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martes, 30 de agosto de 2011

LAS CREPES : UN PLATO DE ORIGEN CELTA

No siempre resulta sencillo averiguar el origen de una receta culinaria, en especial cuando se trata de preparaciones muy antiguas; tal es el caso de esas obleas o tortillas a base de harina de trigo, leche y huevos que los franceses conocen como crepes y los gallegos como filloas.

Sí que se sabe que el Camino de Santiago, antes y después de su cristianización, fue cauce de intercambios culturales entre los pueblos europeos que incluían, naturalmente, los gastronómicos; recetas y recetas viajaron hacia el Oeste o regresaron al Este más o menos modificadas.

Los crepes son un plato, dulce o salado, típico de una zona de Francia muy concreta: la Bretaña. Las filloas, que también pueden tomarse con o sin azúcar, lo son de Galicia, en España. Ambas regiones, ambos pueblos, tienen en común una cosa: su origen celta. De modo que podríamos estar ante una preparación realmente antigua, de ese mismo origen, modificada con el tiempo.

Los ingredientes los tuvieron los europeos a su disposición desde un pasado muy remoto: trigo, huevos y leche... aunque hay que subrayar que existen versiones de estas tortitas que sustituyen la leche por un buen caldo, e incluso otras, más en desuso, que utilizan sangre de cerdo.

También varía la forma de calentarlas. Los bretones, y los franceses en general, las fríen en mantequilla. Los gallegos utilizan tradicionalmente como grasa para freírlas un buen trozo de tocino blanco que pinchan en un tenedor y frotan en la sartén.

Por si se animan, les daremos la receta. Pongan en un molde 250 gramos de harina de trigo, tres huevos, una cucharadita de sal y una pizca de azúcar. Añadan un litro de leche y mezclen, batiendo hasta que la mezcla tenga consistencia de natilla. Déjenla reposar media hora.

Pongan una sartén al fuego; úntenla con el tocino antes citado, que irá soltando su grasa. Echen un poco de la mezcla anterior y extiéndanlo rápidamente por todo el fondo de la sartén. Una vez que la filloa se desprenda con facilidad, denle la vuelta y háganla por el otro lado. Han de quedar lo más finas posible.

Lo normal es espolvorearlas con azúcar, enrollarlas sobre sí mismas y tomarlas así, pero pueden rellenarse con nata, con crema pastelera, con mermeladas, con miel... En Galicia son un postre clásico de Carnaval y en Bretaña existe la tradición de voltearlas lanzándolas al aire; se dice que si se hace con éxito teniendo en la mano una moneda, la fortuna sonreirá toda su vida a quien lo consiga.

Por supuesto, suprimiendo el azúcar en la confección de la masa, crepes o filloas quedan listas para albergar dentro de ellas cualquier alimento, desde verduras hasta mariscos, en preparaciones que ya rozan la alta cocina; los mariscos, especialmente los camarones o las almejas, se prestan perfectamente, con alguna salsa, a ser envueltos por esta sencilla y rica mezcla.

Nadie puede decir a ciencia cierta dónde ni cuándo nacieron los crepes o las filloas; pero son unas cuantas coincidencias las que apuntan a que sus creadores fueran, hace mucho tiempo, esos celtas que llegaron a las costas del Mar Tenebroso mucho antes de que el Camino de Santiago se llamase así.

Fuente: eltiempo.com

lunes, 11 de octubre de 2010

Crepes salados y dulces

Se llama crepe, crep o crepa (del francés crêpe, y éste a su vez del latín crispus, ‘crespo’) a la receta europea hecha fundamentalmente de trigo, con el que se elabora una masa en forma de disco. Se sirve habitualmente como base de un plato o postre aplicándole todo tipo de ingredientes dulces o salados. Es similar pues al panqueque.

Características.

Los ingredientes comunes de esta masa cocida son: harina, huevos, leche, mantequilla y azúcar. Generalmente hay dos tipos: crepes dulces con base de harina de trigo, y crepes hechos con harina de alforfón. Se obtiene por la cocción de la pasta extendida en forma de disco y cocinada por sus dos caras, en una sartén o en algo más específico como una crepera (un aparato específico para obtenerlas de forma más cómoda).

Historia.

Las crepes son originarias de la región de Bretaña, al oeste de Francia, en donde se llaman krampouezh; actualmente es un plato consumido a diario en todo el país, especialmente en el Chandeleur o Fiesta de la Candelaria, como parte de la tradición local. El alforfón vino a Europa de China y también llegó a Europa Oriental, en donde dio origen a una comida similar, los blinis. En Bretaña, los crepes se sirven tradicionalmente con sidra.

En Europa central, se llama palačinka (República Checa, Eslovenia, Croacia), palatschinken (Austria) o palacsinta (Hungría), términos todos derivados de la palabra rumana plăcintă (‘placenta’). En la mayoría de las regiones alemanas es pfannkuchen y en neerlandés pannenkoeken (que proviene de unir las palabras ‘sartén’ y ‘torta’).

En España se suelen acompañar con crema montada, mermelada, azúcar, chocolate o embutido (generalmente jamón york y queso) como desayuno o merienda en cafeterías y restaurantes. En Galicia son, tradicionalmente, típicas de los carnavales y se denominan filloas.

