Tipo de bebida | Graduación | Volumen | Nº UBE |
Vino vaso | 12º | 100 cc | 1 |
Cerveza caña | 5º | 250 cc | 1 |
Cerveza lata | 5º | 330 cc | 1,3 |
Copa ron, coñac | 40º | 60 cc | 2 |
Gin tonic, o cuba libre… | 40º | 60 cc | 2 |
miércoles, 19 de diciembre de 2012
Cómo prevenir y tratar la resaca
lunes, 10 de diciembre de 2012
Una combinación explosiva: los que fuman sufren peores resacas

sábado, 17 de julio de 2010
Evitar la resaca

Los poetas malditos la describieron como la bajada a los infiernos. Después de una noche de excesos, la absenta fermentaba en sus cuerpos con la misma impiedad que sus pasiones y tormentos, llevándoles a una muerte prematura y salvaje. Con pluma más prosaica, pero certera, los científicos siguen encontrando razones para investigar el álter ego forzoso del placer: la resaca. Sería uno de esos regalos de la medicina encontrar una píldora que acabara con estos síntomas de un plumazo. Y en ello están. Pero las razones que les impulsan a buscar el remedio contra la resaca van más allá.
Si el bebedor la sufre en sus carnes, al empresario le duele en su bolsillo, a juzgar por las cifras que arroja la consultora Behavioural Healthcare. En España, más de la mitad ha tenido que afrontar los trastornos derivados de la ebriedad de sus empleados, y hasta un 5% del absentismo laboral está provocado por las resacas. Uno de cada diez empleados trabaja con resaca al menos una vez al mes. Y aún hay un dato más demoledor: el 30% de los accidentes laborales los causan el abuso de alcohol y las drogas.
En el resto de los países los ciudadanos tampoco brillan por su recato a la hora de empinar el codo. En Inglaterra, más de medio millón de trabajadores empieza cada día su jornada laboral con resaca, según un estudio de la compañía Drinkware. El balance es: 2.700 millones de libras anuales en el sistema sanitario a causa de las borracheras; 17 millones de jornadas laborales perdidas y unos 20.000 millones de libras menos en las arcas estatales.
La resaca es la cara visible del exceso de alcohol. "Dependiendo del nivel de alcoholemia, así será la resaca", añade el doctor Antonio Gual, del Institut de Neurociències de l'Hospital Clínic de Barcelona, "y se desencadenará un cuadro en el que no faltará una crisis de angustia, y a veces de depresión, al querer el organismo deshacerse del estado en que se encuentra". Pero, con el placer que nos provoca una reunión con chupitos y otras bebidas, ¿por qué la consecuencia es tanto malestar si hay exceso? ¿No hay nada que la ciencia pueda hacer al respecto?
En el Imperial College de Londres, el polémico profesor David Nutt trabaja en la elaboración de una bebida alcohólica sintética que pueda mantener la sensación de embriaguez, pero que sea inocua para el organismo y libre de resaca. Podría estar disponible en cinco años, si no fuera porque sus controvertidas opiniones acerca de la droga suponen un mazazo a su credibilidad en el Gobierno británico, que debería respaldar y autorizar la venta de este compuesto. La controversia surge porque entre sus componentes están las benzodiacepinas, medicamentos psicotrópicos que actúan sobre el sistema nervioso y que tienen efectos sedantes y ansiolíticos.
El neurólogo José Félix Martí Masso, jefe de Servicio de Neurología del Hospital Donostia, dice: "Es verdad que la resaca intensa es más un mecanismo protector del alcoholismo que inductor de un daño cerebral en sí mismo; sin embargo, supone una toma de alcohol en grandes cantidades que, de forma crónica, es tóxica para el cerebro. Hay un gran número de enfermedades cerebrales que se producen por el exceso de alcohol".
