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viernes, 26 de noviembre de 2010

El ajo, tan beneficioso

Lo consumimos diariamente como condimento de nuestra comida diaria, para dar sabor. Sin embargo no somos del todo conscientes de las muy buenas propiedades que puede llegar a tener el ajo y los beneficios que aporta a nuestra salud. Es antioxidante y por lo tanto muy capaz de cuidar la salud de nuestras celulas y del sistema inmunológico.

El ajo es un gran depurador de la sangre repercutiendo su consumo en los problemas con la hipertensión o el colesterol.

Tomando un diente de ajo en ayunas todas las mañanas ayudaremos a reducir considerablemente la hipertensión.Es antibacteriano por lo que es muy aceptable su ayuda en problemas de tos y catarros, además colabora en la mejoría de infecciones.

En un proceso de adelgazamiento, con su correspondiente tabla de ejercicios, el ajo nos puede ser de gran ayuda tomandolo en ayunas, ayudandonos a tragarlo con leche o bien dejando un diente de ajo picado todas las noches macerando en leche y por la mañana tomar esa leche en ayunas ya que el ajo ayuda al metabolismo a procesar las grasas.

Fuente: vitonica.com

miércoles, 4 de agosto de 2010

La maravillosa hortaliza


Propiedades curativas y hedores corporales son algunas de las características del Ajo. Vía Restó te cuenta sobre su historia y algunas sus funciones.¡Conocé más!

Desde la antigüedad, el ajo fue apreciado como alimento por el sabor característico que le entrega a las comidas y por sus altos beneficios medicinales. A través de la historia se han realizado infinidades de estudios sobre sus propiedades que lo han llevado a la cima de los alimentos con beneficios para la salud. Es necesario recordar que se aconseja su ingesta de manera cruda ya que al cocerlo se pierde más del 90% de su efectividad.

A saber el ajo:

-Estimula las mucosas gastrointestinales provocando un aumento de las secreciones digestivas y de la bilis.

-Aumenta las secreciones bronquiales, se dice que es expectorante, desinfectante y descongestionante.

-Su consumo frecuente provoca vasodilatación (aumento del diámetro de pequeños vasos sanguíneos; arteriolas y capilares) lo que hace que la sangre fluya con mayor facilidad y que disminuya la presión sanguínea.

-Es muy recomendable en caso de parasitosis intestinales.

-Previene la hipertensión y la mala circulación por su acción hipotensora.

A causa de su mala fama su consumo no es muy frecuente. Se debe tener en cuenta que el mal aliento y la transpiración desagradable, entre otras cosas, sólo se produce mientras se expulsan las toxinas del organismo. El olor no es debido al ajo, sino a las mismas toxinas.

Existen varias leyendas que asocian al ajo al mal y a los primeros signos de discriminación.

Un mito turco narra un episodio ocurrido con la salida de Satán del Jardín del Edén, cuentan que luego de hacer el acto de tentación un ajo salió donde puso su pie izquierdo y una cebolla donde colocó el derecho.

También por su afamado olor este alimento sería responsable de uno de los principales actos de discriminación por parte de los romanos hacia los hebreos por el mal aliento debido al alto consumo que hacían del mismo.

lunes, 2 de agosto de 2010

Ajo y salud


El Ajo, Allium sativum, ejerce efectos sobre diversos órganos de nuestro cuerpo y sobre aspectos de nuestra fisiología. El problema es su olor y se debe a dos sustancias volátiles, alicina (combate virus y bacterias) y disulfuro de alilo. Éstas se disuelven con facilidad en los líquidos y gases y como se transporta por la sangre, impregna todos los tejidos del cuerpo.

Seguramente, es la planta medicinal más estudiada. Un papiro egipcio de mas de 3.500 años contiene unas doscientas recetas a base de ajo para tratar diferentes problemas de salud.

Contiene aceites esenciales, sales minerales, hierro, azufre, sílice, yodo y vitaminas A, B1, B2, B6 y C.

Es diurético, antiséptico, antibiótico, vasodilatador, e hipotensor, disminuye el colesterol "malo", baja el azúcar en sangre y es anticoagulante.

Si existen problemas de coagulación o se toman anticoagulantes hay que ir con mucha precaución y no se deberá exceder su uso si va a operarse, sacarse una pieza dental o sufre de hipertiroidismo.