Dificultad: Fácil

Tiempo medio de preparación: 15 minutos

Ingredientes para 2 personas:

- 1 vaso mediano de leche
- 2 huevos
- 3 cucharadas de harina normal
- 1 pellizco de sal
- 1 gota de limón
- Mantequilla

Preparación:

- Se echa la leche y los dos huevos en un bol y se bate.

- Se añade el pellizco de sal (unos granitos) y la gota de limón.

- Se le añaden las tres cucharadas de harina y se termina de batir todo. Debe quedar una masa espesa pero un poco líquida.

- Se unta ligeramente una sartén con mantequilla y se pone a calentar a fuego flojo.

- Se echa un chorrito de la masa que preparamos, sólo para cubrir el fondo.

- Se deja que se cocine por una cara y con una espátula o espumadera plana, se le da la vuelta, dejándose cocinar por la otra cara. Para que no se les quemen porque tardan poco en hacerse, ir levantando de vez en cuando con la espátula para vigilarlos. Calcular un tiempo aproximado de 1 minuto a fuego suave por cada cara del crepe.

Montaje de los crepes según la clase.

Dulce: Pueden echarle azúcar, mermelada, chocolate… cualquier cosa a vuestro gusto.

Salado: Pueden echarle salmón, patés, algunos ahumados, embutidos variados, vegetales (tomate y verduras variadas cortadas muy finas y pequeñas, cocidas o crudas). Se puede acompañar con algunas salsas (mayonesas, vinagretas…)

Notas

- Un vaso de leche da para unos 4 o 5 crepes según el tamaño de la sartén.

- También podemos utilizar los crepes que nos hayan sobrado con anterioridad. Se pueden conservar en la heladera unos dos días tapados con film transparente o en fiambreras de microondas bien cerradas para evitar el contacto del aire, separados con capas de film transparente. Congelados no dan mal resultado aunque pueden romperse al prepararlos. Para consumir estos crepes congelados, calentarlos medio minuto en el microondas antes de comer.

- Este plato es muy económico y aparte podemos utilizar restos de comida que tengamos en la heladera.

lunes, 9 de agosto de 2010

Crepes de papa y hongo

Los crepes son originarios de la región Bretaña del oeste de Francia, están hechos generalmente de trigo formando una masa. Se suele servir para un plato de postre.

A continuación les muestro una receta de Crepes de papa y hongo.

Ingredientes

500 gr de papa
50 gr de harina
300 cc de leche
2 huevos
30 gr de manteca
500 gr hongos
1 diente de ajo
6 huevos frescos
Perejil picado
Sal, pimienta, oliva

Preparación

En primer lugar hierve las papas, retira el agua y hacemos un puré.

Al puré le agregamos primero la harina y luego la leche poco a poco después y los huevos uno a uno y siguen removiéndolo.

Mientras tanto calentamos aceite en una sartén y ponemos un poco de manteca, una cuchara pequeña. Mézclalo todo y forma un disco de un grosor de unos 10 centímetros más o menos.

Por otro lado limpiamos bien los hongos y córtalos y condiméntalo con aceite, ajo, perejil y pimienta. Hierve los huevos y pélalos cuidadosamente. Saltea los hongos en una sartén durante 5 minutos.

Coloca los hongos en el plato y por encima los crepes en pequeñas rodajas, decora el plato con un poco de perejil y con los huevos cocidos y pelados.

viernes, 3 de abril de 2009

Panqueques, panqueques ¡No crepes!

Los panqueques son una especie de panes planos. Se trata de una receta de origen norteamericano, que suele confundirse con los creps o las crepas. El término “panqueque” deriva del inglés “pancake” , sinónimo de otros términos cómo “hotcakes”, “griddlecakes”, o “flapjacks”.

La masa base con que se realizan los panqueques está hecha usualmente de leche, mantequilla, huevos, harina, polvo para hornear, azúcar y a veces, alguna especia, esencia o extracto particular ( como la canela, por ejemplo).

Los panqueques vendrian a ser la versión rioplatense de las crepes francesas. Pero lo común es confundirles. Algunos creemos que los panqueques, las crepes y los omelettes son toda la misma cosa. Pero la realidad demuestra lo opuesto: aunque pequeñas las crepes y los panqueques tienen sus diferencias.

Los panqueques nacen de una mezcla de harina, huevo y leche en iguales proporciones. El resultado es una combinación neutra, que por ello puede ser rellenada con alimentos tanto dulces como salados, enrollando la masa. Visualmente, como se los suele enrollar para cubrir el relleno, son muy similares a los canelones.

Las crepes por el contrario nacen de una mezcla de leche, huevo y harina, pero con un poco menos de harina (en relación a los demás ingredientes). De allí resulta una combinación también neutra, pero más líquida y que por tanto resulta en una masa más delgada. Generalmente se la usa para postres, con salsas y cremas. Y en lugar de presentarlas enrolladas como los panqueques, se las suele doblar forma triangular.

Cascada Inacayal - Villa La Angostura - Patagonia Argentina