Los omega-3 son un grupo de ácidos grasos poliinsaturados. La familia
contiene al menos tres: el ALA, que se caracteriza por su capacidad
cardio-protectora; el EPA, cardio-protector y con efecto protector sobre
los lentes de los ojos; y el DHA, que tiene capacidades de construcción
del sistema nervioso central y que ha demostrado que puede contribuir
al mejoramiento de la concentración y la memoria.
El DHA es el
ácido graso más escaso en nuestras dietas. Es, también, el más
concentrado en el tejido cerebral, que está formado en su mayoría por
lípidos, y se encuentra especialmente localizado en las zonas de
pensamiento complejo. Brinda a las neuronas capacidad de sinapsis, es
decir, de acercamiento o unión, para facilitar la transmisión del
impulso nervioso entre una y otra.
Por qué es bueno para los chicos
Para
los niños y adolescentes, en pleno crecimiento y desarrollo, el DHA es
especialmente importante. Puede ayudar a formar las conexiones nerviosas
a nivel del tejido cerebral, que son fundamentales para sostener el
desarrollo cognitivo y garantizar el rendimiento académico.
En los
chicos se ha visto que dietas con mayores concentraciones de DHA se
asocian con mejores rendimientos escolares y con mejores perfiles de
conducta.
Recientemente se publicó un estudio llamado DOLAB,
realizado en la Universidad de Oxford, donde se brindó a un grupo de
chicos en edad escolar una dieta muy alta en DHA, que incluía
suplementos de 600 mg. por día. Se encontró que los niños con menores
puntuaciones y calificaciones en lectura (cuyo desarrollo en esta área
era lento y les causaba problemas escolares) mejoraron
significativamente sus resultados en un período corto, de solo 12
semanas. En este mismo estudio también se encontraron mejoras en todos
los criterios de evaluación de conducta (siete que incluían
comportamientos oposicionales, falta de sueño, hiperactividad) por parte
de los padres.
Una dieta rica en DHA ha demostrado, en una
muestra de 374 chicos y jóvenes de diferentes escuelas de Inglaterra y
todos ellos con problemas en la lectura, un beneficio en el desarrollo
cognitivo que se ha convertido en un beneficio en el rendimiento
académico.
En casa, ¿cómo incorporarlo?
Los
ácidos grasos omega-3 se encuentran en algunas semillas como los
maníes o las nueces y también en algunos aceites de semillas, como el
aceite de canola, maíz o soja.
El DHA solamente se consigue de los
pescados de agua fría como el salmón, el atún, el arenque o la sardina
y en las algas de las que se alimentan estos pescados. En mucha menor
proporción, está presente en semillas y aceites. También hay alimentos
fortificados con DHA.
Nuestra dieta suele ser pobre en pescado. Es
un alimento esencial y, por eso, debería consumirse a diario. El
requerimiento establecido por la OMS es de 160 mg. por día, del que se
estima alcanzamos en los países de Latinoamérica apenas el 30%.
Por
supuesto, los padres sirven como ejemplo para la selección de alimentos
y las preferencias de sus hijos. De hecho, los chicos comen lo que se
les ofrece y disfrutan más los alimentos a los que han sido expuestos
con mayor frecuencia a lo largo de su vida. La clave: buscar diferentes
preparaciones de pescado que les sean atractivas a todos los integrantes
de la familia.
Por Cecilia García Schinkel,
licenciada y profesora en nutrición y ciencia de alimentos de la
Universidad Iberoamericana. Es asesora de la compañía DSM, creadora de
productos nutricionales.
Fuente: entremujeres.com
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