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jueves, 26 de diciembre de 2013

Vitamina D: ¿Una súper vitamina?

La vitamina D es multifacética: no solamente interviene en la salud ósea, sino que también tiene acciones sobre la secreción de hormonas, el sistema inmune, la fuerza muscular, la prevención de algunos cánceres y la sensación de bienestar general. Por su importancia, está siendo estudiada nuevamente, y ya hay nuevas facetas descubiertas.

Es adquirida en un 90% por los rayos UV, y el otro 10% por fuentes dietarias como el aceite de hígado de bacalao; pescados como el salmón, arenque, atún, trucha, lenguado y sardinas; también las ostras; la yema de huevo; cereales y lácteos enriquecidos.

Los rayos ultravioletas provenientes del sol constituyen la principal fuente de este compuesto. Las características de dichos rayos dependen de la latitud y de la altitud. Al ser Argentina un país muy extenso, contamos con distintas latitudes que van desde 24 grados -en Jujuy- hasta 64 -en la Base Marambio (Antártida)-.

Otros factores también influyen negativamente en la síntesis de vitamina D ante la exposición solar: el avance de la edad, la pigmentación oscura de la piel, el uso de pantallas solares, la polución atmosférica, la nubosidad y la vestimenta.

¿Qué factores generan su insuficiencia? 

* Bajo consumo de leche fortificada y pescados.
* La prevalencia de sobrepeso y obesidad (la vitamina D queda depositada en el tejido graso).
* Comportamientos más sedentarios.
* Permanencia en lugares cerrados.
* Uso de pantallas solares.
* Disminución en la práctica de actividades recreativas o deportes al aire libre.
* Incremento de la expectativa de vida.
Su déficit se asocia a hipertensión arterial, aterosclerosis y a un mayor riesgo de muerte por enfermedades cardiovasculares. Existen trabajos que refieren una mayor incidencia de cáncer (colon, próstata y mama principalmente) y de diabetes en pacientes con bajas concentraciones de vitamina D.

La súper vitamina

Este compuesto heterogéneo interviene en la salud ósea, mejorando la absorción intestinal de calcio, los niveles de calcio en sangre y la fortaleza de los huesos. Pero también tiene otros efectos “no clásicos” como mantener la masa muscular, mejorar la sensación de bienestar, favorecer la respuesta inmune a ciertas infecciones y reducir el desarrollo de enfermedades autoinmunes.

Signos y síntomas

El paciente puede presentar cansancio por debilidad muscular, mayor tendencia a las caídas, dolor lumbar ante una compresión vertebral, pérdida de altura o fractura ante un mínimo golpe (cuando ya existe osteopenia u osteoporosis).

Ante la presencia de estos síntomas, es recomendable consultar al médico clínico, ginecólogo o endocrinólogo. Estos suelen basarse en análisis de laboratorios para medir los niveles de vitamina D. Si se confirma el déficit se debe realizar un tratamiento. Puede ser solo con ajustes en la dieta y mayor exposición solar, o bien agregando suplementos nutricionales.

Las personas fóbicas al sol, los que tienen algún trastorno en la absorción de los alimentos, los bebés alimentados exclusivamente con leche materna, las embarazadas y los ancianos (especialmente los internados o alojados en instituciones), tienen un alto riesgo de déficit de vitamina D. Por eso, deben ser evaluados de manera periódica y, de ser necesario, tratados.

Por la doctora Claudia Firpo, médica endocrinóloga. Miembro de SAEGRE (Sociedad Argentina de Endocrinología Ginecológica y Reproductiva). 

Fuente: entremujeres.com

lunes, 22 de julio de 2013

Los riesgos de una deficiencia de vitamina D para las mujeres

Un nuevo estudio indica que las jóvenes de raza blanca con deficiencias de vitamina D son unas tres veces más propensas a tener la tensión alta cuando llegan a mediana edad que las que tienen unos niveles normales de dicha vitamina.

EL estudio, presentado en le encuentro de la American Heart Association celebrado en Chicago, añade a las mujeres jóvenes a una lista cada vez mayor de personas (entre las que se incluyen los hombres) que pueden desarrollar una tensión arterial elevada debido, al menos en parte, a una deficiencia de vitamina D.

Los investigadores de Michigan, que examinaron los datos de 559 mujeres desde 1992, observaron que las que presentaban unos niveles bajos de vitamina D eran más propensas a tener la tensión arterial alta 15 años después, en el 2007.

"Nuestros resultados indican que una deficiencia temprana de vitamina D puede incrementar, a largo plazo, el riesgo de tensión alta en las mujeres de mediana edad", señaló Flojaune Griffin, quien trabajo en el estudio para la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Michigan.

Se sabe desde hace tiempo que la vitamina D –que el cuerpo humano obtiene de la luz del sol, el pescado azul, los productos lácteos enriquecidos y los suplementos alimentarios–, contribuye a la salud ósea y de los dientes.

Pero una deficiencia de esta vitamina, algo muy habitual en las mujeres, está relacionada con el cáncer, problemas del sistema inmunológico y enfermedades inflamatorias.

La tensión arterial alta incrementa las probabilidades de apoplejía, infarto y otros problemas cardiovasculares.

Las mujeres que participaron en el estudio de la tensión alta vivían en Tecumseh, Michigan y, cuando se inició la investigación, tenían entre 24 y 44 años de edad, siendo la edad media de 38.

Los investigadores midieron los niveles de vitamina D en sangre al inicio y realizaron lecturas de la tensión arterial una vez al año. En el 2007, compararon las lecturas sistólicas (la cifra más alta de los resultados de la tensión arterial, que indica la tensión en los vasos sanguíneos cuando el corazón late).

Más del 10% de las mujeres con deficiencias de vitamina D tenían la tensión alta en el 2007, frente al 3,7% de las que tenían unos niveles suficientes de vitamina. Cuando se inició el estudio, el 5,5% de las mujeres con deficiencias también tenían la tensión arterial elevada, en comparación con el 2,8% de las que tenían unos niveles normales de vitamina D.

El estudio ha sido financiado por el U.S. National Institute of Arthritis and Musculoskeletal and Skin Diseases.

Cerca de la mitad de la población mundial tiene unos niveles de vitamina D más bajos de lo que se considera óptimo y los investigadores afirman que el problema está empeorando, a medida que la gente pasa cada vez más tiempo entre cuatro paredes. Los afroamericanos parecen tener un riesgo especialmente elevado, debido a que la piel negra puede dificultar la absorción de luz ultravioleta por parte del cuerpo.

Fuente: Reuters Health

Problemas por falta de Vitamina D

Según unos científicos estadounidenses y alemanes, los huesos de las personas con deficiencia de vitamina D tienden a envejecer más rápido que los huesos de aquellos con unos niveles saludables de la denominada "vitamina del sol". Los investigadores también demostraron que unos niveles bajos de vitamina D socavan la calidad del hueso.

El estudio ha sido publicado en la revista Science Translational Medicine, con el título: "Vitamin D Deficiency Induces Early Signs of Aging in Human Bone, Increasing the Risk of Fracture".

