lunes, 27 de mayo de 2013
Laurel: una fuente concentrada de hierro
jueves, 17 de marzo de 2011
Laurel

Un poco de Historia
Conocido ya en la antiguedad, los Griegos lo consagraron a Apollo. Su aroma sutil y penetrante llamaba a las capacidades proféticas de este Dios y de sus sacerdotizas.
De laurel eran las coronas que ceñían el jefe de los emperadores y de los cónsules Romanos, pero también lo llevaban los poetas y los literatos. Apicio lo usa en la receta del cerdo con laurel, del cual usaba tanto las bayas como las hojas. Con las bayas hacía el "vino laurino" y el "aceite laurino" los cuales sobrevivieron por mucho tiempo.
Uso en cocina
El laurel es usado en todo el mundo para dar sabor a estofados, caldos, escabeches y sopas. Muy utilizado en platos de carne y de pescado, asimisno, para dar sabor a fiambres y también a bebidas y dulces: es excelente en, por ejemplo, budines de arroz.
Virtudes medicinales del laurel

Pero aparte de sus ventajas culinarias, podemos hablar de las virtudes medicinales del laurel.
Esta noble planta, símbolo de la gloria con la que se coronaba a emperadores en la Roma clásica, tiene sus secretos ocultos en la composición de sus hojas. La esencia de las hojas secas contiene aceites esenciales, sobre todo cineol, eugenol, ácido acético y terpenos, entre otros, que le proporciona propiedades digestivas, como tónico estomacal y carminativo.
Esta virtud de estimular las secreciones del estómago, lo hacen ideal para los inapetentes, pero poco indicado, por la misma razón, para aquellos que padecen de gastritis o exceso de acidez gástrica, para los que se requieren comidas ligeras y sin excitantes.
El punto aromático que aporta el laurel a estofados, adobos, escabeches y caldos ha sido muy apreciado desde siempre. Pero si queremos un tónico que nos ayude a digerir las comidas copiosas, podremos igualmente preparar una infusión de laurel, poniendo dos hojas en una taza de agua en ebullición, que tomada después de los postres estimulará la secreción de jugos gástricos.
Otra forma de tomarlo es en infusión con corteza de naranja, con esta sencilla receta: 4 gr. de hojas de laurel, 8 gr. mondaduras de naranja amarga, 200 gr. agua hirviendo, y azúcar al gusto.
Las bayas de laurel también son muy medicinales, y se pueden tomar haciendo un vino de laurel y enebro, hecho macerando bayas de enebro y bayas de laurel, ligeramente partidas o machacadas, en vino tinto, dejando que maceren varias semanas en lugar oscuro. Este vino es ideal para después de las comidas, como digestivo.
También se obtiene una grasa a partir de los frutos que tiene muchos usos, sobre todo para friegas y unturas, por sus efectos calmantes, y como antiparasitario en animales.
Como vemos, las virtudes medicinales del laurel son mayores de lo que pensamos. Así, cuando añadimos una hojita de laurel a un guiso, no sólo estamos mejorando su sabor, estamos ganando en salud.
El laurel, una gran fuente de minerales

En dos cucharada de laurel picado podemos encontrar 167 mg de calcio, 24 mg de magnesio, 106 mg de potasio, y 23 mg de fósforo. Además de estos minerales que contribuyen al correcto equilibrio electrolítico y al funcionamiento neuromuscular, encontramos en el laurel potentes antioxidantes como son la vitamina A, el selenio y la vitamina C que posee en iguales proporciones que la naranja.
Por otro lado, un mineral a destacar en el laurel es el hierro que podemos encontrar en cantidades cercanas a los 10 mg en sólo dos cucharadas de esta gran planta.
Como podemos ver, no sólo de dar aroma y sabor a los platos se trata cuando usamos hojas de laurel, sino que podemos encontrar valiosos micronutrientes en este pequeño ingrediente de nuestras recetas.
Fuente: vitonica.com
jueves, 11 de noviembre de 2010
Las propiedades digestivas del laurel