Tampoco es apropiado para las personas que sufren dolores de cabeza o durante la lactancia y embarazo así como en las hemorragias traumáticas o menstruales.


Estos algunas de sus múltiples aplicaciones:

Antibiótico - Una cataplasma de ajo combate muchos hongos y bacterias.

Callos y Durezas - Machacar 4 dientesde ajo y añadir un poco de aceite de oliva. Dejar reposar 10 minutos y aplicar con una venda sobre el callo. Hay que dejarlo durante 24 horas y si todavía no se ha ablandado, puedes repetir la operación hasta que se pueda eliminar.

Congestión nasal - Triturar un diente de ajo y envolverlo en una gasa. Acercarlo a la nariz y respirar con fuerza unos 10 minutos.

Diurético - Tomar sopa de ajo, evitando salar demasiado e incluso prescindir de ella.

Gases - Machacar una buena cantidad. Preparar un vaso con aceite soja, hasta la mitad y rellenar la otra mitad con el ajo, mezclar y darse un masaje en la piel a la altura del estómago.

Heridas - Aplicar dos veces al día parches de ajos triturados.

Impotencia - En muchos casos el origen de la misma es la falta de circulación de la sangre, para facilitarla, se puede tomar un diente de ajo crudo todos los días durante 15 días. Puede repetirse la quincena cada 2 o 3 meses.

Insomnio - Cenar ensalada de lechuga con ajos.

Laringitis - Preparar un plato con miel y añadir ajos cortados en láminas. Dejar reposar toda una noche y al día siguiente, tomar una cucharada de esa miel diluida en un vaso de agua templada o caliente, antes de cada comida.

Lombrices - Tomar en ayunas zumo de ajos machados y mezclados con un poco de leche.

Manchas en la cara - Aplicar ajos machacados sobre la cara en un emplaste y comer durante 15 días un diente de ajo crudo, en ensalada, por ejemplo.

Oídos - Cuando exista dolor de oídos, aplicar unas gotas tibias de ajo machacado, hervido y colado.

Reumatismo - Crudo y rallado, aplastado o picado lo añadiremos a una taza con un caldo de verduras y se toma media hora antes de las comidas. También se puede mezclar, a partes iguales, manteca de cerdo y 12 dientes de ajo picados. Guardar en un bote y aplicar sobre la zona afectada dos veces al día, dando un suave masaje o mediante cataplasma.

Tos - Infusión de ajos con un poco de azúcar.

Verrugas - Cortar un ajo por la mitad y frotarlo sobre la verruga durante 2 o 3 minutos. Repetirlo todos los días hasta que desaparezcan. Puedes también cortarlo a láminas muy finas y colocarlo sobre la verruga fijándolo con una tirita y todas las mañanas cambiar la lámina de ajo.

jueves, 29 de julio de 2010

Las propiedades curativas del ajo

Siempre me llamó la atención el hecho de que algunas personas se comieran un diente de ajo con el desayuno. Si bien sabía que se ingería sin masticarse, como un medicamento, no podía dejar de sentir asco por el sabor del ajo casi en ayunas.

Lo que jamás tuve en cuenta al observar esa ingestión eran las propiedades del ajo. El ajo posee importantes características que contribuyen a regular el funcionamiento de nuestro organismo. A continuación presentaremos algunas de ellas.

Está comprobado que reduce los niveles de colesterol en la sangre y que mejora el sistema cardiovascular. Lo primero se debe a que reduce la producción de colesterol por parte del hígado, aumenta el nivel del bueno (HDL), y reduce el del dañino (LDL). Respecto a lo referente al sistema cardiovascular, el ajo opera dilatando los vasos sanguíneos, facilitando la circulación sanguínea y previniendo la artereoesclerosis.

Además, es efectivo contra ciertos microorganismos inmunes a los medicamentos. Conocido antiparasitario, el ajo combate a fuertes parásitos y lombrices, como la Tenia, y limpia nuestros intestinos de la existencia de estos seres.

El ajo es un importante contribuyente de vitaminas A, B1, B2 y C a nuestro organismo, además de ser un eficaz antiinflamatorio.

Puede ingerirse crudo ó cocido de cualquier manera y en tabletas. Sin embargo, si bien el consumo de tabletas puede parecer más cómodo (y además es más barato), ser recomienda comer el ajo crudo.