El líder del equipo de EE.UU., Robert Ritchie, que trabaja en la División de Ciencias de los Materiales del Laboratorio de Berkeley y en el Departamento de Ingeniería y Ciencias de los Materiales de la Universidad de California Berkeley, señaló: "Se ha dado por supuesto que el principal problema de la deficiencia de vitamina D es la reducción en la mineralización para la creación de nueva masa ósea, pero nosotros hemos demostrado que unos niveles bajos de vitamina D también inducen el envejecimiento prematuro del hueso existente".

La vitamina D desempeña un papel importante en la absorción del calcio. [Ver beneficios del calcio y vitamina D]La piel humana produce vitamina D cuando se expone a la luz solar, por eso se la conoce como "la vitamina del sol". [Leer más sobre Vitamina D Solar]

Si los niveles de vitamina D caen demasiado, el cuerpo humano repone los niveles de calcio en sangre retirando alguno de los huesos. Esto debilita el proceso de mineralización requerido para la formación de hueso nuevo. Los niños con deficiencia de vitamina D son mucho más propensos a desarrollar raquitismo. Los adultos con deficiencia de vitamina D son más propensos a desarrollar osteomalacia, la versión adulta del raquitismo.

Los autores definieron los niveles normales de vitamina D como una concentración en suero de al menos 20 microgramos por litro. La concentración sérica media en el grupo con deficiencia de vitamina D fue de 10 microgramos por litro. El equipo descubrió que los participantes que tenían deficiencia de vitamina D: Tenían menos mineralización en general, debido a una disminución de hueso mineralizado.

Bajo las nuevas superficies desmineralizadas, el hueso mostraba las características estructurales de huesos más frágiles y más viejos.

Fuente: http://www.medicalnewstoday.com

miércoles, 13 de marzo de 2013

El embarazo, la vitamina D y las alergias alimentarias

Somos lo que comemos, lo decía el 'maestro' de la buena alimentación Francisco Grande Covián. Pero él también comentaba a menudo acerca del arraigo de la cocina materna en nuestros hábitos nutricionales y en la memoria durante toda nuestra vida. Algo que queda bien plasmado en el personaje de Anton Ego de la película animada 'Ratatouille'. Pero más remoto todavía que los recuerdos de la niñez, está ese periodo sin memorias conscientes por nuestra parte, en el que todavía estábamos dentro de nuestra madre y cuya importancia ya adivinábamos, pero cuyo detalle en términos de impacto sobre la salud durante todas las etapas de la vida sólo hemos empezamos a comprender en los últimos años.

El embarazo es un período crítico en el que existe una íntima y directa relación biológica entre el hijo y la madre y que define el desarrollo inicial del bebé. Esta fase es esencial también para preparar al bebé para un crecimiento y supervivencia óptimos fuera del útero. Por lo tanto, un buen ambiente físico y psicológico materno, incluyendo una buena nutrición, son factores clave que influyen tanto en la salud inmediata del recién nacido como en sus etapas posteriores de la vida.

Durante ese periodo, la madre procura hacer todo lo que está en su mano para proporcionar al bebé que está creciendo la mejor alimentación posible. Tradicionalmente, esto se conseguía siguiendo los consejos de su propia madre y quizá dejándose llevar por los 'antojos' (aunque esto ultimo siempre ha quedado más en tela de juicio).

Hoy en día, la madre se encuentra con numerosos mensajes de todo tipo y hay que reconocer que resulta difícil navegar por este mar picado de información nutricional. Las conclusiones de las investigaciones que se están llevando a cabo sobre este respecto parecen conducirnos siempre a la misma conclusión que ya hemos mencionado repetidamente en éste y otros foros: la virtud está en el medio y la mejor herramienta es el sentido común.

A este respecto, un estudio reciente examina el efecto que niveles altos de vitamina D pueden tener sobre los primeros años de vida del recién nacido. Sabemos que la vitamina D está de moda. Primero, considerada como esencial para la salud ósea; ahora se ha erigido como panacea para todas las enfermedades de la sociedad moderna. La epidemiología nos dice que la población es deficiente en vitamina D y por lo tanto debemos aumentar sus niveles aunque sea a base de suplementos. Por otra parte está el, quizá falso, sentido de seguridad de que es difícil llegar a niveles tóxicos. Sin embargo, la experiencia nos ha demostrado repetidamente que cuando a un sistema biológico se le saca de su equilibrio, en algún lugar u otro algo se 'rompe'.

Por lo tanto, no debemos contentarnos con demostrar que algo no es tóxico sino que debemos asegurarnos de que su uso responde a nuestro mejor interés saludable. Esto queda demostrado en relación a la vitamina D y el embarazo en un estudio recientemente publicado por investigadores alemanes en la revista 'Allergy'. Estos investigadores examinaron si los niveles de vitamina D en la madre podrían estar relacionados con el aumento de alergias a los alimentos que se ha venido observando en los países industrializados en las últimas décadas.

Poner en tela de juicio a un nutriente del prestigio y popularidad de la vitamina D parece descabellado, pero su posible implicación en las alergias ya se venía sospechando desde el siglo pasado. Con el objetivo de profundizar e intentar aclarar más este asunto tan relevante, los investigadores midieron los niveles de vitamina D en la sangre de 622 madres durante su embarazo y en los cordones umbilicales de sus 629 bebes. Estos últimos fueron seguidos durante dos años para recopilar información acerca de su salud y sus alergias.

Los resultados fueron evidentes, la aparición de alergias alimentarias (por ejemplo a la leche, al huevo, a la harina de trigo, a los cacahuetes, a la soja...) era significativamente mayor entre aquellos niños cuyas madres tenían niveles más altos de vitamina D durante el embarazo que aquellos cuyas madres los tenían más bajos.
Los investigadores profundizaron más sobre los mecanismos biológicos y encontraron una alteración del sistema inmunitario, específicamente en las células T. estas células previenen que el sistema inmunitario se 'dispare' de forma inapropiada en presencia de ciertos estímulos, es decir, protegen contras las alergias. Consistente con lo observado en este estudio, cuanto más alto era el nivel de vitamina D de las madres y de los niños, menos células T estaban presentes, aumentando así el riesgo de alergias.

Estos resultados sugieren precaución a la hora de utilizar suplementos de vitamina D durante el embarazo. Naturalmente que estos son los resultados de un único estudio y necesitan la confirmación en otras poblaciones con diferentes estilos de vida y ámbitos geográficos, pero esta señal de atención refuerza la recomendación de una dieta variada y por lo tanto equilibrada para obtener la mayoría de los nutrientes esenciales para la madre y para el desarrollo del bebé durante el embarazo. Estando por lo tanto el uso de suplementos reservado para aquellos nutrientes esenciales en los que la evidencia científica está bien establecida y siempre que sea posible con el consejo del profesional de la salud.

Con respecto a la vitamina D, las fuentes alimentarias más ricas incluyen: la leche (que suele estar además fortificada), los quesos, los huevos y los pescados grasos (que además contribuyen con los omega-3 tan importantes para el desarrollo cerebral). No olvidemos tampoco la importancia que tiene para la síntesis de la vitamina D la exposición sensata al sol, de ahí la relevancia del paseo, de la actividad física (moderada en el caso de las embarazadas) para facilitar unos niveles adecuados de vitamina D, pero sobre todo para mantener una buena salud y vitalidad a lo largo de cada una de las etapas de la vida.


