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martes, 14 de septiembre de 2010

Pimientos rellenos con carne picada

Ingredientes

- 4 pimientos verdes
- 250gr. de carne picada de ternera
- 100gr. de arroz
- 2 ajos
- 2 huevo
- Perejill
- Sal
- Pimienta piante
- Un litro de tomate frito
- 3 laurel
- Azúcar

Preparación

Vamos a cocinar arroz-5 minutos. Lavamos los pimientos, y le quitamos las semillas.
Preparamos carne picada en una base ponemos huevo, ajo picado, pimienta picante, sal, arroz.
Y con esto rellenamos las pimientas verdes.
En una olla normal metemos los pimientos rellenos, y le ponemos un litro de tomate frito. Ponemos laurel, y cocinamos en fuego lento.

Consejos

A final puedemos poner una cuchara de azúcar dentro de la salsa, depende del gusto.
Se puede comer solo con pan.

Bollos checos ‘rohliky’

Los rohliky son unos bollitos típicos de Chequia que parecen un antepasado del cruasán.

Para hacerlos se forma un triángulo con la masa que se enrolla y después se curva, como en el clásico francés. Sin embargo, la masa es de pan, no de hojaldre, y aunque llevan un poco de azúcar no son especialmente dulces.

Ingredientes

Para unos 10 panecillos

  • 500 gr. de harina
  • 250 gr. de agua
  • 2 yemas de huevo
  • 15 gr. de levadura fresca (o 5 gr. de seca)
  • 50 gr. de mantequilla
  • 15 gr. de azúcar
  • 10 gr. de sal
  • Semillas de anís (alcaravea) o de amapola

Preparación

Mezclar y amasar todos los ingredientes hasta obtener una masa elástica. Dejar fermentar una hora en un bol enharinado y tapado con un trapo en un lugar cálido y sin corrientes.

Dividir la masa en piezas de unos 80 gramos, y formar unas diez bolas. Estirarlas con un rodillo haciendo triángulos isósceles (como la copa de un abeto). Enrollarlos sobre sí mismos formando una especie de cruasán, cuidando de que queden bien prensados y pegados. Sellar bien la punta, curvarlos un poco e ir poniéndolos sobre una bandeja de horno, dejando espacio suficiente entre uno y otro porque crecerán.

Pintarlos con agua y espolvorear las semillas de anís o de amapola por encima. Dejar que fermenten unos 30 minutos en un lugar cálido. Cuando falten unos 10 minutos, precalentar el horno a 180 grados.

Cuando los rohliky estén hinchados, pero con los pliegues visibles, meter al horno unos 13-15 minutos.

Fuente: ondakin.com

lunes, 13 de septiembre de 2010

Bramborâcka, sopa checa

Ingredientes

- 4 Papas
- 1 apio
- 1 puerro
- 1 nabo
- 1 chirivia(raiz de perejil)
- 5 ajos
- 2 zanahorias
- 150gr. de champiñones
- Alcarabea
- Sal
- Pimienta
- Un chorrito de vinagre
- 1 cucharada de manteca de cerdo

Preparación

Poner agua a calentar con la sal, la alcarabea, pimienta y un poco de manteca de cerdo.
Mas tarde añadir todos los demás ingredientes cortados a cuadritos, menos el vinagre, que solo se añadirá a la sopa una vez terminada si tiene un sabor demasiado dulce.

Consejos

Hacer a fuego lento.
La alcarabea es una especie de forma parecida al comino mediterráneo, pero de sabor muy diferente y muy característico en la cocina checa. Se usa en la mayoria de las comidas, incluso en la masa de algunos panes.
Los checos son maestros en cortar las verduras en tabla. Las cortan muy pequeñas y de igual tamaño.

Gastronomia Republica checa, Praga


¿Comer en Praga? La oferta culinaria de la ciudad es muy amplia y satisface a todos los paladares. Los restaurantes están abiertos en horario continuado hasta las 23.00 (a excepción de los de la Plaza del Reloj) y podrán sentarse a la mesa incluso por la tarde, si así lo desean. A pesar de que no existe ninguna obligación, el personal de los restaurantes les agradecerá una propina del 10%, si bien es algo que debe valorar el cliente, en función del servicio y de la cortesía de los camareros.

En los alrededores de la Plaza de la Ciudad Vieja están situados algunos de los mejores restaurantes de Praga, refinados y de gran tradición, que hacen honor a la generosa cocina de Praga. En la misma zona, a pocos minutos a pie, hay otros restaurantes y cervecerías que suelen frecuentar los habitantes de la ciudad. Son locales que ofrecen menús económicos, cuya cocina en cambio no se debe infravalorar. Además de las incondicionales jarras de cerveza, sirven una comida excelente y unos vinos de un aroma excepcional: durante el verano, no duden en buscar uno de estos locales junto al río Moldava, quizás en la isla de Kampa, desde donde podrán admirar el sugerente Puente Carlos.

En Praga no faltan restaurantes de cocina internacional, pero ¡cuidado con los precios en caso de buscar gastronomía de alto nivel! Las cifras varían como en la mayor parte de las capitales europeas.

Platos tipicos:
Praga es famosa por las sopas, por las albóndigas, los deliciosos postres y, sin duda alguna, por la cerveza, la mejor del mundo en opinión de muchos. La carne es excelente (sobre todo la de buey y la de cerdo), constituye la base de la alimentación en Praga y se prepara en platos exquisitos.

Las polévky son las deliciosas y famosas sopas campesinas, que se toman sobre todo en invierno. Teniendo en cuenta que en Praga no suelen servirse primeros platos, no hay que dejar escapar la oportunidad de degustar una de estas maravillas de berza, ajo o cebolla.