Beber sin miedo
Si consiguen neutralizarlo, probablemente se detendría la cascada de efectos indeseados que sentimos tras la ingesta abusiva de alcohol. El doctor Francisco Pascual, de la Sociedad Científica de Estudios sobre el Alcohol, asegura: "De momento, ningún milagro tradicional cura el cuadro de abstinencia que sigue a una noche de juerga. Ni siquiera valdría el alivio que supondría una pequeña dosis de alcohol, ya que, si bien restablecería el equilibrio en los circuitos neuronales, precipitaría la dependencia". Solo la ciencia puede dar con algún remedio realmente eficaz.
El último llega de la Universidad de Barcelona, en colaboración con el Laboratorio de Magnetismo y Nanotecnología de la Universidad de Santiago de Compostela, y acaba de ser portada de la revista Journal of the American Chemical Society (JACS). Se trata de nanopartículas formadas por átomos de plata que podrían evitar los daños celulares provocados por el etanol.
¿Y no sería suficiente el martirio de la resaca para disuadirnos la próxima vez que tuviésemos ocasión de emborracharnos? Investigadores de la Universidad de Binghamton, en Nueva York, han experimentado con ratones; cuál no sería su sorpresa al comprobar que los roedores adolescentes sufren resacas más leves y con niveles más bajos de ansiedad, por lo que su recuperación es más rápida y la borrachera acaba siendo mucho más gratificante que para un adulto.
Resaca adulta vs. joven
En las ratas mayores, sin embargo, la resaca abortó cualquier comportamiento social, su ansiedad fue más alta y el alcohol acortó su vida. En ellas, las consecuencias tan adversas y su mayor vulnerabilidad ante el alcohol sí resultaron disuasorias para un consumo posterior. Los resultados de este experimento, publicados en Alcoholism: Clinical&Experimental Research, permiten deducir que esta resistencia de la población más joven, aunque transitoria, les llevaría a desdeñar los efectos adversos del consumo inmoderado de alcohol, algunos irreversibles: pérdida de memoria, trastornos mentales y riesgo de adicción solo siete meses después de emborracharse con regularidad. En España, el último informe de Sanidad sobre la evolución del consumo de drogas corrobora esta actitud, y desvela una tendencia creciente de los jóvenes a las borracheras intensivas y un descenso del consumo en la población general.
Otro de los grandes embrollos que empiezan a esclarecer los científicos es por qué unas personas soportan las resacas mejor que otras, aun cuando sus niveles de alcohol sean similares o incluso más altos. Hace tiempo, los investigadores empezaron a usar herramientas novedosas de medición de la resaca. Una de las más populares es la llamada Hangover Symptoms Scale de la profesora Damaris Rohsenow, de la Universidad de Providence. Ella la probó con 54 marinos suecos y 135 universitarios de Boston, a quienes hicieron beber cerveza, vodka o bourbon hasta alcanzar 1,2 g/kg en hombres y 1 g/kg en mujeres.
Después de 8 horas de sueño, les pasaron el cuestionario y puntuaron de 0 a 7 varios síntomas: sed, agotamiento, dolor de cabeza, mareos y desmayos, falta de apetito, dolor de estómago, náuseas y taquicardias. Las puntuaciones sirvieron a Rohsenow para establecer relaciones entre la intensidad de los síntomas y la presencia de tóxicos en cada clase de bebida. Y aunque demostró que las bebidas oscuras provocan efectos colaterales más desagradables, la disfunción cerebral se mantenía a la mañana siguiente en cualquiera de los casos.
El mareo está en los genes
Este tipo de mediciones ha permitido también comprobar que la mujer es más propensa a desarrollar resaca. Martí Masso encuentra otros agravantes: "Las resacas empeoran a medida que envejecemos, seguramente a causa de la disminución de la enzima alcohol deshidrogenasa. También los enfermos con migraña tienen resacas peores, y probablemente los hipertensos". Habla también de cómo la mayoría de la gente del Este de origen asiático presenta una mutación en el gen de esta enzima que les provoca síntomas de resaca grave. Sin embargo, estas personas son menos propensas a volverse alcohólicas.