José Mª Ordovás (*) es director del laboratorio de Nutrición y Genómica del USDA-Human Nutrition Research Center on Aging de la Universidad de Tufts (EEUU), profesor de Nutrición y Genética, director científico del Instituto Madrileño de Estudios Avanzados en Alimentación (IMDEA) e investigador colaborador senior en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (Madrid).

Fuente: elmundo.es

martes, 29 de enero de 2013

Importancia de la vitamina D en nuestro organismo

Es bien sabido por todos que las vitaminas son necesarias para un correcto funcionamiento de nuestro organismo, ya que todos los órganos las necesitan para realizar las diferentes acciones. Los alimentos nos proporcionan las vitaminas necesarias, y el cuerpo las asimila y aprovecha de la manera adecuada. Es cierto que entre todas las vitaminas existe una un tanto singular, se trata de la vitamina D. Nosotros en esta ocasión nos vamos a detener en ella, exactamente en la importancia que tiene para mantener una buena salud, y en algunas de sus peculiaridades.

Una de las principales peculiaridades de esta vitamina es que nuestro cuerpo no tiene facilidad a la hora de sintetizarla y poder así aprovecharla para las acciones en las que es necesaria. Para que el organismo aproveche la vitamina D es necesaria la energía solar, ya que mediante la acción de los rayos del sol el organismo será capaz de asimilar y sintetizar esta vitamina, y así poder utilizarla en los procesos en los que es necesaria. Si nos falta la luz del sol, la vitamina D no podrá ser aprovechada con las consecuencias que esto acarreará a nuestra salud. Por ello queremos hacer un repaso en la importancia de ella en el organismo.

Antes de nada debemos tener claras algunas consideraciones en relación a esta vitamina, y es que a causa de su funcionamiento y comportamiento en el organismo, es considerada por muchos como una hormona que se obtiene de los alimentos y que es fundamental en el organismo. Como decíamos antes, se sintetiza mediante la acción del sol, pero tiene una cualidad, y es que el organismo puede almacenarla en la dermis, de modo que pueda aprovecharla en épocas en las que la exposición solar es más reducida y no es tan sencillo conseguir esta vitamina.

Asimilación de los minerales

Hay que destacar la importancia que tiene la vitamina D en la asimilación y aprovechamiento de los minerales que recibe nuestro cuerpo. Sobre todo en el caso del calcio es de especial importantica la acción de esta vitamina. Sin ella el organismo no podría aprovechar el calcio que se obtiene de los alimentos. La vitamina D hace que el calcio sea asimilado por las diferentes partes del organismo donde es necesario, como los huesos. Además hay que tener en cuenta que también interviene en la asimilación del fósforo. La vitamina D incrementa la reabsorción delos mismos en los riñones además de en los intestinos, de modo que aumenta su concentración en sangre y en los huesos como comentamos anteriormente.

Importante en épocas de crecimiento

La vitamina D no es solamente necesaria para la buena absorción de algunos minerales, sino que su función va más allá, sobre todo en la infancia, época en la que nuestro cuerpo está en constante crecimiento. La acción de la vitamina D permitirá el correcto desarrollo de todos los huesos, ya que interviene directamente en el crecimiento de los mismos. Su falta en esta época hará que los individuos que la padecen no se desarrollen correctamente, dando lugar a una enfermedad conocida como raquitismo que afecta a niños mal alimentados, que pasan mucho tiempo sin que les dé el sol y sin hacer actividades al aire libre.

Aliada de los huesos

Mantener unos buenos niveles de vitamina D no es necesario solo en la época más infantil debido a que justamente es cuando estamos en pleno desarrollo, sino que en todas las épocas de la vida es necesario mantener unos buenos niveles para así conseguir unos huesos fuertes. Sobre todo, es muy importante que en la tercera edad conservemos unos huesos fuertes para evitar problemas como la osteoporosis. El ejercicio, además de la luz solar, serán unos buenos fortalecedores de los huesos que forman nuestro organismo.


Fuente: vitonica.com

lunes, 5 de noviembre de 2012

La vitamina D ayuda a prevenir el deterioro cognitivo

Asocian unos niveles bajos de vitamina D con el deterioro cognitivo

Los ancianos con unos niveles bajos de vitamina D parecen más propensos a experimentar un deterioro en el pensamiento, el aprendizaje y la memoria en un período de seis años, según un informe publicado en el ejemplar del 12 de julio de Archives of Internal Medicine, una de las revistas especializadas de JAMA/Archives.

Según el artículo, se estima que entre el 40% y el 100% de los ancianos de Estados Unidos y Europa presentan una deficiencia de vitamina D. Esta deficiencia se ha relacionado con fracturas, con enfermedades crónicas diversas y con la muerte. La vitamina D puede ayudar a prevenir la degeneración del tejido cerebral por su papel en la formación del tejido nervioso, manteniendo los niveles de calcio en el cuerpo o eliminando la beta-amiloide, sustancia que forma las placas y nudos cerebrales asociados con la enfermedad de Alzheimer.

El Doctor David J. Llewellyn, de la Universidad de Exeter, Inglaterra, y sus colegas evaluaron los niveles sanguíneos de vitamina D en 858 adultos de 65 años de edad o mayores al inicio del estudio, en 1998. Los participantes completaron unas entrevistas y exámenes médicos y entregaron muestras de sangre. Al comienzo del estudio y de nuevo tras tres y seis años, se repitieron tres pruebas de función cognitiva: una evaluación de la cognición en general, una centrada en la atención y otra que pone mayor énfasis en la función ejecutiva o capacidad para planificar, organizar y priorizar.

Los participantes con una deficiencia importante de vitamina D (niveles sanguíneos de 25-hidroxivitamina D inferiores a 25 nanomoles por litro) mostraron ser un 60% más propensos a sufrir un declive cognitivo sustancial en general a lo largo del período de los seis años de estudio y un 31% más propensos a experimentar deterioro en la prueba de medición de la función ejecutiva que aquellos con unos niveles suficientes de vitamina D. "La asociación continuó siendo significativa después de realizar los ajustes para una amplia gama de posibles factores de confusión y también cuando los análisis se restringieron a pacientes ancianos que no padecían demencia al inicio del estudio", señalan los autores. Sin embargo, no se observó ninguna correlación significativa para la prueba de medición de la atención.

"Si futuros estudios prospectivos y ensayos controlados aleatorios confirman que la deficiencia de vitamina D tiene una relación causal con el deterioro cognitivo, se abrirían nuevas posibilidades importantes para el tratamiento y la prevención", concluyen los autores.

Fuente: Science Daily

Interacción entre el calcio y la vitamina D

Estudio sobre la interacción entre el calcio y la vitamina D

Aumentar el consumo de calcio es una estrategia habitual --aunque no siempre eficaz--para disminuir las fracturas de huesos. Pero un estudio financiado en parte por el Servicio de Investigación Agrícola (ARS) subraya la importancia de la vitamina D y su capacidad para ayudar al cuerpo a utilizar el calcio. El estudio también puede explicar por qué el aumento de calcio por sí solo no siempre tiene éxito en el tratamiento de este problema.

