Existen cuatro tipos principales de té, pero con múltiples variedades que dan lugar a más de 3000 tipos de té en todo el mundo. Veremos en que se caracterizan las principales opciones de tés.
TE BLANCO: El mismo se obtiene de la recolección de las yemas nuevas antes de que abran. Estas yemas se deben dejar marchitar para que se evapore la humedad y posteriormente se desequen. La principal propiedad del té blanco es su alta capacidad antioxidante debido, a la pronta recolección de las yemas.
TE ROJO: Se obtiene de la recolección de las hojas del árbol Camelia Sinensis, a las cuales se les aplica un breve secado al aire libre, para después pasar a un secado más prolongado en una habitación cerrada. Ofrece un efecto protector del sistema cardiovascular y es recomendado en tratamientos anti sobrepeso.
TE NEGRO: EL té verde es la variedad de te más consumida en Occidente y el que posee mayores propiedades aromáticas, debido a la fermentación de los polifenoles para dar numerosos compuestos aromáticos. Se recomienda beberlo para ayudar a la relajación debido a su gran contenido de flavonoides y a prevenir la oxidación del colesterol bueno.
TE VERDE: El té verde se elabora por medio de la elaboración de la hoja. Es muy recomendable para las personas que desean bajar de peso, debido a su alto contenido en xantinas y polifenoles. Disminuye la grasa corporal, el colesterol y los triglicéridos. Asimismo, protege contra la arteriosclerosis.
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