El que vive a dieta, el que no come pescado, quien no consume verduras y aquel que no come carne. Todos hacen una selección de sus alimentos, pero ¿en qué basan la elección? La doctora Mónica Katz contó a Infobae cómo aprendemos a comer
Para la médica especialista en Nutrición Mónica Katz la familia, el contexto y hasta las redes sociales influyen en los hábitos alimentarios; hacen que aprendamos a preferir tal o cual alimento.
Con su último libro (Somos lo que comemos) recién salido a la calle, la especialista explicó a Infobae que básicamente los humanos tenemos dos o tres rasgos de nacimiento: preferimos lo dulce, rechazamos lo amargo y algo lo ácido.
“El resto de las preferencias las armamos por referencia.
Es decir que la experiencia (incluso desde la panza de la mamá ya que
está comprobado que lo que la madre come en el embarazo al niño le gusta
más), es lo que hará que alguien prefiera tal o cual alimento”, aseguró
la médica especialista en Nutrición.
Tras remarcar que “la mayor parte de las preferencias alimentarias son por referencia”, Katz detalló una serie de mecanismos por los cuales las personas elijen un alimento en detrimento de otro.
Así es que elegiremos nuestros alimentos “por asociación (asocio un lugar con una comida), por aprendizaje operante (asocio comidas con emociones y ante determinada emoción buscaré la comida) o por familiaridad (como el humano es omnívoro para comer tiene que tener la seguridad aprendida de que ese alimento le hace bien)”.
En este punto la especialista hizo un alto y explicó que es por eso que los bebés padecen lo que se conoce como “neofobia alimentaria”
ante cada nuevo sabor que se les da de probar, y para que la superen
los padres deberán hacerle probar el sabor entre 12 y 15 veces antes de
asegurar que “no le gusta”.
Continuando con los mecanismos por los que elegimos lo que comemos, Katz enumeró: “por contexto social (porque los demás comen, por imitación), por calorías (estamos diseñados para preferir lo calórico porque estamos preparados para no morir de hambre) y por último preferimos por asociación de gustos (si algo no me gusta pero lo aparean con algo que me gusta me empieza a gustar)”.
Consultada sobre qué alimentos debe incluir una dieta saludable, la
directora de la carrera de Médico especialista en Nutrición de la
Universidad de Favaloro, definió una dieta sana “a aquella que tiene todos los grupos de alimentos”.
“Hoy se demoniza a ciertos alimentos: la lecha, las
carnes, las harinas, el azúcar y en realidad si se mira la historia del
hombre llegamos hasta acá comiendo de todo”, se justificó, al tiempo que
dio tres reglas que –según ella- son claves para una buena
alimentación.
“La primera es que para alimentarse bien tiene que haber de todo, la dieta debe ser variada; la segunda regla es que tiene que haber tanta comida como la que cada persona necesite por edad, actividad física, trabajo, necesidad biológica y la tercera es que el acto de comer tiene que ser un acto social“, puntualizó.
Y sobre el “acto social” de comer, consideró que “hay que volver al menú compartido,
al encuentro familiar alrededor de la mesa al menos una vez al día”,
costumbre que, aseguró, “se pierde porque la mama está a dieta
hipocalórica, el papá tiene colesterol y come otra cosa y la hija se
arregla con el fast food que hay freezado, cada uno en el momento que
más cómodo le queda, sin sentarse a compartir la mesa”.
Fuente: saludable.infobae.com
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