El esqueleto del cuerpo necesita una presencia adecuada de calcio en la dieta para alcanzar su pleno potencial en términos de masa ósea. Sin embargo, muchos otros factores afectan a la masa ósea, como el ejercicio, el tabaquismo y la vitamina D; esta última debido a efecto sobre la absorción del calcio y el efecto directo sobre el esqueleto.

En el estudio se examinaron en profundidad alrededor de 10.000 hombres y mujeres de al menos 20 años de edad que participaron en una encuesta representativa a nivel nacional.

Los niveles sanguíneos de la 25-hidroxivitamina D se utilizaron como principal indicador de la adecuación de la vitamina D. Dentro de la muestra de adultos estadounidenses del estudio, gran parte de los adultos más jóvenes y más mayores estaban por debajo de la concentración sérica de vitamina D sugerida como conveniente, de al menos 75 nanomoles por litro (nmol/l).

El estudio apoya la idea de que, para mejorar la densidad mineral ósea, es más importante corregir los niveles inadecuados de vitamina D en sangre que aumentar el consumo de calcio en la dieta por encima de 566 mg al día en las mujeres y 626 mg al día en los hombres. Por ejemplo, según los autores, un consumo de calcio más elevado, por encima de los 566mg al día, podría ser importante únicamente en las mujeres cuyas concentraciones de vitamina D son bajas (menos de 50 nmol/l).
Los detalles de este estudio se pueden encontrar en la publicación Journal of Bone and Mineral Research.

Fuente: Science Daily

Altas dosis de vitamina D previenen las fracturas

La ingesta regular de altas dosis de vitamina D previenen las fracturas en personas de 65 años o más.

Los resultados de un artículo, publicado en la revista New England Journal of Medicine, muestran que dosis orales, de al menos 800 UI al día, de vitamina D se asocian con una reducción del riesgo tanto de fracturas de cadera como de fracturas no vertebrales.

En el artículo se analizaron 12 estudios, con un total de 31.022 sujetos con una edad media 76 años, de los cuales el 91% eran mujeres. Había un total de 1.111 fracturas de cadera y 3.770 incidentes de fracturas no vertebrales.

Los participantes que fueron asignados al azar para recibir vitamina D, en comparación con los asignados a los grupos control, tuvieron una reducción no significativa del 10% en el riesgo de fractura de cadera, y una reducción del 7% en el riesgo de fracturas no vertebrales.

La reducción fue más aparente en el caso de las personas que tomaban mayores niveles de vitamina D, con una reducción del 30% en el riesgo de fractura de cadera y del 14% en el riesgo de cualquier fractura no vertebral.

Bischoff-Ferrari HA, Willett WC, Orav EJ, Lips P, Meunier PJ, Lyons RA, y col. New England Journal of Medicine (2012). Online.
 
Fuente: 1.bp.blogspot.com

miércoles, 31 de octubre de 2012

Vitamina D solar

Que la vitamina D es necesaria para el buen desarrollo y una dieta sana, equilibrada e ideal no es ninguna novedad pero lo que si que supone un futuro brillante para esta vitamina es su obtención. Un estudio publicado en Europa ha publicado que la Vitamina D no es sólo una vitamina sino que se puede   y desempeña otras muchas funciones en el organismo humano.

La vitamina D no se obtiene únicamente por la alimentación sino que puede obtenerse a través de la acción de la luz solar sobre nuestra piel. Esta vitamina actúa como pieza clave para la optimización y aprovechamiento óptimo del calcio en nuestro organismo y además facilita y promueve la absorción en el intestino lo que supone regular los niveles de calcio en sangre y la deposición en los huesos ¿Qué significa esto? Que la falta de vitamina D haría que estos otros niveles no estuviesen tan compensados y por lo tanto se provocasen enfermedades óseas en niños como el raquitismo y, en adultos la osteoporosis, en definitiva... este estudio publicado por Food Today expone que la Vitamina D no es sólo una vitamina.

Cuándo hablamos de Vitamina D en realidad estamos hablando de dos compuestos: DD3 que tienen estructuras químicas diferentes. La primera se denomina ergocalciferol y es producida por la levadura y se consume a través de los alimentos. En cambio, la segunda es denominada calecalciferol y es la que produce nuestra piel al exponerla y absorver los rayos del sol. Algunos estudios han llegado a demostrar que la vitamina Des más eficaz y potente que la que obtenemos de los alimentos.

El método de generación de Vitamina D (3) se deriva de la exposición del sol ya que cuando la luz solar entra en contacto con nuestra piel el colesterol de nuestro organismo produce vitamina D. Tanto es así que la Organización Mundial de la Salud recomienda una exposición diaria de 30 minutos en brazos y cara sin quemarse para conseguir una producción idónea de vitamina D(2). Tras el verano nuestro organismo cuenta con excedentes de Vitamina D liposoluble pero es imposible que duren todo el invierno.

Según otro estudio publicado por la Organización Mundial de la Salud, la personas que no salen de su vivienda o que salen totalmente cubiertas pueden padecer enfermedades derivadas de la deficiencia de Vitamina D. La OMS recomuienda 200 unidades internacional de vitamina D en el caso de los pequeños, 400 para personas entre 51y 65 años y, a partir de los 65 años un consumo de 600 unidades internacionales diarias.

Principalmente podemos encontrar Vitamina D en alimentos como: El hígado de los pescados o los aceites del hígado del pescado y en el pescado azul. También es una fuente alimentaria de vitamina D la yema del huevo, los cereales, la mantequilla o margarina y la leche.

La Vitamina D hace que nuestros huesos, músculos y equilibrio se mantegan sanos y fuertes y por lo tanto su funcionamiento sea óptimo. Algunos estudios realizados en departamentos de ciencias de la salud de diferentes puntos del planeta aseguran que el consumo de Vitamina D reduce entre un 20 y un 30% el riesgo de padecer fracturas óseas o musculares en caídas, movimientos o posturas, una de las mayores problemáticas a las que se enfrentan las personas de avanzada edad cuando el movimiento comienza a ser reducido. Aunque el IOM ha específicado que hacen falta más estudios e investigaciones en el materia, se podría decir que el consumo de vitamina D puede ser beneficioso para la esclerosis múltiple, la artritis reumatoide, el cáncer de mama, cáncer de próstata o cáncer de colom y de recto y diabetes.

