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miércoles, 19 de diciembre de 2012

Cómo prevenir y tratar la resaca

La Navidad es tiempo de alegría, reuniones, celebraciones, cenas y fiestas; generalmente con abundancia de bebidas alcohólicas de todo tipo y donde las circunstancias pueden hacernos beber en exceso y ello  puede conllevar una resaca, pequeña o grande en función de lo que hayamos bebido y de nuestro peso, sexo y condición física.

¿Qué se nota?
Sed intensa, dolor de cabeza, ojeras, mareos, visión borrosa, dolores musculares, nauseas y acidez de estómago, entre otros muchos problemas no tan visibles.

¿Cómo pasa el alcohol a la sangre?
Inmediatamente después de tomar alcohol, este se absorbe por la pared del estómago y del intestino delgado a la sangre. El nivel de alcohol en sangre “alcoholemia” es más elevado entre 15 y 90 minutos después de la última consumición. Se absorbe más rápidamente si se toma con bebidas carbonatadas (con gas) y si el estómago está vacío.

¿Cómo saber cuánto alcohol hay en una bebida?
Es importante saberlo ya que la creencia popular es que la cerveza no tiene casi alcohol (y se bebe como si fuera agua), el vino un poquito más y únicamente considera “fuerte” a los destilados o licores, y si bien eso es parcialmente cierto, – la graduación de la cerveza es menor que el vino, y éste menor que los licores-, también lo es que las cantidades que tomamos de cada uno de estas bebidas es muy diferente, y al final resulta que la cantidad de alcohol que aporta cada una de ellas es similar. Sorpresa, verdad!

Para simplificar no vamos a explicar las fórmulas que se utilizan para calcular el contenido en alcohol de las bebidas, pero si os adjunto una tabla con las unidades de consumo de las bebidas más habituales. Una “unidad de bebida estándar (UBE)” equivale a 10 gramos de alcohol puro.

1 UBE = 10 gramos de alcohol

Es útil como forma rápida y práctica de conocer los gramos de alcohol consumido.

Tipo de bebida Graduación Volumen Nº UBE
Vino vaso 12º 100 cc 1
Cerveza caña 250 cc 1
Cerveza lata 330 cc 1,3
Copa ron, coñac 40º 60 cc 2
Gin tonic, o cuba libre… 40º 60 cc 2

Estas cifras sirven para saber que si un hígado normal solo puede metabolizar es decir “limpiar” unos 10 gramos de alcohol por hora. Se necesitan dos horas para “limpiar o procesar” un gin tonic.

¿Qué sucede con los medicamentos?
Si se toma medicación las precauciones deben ser mucho mayores ya que el hígado tiene que metabolizar el medicamento y el alcohol. Por ejemplo, si se toman píldoras anticonceptivas y alcohol, este último se procesara más lentamente de lo que es normal.

¿Por que las mujeres no pueden beber tanto como los hombres?
La composición corporal en grasa y agua es diferente del varón y por lo general, la talla y el peso suele ser menor, y pos si eso no fuera poco, también tienen menos cantidad de un enzima que se necesita para metabolizar el alcohol.

¿Qué puedo hacer para evitar una resaca?
Algo lógico, beber menos. Saciar primero la sed con agua. Comer antes de beber (hace que el alcohol no pase tan rápidamente a la sangre). Alternar las bebidas alcohólicas con agua, zumos o refrescos. Elegir bebidas con baja graduación alcohólica. No mezclar bebidas diferentes, es decir, si empiezas con vino continua con él, o al menos deja que pase un tiempo entre la ingestión de un tipo de bebida y otra.  Las bebidas con gas favorecen la rapidez del paso del alcohol a la sangre. Y por último bebe los más despacio que puedas.

¿Y si ya la tengo …. qué puedo hacer para mejorar una resaca?
Primero beber mucha, mucha agua para combatir la deshidratación que provoca el alcohol. La noche del exceso y también a la mañana siguiente.

Al día siguiente del exceso, tomar una  alimentación muy ligera, rica en frutas y ensaladas. Beber zumos de frutas ricos en vitamina C, (naranja, limón). También va bien tomar un caldo.