Digestivo y aperitivo por excelencia
Las hojas del laurel se han empleado como condimento y como medicina por sus cualidades para mejorar y calmar las digestiones. En su composición, se distinguen diversos ácidos orgánicos, ácidos grasos insaturados, sustancias de acción antioxidante y bactericida y minerales tales como manganeso, calcio, potasio y magnesio. A sus principios activos, el cineol y el eugenol, se les confieren propiedades para estimular el apetito, por lo que su uso está indicado en la elaboración de recetas para personas inapetentes, convalecientes o que necesiten comer más para cubrir sus requerimientos o para engordar. En estos casos, resulta más útil y efectivo tomar una infusión de laurel un rato antes de las comidas.
También se le adjudican en fitoterapia propiedades carminativas, es decir, cierta capacidad para reducir la formación de gases y la hinchazón abdominal, además de funciones protectoras del hígado. Este último efecto se nota por su acción colagoga, al estimular la producción y secreción de bilis, un aspecto que facilita la digestión de las grasas. Por todas estas propiedades, el uso de laurel conviene en la cocina y, en especial, en la elaboración de los platos de Navidad, que suelen ser contundentes, muy energéticos, grasos y poco digestivos.
Después de una comida copiosa, una infusión de laurel resulta aconsejable para calmar la digestión. Ésta conviene a quienes tienen malas digestiones por disfunción hepática o de la vesícula biliar, y notan digestiones lentas, pesadez, hinchazón y dolor abdominal tras las comidas.
Para preparar la infusión, se añaden unos 20 gramos de hojas de laurel (mejor las hojas más maduras) en un litro de agua. Se hierve de tres a cinco minutos, se retira del fuego y se deja templar y reposar con las hojas. La infusión se puede tomar varias veces al día. Si se bebe antes de las comidas, sirve como aperitivo y abre el apetito; si se toma después, calma las digestiones y la hinchazón. Las hojas frescas conservan mejor sus propiedades que las secas ya que, con el tiempo, los principios activos del laurel merman.
Infusión expectorante y bactericida
El laurel tiene efectos terapéuticos en el aparato respiratorio. Favorece la expulsión de las mucosidades de las vías respiratorias y contiene sustancias de acción bactericida, por lo que resulta muy adecuado en caso de afecciones como bronquitis y faringitis.
Algunas investigaciones se han centrado en determinar y confirmar el potencial antibacteriano de la decocción de algunas plantas para combatir diversidad de bacterias aisladas de la cavidad oral. La decocción o cocimiento es un método de extracción de los principios activos de una planta distinta a la infusión. En la decocción las plantas (sean hojas, semillas, tallos...), se añaden al agua fría que se calienta a fuego lento y se deja hervir varios minutos. En la infusión, se añade agua caliente a las plantas. En ambos casos, se deja reposar el preparado unos minutos, antes de colarlo y beber.
En un ensayo llevado a cabo por el Department of Microbiology de la University of Karachi (Pakistan), usaron hojas de laurel ("Laurus nobilis"), granos de pimienta negra ("Piper nigrum" L.), anís ("Pimpinella anisum" L.) y cilantro ("Coriandum sativum" L.). La decocción de pimienta negra se consideró la más efectiva contra infecciones bacterianas bucales, seguida de las hojas de laurel, mientras que el efecto del anís fue escaso y el del cilantro, nulo.
Efectos secundarios y contraindicaciones
La parte de uso más común y popular del laurel son las hojas, si bien otros preparados concentran sus principios activos, como aceite de laurel, infusiones, comprimidos o aceite esencial. Esto obliga a tomarlo siempre en la dosis indicada y con asesoramiento de un experto en fitoterapia.
El consumo de infusiones o decocciones concentradas de laurel puede ocasionar náuseas, vómitos e irritación de la mucosa gástrica y, por tanto, se desaconseja en caso de sufrir gastritis y úlcera o de tener el estómago delicado. Se han descrito casos de dermatitis de contacto y fenómenos de fotosensibilización, reacciones que se producen en la piel en contacto con la luz del sol, tras el uso tópico de cremas o aceites con extracto de laurel.

Cascada Inacayal - Villa La Angostura - Patagonia Argentina