Fuente: Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación (EUFIC)

miércoles, 24 de octubre de 2012

Vitamina D: no sólo para cuidar nuestros huesos

Si bien la principal función de la vitamina D es intervenir en la absorción de calcio y fósforo, por eso su participación en la salud ósea, no sólo es para cuidar nuestros huesos, pues se ha demostrado que sus niveles adecuados en el organismo, también ofrecen los siguientes beneficios:
  • Favorece el funcionamiento del corazón: al promover la absorción del calcio y con éste la contracción del músculo cardíaco, la vitamina D alimenta al corazón y ayuda a prevenir ataques cardíacos.
  • Mejora el control del peso: un déficit de vitamina D se ha asociado a mayor peso corporal y más riesgo de obesidad, por lo tanto, niveles adecuados de vitamina D nos ayudan a controlar el peso y la grasa del organismo.
  • Mayor control de la presión arterial: al favorecer el funcionamiento cardíaco y mejorar el tono vascular, la vitamina D en adecuadas cantidades en nuestro cuerpo ayuda a controlar o prevenir la hipertensión arterial.
  • Mejor control de glucemias: la vitamina D interviene en la secreción normal de insulina, así, ayuda a prevenir la diabetes y la intolerancia a la glucosa.
  • Promueve las defensas del organismo: la vitamina D estimula el funcionamiento del sistema inmune y por ello, puede alejarnos de resfriados, gripes y otras enfermedades.
Como podemos ver, cuidar los niveles de vitamina D en el organismo no sólo es fundamental para proteger huesos y dientes, sino también, para alejarnos de múltiples afecciones metabólicas como son la obesidad, diabetes, hipertensión arterial, entre otras.

La vitamina D podemos obtenerla a partir de la exposición a la luz solar y también de alimentos como aceites de pescados, carnes, pescados azules, mantequilla o leches y otros alimentos enriquecidos con este micronutriente tan importante para la salud del organismo.

Más información en | Scielo
Imagen | Majento

Fuente: vitonica.com

miércoles, 10 de octubre de 2012

Los riesgos de una deficiencia de vitamina D para las mujeres

Un nuevo estudio indica que las jóvenes de raza blanca con deficiencias de vitamina D son unas tres veces más propensas a tener la tensión alta cuando llegan a mediana edad que las que tienen unos niveles normales de dicha vitamina.

EL estudio, presentado en le encuentro de la American Heart Association celebrado en Chicago, añade a las mujeres jóvenes a una lista cada vez mayor de personas (entre las que se incluyen los hombres) que pueden desarrollar una tensión arterial elevada debido, al menos en parte, a una deficiencia de vitamina D.

Los investigadores de Michigan, que examinaron los datos de 559 mujeres desde 1992, observaron que las que presentaban unos niveles bajos de vitamina D eran más propensas a tener la tensión arterial alta 15 años después, en el 2007.

"Nuestros resultados indican que una deficiencia temprana de vitamina D puede incrementar, a largo plazo, el riesgo de tensión alta en las mujeres de mediana edad", señaló Flojaune Griffin, quien trabajo en el estudio para la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Michigan.

Se sabe desde hace tiempo que la vitamina D –que el cuerpo humano obtiene de la luz del sol, el pescado azul, los productos lácteos enriquecidos y los suplementos alimentarios–, contribuye a la salud ósea y de los dientes.

Pero una deficiencia de esta vitamina, algo muy habitual en las mujeres, está relacionada con el cáncer, problemas del sistema inmunológico y enfermedades inflamatorias.

La tensión arterial alta incrementa las probabilidades de apoplejía, infarto y otros problemas cardiovasculares.

Las mujeres que participaron en el estudio de la tensión alta vivían en Tecumseh, Michigan y, cuando se inició la investigación, tenían entre 24 y 44 años de edad, siendo la edad media de 38.

Los investigadores midieron los niveles de vitamina D en sangre al inicio y realizaron lecturas de la tensión arterial una vez al año. En el 2007, compararon las lecturas sistólicas (la cifra más alta de los resultados de la tensión arterial, que indica la tensión en los vasos sanguíneos cuando el corazón late).

Más del 10% de las mujeres con deficiencias de vitamina D tenían la tensión alta en el 2007, frente al 3,7% de las que tenían unos niveles suficientes de vitamina. Cuando se inició el estudio, el 5,5% de las mujeres con deficiencias también tenían la tensión arterial elevada, en comparación con el 2,8% de las que tenían unos niveles normales de vitamina D.

El estudio ha sido financiado por el U.S. National Institute of Arthritis and Musculoskeletal and Skin Diseases.

Cerca de la mitad de la población mundial tiene unos niveles de vitamina D más bajos de lo que se considera óptimo y los investigadores afirman que el problema está empeorando, a medida que la gente pasa cada vez más tiempo entre cuatro paredes. Los afroamericanos parecen tener un riesgo especialmente elevado, debido a que la piel negra puede dificultar la absorción de luz ultravioleta por parte del cuerpo.

Fuente: Reuters Health

Interacción entre el calcio y la vitamina D

Aumentar el consumo de calcio es una estrategia habitual --aunque no siempre eficaz--para disminuir las fracturas de huesos. Pero un estudio financiado en parte por el Servicio de Investigación Agrícola (ARS) subraya la importancia de la vitamina D y su capacidad para ayudar al cuerpo a utilizar el calcio. El estudio también puede explicar por qué el aumento de calcio por sí solo no siempre tiene éxito en el tratamiento de este problema.

El esqueleto del cuerpo necesita una presencia adecuada de calcio en la dieta para alcanzar su pleno potencial en términos de masa ósea. Sin embargo, muchos otros factores afectan a la masa ósea, como el ejercicio, el tabaquismo y la vitamina D; esta última debido a efecto sobre la absorción del calcio y el efecto directo sobre el esqueleto.

En el estudio se examinaron en profundidad alrededor de 10.000 hombres y mujeres de al menos 20 años de edad que participaron en una encuesta representativa a nivel nacional.

Los niveles sanguíneos de la 25-hidroxivitamina D se utilizaron como principal indicador de la adecuación de la vitamina D. Dentro de la muestra de adultos estadounidenses del estudio, gran parte de los adultos más jóvenes y más mayores estaban por debajo de la concentración sérica de vitamina D sugerida como conveniente, de al menos 75 nanomoles por litro (nmol/l).

El estudio apoya la idea de que, para mejorar la densidad mineral ósea, es más importante corregir los niveles inadecuados de vitamina D en sangre que aumentar el consumo de calcio en la dieta por encima de 566 mg al día en las mujeres y 626 mg al día en los hombres. Por ejemplo, según los autores, un consumo de calcio más elevado, por encima de los 566mg al día, podría ser importante únicamente en las mujeres cuyas concentraciones de vitamina D son bajas (menos de 50 nmol/l).
Los detalles de este estudio se pueden encontrar en la publicación Journal of Bone and Mineral Research.

Fuente: Science Daily

martes, 9 de octubre de 2012

Interacción entre el calcio y la vitamina D

Aumentar el consumo de calcio es una estrategia habitual --aunque no siempre eficaz--para disminuir las fracturas de huesos. Pero un estudio financiado en parte por el Servicio de Investigación Agrícola (ARS) subraya la importancia de la vitamina D y su capacidad para ayudar al cuerpo a utilizar el calcio. El estudio también puede explicar por qué el aumento de calcio por sí solo no siempre tiene éxito en el tratamiento de este problema.

El esqueleto del cuerpo necesita una presencia adecuada de calcio en la dieta para alcanzar su pleno potencial en términos de masa ósea. Sin embargo, muchos otros factores afectan a la masa ósea, como el ejercicio, el tabaquismo y la vitamina D; esta última debido a efecto sobre la absorción del calcio y el efecto directo sobre el esqueleto.

En el estudio se examinaron en profundidad alrededor de 10.000 hombres y mujeres de al menos 20 años de edad que participaron en una encuesta representativa a nivel nacional.