Las albóndigas, llamadas knedlíky en Praga, se hacen con harina, pan o papa. Se acompañan con salsas fuertes y como guarnición de platos principales a base de carne y de pescado. Por cierto, el pez más común en Praga es la trucha (o la carpa), que se debe degustar en restaurantes especializados para garantizar que es fresca.

Una de las especialidades de la cocina bohemia es la svícková, que consiste en sutiles lonchas de ternera acompañadas con Knödel y una deliciosa salsa a base de crema. Durante los meses de invierno, no se olviden de degustar la caza (oca o faisán), o prueben cualquier plato a base de cerdo. No les decepcionará. En fin, pollo y pato: Se encuentran en todas partes y siempre cocinados en platos deliciosos.

En Praga, el aperitivo más apreciado es el célebre Jamón de Praga, consagrado en todo el mundo. Para degustar el verdadero sabor de esta especialidad checa, se debe pedir siempre el uzené maso, que es el jamón ahumado y cortado en lonchas gruesas.

El smazeny syr es el queso frito, un plato delicioso que se puede degustar en todas partes. Las verduras más extendidas en Praga son la col (repollo), las setas (hongos) y las papas. Non hay mucho espacio para el resto de hortalizas, si bien últimamente la apertura de locales vegetarianos y la influencia de la cocina occidental ofrecen la posibilidad de llevar una dieta más variada.

La hora del postre es uno de los momentos que los checos celebran con los palacinky, que no son otra cosa que crêpes rellenos de helado, fruta o chocolate. También son deliciosos los buñuelos de frutas, rellenos de ciruelas, fresas o albaricoque (damasco). Aunque si son amantes de los dulces, no se queden parados en el restaurante; salgan a la calle y compren en los tenderetes helados, pastas y café.

Praga está asociada a la cerveza desde la Edad Media, época en la que Bohemia era célebre por su lúpulo. Hoy en día parece imposible imaginar esta ciudad sin la presencia de esta bebida. Las variedades más conocidas son la Pilsner, la Budvar y la Staropramen, que son las herederas de una antigua tradición que ha otorgado a este néctar, la piva, el rol de bebida nacional, con la cual se reflexiona y se medita, se toman decisiones, se conoce gente y se charla con las amistades. Además, la cerveza en Praga no tiene parangón, tanto por su sabor como por su fragancia. Es posible beber cerveza en todas partes a un precio excelente. Su calidad es siempre altísima, tanto en las cervecerías tradicionales como en otras más sugerentes.

Gastronomia Checa


La cocina checa se encuentra influenciada de manera muy significante por la posición geográfica del país. La República Checa es un país interior con un clima más frío, por esta razón la base de su gastronomía la forman siempre productos posibles de ser cultivadas en el país, sobre todo el trigo, legumbres, papas y la carne.

La carne pertenece entre los componentes más importantes de la cocina checa. Se usa la carne de cerdo, de res, de pollo, de conejo y carne de caza. De los pescados, principalmente de agua dulce se prepara sobre todo la carpa, con menos frecuencia la trucha, lucio o anguila.

La especialidad de la cocina checa son las salsas y albóndigas de harina (knedlíky). Las salsas generalmente contienen crema de leche, mantequilla y harina. Existen varios tipos de albóndigas de harina, por ejemplo, con migas de pan, de papas o rellenos con embutidos, pero también con frutas.

Los platos preferidos de la cocina checa son un gran variedad de sopas y también dulces de harina. De las golosinas podemos mencionar los emparedados, variadas ensaladas, quesos de pasta blanda (Quesillos de Olomouc) o el jamón de Praga.

Para acompañar la cocina checa no hay nada mejor que la cerveza. La cerveza checa es famosa mundialmente y tiene una larga tradición. Los checos la consideran su bebida nacional. Las cervezas más conocidas son Pilsner Urquell y Budějovický Budvar. En Chequia se cultivan también uvas, principalmente en Moravia del Sur. En las competencias internacionales se aprecian sobre todo los vinos blancos.

El souvenir preferido de los visitantes de la República Checa suele ser a menudo también el licor amargidulce de hierbas Becherovka, proveniente de la ciudad balnearia de Karlovy Vary.

Pastel de arándanos: un típico postre veraniego checo


Para hacer el pastel de arándanos necesitaremos los siguientes ingredientes:

500 gramos de harina; 60 gramos de azúcar en polvo; 250 ml de leche; 40 gramos de levadura; 2 yemas; 90 gramos de mantequilla; una pizca de sal y arándanos.

Para preparar la mezcla llamada “drobenka”, con la cual cubriremos el pastel antes de ponerlo a hornear, necesitaremos además 120 gramos de azúcar, 200 gramos de harina y 120 gramos de mantequilla.

Procedimiento:

En primer lugar, mezclamos bien la levadura con un poco de leche tibia, con una cucharadita de azúcar y una pizca de sal, y dejamos que suba.

Mientras tanto, tamizamos en un cuenco la harina, el azúcar en polvo y la sal. Añadimos el resto de la leche con las yemas, la mantequilla derretida y, al final, la levadura.

Trabajamos la masa con las manos o con el amasador eléctrico hasta que quede bien lisa. Después la extendemos en una bandeja de horno, previamente engrasada y enharinada.

Esperamos unos 20 minutos para que la masa pueda subir un poquito más. Luego esparcimos por encima una capa bien fuerte de arándanos y, como hemos dicho antes, la cubrimos con la “drobenka”, que es una mezcla de harina, azúcar y mantequilla derretida.

Horneamos a fuego lento durante unos 30 o 40 minutos. Sacamos del horno y servimos. Se puede acompañar con una taza de leche o té.


Cascada Inacayal - Villa La Angostura - Patagonia Argentina