Para combatir su fuerte olor y el mal aliento que puede ocasionarnos, se recomienda masticar unas hojas de perejil, menta fresca ó apio, por sus altos niveles de clorofila. También, luego de masticar estas hojas se recomienda enjugarse la boca con agua y algunas gotas de limón.

Conociendo ahora estas propiedades del ajo, tal vez no resulte tan mala idea probar con un diente de ajo por desayuno ......

viernes, 9 de abril de 2010

Ajo y salud


Investigaciones recientes indican la posibilidad de que el consumo de ajo disminuiría substancialmente el riesgo de padecer cáncer de estómago y de colon, además de los beneficios ya estudiados relacionados con la disminución de la presión y del colesterol en la sangre.

Estos resultados son el corolario de un seguimiento de 60.000 voluntarios a lo largo de 10 años. El efecto anticancerígeno a nivel digestivo está relacionado con el ataque por parte de algún componente del ajo sobre un germen que facilita la producción de cáncer de estomago, el Helicobacter pylori.

El ajo es una fuente importantísima de alicina pura, esta sustancia actúa matando bacterias y otros microorganismos. También se ha estudiado que la cocción del ajo no influye negativamente en sus propiedades. Tampoco se ha descubierto interacción negativa al ser mezclado en la cocción con la cebolla, sino se que potencian sus efectos beneficiosos. El ajo además de los usos específicos que se le pueda dar se lo halla recordemos en la provenzal y el pesto. También la bagnacauda lo usa como su principal condimento en grandes cantidades.

Receta

Usar una cabeza entera de ajo sin pelar, colocarla en un plato y ponerla en el horno microondas durante un minuto. Retirarla luego de 15 segundos de terminada la cocción. El contenido de los dientes se habrá ablandado totalmente y se puede sacar de a un diente. Coloque la pasta que contiene cada diente del ajo pasta en una rebanada de pan tostado con aceite de oliva y sal. Cómala acompañada con un vino cabernet sauvignon.

jueves, 8 de abril de 2010

El ajo y sus propiedades ......


Siempre me llamó la atención el hecho de que algunas personas se comieran un diente de ajo con el desayuno. Si bien sabía que se ingería sin masticarse, como un medicamento, no podía dejar de sentir asco por el sabor del ajo casi en ayunas.

Lo que jamás tuve en cuenta al observar esa ingestión eran las propiedades del ajo. El ajo posee importantes características que contribuyen a regular el funcionamiento de nuestro organismo. A continuación presentaremos algunas de ellas.

Está comprobado que reduce los niveles de colesterol en la sangre y que mejora el sistema cardiovascular. Lo primero se debe a que reduce la producción de colesterol por parte del hígado, aumenta el nivel del bueno (HDL), y reduce el del dañino (LDL). Respecto a lo referente al sistema cardiovascular, el ajo opera dilatando los vasos sanguíneos, facilitando la circulación sanguínea y previniendo la artereoesclerosis.

Además, es efectivo contra ciertos microorganismos inmunes a los medicamentos. Conocido antiparasitario, el ajo combate a fuertes parásitos y lombrices, como la Tenia, y limpia nuestros intestinos de la existencia de estos seres.

El ajo es un importante contribuyente de vitaminas A, B1, B2 y C a nuestro organismo, además de ser un eficaz antiinflamatorio.

Puede ingerirse crudo ó cocido de cualquier manera y en tabletas. Sin embargo, si bien el consumo de tabletas puede parecer más cómodo (y además es más barato), ser recomienda comer el ajo crudo.

Para combatir su fuerte olor y el mal aliento que puede ocasionarnos, se recomienda masticar unas hojas de perejil, menta fresca ó apio, por sus altos niveles de clorofila. También, luego de masticar estas hojas se recomienda enjugarse la boca con agua y algunas gotas de limón.

Conociendo ahora estas propiedades del ajo, tal vez no resulte tan mala idea probar con un diente de ajo por desayuno…

miércoles, 20 de enero de 2010

El ajo y sus propiedades ......


Son muchas las propiedades medicinales que desde siempre se le han asignado a esta planta, originaria del centro de Asia.