Los niveles sanguíneos de la 25-hidroxivitamina D se utilizaron como principal indicador de la adecuación de la vitamina D. Dentro de la muestra de adultos estadounidenses del estudio, gran parte de los adultos más jóvenes y más mayores estaban por debajo de la concentración sérica de vitamina D sugerida como conveniente, de al menos 75 nanomoles por litro (nmol/l).

El estudio apoya la idea de que, para mejorar la densidad mineral ósea, es más importante corregir los niveles inadecuados de vitamina D en sangre que aumentar el consumo de calcio en la dieta por encima de 566 mg al día en las mujeres y 626 mg al día en los hombres. Por ejemplo, según los autores, un consumo de calcio más elevado, por encima de los 566mg al día, podría ser importante únicamente en las mujeres cuyas concentraciones de vitamina D son bajas (menos de 50 nmol/l).
Los detalles de este estudio se pueden encontrar en la publicación Journal of Bone and Mineral Research.

Fuente: Science Daily

lunes, 1 de octubre de 2012

Relación entre vitamina D y enfermedades cardiacas

Relacionan unos niveles bajos de vitamina D con las cardiopatías Según un estudio de la Universidad de Copenhague y el Hospital Universitario de Copenhague, unos niveles bajos de vitamina D podrían aumentar el riesgo de infarto y muerte prematura.

Aunque la vitamina D se asocia más comúnmente con la salud de los huesos, diversos estudios de población han demostrado que unos niveles bajos de esta vitamina pueden aumentar el riesgo de desarrollar una cardiopatía isquémica, angina de pecho, arteriosclerosis coronaria e infarto.

Otra investigación ha sugerido que unos niveles bajos de esta vitamina pueden causar tensión arterial alta, lo que aumenta el riesgo de infarto. Un estudio en particular realizado en el 2009 indicó que una deficiencia de vitamina D en mujeres jóvenes puede aumentar el riesgo de desarrollar hipertensión sistólica.

En el estudio actual, el mayor hasta la fecha, los expertos reunieron y analizaron los datos de más de 10.000 daneses con el fin de identificar el vínculo existente entre unos niveles bajos de vitamina D y la cardiopatía isquémica y la muerte. Según explicó el Dr. Peter Brøndum-Jacobsen, del Departamento de Bioquímica Clínica del Hospital Universitario de Copenhague, los resultados mostraron que unos niveles bajos de vitamina D, en comparación con los niveles óptimos, están vinculados a:
  • Un riesgo un 64% más elevado de infarto
  • Un riesgo un 57% más elevado de muerte prematura
  • Un riesgo un 40% más elevado de cardiopatía
  • Un riesgo al menos un 81% más elevado de muerte por cardiopatía 
Después de ajustar ciertas variables que podrían afectar a los resultados, los mayores riesgos continuaron siendo evidentes. Los resultados han sido publicados en la revista Arteriosclerosis, Thrombosis and Vascular Biology.
 
 Fuente: alimentacion-salud.euroresidentes.com/

lunes, 7 de mayo de 2012

La vitamina D, clave para evitar enfermedades típicas del envejecimiento

Se la obtiene de algunos alimentos de origen animal, pero sobre todo de una moderada exposición al sol y se sabe desde hace tiempo que es vital para fortalecer los huesos. Ahora, nuevas evidencias señalan que además previene la pérdida de masa muscular, preserva la salud cardiovascular y hasta protegería del deterioro cognitivo.

Dada la gran cantidad de estudios científicos que están revelando propiedades hasta ahora desconocidas de la vitamina D, es de suponer que este nutriente esencial –que el organismo obtiene de alimentos como la leche, los huevos o el pescado, especialmente de mar, pero sobre todo de un proceso natural de síntesis que lleva a cabo la piel al recibir la luz solar– pasará a ocupar a partir de ahora un rol cada vez más importante en el cuidado de la salud.

El más conocido y comprobado de los roles de este micronutriente esencial es el de fijar el calcio en la constitución de los huesos, por lo que la suplementación con calcio y vitamina D en los adultos mayores es usual desde hace décadas. “Como es inocua y se conoce su eficacia contra la osteoporosis, la Asociación Americana de Geriatría recomienda la suplementación con calcio y vitamina D para todos los mayores de 65 años”, remarcó el doctor Moisés Schapira, médico especialista en Gerontología y Geriatría y director médico del Centro de Excelencia para Adultos Mayores y Rehabilitación Hirsch.

Algo más reciente es la línea de investigación que vincula a la vitamina D con la salud cardiovascular; pero lo más novedoso es una serie de estudios que han sido publicados desde fines del año pasado –en diferentes revistas médicas y en diferentes partes del mundo–, donde se probarían beneficios de la vitamina D para prevenir la pérdida de masa muscular, ayudar a preservar la memoria, proteger al sistema nervioso de la acumulación de amiloides, proteínas que causan la enfermedad de Alzheimer, entre otras, y hasta –posiblemente– proteger a las personas de edad avanzada contra la depresión crónica.

Desarrollos potenciales

La posibilidad de vivir más años y el conocimiento cada vez mayor de las causas de los factores que hacen a las enfermedades crónicas hacen que la pregunta de cómo llegar a disfrutar de una buena salud –física y mental– a edad avanzada cobre cada vez más importancia. Y tras los nuevos descubrimientos, la vitamina D parece querer cobrar un rol preponderante en la respuesta a esa pregunta. Es una sustancia que el organismo adquiere naturalmente, y en todo caso el costo de sus formas farmacéuticas es tan bajo que no permite pensar en una “estrategia de venta”.

Pero no es cuestión de apresurarse. Schapira advirtió, sobre todo en referencia a la supuesta función preventiva del Alzheimer, que “aún se trata de estudios preliminares, que en todo caso se suman a otros desarrollos potenciales que se están ensayando en la lucha contra esa enfermedad, como el uso de insulina por vía intranasal. Por ahora estos descubrimientos no tienen un gran impacto asistencial, porque los médicos recién los estamos conociendo”.

Llega con el sol

La forma más eficaz en que el organismo adquiere naturalmente la vitamina D es tomar sol, moderadamente para evitar, desde luego, los daños que puede causar a la salud la exposición sin control a la radiación ultravioleta de los rayos solares. “En realidad parecería que tomando sol durante una hora por día, y aun solamente en las manos, sin exponer todo el cuerpo, sería suficiente –explicó Schapira–; la gran duda se plantea ante el hecho de que con  la edad puede disminuir esa capacidad, y la piel envejecida puede ser menos eficaz como órgano de síntesis de lo que lo es en las personas más jóvenes”.

Como resumen, el especialista destacó que, como hasta ahora, “el  médico deberá pesquisar un posible déficit de vitamina D en sus pacientes, y en caso de que lo haya, tratar de suplir esa carencia o eventualmente sustituirla empíricamente mediante hidroxivitamina D3, siendo suficiente con una dosis semanal”. En este sentido, “parece ser una intervención muy simple, barata y sencilla  que podría mejorar varios aspectos a la vez”.