Y una última observación muy curiosa para la ciencia que estudia la resaca: en Finlandia, las hemorragias cerebrales tienen lugar con mayor frecuencia los lunes, después de las borracheras del fin de semana...
domingo, 13 de diciembre de 2009
Derribando el mito

El doctor Thomas Gould, autor de este estudio y profesor de la Universidad de Temple, adivierte de la necesidad de «desacreditar el mito de que el café tiene poderes desembriagantes». Según Gold, «es más probable que la gente que ha consumido alcohol y se encuentra cansada, sea consciente de sus actos. Sin embargo, aquellos que han ingerido la misma cantidad de alcohol que de cafeína podrían sentirse lo suficientemente despejados para desempeñar situaciones de riesgo, como conducir».
Para comprobar esto, los investigadores dieron a grupos de ratones varias dosis, juntas y separadas, de cafeína y etanol en niveles que les pudieran intoxicar. Las dosis de cafeína equivalían a entre una y seis tazas de café para humanos. Otro grupo de roedores recibió sólo una solución salina.
Los científicos probaron en el laboratorio la capacidad de los ratones para desplazarse a través de un laberinto, evitando luces brillantes y ruidos fuertes. Como se esperaba, el etanol aumentó la locomoción y redujo la ansiedad y la capacidad de aprendizaje de estos, de acuerdo a la dosis de alcohol que se les dio. Fueron menos capaces de evitar los estímulos que eran poco placenteros.
Los ratones que sólo consumieron cafeína se desplazaron mejor por el laberinto y estuvieron más alerta. Sin embargo, la combinación de alcohol y cafeína produjo una alerta relativa en animales que estaban relajados pero que no puedieron esquivar los estímulos desagradables.
Después de esta comprobación, los investigadores dedujeron que ésta combinación en los seres humanos podría hacer que las personas crean que no están en estado de embriaguez cuando realmente sí lo están.
En Estados Unidos, las autoridades están investigando la seguridad de las llamadas «bebidas energéticas»que contienen altos niveles de cafeína y cuya combinación con el alcohol se ha hecho muy popular en los últimos años.
viernes, 21 de agosto de 2009
15 recetas caseras para evitar la resaca

1. Just add water. Un clásico universal, recomendado por todo ser viviente y bebiente. Agua, mucha agua. Antes, durante, y después de las otras bebidas. El agua diluye el alcohol en la sangre, lo ahoga. Hay sustento científico y todo: el alcohol deshidrata, y es la deshidratación la que genera la mayor parte de esos desagradables efectos colaterales. Se recomienda dejar una botella grande al lado de la cama e ir regándose.
2. La película estomacal. Todos los que sobrevivimos a la adolescencia lo sabemos: si no comiste, pega más, pega más, pega más. Hasta cuatro veces que con el estómago entretenido. O sea, si te invitan a la fiesta, más vale picar algo antes de acercarse a la barra. Los hidratos de carbono funcionan muy bien, porque ayudan a absorber el alcohol. Así que derecho a la mesa de pastas. Ah, también caminan las grasas y aceites: la fórmula del éxito es la pizza. Si el brindis se te viene encima y sos valiente, clavate una cucharada de aceite de oliva. La idea es que forme una película estómago-protectora.
3. Sé fiel. Por lo menos, a tu bebida. Otra que sabemos desde los catorce: lo peor es la mezcla. Entonces, ¿por qué seguimos mezclando? Ay, se puede resistir cualquier cosa, menos la tentación. Ah, y corolario que sabemos desde los doce: a más barata y berreta la bebida, más cara y fiera la resaca.
4. Tiempo al tiempo. unque sientas que el cuerpo se apaga sin pedir permiso, tratá de aguantar un ratito más. Date un vuelta afuera, comé algo, tomá más agua, distraete. Cuantas más horas pasen entre el último trago y el fade out, mejor vas a estar la próxima vez que abras los ojos.
