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jueves, 20 de diciembre de 2012

Subvencionar frutas y verduras, un recurso para alentar su consumo

Así como se han generado impuestos a los refrescos o se prohibieron los refrescos grandes en Nueva York, la medida contraria como sería subvencionar las frutas y verduras, sería un buen recurso para alentar su consumo y así, beneficiar la salud, según lo indica un reciente estudio publicado en Plos Medicine.

Es real que existe una asociación entre el precio de los alimentos y las elecciones alimentarias que determinan nuestra dieta habitual, por ello, se analizaron 32 estudios que involucraban estos factores y si bien el incremento de precio de refrescos o alimentos ricos en grasas saturadas puede reducir su ingesta, también una disminución del precio de frutas y verduras puede alentar su consumo

Una reducción del 10% en el precio de estos alimentos tan saludables podrían aumentar su ingesta entre un 2 y un 8%, lo cual sin duda repercutiría en la calidad de la dieta y como consecuencia en la salud de las personas.

La verdad que creo que aunque no sean soluciones totales a la mala alimentación actual, subvencionar frutas y verduras es mejor recurso para influir en decisiones a favor de la salud que gravar la comida rápida o los refrescos.

O quizá una combinación de ambas medidas económicas origine mayores resultados. ¿Vosotros que opinan?

Vía | MuyInteresante
Imagen | Karimian

Fuente: vitonica.com

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Para una dieta más nutritiva, aprovecha la piel de las frutas y verduras

Así como la manzana esconde los beneficios en su piel, muchos otros alimentos concentran en su piel su contenido de fibra, de antioxidantes, vitaminas y/o minerales, por eso hoy te aconsejamos para lograr una dieta más nutritiva, aprovechar la piel de las frutas y verduras

Si bien en la piel pueden existir impurezas y restos químicos derivados de la producción, con un profundo lavado y en algunos casos cepillado, podemos consumirla con seguridad. Para aprovechar la piel de las frutas y verduras y así, obtener más nutrientes para la dieta, te dejamos los siguientes consejos:
  • Lavar y cepillar muy bien cada pieza y su piel antes de consumirla
  • Picar la fruta o verdura con piel para elaborar ensaladas y facilitar el consumo de la piel, generalmente más gruesa.
  • Consumir frutas y verduras asadas o grilladas con piel, porque durante la cocción la piel protege a la pulpa del escape de nutrientes y además, la piel se ablanda facilitando su ingesta.
  • Elaborar dulces y compotas con frutas y/o verduras con piel, por ejemplo, incorporar la cáscara de la naranja a un dulce o compota, o utilizar nectarinas, tomates, zanahorias para compotas sin retirar su piel
  • Incorporar la piel de frutas y verduras a batidos o licuados.
  • Hervir patatas, calabaza y zanahorias con piel y consumirlas de igual manera previa limpieza de cada pieza.
Si retiramos la piel de las frutas podemos quitar desde un 5 hasta un 30% de su fibra, y en muchos casos, restaremos vitamina C, vitamina A y antioxidantes. 

Aprovechar la piel de frutas y verduras nos permite lograr una dieta más nutritiva, no sólo porque allí hay buenos nutrientes, sino también, porque la piel permite conservar los nutrientes de la pulpa.
Imagen | Robynlou8

Fuente: vitonica.com

domingo, 1 de agosto de 2010

La ola de frío pegó en frutas y verduras: subas del 8% al 10%

Los aumentos que se detectaron la semana pasada en los precios mayoristas de las verduras –debido a la ola de frío que perjudicó las cosechas– ya se empezaron a trasladar a las góndolas y a las verdulerías . En los precios al consumidor, estas subas promediaron entre 8 y 10% . Y, en el caso de las verduras de hoja, las subas llegaron al 35%.

Según el relevamiento quincenal que hace la Asociación de Empresarios (ADE), las subas en el rubro Verdulería fueron las más altas en las tres plazas relevadas (Buenos Aires, Mar del Plata y Rosario) y se hicieron evidentes en la segunda quincena de julio.

“El aumento registrado en los precios mayoristas de las verduras, empiezan a aparecer en los precios al consumidor con un incremento promedio de un 8% a un 10% en los valores de las góndolas. En el caso particular de las hortalizas livianas, las de hoja, se observan aumentos del 30% al 35%, respecto de los valores de la quincena anterior”, consignó ese relevamiento privado. También, en el sondeo que hace todos los meses la entidad de usuarios Adelco, una de las subas importantes del mes –entre los 28 productos relevados– fue el de las papas, que en este caso, por las lluvias, se encarecieron 15,% en ese período.

La semana pasada, el alerta provino desde los productores frutihortícolas, quienes advirtieron pérdidas importantes en la producción como consecuencia del intenso frío y de las heladas. Eso disparó una suba del hasta el 100% en los precios mayoristas de algunas hortalizas, que –según se estimó– no tardaría muchos días en llegar a las verdulerías. Los productos más perjudicados fueron los provenientes de las provincias de Salta y Jujuy, donde las heladas y las tormentas de nieve afectaron los cultivos de tomates, papas, zapallitos y pimientos.

En Santiago del Estero, el mayor impacto lo sufrió la producción de cebollas. De acuerdo con las estimaciones iniciales, las mermas rondaron entre el 20 y 40% de la producción, y también hubo problemas con la lechuga y los choclos. La cosecha de pimientos que suele llegar de Salta, se vio perjudicada en un 70% por la ola polar. Por eso, su precio se duplicó en los últimos días. “El cajón pasó de 35 a 90 pesos de costo, y en muchas verdulerías se vende a $18 el kilo”, confió una fuente del Mercado Central. Los zapallitos, también se vieron afectados por el frío. “Hay pocos y también aumentaron”, confió la misma fuente.