Es quizás el remedio natural con mayores propiedades medicinales demostradas experimentalmente:

Efecto hipotensor a dosis altas, fluidificante de la sangre - muy utilizado por personas que han padecido trombosis, embolias o accidentes vasculares-, hipolipemiante -disminuye el colesterol LDL, es decir el nocivo para el cuerpo-, antibiótico y antiséptico general, estimulante de las defensas, vermífugo, callicida...

El ajo, es considerado, uno de los vegetales curativos, más importantes. En los últimos años, se le ha estado dando, mucha más importancia y difusión a este vegetal, y a tratar de educarnos para estimularnos en su consumo, brindándonos mucha más información sobre todas sus propiedades y sobretodo, como actúa, como medio preventivo y curativo en las distintas enfermedades. Por lo tanto, una vez recopilada esta información, de muchos artículos leídos, en distintos textos y revistas que consideramos serios, creemos que lo importante, no es tenerlas guardadas, sino difundirlas lo más posible, para que éstas informaciones y conocimientos puedan servir, a su vez de ayuda a todo aquél que la necesite.

El ajo, ayuda a prevenir y curar todas las enfermedades de las vías respiratorias.

Se utiliza para eliminar parásitos y en estos casos el jugo del ajo es uno de los mejores remedios, y aún en las especies difíciles de expulsar, se obtienen resultados sorprendentes.

Ayuda a quienes padecen de ácido úrico y actúa como protector en la calcificación de las arterias. Previene la hipertensión y la mala circulación, ya que tiene una acción hipotensora.

Es estimulante, diurético y expectorante. El ajo ayuda a eliminar los viejos residuos que van quedando en el organismo, sus enzimas favorecen una buena síntesis de los ácidos grasos, ayudando a bajar el colesterol malo o LDL.

Tiene un alto contenido de fósforo y de azufre, por eso se destaca como un sedante especial para los nervios.

Aconsejan comerlo crudo ya que cocido pierde más del 90% de su efectividad.

El ajo produce mal aliento y transpiración desagradable, sólo por un corto período de tiempo, es decir mientras se expulsan las toxinas acumuladas en el organismo, una vez liberadas éstas, ya no se despide mal olor, ni en el aliento, ni en la transpiración, ni siquiera en la orina y las deposiciones. Esto es debido a que ese olor desagradable que se atribuyen a los ajos, no es debido a los ajos propiamente dicho, sino a las toxinas acumuladas en el organismo que, al combinarse con los activos principios eliminadores del ajo, despiden ese olor desagradable.

Esto se puede entender fácilmente con este ejemplo. Una persona que practica una alimentación sana y natural, donde el ajo ocupa un lugar preferencial, no desprende ese olor tan desagradable que se le atribuye al ajo, pero sí ocurre esto, en aquellas personas que comen ajo, pero a su vez continúan una mala alimentación, en base a alimentos ricos en grasas, embutidos, bebidas alcohólicas, etc. En estos casos lo que sucede, es que el ajo continua constantemente, eliminando toxinas, producidas por la mala alimentación, y es justamente, la constante eliminación de estas sustancias, la que producen ese olor desagradable, no el ajo.

Podemos comenzar para acostumbrarnos, con uno o dos dientes de ajo, que lo podemos acompañar con un pedazo de pan, masticándolos bien. Luego, de a poco, aumentaremos hasta llegar a cuatro o cinco. La cantidad depende de la tolerancia de cada persona, hay quienes llegar a comer hasta una cabeza entera sin molestias y con grandes resultados.

En casos de reuma, da excelentes resultados, crudo, rallado, aplastado o picado, lo ponemos en una taza con un caldo de verduras, y lo tomamos media hora antes de las comidas.

Es muy recomendable como desinfectante, por lo tanto en caso de picarnos algún insecto extraño, podemos frotarnos con ajo crudo.

Y para finalizar, diremos, que el órgano que más se beneficia con el ajo crudo, es el corazón. Si tenemos en cuenta, que el ajo, es el gran purificador de la sangre, sacaremos como consecuencia que también es el gran fortalecedor del corazón.
Afrodisíaco y energético

Su origen está en Asia Central, pero los chinos y egipcios ya lo utilizaban en la más remota antigüedad: Alimentaban con ajos a los esclavos que construían las pirámides porque creían que el ajo les aportaba energía. También se empleó en el proceso de momificación y como moneda.