5. Bombones, chocolates, caramelos. No es momento de hacer dieta. Mientras esperás que pase el tiempo, localizá la próxima fuente de glucosa y absorbela. Nada como una torta de chocolate, pero en caso de emergencia, hasta podés vaciarte un sobrecito de azúcar en la lengua. El alcohol produce pérdida de glucosa, y hay que recuperarla como sea. Además, la glucosa tira las neuronas para arriba, aunque sea por un ratito; te ayuda a despertarte y llegar mejor a puerto seguro.
6. Alcohol Killer. Es un sueño hecho realidad: se bebe una latita misteriosa y un rato después, adiós alcohol en sangre. Adiós borrachera, adiós resaca, adiós problemas con el test de alcoholemia. La fórmula del éxito: una combinación “de vitaminas y un hongo japonés que ayuda a metabolizar el alcohol más rápido, protege el hígado y evita la resaca,” según las palabras de su propio representante, publicadas en la JOY de septiembre. Demasiado bueno para ser verdad, ¿no? Sí: como todo lo realmente bueno, sólo se consigue en el extranjero, o en el futuro.
7. Dame un limón. Todos hablan del limón: solo, con coca cola, con agua y sal. Lo mejor con un té de limón. Cortá uno en rodajas y ponelo a hervir diez minutos en una ollita con dos tazas de agua. Si por casualidad tenés un limonero a mano, incluí también un par de hojitas. Si te resulta intragable, agregale un poquito de azúcar, y adentro.
8. La variante energética. La vitamina B también ha sido damnificada durante la noche. Un licuado de banana con leche y frutas secas, al mejor estilo fisicoculturista, puede ayudar.
9. Con farmacia y aguante. El día que mi madre vino a predicarme las virtudes del Falgos ("una pastilla antes y otra después"), clavé el último clavo en el ataúd de mi adolescencia. Va en gustos, pero para mí, funciona un poquito mejor que el Re-saca, el Alka Seltzer o el Uvasal. El gran problema de estas soluciones químicas es el formato: una verdadera resaca machaza no admite tragar pastillones así como así. Que tengas suerte.
10. Hidroterapia. Si ya estás jugado/a, una ducha caliente ayuda a transpirar y eliminar las toxinas. Terminala con un golpe de agua fría, que estimula la circulación.
11. Ventilate. Está claro: si el brindis fue un martes, como suele suceder en el impúdico diciembre, no hay muchas chances de dormir hasta el mediodía y quedarse después tranquilito, a la sombra y abajo del ventilador. Sin embargo, sería lo ideal. El cuerpo queda muy débil y necesita reposo, dentro de lo posible al aire libre, para evitar mareos. Si hay que trabajar sí o sí, tratá de quedar cerca de una ventana abierta, y tomátelo con calma.
12. Tratame suavemente. Tu estómago está en recuperación. Sé suave con él: arroz, pollito hervido, caldo. En resumen, comida de hospital, ideal para reponer un poco de las sales y potasio arrasados por la deshidratación.
13. Como un atleta. La manera más rápida de recuperar sales, potasio y vitaminas es la de los deportistas: las bebidas isotónicas, léase Gatorade y sucedáneos. También son muy útiles los jugos de frutas (el famoso jugo de tomate frío es un clásico atemporal), el mate y las sopas.
14. El secreto turco. Y hablando de sopas: altas fuentes del Comando Antiresaca de Estambul se comunicaron con esta redacción para transmitir un dato ancestral y cosmopolita. En la capital más asiática de Europa, los borrachos pasan las madrugadas en establecimientos especialmente dedicados a la producción de sopas antialcohol, donde beben hasta sentir que recuperan el control de su hígado. La más tradicional es la İşkembe çorbası, o sopa de tripas, a base de intestino de vaca y aderezada con una salsa de ajo, vinagre y limón. Otra opción es la paça çorbası, hecha con pezuñas de cordero. Si eso falla, los arrollados de kebab son una buena alternativa; y en el peor de los casos, siempre queda el espeso café turco.
Fuente: planetajoy.com
Cascada Inacayal - Villa La Angostura - Patagonia Argentina