En suma, no existe magia: sin duda la vitamina D parece ser más útil de lo que se esperaba para conservar la salud a edad avanzada y prevenir las consecuencias del envejecimiento prematuro y mejorar el estado general de salud frente a las enfermedades crónicas; pero está claro que el envejecer con salud es consecuencia del cuidado general de la salud a lo largo de toda la vida, y que difícilmente ningún suplemento dietario –ni otra sustancia– reemplace la estimulación de las capacidades cognitivas a través de la vida social, la  lectura, el juego y el aprendizaje, la mantención de la autonomía siempre que sea posible, la realización de ejercicio y actividad física y el equilibrio afectivo.

Nuevas propiedades de un nutriente esencial

Algunas de las sorprendentes propiedades de la vitamina D para preservar la salud a edad avanzada que están en estudio actualmente:

En la regulación del crecimiento celular. Un nuevo  estudio  realizado en la Universidad Tufts de Boston (EEUU) y publicado en Annals of Internal Medicine el 20 de diciembre pasado señala que la vitamina D posee muchos efectos beneficiosos que se suman a la ya conocida función en la mineralización de los huesos. Entre ellos, promueve la secreción de insulina –cuyo rol en la prevención de enfermedades neurodegenerativas ya es conocido también–, equilibra al sistema inmunológico –inhibiendo su acción adaptativa y reforzando las innatas– y controla la proliferación de células: “Estas funciones sugieren un posible rol de la vitamina D en la prevención del cáncer”, señalan los investigadores del estudio, basado en el análisis de historias clínicas de pacientes suplementados con calcio y vitamina D para combatir la osteoporosis.

Tras la menopausia. En la a edición de enero pasado de la revista científica internacional Maturitas, la Sociedad Europea de Menopausia y Andropausia (EMAS, según sus siglas en inglés) publicó sus nuevas guías para los especialistas en Gerontología en las cuales enfatiza en recomendar 600 unidades de vitamina D como requerimiento diario, agregando que deberían ser incrementadas a 800 unidades en las mujeres mayores de 71 años. Allí el investigador Faustino Pérez-López, del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Zaragoza (España), sostuvo que existe creciente evidencia de efectos ampliamente diseminados de la vitamina D en muchos tejidos, y que varios estudios epidemiológicos y prospectivos “han relacionado su carencia no sólo con osteoporosis, sino también con enfermedad cardiovascular, diabetes, cáncer, infecciones y enfermedades neurodegenerativas”.

Preservar capacidad cognitiva. Este reciente descubrimiento hecho en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) fue publicado  muy recientemente (a principios de marzo de este año) en el Journal of Alzheimer’s Disease: el derivado vitamínico D3 puede ayudar a “limpiar” la llamada placa beta-amiloide relacionada con el deterioro de las células nerviosas que se produce en la enfermedad de Alzheimer. “La amiloidosis –explica el doctor Moisés Schapira– es una enfermedad generada por depósito de amiloide, proteína que al quedar acumuladas en lugares inadecuados comienza a perjudicar al órgano afectado. Si el amiloide se deposita entre las células nerviosas, estas ven obstruido su funcionamiento y se mueren, y este proceso, que se origina,  está relacionado con la génesis de la enfermedad de Alzheimer”. Aunque es menos frecuente, la amiloidosis puede producirse en muchos otros tejidos, como el corazón o los riñones.

Cuidar la masa muscular. La causa más común de sarcopenia (pérdida de masa muscular) en los adultos es la inactividad: “En este sentido –aclara Schapira–, la vitamina D puede llegar a tener un rol complementario. Debe destacarse que lo fundamental en el tratamiento de la sarcopenia es la  adecuada nutrición y una intensa  actividad física: creo que de ninguna manera, la vitamina D  puede reemplazarlas”.

Contra la depresión. También crecen las evidencias que ligan los estados depresivos en adultos mayores con bajos niveles de vitamina D, como lo señala un estudio  con más de 12.000 participantes (de 51 años en promedio) publicado en noviembre de 2011 en la revista Proceedings de la prestigiosa Clínica Mayo (EEUU), las personas con historial de depresión tienen mayores posibilidades de que el problema persista en la edad adulta si además se encuentran faltos de vitamina D.

Fuente: saludable.infobae.com

viernes, 17 de febrero de 2012

Cómo influye en el lenguaje de los niños la baja vitamina D en el embarazo

Las mujeres con bajos niveles de esa vitamina durante el embarazo son más propensas a tener hijos con problemas de lenguaje que las futuras mamás con niveles mayores de la vitamina. Qué otras consecuencias tiene la deficiencia 

Así lo indicó un estudio realizado en Australia.

Si bien el estudio, publicado en la revista Pediatrics, no mostró que los bajos niveles de la vitamina sean en sí la causa de esos problemas, los investigadores dijeron que es una “asociación posible”, que requiere más atención.

Investigaciones previas habían demostrado algunas relaciones entre la baja vitamina D en el embarazo y problemas en los niños como huesos más débiles, asma y mal crecimiento, dijo Andrew Whitehouse, autor del estudio, que al realizarlo trabajaba en la University of Western Australia.

“Los efectos de los niveles maternos de vitamina D menores sobre el hijo en desarrollo no se conocen completamente”, añadió el experto. La luz solar es la principal fuente de vitamina D. Hace 20 años, Whitehouse y sus colegas midieron los niveles de vitamina D de más de 700 mujeres que estaban atravesando aproximadamente la mitad del embarazo, con el fin de determinar si los niveles de la vitamina tendrían algo que ver con la conducta posterior de los chicos y su desarrollo lingüístico.

Cinco y 10 años después, evaluaron a los hijos de esas madres para conocer su desarrollo conductual y emocional y sus capacidades lingüísticas. Los investigadores dividieron a las madres en cuatro grupos, de menores a mayores niveles de vitamina D, y hallaron que el riesgo de tener un hijo con problemas emocionales o conductuales era el mismo en cada grupo.

Pero cuando observaron las capacidades lingüísticas, el equipo halló que las madres del grupo con menores niveles de vitamina D eran más propensas a tener hijos con problemas de lenguaje -determinados según un test de vocabulario- que aquellas en la categoría con mayor cantidad de la vitamina.

Por ejemplo, alrededor del 18% de las madres en el grupo de menor nivel de la vitamina tenía un hijo con problemas de lenguaje a los 10 años, comparado con aproximadamente el 8% de las mamás en la cohorte con el mayor nivel.

“Lo lógico es pensar que la insuficiencia materna de vitamina D durante el embarazo está afectando el curso normal del desarrollo cerebral”, dijo Whitehouse a Reuters Health.

“Si la insuficiencia de vitamina D durante la vida prenatal es una causa de problemas de lenguaje en la niñez -y esto aún debe determinarse de manera concluyente- entonces la suplementación de las mujeres embarazadas con vitamina D sería un siguiente paso importante”, agregó.

Con todo, el autor dejó en claro que el estudio no muestra una relación de causa y efecto entre la vitamina D y los problemas de lenguaje. Por su parte, Lisa Bodnar, profesora de la University of Pittsburgh que no participó del estudio, dijo que será importante que estudios futuros establezcan si la vitamina D es de hecho culpable de los trastornos lingüísticos, ya que es un problema fácil de solucionar con suplementos. 

