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lunes, 19 de mayo de 2014

Postre Nepitelle

Ingredientes:

500 g de harina, 100 g de manteca, 150 g de azúcar. Para el relleno: 500 g de mermelada de uva, 250 g de almendras, 50 g pasas sultaninas, 20 g de canela, 200 g de azúcar, 200 g de cacao, un vaso de licor (strega).

Preparación:

Prepare la masa con la harina, la manteca y un vaso de agua, estírela con el uslero en una o dos hojas de un espesor de 8 milímetros. En una sopera coloque la mermelada, las almendras picadas la canela, las pasas, el cacao y el vaso de licor y, mezcle todos los ingredientes muy bien. Con la ruleta o también con un vaso corte muchas redondelas. Sobre cada disco ponga un cuchiaino de relleno, pliegue la masa y presione con los dedos los bordes para que queden bien cerrados y el relleno no se salga durante la cocción. Alínee las nepitelle sobre la lata del horno levemente enharinada y ponga al horno a fuego medio. Puede servirlas calientes o frías. 

Fuente: html.rincondelvago.com

jueves, 5 de febrero de 2009

Gastronomia en Venecia



Hemos hablado mucho de Venecia, sus paseos, sus canales, sus vistas, sus museos… Pero hay algo que no se debe olvidar: la gastronomía. Conocer un lugar es también aprender a conocer sus sabores, sus olores…

Lo cierto es que Venecia tiene fama de ser un lugar bastante caro. Y no es del todo mentira. Por ejemplo, si decidimos comer alrededor de la Plaza de San Marcos, sin duda nos resultará caro. Pero hay muchos lugares en los que se puede degustar la gastronomía de la zona sin necesidad de gastar demasiado.

Cuanto más lejos del centro nos encontremos, más barata nos resultará la comida y, además, recibiremos un trato más personalizado y auténtico. Tenlo en cuenta también a la hora de elegir tu alojamiento entre los distintos hoteles de Venecia.

Por supuesto, encontraremos pasta “al dente” (imposible no probarla en Italia), pero también rape, el pez San Pedro, se denomina Pez de San Pedro, porque se le asignan a las dos manchas redondas de sus costados como la marca de los dedos del apostol, que por orden de Dios cogió al pez para sacarle la pieza de oro para pagar el tributo. De hecho, los pescados y mariscos de la Laguna veneciana y del Lago di Garda, en las cercanías de la ciudad, son realmente apreciados.

Una recomendación: polenta.
Se trata de un pastel realizado con harina de maíz, que se puede comer como acompañamiento o como plato principal, relleno de carne o pollo. Entre los quesos de la zona, que también gozan de muy buena fama, destacan el Asiago, Montasio y Fontina.

Hay muchos lugares que se pueden visitar para degustar una buena comida, pero por ejemplo, destaca Da Gianni (Fondamenta Zattere, 918), Due Colonne (Calle della Chiesa, 2343), Osteria alla Frasca (Corte Carità, 5176), o la Taverna Aeolia (Piazza da Schio), que está situada en una villa del siglo XVI y donde sirven una pasta casera rellena exquisita.

Otro de los lugares que no se puede dejar de visitar en Venecia son alguno de sus más famosos cafés.

Como el Café Quadri, situado bajo los arcos de las Procuradurías Viejas.
Tiene mucha historia, ya que se abrió en 1775. Si visitamos la ciudad en verano, es recomendable sentarnos en la terraza, donde podremos escuchar música de toda la vida en directo. Eso sí, es uno de los más caros de Venecia.

Lo mismo sucede con el Café Florian, situado en la misma zona y muy caro. Pero la vista del atardecer sentado en el café, contemplando su rica decoración, merece la pena. Y, por supuesto, para finalizar la tarde, un buen cocktail en el Harry´s Bar, uno de sus locales más laureados y conocidos.

jueves, 22 de enero de 2009

Cocina Italiana



La cocina es, sin lugar a dudas, una parte muy importe de la cultura italiana.
Conocida en todo el mundo, amada y continuamente imitada, ha sido capaz de dar placer y alegría de vivir en todas las latitudes. Sabemos cuál es la reacción de cualquier individuo cuando, en cualquier caótica ciudad industrial del mundo, cansado y deprimido, encuentra un letrero de comida italiana: siente que su corazón se conforta. Se trata de una cocina rica, nutritiva y saludable, transmitida por siglos a través de la vida familiar. Su carácter es esencialmente campesino y, como tal, está vinculada a nuestra tierra y a los frutos que produce en el curso de las estaciones: en consecuencia, es una cocina genuina y basada en ingredientes naturales.

Es rica en exquisitos platos únicos, como la pasta con verduras, hortalizas o legumbres: ingredientes esenciales de nuestras tradiciones locales; pero también ofrece una gran variedad de carnes, excelente pescado (abundante en los mares de la península), quesos aromáticos y deliciosos postres.
Con todo, es indudable que el elemento fuerte en nuestra mesa es el “primer plato”, en todas sus variedades: pasta “seca” o en caldo, diferentes tipos de arroz guisado, sopas y minestrones, flanes, etc.
Pero no podemos olvidar que gran parte de los platos tradicionales más difundidos provienen de la cocina pobre, campesina y de las clases menos pudientes que, en el transcurso del tiempo, han creado -no obstante las difíciles condiciones de vida- auténticas “especialidades”.