Respecto a las plantas medicinales, una infusión depurativa del hígado: a base de diente de león, cardo mariano, alcachofera, boldo y menta piperita puede ayudarnos a recuperarnos más rápidamente de la resaca. Podemos poner un poco de anís verde o melisa si tenemos dolor de estómago. Dos o tres tazas al día bastarán. Otra infusión muy recomendable es la de jengibre con menta; dos o tres tazas al día, con un poquito de miel.

También es de gran utilidad el Aceite esencial de menta piperita (2 ó 3 gotas en un terrón de azúcar), dos o tres veces al día.

Evitar el café, pues aunque en principio parece que despeja, no es lo más apropiado para aliviar la resaca, debido a que el café es un fuerte diurético y puede aumentar la deshidratación, que es el principal causante del malestar de la resaca.

La aplicación de un paño de agua fría (no hielo) en la cabeza suele mejorar inmediatamente el dolor de cabeza.

Dormir las horas que hagan falta ya que el organismo se encuentra exhausto y necesita descansar.

Después de descansar salir de casa para oxigenarnos, pasear tranquilamente, sin agotarnos.

Si la resaca incluye un fuerte dolor de cabeza, se puede tomar un analgésico, pero no mientras haya alcohol en sangre.

Recuerda: Alcohol, mejor poco que mucho.
 

En España está prohibido conducir con más de 0,5 g/l de alcohol en sangre (0,25 mg/l en aire espirado) para conductores en general, y con más de 0,3 g/l en sangre (0,15 mg/l en aire espirado) durante los 2 años siguientes a la obtención del permiso de conducir y para transporte de viajeros, escolares y mercancías.

Fuente: alimentacionysalud.universiablogs.net

lunes, 10 de diciembre de 2012

Una combinación explosiva: los que fuman sufren peores resacas

Un estudio asegura que mezclar la ingesta de bebidas alcohólicas con el tabaco aumenta las náuseasdolores de cabeza posteriores al consumo de estas sustancias.

La investigación, publicada en el Journal of Studies on Alcohol and Drugs y realizada a estudiantes universitarios por la Universidad de Brown de Inglaterra, concluyó que aquellos que fumaron un cigarrillo o dos antes de beber padecieron resacas más fuertes de quienes tomaron la misma cantidad de alcohol.

Damaris Rohsenow, la doctora que encabezó el proyecto, explicó al portal Daily Mail que los receptores de nicotina del cerebro mantienen estrechas relaciones con la respuesta de nuestros organismos al alcohol: ambos incrementan de manera conjunta los niveles de dopamina.

Por ello, la vinculación entre ambas sustancias en el cerebro permite afirmar hipotéticamente que existe una relación con las molestas resacas.

“Existe alrededor de un 25% de personas que, a pesar de ingerir suficiente alcohol como para sufrir una resaca, sin embargo no la tienen. Por eso, queríamos comprobar si alguno de los parámetros estudiados influía más o menos en sufrir resacas y en la gravedad de los síntomas de la misma”, señalaron los investigadores.

El relevamiento se realizó a partir de una encuesta online, donde 113 estudiantes reportaron, a lo largo de ocho semanas, su ingesta de alcohol y tabaco y los síntomas que les producía. Generalmente, cuando los estudiantes bebían mucho – alrededor de cinco o seis latas de cerveza en una hora- aquellos que habían fumado más ese mismo día tenían más chances de padecer una resaca más intensa a la mañana siguiente.

Además, otra de las conclusiones arroja que el causante de las náuseas y dolores de cabeza se explicaría por la presencia de una sustancia química en el tabaco, llamada acetaldehído, que se genera también en los tejidos del cuerpo cuando se consumen bebidas alcohólicas.

Fuente: saludable.infobae.com

sábado, 17 de julio de 2010

Evitar la resaca


Dolores de cabeza, mucha sed e indigestión son algunos de los síntomas. ¿Hay alguna forma de liberarse de ellos? ¡Conocé más!

