junio de 2010

Cocina belga y mejillones a la belga


Dicen que la gastronomía belga es la más sofisticada de todas y que Bruselas, es una de las mejores ciudades en el mundo para satisfacer al paladar.

Los platos destacados son varios: los mejillones al vapor, las carbonadas flamencas, las salsas de cerveza y demás. Pero lo cierto es que entre todos esos platos, hay dos alimentos que jamás pasan desapercibidos cuando uno esta en Bélgica: la cerveza y el chocolate.

En Bélgica hay unas quinientas variedades de bombones. Y lo comen como según mi humilde opinión, debe comerse el chocolate: bien negro, sin leche y con un sabor fuerte y penetrante.

La cerveza es la vedette belga y de hecho, no hay país en el mundo que posea tantas variedades. Las dos variedades preferidas son la Lambic (elaborada con trigo y cebada) y la Trappist (la trapense), pero la cosa no termina ahí, pues si uno lo desea hasta puede encontrar cerveza con gusto a frambuesa.

Pero… ¿será tan sofisticada la comida belga?
Y… habrá que probar. Comencemos con unos Mejillones a la belga.

Mejillones a la belga.
Ingredientes:


La cantidad dependerá del número de comensales

• Mejillones
• Un poco de manteca
• Zanahorias picadas finas
• Puerros picados finos
• Cebolla picada fina

Preparación:

Se compra la cantidad según los comensales, por ejemplo, para 4 personas tres kilos de mejillones.

Se limpian con un cuchillo todo lo que esté pegado al mejillón, se coloca en una cacerola y se añade un trozo de manteca.

Se pican bien todas las verduras y se añade a los mejillones, se pone a fuego lento y se mueven de vez en cuando sacudiendo la cacerola, una vez que la verdura esté lista, se sacan los mejillones y se colocan en una fuente, junto con las verduras y la salsa.

No se echa nada de agua, con la que sueltan los mejillones se hace una salsa abundante.

Carbonadas a la flamenca


Ingredientes:

1 kg. de carne de ternera en cubos
1/4 kg. de cebolla picada
1 cda. de mostaza francesa
1/2 lt. de cerveza negra
Sal
Pimienta
Laurel
Tomillo
Almidón de maíz

Preparación:

Saltear las cebollas y una vez que estén cocidas, añadir los trozos de ternera. Luego agregar la mostaza y mezclar durante 10 minutos.

Verter la cerveza, el tomillo, cuatro hojas de laurel y salpimentar.

Cocinar media hora.

Antes de retirar la carne, añadir el almidón de maíz para espesar la salsa.

Cascada Inacayal - Villa La Angostura - Patagonia Argentina