Un ejemplo de ello son las sopas a base de pan duro y verduras - como la ribollita y el acquacotta de la Toscana - y una gran cantidad de platos que, a pesar de basarse en ingredientes de bajo “linaje”, se han transformado en platos clásicos de la cocina italiana. Esto demuestra que el buen sabor de un plato se debe, esencialmente, a la combinación mágica y única de sabores y aromas, tiempos de cocción, dosis de ingredientes, capacidad creativa individual y esmero durante la preparación.
Frecuentemente, en la preparación de una comida, es suficiente un detalle, un matiz, para superar las fronteras de un resultado “normal” y transformar cualquier plato en un verdadero triunfo del sabor. Por ese motivo, en la cocina italiana, la pasión es un requisito fundamental, sin el cual no es posible lograr la excelencia, como en todos los demás aspectos de la vida. Si bien con variantes regionales, nuestra cocina mantiene sus platos “fuertes” en todo el territorio, y permite crear manjares más importantes cuando es elaborada con mayor riqueza de ingredientes por cocineros refinados y expertos. Por último, deseamos ofrecer un consejo para preparar un almuerzo “a la italiana”.

Se puede comenzar con una entrada de “crostini” (tostadas) a la napolitana y, luego de estos reconfortantes sabores mediterráneos, continuar con un primer plato de macarrones con bróculi a la siciliana.
Luego pasamos al segundo plato: un espléndido cordero de leche al horno con patatas tempraneras.
Podríamos terminar aquí pero - como se sabe - siempre queda un pequeño lugar para el postre. Por lo tanto, podemos añadir al menú un aromático tiramisú: el postre ideal para coronar un almuerzo realmente excepcional.

Historia de la cocina Italiana


Italia es un país que le ha exportado al mundo su gastronomía. La historia nos cuenta que la comida italiana recibió influencia de otros países, tales como Grecia, África y los países asiáticos.

Los griegos, africanos y asiáticos que se establecieron allá trajeron sus comidas y maneras de cocinar. Por ejemplo, los griegos hacían un pan plano, el cual, se imagina, llevó a la creación de la pizza.

El hecho de comer, para los italianos, no es un acto sencillo; tiene un significado mayor. Es un momento de socialización, un momento de unión con sus familiares y de esa unidad de la familia, se acredita, nacieron los platos ricos y variados.

Por tener un clima y un suelo variado, Italia produce una variedad de cereales, frutas y legumbres. Por ejemplo, en el norte podemos encontrar trigo, arroz y maíz. La gente del norte usa esos cereales para hacer sus platos tradicionales, tales como el risotto, que se hace de arroz; y la polenta, que es un tipo de harina hecha de maíz, el cual se puede asar o cocer.

La polenta, en tiempos lejanos, fue un plato típico de las familias pobres del norte de Italia. Algunas familias tenían la costumbre de alimentarse con polenta en todas las refecciones del día.

En el sur de Italia, el clima es seco y rocoso, y los granjeros que viven en esta área, plantan aceitunas para comer y también para hacer el aceite. El aceite se usa mucho en la comida italiana. También en el sur, a la gente le gusta preparar la comida con muchos condimentos. El orégano, por ejemplo, es un tipo de condimento típico de la cocina italiana. Aunque se encuentre el orégano el toda Europa, es en el sur de Italia que se encuentra el orégano de mejor aroma.

La gente del sur también tienen la tradición de después de preparar la salsa, la guardar en botellas. Los italianos usan también bastante queso en la comida. Los más conocidos son: el parmigiano reggiano y el granna pagano. En 1840, se introduce el parmesano, el cual se usa en la mayor parte de los platos italianos. En Liguria, los quesos más usados son: el gorgonzola, el marscapone y el lodigiano. Éstos son diferentes quesos que se usa en diferentes platos.

También son famosos los dulces de Italia, por ejemplo la región de Sicilia está bien conocida por producir el cannolo, un dulce que está rellenado con natillas.

La refección principal en Italia se come en el medio del día y es compuesto de tres platos. El primero, usualmente es el arroz o la pasta. El segundo y principal plato, está compuesto de la carne, el pollo o el pescado. Y el último, es el postre.

Por ser la pasta el orgullo de los italianos, y por hacer parte del día a día de millones de personas, vamos hablar un poco de este plato especial. El origen de la pasta no es cierto. No se puede decir, con certeza, quién inventó la pasta. Hay relatos de que Marco Polo trajo la pasta del oriente. Pero, también se sabe que él volvió a Italia en el año 1295 y que antes de esa fecha ya había informaciones de la existencia de la pasta.

Algunos afirman que fueron los árabes que inventaron la pasta, pues conocieron al trigo antes de los italianos. Bueno, hasta hoy todas estas historias son cuestionables, pero, de una cosa los investigadores tienen certeza; el clima de Italia siempre fue bueno para el crecimiento del trigo duro, de donde viene la sémola.

La sémola, se usa para hacer las pastas secas. Las pastas secas se hicieron populares en los siglos XIV y XV y en el siglo XVII se hicieron parte importante de la dieta italiana, porque era un plato económico, que se podría adquirir fácilmente y versátil. Pastas secas contienen solamente agua y sémola.

En conclusión, se puede ver que la comida de Italia es magnífica. Es una comida rica, pues es compuesta de frutas, legumbres, cereales, y especias que dan sabor. Y es una comida bella también, pues hay una historia y un significado detrás de cada plato.

Cascada Inacayal - Villa La Angostura - Patagonia Argentina