Las calorías y la composición nutricional de los alimentos que nos
llevamos a la boca suelen estar en el centro de atención a la hora de
iniciar una dieta, pero pocas veces reparamos en lo que tomamos para
hidratarnos o para acompañar las comidas. Una manera inteligente de
eliminar los kilos de más sin someternos a una dieta muy estricta es
eliminar de nuestra ingesta las bebidas que engordan o nos hacen retener
líquidos por su alto nivel de sodio.
De hecho, una encuesta del
Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil (CESNI) sobre hidratación en
Argentina encontró que tomamos los dos litros diarios que recomienda la
OMS, pero que sólo el 21% del total es agua pura. El resto son bebidas
saborizadas o infusiones con azúcar, principalmente mate.
El
primer enemigo es el alcohol, que tiene mucha incidencia a la hora de
aumentar de peso. Esto puede explicarse en función de la actividad del
hígado: mientras este órgano trabaja para quemar el alcohol que el
cuerpo ingiere, no puede quemar las grasas que el proceso del organismo
precisa. Además, la ingesta de alcohol afecta al proceso hormonal y una
de sus consecuencias es que hace que sintamos más hambre.
Otro
hábito a erradicar es el consumo de refrescos edulcorados: podrás notar
una rápida pérdida de peso con solo eliminarlos de tu dieta. Los
azúcares añadidos significan calorías directas y más aún con los siropes
de jarabe de maíz que se usan actualmente en muchas bebidas y cuyos
efectos están siendo estudiados como causantes de la obesidad epidémica
en Estados Unidos.
Las bebidas light o bajas en calorías son una
buena opción, pero el exceso no es conveniente. Aunque no hay todavía
investigaciones concluyentes al respecto, lo cierto es que existe una
posibilidad de que influyan en el aumento de peso. Para compensar la
falta de azúcar, estas bebidas contienen edulcorantes artificiales y un
exceso de sodio (un 200% más), lo que provoca que se retenga líquido. En
consecuencia, además de aumentar peso, genera un problema para los
riñones y el hígado. A su vez, aunque los edulcorantes artificiales no
sean a priori calóricos, causan bacterias en el intestino que
interfieren en el metabolismo.
Los nutricionistas explican,
además, que tomar muchas bebidas gaseosas hacen que comamos más porque
hacen que uno sienta una sensación falsa de saciedad y que, rápidamente,
vuelva a sentir hambre.
Qué tomar
En
primer lugar, agua. Hay que tomar mucha agua. Es lo más sano para los
riñones y para la hidratación de nuestro cuerpo en general.
También
el té verde es una excelente opción para tomar en cualquier hora del
día. Las catechinas, un ingrediente antioxidante de la bebida, estimulan
que el cuerpo queme calorías. Las catechinas también se encuentran
presentes en las manzanas y las moras y, aunque no sean adecuados en
dietas, también en el chocolate y el vino tinto.
Otros consejos para hacer que las bebidas engorden menos y nos ayuden en la dieta son:
Cambiar el comer entre horas por "bebidas inteligentes", que tienen
pocas calorías y ayudan a eliminar grasas. El té o las bebidas y
refrescos sin gas y bajos en azúcares aumentan la saciedad y hacen que
baje la ansiedad por la comida, mientras nos ayudan a "limpiar" la grasa
del organismo.
Sustituir el café con leche por café natural. El
café combinado con leche, leche condensada o cremas tiene muchísimas
calorías. En cambio, si lo tomamos solo y en una medida razonable, el
café natural ayuda al sistema a depurar grasas.
Olvidate de las
bebidas energéticas: tienen mucha cafeína y muchísimos azúcares,
conservantes y otros compuestos que almacenan grasa en nuestro
organismo.
Tomar té sin azúcar es una de los mejores remedios
para perder peso. Los beneficios del té son muchos: es una de las
bebidas que más ayudan a eliminar la grasa y expulsarla del cuerpo de
manera natural.
Olvidar las bebidas con gas, si tomamos jugos
naturales o bebidas y refrescos sin gas enseguida notaremos el efecto.
Las bebidas libres de gas o sodas son refrescos que no engordan y son
muy sabrosos.
Algunas bebidas que aportan pocas calorías son las
leches de soja y las de almendras, que incluso engordan menos que la
leche descremada de vaca. Además, las bebidas calientes deben endulzarse
con edulcorantes para evitar el consumo de azúcar.
Tabla de calorías
Agua mineral: 0 cal.
Agua tónica: 70 cal. por vaso
Jugo de frutas envasados: 85 cal. por vaso.
Gaseosas cola: entre 90 y 120 cal. por vaso.
Gaseosas de lima- limón: 86 cal. por vaso.
Coca Cola light: 1 cal. por vaso.
Jugos en polvo diluidos bajas calorías: 10 cal. por vaso.
Jugos en polvo diluidos: 50 cal. por vaso.
Aguas saborizadas: 60 cal. por vaso.
Aguas saborizadas light: entre 0 y 10 cal. por vaso.
Gatorade: 60 cal. por vaso.
Cerveza: 90 cal. por vaso.
Sidra: entre 100 y 150 cal. por copa.
Vino tinto: entre 130 y 176 cal. por copa.
Vino blanco: 160 cal. por copa.
Infusiones de té o café: 4 cal. por taza.
Fuente: entremujeres.com
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