Los poetas malditos la describieron como la bajada a los infiernos. Después de una noche de excesos, la absenta fermentaba en sus cuerpos con la misma impiedad que sus pasiones y tormentos, llevándoles a una muerte prematura y salvaje. Con pluma más prosaica, pero certera, los científicos siguen encontrando razones para investigar el álter ego forzoso del placer: la resaca. Sería uno de esos regalos de la medicina encontrar una píldora que acabara con estos síntomas de un plumazo. Y en ello están. Pero las razones que les impulsan a buscar el remedio contra la resaca van más allá.

Si el bebedor la sufre en sus carnes, al empresario le duele en su bolsillo, a juzgar por las cifras que arroja la consultora Behavioural Healthcare. En España, más de la mitad ha tenido que afrontar los trastornos derivados de la ebriedad de sus empleados, y hasta un 5% del absentismo laboral está provocado por las resacas. Uno de cada diez empleados trabaja con resaca al menos una vez al mes. Y aún hay un dato más demoledor: el 30% de los accidentes laborales los causan el abuso de alcohol y las drogas.

En el resto de los países los ciudadanos tampoco brillan por su recato a la hora de empinar el codo. En Inglaterra, más de medio millón de trabajadores empieza cada día su jornada laboral con resaca, según un estudio de la compañía Drinkware. El balance es: 2.700 millones de libras anuales en el sistema sanitario a causa de las borracheras; 17 millones de jornadas laborales perdidas y unos 20.000 millones de libras menos en las arcas estatales.

La resaca es la cara visible del exceso de alcohol. "Dependiendo del nivel de alcoholemia, así será la resaca", añade el doctor Antonio Gual, del Institut de Neurociències de l'Hospital Clínic de Barcelona, "y se desencadenará un cuadro en el que no faltará una crisis de angustia, y a veces de depresión, al querer el organismo deshacerse del estado en que se encuentra". Pero, con el placer que nos provoca una reunión con chupitos y otras bebidas, ¿por qué la consecuencia es tanto malestar si hay exceso? ¿No hay nada que la ciencia pueda hacer al respecto?

En el Imperial College de Londres, el polémico profesor David Nutt trabaja en la elaboración de una bebida alcohólica sintética que pueda mantener la sensación de embriaguez, pero que sea inocua para el organismo y libre de resaca. Podría estar disponible en cinco años, si no fuera porque sus controvertidas opiniones acerca de la droga suponen un mazazo a su credibilidad en el Gobierno británico, que debería respaldar y autorizar la venta de este compuesto. La controversia surge porque entre sus componentes están las benzodiacepinas, medicamentos psicotrópicos que actúan sobre el sistema nervioso y que tienen efectos sedantes y ansiolíticos.

El neurólogo José Félix Martí Masso, jefe de Servicio de Neurología del Hospital Donostia, dice: "Es verdad que la resaca intensa es más un mecanismo protector del alcoholismo que inductor de un daño cerebral en sí mismo; sin embargo, supone una toma de alcohol en grandes cantidades que, de forma crónica, es tóxica para el cerebro. Hay un gran número de enfermedades cerebrales que se producen por el exceso de alcohol".
Beber sin miedo

Si consiguen neutralizarlo, probablemente se detendría la cascada de efectos indeseados que sentimos tras la ingesta abusiva de alcohol. El doctor Francisco Pascual, de la Sociedad Científica de Estudios sobre el Alcohol, asegura: "De momento, ningún milagro tradicional cura el cuadro de abstinencia que sigue a una noche de juerga. Ni siquiera valdría el alivio que supondría una pequeña dosis de alcohol, ya que, si bien restablecería el equilibrio en los circuitos neuronales, precipitaría la dependencia". Solo la ciencia puede dar con algún remedio realmente eficaz.

El último llega de la Universidad de Barcelona, en colaboración con el Laboratorio de Magnetismo y Nanotecnología de la Universidad de Santiago de Compostela, y acaba de ser portada de la revista Journal of the American Chemical Society (JACS). Se trata de nanopartículas formadas por átomos de plata que podrían evitar los daños celulares provocados por el etanol.