Fuente: Reuters

martes, 17 de enero de 2012

Sólo 15 minutos al sol, tres veces por semana, para segurar un mínimo de vitamina D

La vitamina D es un micronutriente muy importante en el organsimo, porque además de favorecer la absorción de calcio, regula el metabolismo del fósforo, interviene en el funcionamiento cardiovascular y su adecuado nivel en el organismo, protege ante infecciones, diabetes y enfermedades degenerativas. Por eso, es relevante que sepamos que sólo 15 minutos al sol, tres veces por semana, son suficientes para asegurar un mínimo de vitamina D. 

Si bien podemos adquirirlo con los alimentos, la principal fuente de vitamina D es la síntesis en nuestra piel al exponernos a la luz del sol, y dado que el 70% de la población europea presenta un déficit de esta vitamina, es importante recalcar que sólo 15 minutos, tres o cuatro veces a la semana, son suficientes para adquirir esta vitamina y prevenir su carencia en el organismo. 

Sobre todo en mujeres menopáusicas y en hombres con andropausia, esta vitamina es de gran relevancia pues ayudaría a conservar una buena masa ósea y muscular, a evitar una ganancia de peso excesiva, a prevenir enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes y sobre todo, reduciría el riesgo de sufrir fracturas que afectan la calidad de vida de los adultos de mayor edad.

Entonces, en un estilo de vida sano, deben incluirse unos 15 minutos de exposición al sol entre tres y cuatro veces por semana para garantizar un mínimo de vitamina D en el organismo. De esta forma, ya sea una caminata al aire libre, un paseo al sol o simplemente nuestra rutina de ejercicio al aire libre, bastaría para obtener esta vitamina y prevenir las consecuencias asociadas a su carencia.

Fuente: vitonica.com

jueves, 7 de abril de 2011

Relacionan la deficiencia de vitamina D con la diabetes en el embarazo


Todas las mujeres embarazadas deberían hacerse la prueba de deficiencia de vitamina D y las que tengan una deficiencia deberían recibir un tratamiento, según los expertos. Las mujeres embarazadas con diabetes gestacional suelen tener unos niveles bajos de vitamina D, lo que podría causar debilidad ósea en los bebés, según un estudio publicado en el último número de la revista Medical Journal of Australia.

Los investigadores estudiaron a 147 mujeres que asistieron a la clínica de diabetes gestacional del hospital Westmead Hospital entre febrero de 2007 y febrero de 2008, excluyendo a las personas con intolerancia a la glucosa conocida antes del embarazo. Más del 40% de las mujeres resultaron tener unos niveles inadecuados de vitamina D. Los investigadores observaron que si bien era más frecuente encontrar unos niveles bajos de vitamina D en las mujeres con la piel más oscura, más del 25% de las mujeres de todos los grupos presentaban una deficiencia de esta vitamina.

Según ellos: "La insuficiencia de vitamina D tiene un efecto bien establecido en la densidad ósea, los niveles de calcio y vitamina D en el recién nacido y el raquitismo infantil (huesos blandos o débiles)".

Los investigadores recomendaron realizar más investigaciones sobre la posible relación entre los niveles de vitamina D y la diabetes gestacional.

Fuente: Medical News Today

lunes, 6 de abril de 2009

Vitamina D: su carencia causa numerosos trastornos

Diferentes estudios llevados a cabo por diversas instituciones científicas de todo el mundo están intentando determinar, a la luz de los nuevos descubrimientos, el espectro completo de las funciones cumplidas por la vitamina D dentro del organismo.

Esta vitamina, comúnmente asociada con la conducción nerviosa, el funcionamiento óseo y, debido a su falta, con enfermedades como la osteoporosis, estaría también involucrada en otro tipo de trastornos como la hipertensión, la hiperglucemia, la esclerosis múltiple y cierta clase de problemas cardíacos.


Un análisis realizado en los Estados Unidos sobre un grupo de 3600 adolescentes de entre 12 y 19 años dio como resultado que quienes poseían un bajo nivel de vitamina D en la sangre poseían un riesgo dos veces mayor de padecer hipertensión y altos niveles de azúcar en la sangre, a la vez que sus posibilidades de desarrollar síndrome metabólico (enfermedad que consiste en una conjunción de varios factores de riesgo que aumenta las posibilidades de sufrir una enfermedad cardiovascular o diabetes) se multiplicaban por cuatro.


Pero si bien dichos resultados, presentados recientemente durante una conferencia de la American Heart Association en Palm Harbor, Florida, deben ser tomados como preliminares debido a que aún no está determinado fehacientemente el grado de incidencia de la vitamina D en los mencionados trastornos, no dejan de ser resultados sorprendentes, que abren una puerta a la investigación futura para su tratamiento. El doctor Robert Eckel, uno de los líderes del equipo de investigación norteamericano, declaró al comentar los progresos de la investigación: "encontramos la punta del iceberg".


Al respecto, el doctor Federico Etchegoyen, endocrinólogo del Hospital Universitario Austral, opina que, si pudiera probarse que el consumo de vitamina D evita e incluso es capaz de revertir la hipertensión o los altos niveles de azúcar en la sangre, esto "podría tener un gran impacto en la salud pública", ya que "aportar más vitamina D es operativamente muy fácil. Implicaría un cambio de perspectiva nutricional sobre la dieta durante la adolescencia".


Al otro lado del Atlántico, casi simultáneamente, científicos de la Universidad de Bonn, en cooperación con el Bad Oeynhausen Heart Centre, determinaron a través de un estudio publicado por el Journal of the American College of Cardiology que los individuos con fallo cardíaco crónico poseerían un nivel de vitamina D considerablemente más bajo. El estudio consistió en comparar los niveles de vitamina D en la sangre de 54 pacientes con fallo cardíaco crónico y de 34 personas saludables, lo que arrojó como resultado que el nivel de vitamina D de los pacientes con problemas cardíacos era menor en un 50% que el de los individuos saludables. Al mismo tiempo, se pudo determinar que, ante una deficiencia mayor de vitamina D, los casos de fallo cardíaco eran aún más serios.


Hasta el momento se sabe que si los niveles de calcio no son controlados, el músculo cardiaco se torna incapaz de expandirse y contraerse de un modo apropiado impidiéndosele, de este modo, bombear sangre al cuerpo eficazmente. La hipótesis manejada por los investigadores alemanes plantea que la vitamina D cumpliría un rol central en la regulación de la concentración de calcio en las células musculares cardíacas.


Si bien el cuerpo humano produce la vitamina D por sí mismo, sintetizándola a partir del contacto con la radiación ultravioleta proveniente del sol y, aunque en menor medida, a través de la dieta, la mala alimentación y el sedentarismo tan comunes en las sociedades modernas pueden ser contados como posibles causas de la deficiencia de dicha vitamina. Teniendo en cuenta los problemas de salud que esta deficiencia podría traer aparejados, y a partir de estudios como los comentados hasta aquí, es lícito pensar en la aparición de nuevas estrategias efectivas para mejorar nuestra salud en un futuro no muy lejano.

Cascada Inacayal - Villa La Angostura - Patagonia Argentina