En Grecia y Roma el ajo se consideró un potente afrodisíaco y en la época medieval se usó el ajo para librarse de brujas, vampiros y malos espíritus. En otros andares, durante la II Guerra Mundial se repartía entre los soldados para que tuvieran un remedio contra las heridas.

¿Para qué?

Una mezcla semejante, pero con ajo cocido al horno, ablanda las callosidades dolorosas. Si se hierve con leche (previamente pelado sin mantequilla), su efecto es positivo en los casos de eccemas, tiñas y verrugas. Para estos casos basta aplicarse un diente de ajo recién cortado, ah! y para quienes corren riesgos de calvicie o pérdida del cabello, los masajes con jugo de ajo en el cuero cabelludo, afirman el pelo.

En casos de hipertensión y arteriosclerosis, basta con comer dos o tres dientes de ajo todos los días; ensanchan los vasos sanguíneos, lo que ahorra jaquecas, vértigos insomnios. Su consumo es indispensable para las personas de ocupación sedentarias, en particular para las que realizan trabajos intelectuales, porque estimula el funcionamiento del cerebro, el corazón y las glándulas sexuales.

Igualmente, una inhalación de ajo triturado cura la gripe, las anginas y catarros en sus etapas iniciales. Este mismo tratamiento es utilizado en casos más serios, como la tos ferina, la pulmonía, inflamaciones de los oídos y de la mucosa de los ojos.

Su uso más común es agregárselo a las comidas y esto alivia enfermedades gastrointestinales infecciosas, colitis, bronquitis y en general cualquier problema inflamatorio. La única contradicción es cuando se sufre de inflamaciones de los riñones.

La medicina popular hace tiempo que conoce un remedio muy eficaz contra la gota, el reumatismo, los cálculos renales y en la vejiga; se trituran cinco bulbos de ajo y se deja reposar en 500 gramos de vodka en temperatura ambiente durante ocho o diez días. Se toma media cucharadita tres veces al día.

Y el mal olor?

Aquel desagradable olor saliendo por los poros es lo que viene después del ajo, debido a los componentes de azufre que tiene y que puede provocar mal aliento después de haberlo comido. Pero tranquilo (a) que hay soluciones caseras para combatir tales plagas.

Para empezar, luego de un banquete "ajiento" usted puede elegir entre las siguientes opciones, a saber: beber zumo de limón recién exprimido, morder perejil, tomarse una cucharada de miel si se le hace mas fácil o por último beber un vaso de leche o de vino tinto.

Propiedades beneficiosas del ajo

Desde muy antiguo, el ajo ha sido utilizado en diversas enfermedades gracias a sus

El ajo crudo tiene propiedades antisépticas, fungicidas, bactericidas y depurativas, debido a que contiene un aceite esencial volátil llamado aliína, que se transforma en alicina, responsable de su fuerte olor y que se elimina por vía respiratoria. Aunque también tiene otras propiedades beneficiosas para el organismo:

  • Estimula las mucosas gastrointestinales provocando un aumento de las secreciones digestivas y de la bilis.
  • Es diurético.
  • Aumenta las secreciones bronquiales, por lo que se dice que es expectorante, desinfectante y descongestionante.
  • Su consumo frecuente provoca vasodilatación (aumento del diámetro de pequeños vasos sanguíneos; arteriolas y capilares) lo que hace que la sangre fluya con mayor facilidad y que disminuya la presión sanguínea.
  • Por todo ello, el consumo habitual de ajo es muy recomendable en caso de parasitosis intestinales, cualquier proceso infeccioso y para aquellas personas que tienen hipertensión y riesgo cardiovascula.

lunes, 3 de agosto de 2009

El ajo

Son muchas las propiedades medicinales que desde siempre se le han asignado a esta planta, originaria del centro de Asia.

Es quizás el remedio natural con mayores propiedades medicinales demostradas experimentalmente: Efecto hipotensor a dosis altas, fluidificante de la sangre - muy utilizado por personas que han padecido trombosis, embolias o accidentes vasculares-, hipolipemiante -disminuye el colesterol LDL, es decir el nocivo para el cuerpo-, antibiótico y antiséptico general, estimulante de las defensas, vermífugo, callicida...