¿Y no sería suficiente el martirio de la resaca para disuadirnos la próxima vez que tuviésemos ocasión de emborracharnos? Investigadores de la Universidad de Binghamton, en Nueva York, han experimentado con ratones; cuál no sería su sorpresa al comprobar que los roedores adolescentes sufren resacas más leves y con niveles más bajos de ansiedad, por lo que su recuperación es más rápida y la borrachera acaba siendo mucho más gratificante que para un adulto.

Resaca adulta vs. joven

En las ratas mayores, sin embargo, la resaca abortó cualquier comportamiento social, su ansiedad fue más alta y el alcohol acortó su vida. En ellas, las consecuencias tan adversas y su mayor vulnerabilidad ante el alcohol sí resultaron disuasorias para un consumo posterior. Los resultados de este experimento, publicados en Alcoholism: Clinical&Experimental Research, permiten deducir que esta resistencia de la población más joven, aunque transitoria, les llevaría a desdeñar los efectos adversos del consumo inmoderado de alcohol, algunos irreversibles: pérdida de memoria, trastornos mentales y riesgo de adicción solo siete meses después de emborracharse con regularidad. En España, el último informe de Sanidad sobre la evolución del consumo de drogas corrobora esta actitud, y desvela una tendencia creciente de los jóvenes a las borracheras intensivas y un descenso del consumo en la población general.

Otro de los grandes embrollos que empiezan a esclarecer los científicos es por qué unas personas soportan las resacas mejor que otras, aun cuando sus niveles de alcohol sean similares o incluso más altos. Hace tiempo, los investigadores empezaron a usar herramientas novedosas de medición de la resaca. Una de las más populares es la llamada Hangover Symptoms Scale de la profesora Damaris Rohsenow, de la Universidad de Providence. Ella la probó con 54 marinos suecos y 135 universitarios de Boston, a quienes hicieron beber cerveza, vodka o bourbon hasta alcanzar 1,2 g/kg en hombres y 1 g/kg en mujeres.

Después de 8 horas de sueño, les pasaron el cuestionario y puntuaron de 0 a 7 varios síntomas: sed, agotamiento, dolor de cabeza, mareos y desmayos, falta de apetito, dolor de estómago, náuseas y taquicardias. Las puntuaciones sirvieron a Rohsenow para establecer relaciones entre la intensidad de los síntomas y la presencia de tóxicos en cada clase de bebida. Y aunque demostró que las bebidas oscuras provocan efectos colaterales más desagradables, la disfunción cerebral se mantenía a la mañana siguiente en cualquiera de los casos.
El mareo está en los genes

Este tipo de mediciones ha permitido también comprobar que la mujer es más propensa a desarrollar resaca. Martí Masso encuentra otros agravantes: "Las resacas empeoran a medida que envejecemos, seguramente a causa de la disminución de la enzima alcohol deshidrogenasa. También los enfermos con migraña tienen resacas peores, y probablemente los hipertensos". Habla también de cómo la mayoría de la gente del Este de origen asiático presenta una mutación en el gen de esta enzima que les provoca síntomas de resaca grave. Sin embargo, estas personas son menos propensas a volverse alcohólicas.

Y una última observación muy curiosa para la ciencia que estudia la resaca: en Finlandia, las hemorragias cerebrales tienen lugar con mayor frecuencia los lunes, después de las borracheras del fin de semana...

Fuente: viaresto.clarin.com

domingo, 13 de diciembre de 2009

Derribando el mito

Después de una noche de fiesta, lo mejor al llegar a casa no es tomarse una taza de café. O eso se desprende de un estudio realizado por la Universidad de Temple, en Estados Unidos. La investigación demuestra que la cafeína, tanto del café como de otras bebidas energéticas, hace perder la noción de borrachera.

El doctor Thomas Gould, autor de este estudio y profesor de la Universidad de Temple, adivierte de la necesidad de «desacreditar el mito de que el café tiene poderes desembriagantes». Según Gold, «es más probable que la gente que ha consumido alcohol y se encuentra cansada, sea consciente de sus actos. Sin embargo, aquellos que han ingerido la misma cantidad de alcohol que de cafeína podrían sentirse lo suficientemente despejados para desempeñar situaciones de riesgo, como conducir».

Para comprobar esto, los investigadores dieron a grupos de ratones varias dosis, juntas y separadas, de cafeína y etanol en niveles que les pudieran intoxicar. Las dosis de cafeína equivalían a entre una y seis tazas de café para humanos. Otro grupo de roedores recibió sólo una solución salina.

Los científicos probaron en el laboratorio la capacidad de los ratones para desplazarse a través de un laberinto, evitando luces brillantes y ruidos fuertes. Como se esperaba, el etanol aumentó la locomoción y redujo la ansiedad y la capacidad de aprendizaje de estos, de acuerdo a la dosis de alcohol que se les dio. Fueron menos capaces de evitar los estímulos que eran poco placenteros.

Los ratones que sólo consumieron cafeína se desplazaron mejor por el laberinto y estuvieron más alerta. Sin embargo, la combinación de alcohol y cafeína produjo una alerta relativa en animales que estaban relajados pero que no puedieron esquivar los estímulos desagradables.

Después de esta comprobación, los investigadores dedujeron que ésta combinación en los seres humanos podría hacer que las personas crean que no están en estado de embriaguez cuando realmente sí lo están.

En Estados Unidos, las autoridades están investigando la seguridad de las llamadas «bebidas energéticas»que contienen altos niveles de cafeína y cuya combinación con el alcohol se ha hecho muy popular en los últimos años.

viernes, 21 de agosto de 2009

15 recetas caseras para evitar la resaca

Es hora de admitirlo: ya no tenemos quince años. Los excesos de una noche, si bien ampliamente justificados y valederos, pueden hacernos sufrir más allá de los límites del fin de semana. Resaca, cruda, goma, caña: son los nombres para ese momento en el cual querés dormir hasta que todo pase, pero no podés dormir; el más mínimo ruido molesta, y no se puede ni mover la cabeza en la almohada. A continuación, quince tips para levantar la copa toda la noche y poder levantarte el día después.

1. Just add water. Un clásico universal, recomendado por todo ser viviente y bebiente. Agua, mucha agua. Antes, durante, y después de las otras bebidas. El agua diluye el alcohol en la sangre, lo ahoga. Hay sustento científico y todo: el alcohol deshidrata, y es la deshidratación la que genera la mayor parte de esos desagradables efectos colaterales. Se recomienda dejar una botella grande al lado de la cama e ir regándose.

2. La película estomacal. Todos los que sobrevivimos a la adolescencia lo sabemos: si no comiste, pega más, pega más, pega más. Hasta cuatro veces que con el estómago entretenido. O sea, si te invitan a la fiesta, más vale picar algo antes de acercarse a la barra. Los hidratos de carbono funcionan muy bien, porque ayudan a absorber el alcohol. Así que derecho a la mesa de pastas. Ah, también caminan las grasas y aceites: la fórmula del éxito es la pizza. Si el brindis se te viene encima y sos valiente, clavate una cucharada de aceite de oliva. La idea es que forme una película estómago-protectora.

3. Sé fiel. Por lo menos, a tu bebida. Otra que sabemos desde los catorce: lo peor es la mezcla. Entonces, ¿por qué seguimos mezclando? Ay, se puede resistir cualquier cosa, menos la tentación. Ah, y corolario que sabemos desde los doce: a más barata y berreta la bebida, más cara y fiera la resaca.

4. Tiempo al tiempo. unque sientas que el cuerpo se apaga sin pedir permiso, tratá de aguantar un ratito más. Date un vuelta afuera, comé algo, tomá más agua, distraete. Cuantas más horas pasen entre el último trago y el fade out, mejor vas a estar la próxima vez que abras los ojos.