El ajo, es considerado, uno de los vegetales curativos, más importantes. En los últimos años, se le ha estado dando, mucha más importancia y difusión a este vegetal, y a tratar de educarnos para estimularnos en su consumo, brindándonos mucha más información sobre todas sus propiedades y sobretodo, como actúa, como medio preventivo y curativo en las distintas enfermedades. Por lo tanto, una vez recopilada esta información, de muchos artículos leídos, en distintos textos y revistas que consideramos serios, creemos que lo importante, no es tenerlas guardadas, sino difundirlas lo más posible, para que éstas informaciones y conocimientos puedan servir, a su vez de ayuda a todo aquél que la necesite.

El ajo, ayuda a prevenir y curar todas las enfermedades de las vías respiratorias.

Se utiliza para eliminar parásitos y en estos casos el jugo del ajo es uno de los mejores remedios, y aún en las especies difíciles de expulsar, se obtienen resultados sorprendentes.

Ayuda a quienes padecen de ácido úrico y actúa como protector en la calcificación de las arterias. Previene la hipertensión y la mala circulación, ya que tiene una acción hipotensora.

Es estimulante, diurético y expectorante. El ajo ayuda a eliminar los viejos residuos que van quedando en el organismo, sus enzimas favorecen una buena síntesis de los ácidos grasos, ayudando a bajar el colesterol malo o LDL.

Tiene un alto contenido de fósforo y de azufre, por eso se destaca como un sedante especial para los nervios.

Aconsejan comerlo crudo ya que cocido pierde más del 90% de su efectividad.

El ajo produce mal aliento y transpiración desagradable, sólo por un corto período de tiempo, es decir mientras se expulsan las toxinas acumuladas en el organismo, una vez liberadas éstas, ya no se despide mal olor, ni en el aliento, ni en la transpiración, ni siquiera en la orina y las deposiciones. Esto es debido a que ese olor desagradable que se atribuyen a los ajos, no es debido a los ajos propiamente dicho, sino a las toxinas acumuladas en el organismo que, al combinarse con los activos principios eliminadores del ajo, despiden ese olor desagradable.

Esto se puede entender fácilmente con este ejemplo. Una persona que practica una alimentación sana y natural, donde el ajo ocupa un lugar preferencial, no desprende ese olor tan desagradable que se le atribuye al ajo, pero sí ocurre esto, en aquellas personas que comen ajo, pero a su vez continúan una mala alimentación, en base a alimentos ricos en grasas, embutidos, bebidas alcohólicas, etc. En estos casos lo que sucede, es que el ajo continua constantemente, eliminando toxinas, producidas por la mala alimentación, y es justamente, la constante eliminación de estas sustancias, la que producen ese olor desagradable, no el ajo.

Podemos comenzar para acostumbrarnos, con uno o dos dientes de ajo, que lo podemos acompañar con un pedazo de pan, masticándolos bien. Luego, de a poco, aumentaremos hasta llegar a cuatro o cinco. La cantidad depende de la tolerancia de cada persona, hay quienes llegar a comer hasta una cabeza entera sin molestias y con grandes resultados.

En casos de reuma, da excelentes resultados, crudo, rallado, aplastado o picado, lo ponemos en una taza con un caldo de verduras, y lo tomamos media hora antes de las comidas.

Es muy recomendable como desinfectante, por lo tanto en caso de picarnos algún insecto extraño, podemos frotarnos con ajo crudo.

Y para finalizar, diremos, que el órgano que más se beneficia con el ajo crudo, es el corazón. Si tenemos en cuenta, que el ajo, es el gran purificador de la sangre, sacaremos como consecuencia que también es el gran fortalecedor del corazón.
Afrodisíaco y energético

Su origen está en Asia Central, pero los chinos y egipcios ya lo utilizaban en la más remota antigüedad: Alimentaban con ajos a los esclavos que construían las pirámides porque creían que el ajo les aportaba energía. También se empleó en el proceso de momificación y como moneda.

En Grecia y Roma el ajo se consideró un potente afrodisíaco y en la época medieval se usó el ajo para librarse de brujas, vampiros y malos espíritus. En otros andares, durante la II Guerra Mundial se repartía entre los soldados para que tuvieran un remedio contra las heridas.


Cascada Inacayal - Villa La Angostura - Patagonia Argentina