5. Bombones, chocolates, caramelos. No es momento de hacer dieta. Mientras esperás que pase el tiempo, localizá la próxima fuente de glucosa y absorbela. Nada como una torta de chocolate, pero en caso de emergencia, hasta podés vaciarte un sobrecito de azúcar en la lengua. El alcohol produce pérdida de glucosa, y hay que recuperarla como sea. Además, la glucosa tira las neuronas para arriba, aunque sea por un ratito; te ayuda a despertarte y llegar mejor a puerto seguro.

6. Alcohol Killer. Es un sueño hecho realidad: se bebe una latita misteriosa y un rato después, adiós alcohol en sangre. Adiós borrachera, adiós resaca, adiós problemas con el test de alcoholemia. La fórmula del éxito: una combinación “de vitaminas y un hongo japonés que ayuda a metabolizar el alcohol más rápido, protege el hígado y evita la resaca,” según las palabras de su propio representante, publicadas en la JOY de septiembre. Demasiado bueno para ser verdad, ¿no? Sí: como todo lo realmente bueno, sólo se consigue en el extranjero, o en el futuro.

7. Dame un limón. Todos hablan del limón: solo, con coca cola, con agua y sal. Lo mejor con un té de limón. Cortá uno en rodajas y ponelo a hervir diez minutos en una ollita con dos tazas de agua. Si por casualidad tenés un limonero a mano, incluí también un par de hojitas. Si te resulta intragable, agregale un poquito de azúcar, y adentro.

8. La variante energética. La vitamina B también ha sido damnificada durante la noche. Un licuado de banana con leche y frutas secas, al mejor estilo fisicoculturista, puede ayudar.

9. Con farmacia y aguante. El día que mi madre vino a predicarme las virtudes del Falgos ("una pastilla antes y otra después"), clavé el último clavo en el ataúd de mi adolescencia. Va en gustos, pero para mí, funciona un poquito mejor que el Re-saca, el Alka Seltzer o el Uvasal. El gran problema de estas soluciones químicas es el formato: una verdadera resaca machaza no admite tragar pastillones así como así. Que tengas suerte.

10. Hidroterapia. Si ya estás jugado/a, una ducha caliente ayuda a transpirar y eliminar las toxinas. Terminala con un golpe de agua fría, que estimula la circulación.

11. Ventilate. Está claro: si el brindis fue un martes, como suele suceder en el impúdico diciembre, no hay muchas chances de dormir hasta el mediodía y quedarse después tranquilito, a la sombra y abajo del ventilador. Sin embargo, sería lo ideal. El cuerpo queda muy débil y necesita reposo, dentro de lo posible al aire libre, para evitar mareos. Si hay que trabajar sí o sí, tratá de quedar cerca de una ventana abierta, y tomátelo con calma.

12. Tratame suavemente. Tu estómago está en recuperación. Sé suave con él: arroz, pollito hervido, caldo. En resumen, comida de hospital, ideal para reponer un poco de las sales y potasio arrasados por la deshidratación.

13. Como un atleta. La manera más rápida de recuperar sales, potasio y vitaminas es la de los deportistas: las bebidas isotónicas, léase Gatorade y sucedáneos. También son muy útiles los jugos de frutas (el famoso jugo de tomate frío es un clásico atemporal), el mate y las sopas.

14. El secreto turco. Y hablando de sopas: altas fuentes del Comando Antiresaca de Estambul se comunicaron con esta redacción para transmitir un dato ancestral y cosmopolita. En la capital más asiática de Europa, los borrachos pasan las madrugadas en establecimientos especialmente dedicados a la producción de sopas antialcohol, donde beben hasta sentir que recuperan el control de su hígado. La más tradicional es la İşkembe çorbası, o sopa de tripas, a base de intestino de vaca y aderezada con una salsa de ajo, vinagre y limón. Otra opción es la paça çorbası, hecha con pezuñas de cordero. Si eso falla, los arrollados de kebab son una buena alternativa; y en el peor de los casos, siempre queda el espeso café turco.

Fuente: planetajoy.com

Cascada Inacayal - Villa La Angostura - Patagonia Argentina