Cuando se produjeron las alzas en los precios mayoristas y fueron publicadas en los diarios, tanto desde el Gobierno como del Mercado Central salieron a negar rotundamente las subas. Sin embargo, aunque se estima que los precios van a bajar con la mejora del clima, las subas se hicieron evidentes a los ojos de los consumidores.

Fuente: clarin.com

viernes, 7 de mayo de 2010

Elija mejor a sus frutas y verduras



Según un nuevo estudio hay peores y mejores frutas y verduras y si las elegimos cuidadosamente podemos lograr una gran diferencia en nuestra salud.

Por ejemplo, dicen los científicos del Instituto de la Salud Nutrilite, en Estados Unidos, si hacemos cambios simples en nuestra dieta como comer batata (boniato o camote) en lugar de zanahorias y consumir papaya en lugar de naranjas podemos disminuir el riesgo de varias enfermedades crónicas, incluidas las cardiovasculares, cáncer y diabetes.

La investigación, presentada durante la Conferencia de Biología Experimental que se celebra en California, Estados Unidos, esos y otros productos son una fuente muy rica de fitonutrientes, los compuestos químicos que se cree pueden proteger al corazón y las arterias y evitar ciertos tipos de cáncer.

Los fitonutrientes, o fitoquímicos, son compuestos que se encuentran de forma natural en los alimentos de origen vegetal.

Aunque se les conoce desde hace cientos de años, en las últimas décadas se han reconocido sus efectos positivos en la salud.

Aunque todos los productos vegetales son fuente de fitoquímicos, hay ciertos alimentos que tienen un nivel mucho más alto de estos nutrientes.

Además de la batata y la papaya, dicen los científicos, otros productos que contienen cantidades concentradas de fitonutrientes son las frambuesas, el berro y la col rizada.

Los investigadores analizaron los datos de estudios llevados a cabo en Estados Unidos sobre los hábitos alimenticios de la gente y las fuentes más comunes de fitonutrientes que se consumían.

Encontraron que la mayoría de los participantes obtenían fitonutrientes de un número relativamente pequeño de alimentos específicos que no necesariamente eran las fuentes más concentradas.

Los principales contribuyentes de fitonutrientes en la dieta de los participantes eran las naranjas, el jugo de naranja, las zanahorias, uvas, ajo, tomates, fresas, mostaza, té y varios productos de soja.

"La gente puede mejorar su consumo de fitonutrientes eligiendo fuentes más concentradas de estos compuestos así como una variedad más amplia" dice el doctor Keith Randolph, quien dirigió el estudio.

"Por ejemplo, las uvas son los principales contribuyentes de antocianinas (un tipo de fitonutriente) en la dieta de la mayoría de los estadounidenses".

"Pero los arándanos en realidad contienen cantidades más altas de estos compuestos. Y los estudios sugieren que las antiocianinas mejoran la salud del corazón", agrega el investigador.

Los científicos agregan que si se reemplaza a las zanahorias por la batata se puede duplicar el consumo de betacarotenos y si comemos papaya podemos obtener 15 veces más beta cryptoxantina que si ingerimos naranjas.

De la misma forma, la col rizada contiene tres veces más luteína-zeaxantina que la espinaca; las frambuesas tienen tres veces más ácido elágico que las frutillas; y una taza de berro contiene tantos isotiocianatos como cuatro cucharadas de mostaza.

"Estos resultados no sólo subrayan la importancia de la cantidad sino también el impacto que la calidad y la variedad de las frutas y verduras que consumimos pueden tener en nuestra salud" dice el doctor Randolph.

Fuente: bbc.co.uk

domingo, 2 de mayo de 2010

Elija mejor a sus frutas y verduras

¿Fresas o frambuesas? ¿Naranjas o papaya? ¿Col o espinacas? Parecería que la elección no importa y que basta con comer regularmente frutas y verduras, cualesquiera que sean. Pero no es así.

Papaya

La papaya contiene 15 veces más betacryptoxantina que las naranjas.

Según un nuevo estudio hay peores y mejores frutas y verduras y si las elegimos cuidadosamente podemos lograr una gran diferencia en nuestra salud.

Por ejemplo, dicen los científicos del Instituto de la Salud Nutrilite, en Estados Unidos, si hacemos cambios simples en nuestra dieta como comer batata (boniato o camote) en lugar de zanahorias y consumir papaya en lugar de naranjas podemos disminuir el riesgo de varias enfermedades crónicas, incluidas las cardiovasculares, cáncer y diabetes.

La investigación, presentada durante la Conferencia de Biología Experimental que se celebra en California, Estados Unidos, esos y otros productos son una fuente muy rica de fitonutrientes, los compuestos químicos que se cree pueden proteger al corazón y las arterias y evitar ciertos tipos de cáncer.

Los fitonutrientes, o fitoquímicos, son compuestos que se encuentran de forma natural en los alimentos de origen vegetal.

Aunque se les conoce desde hace cientos de años, en las últimas décadas se han reconocido sus efectos positivos en la salud.

Nivel concentrado

FUENTES RICAS DE FITONUTRIENTES

  • Batata (camote): rico en betacarotenos
  • Arándanos: ricos en antocianinas
  • Papaya: rica en betacriptoxantina
  • Col rizada: rica en luteína/zeaxantina
  • Frambuesas: ricas en ácido elágico
  • Berro: rico en isotiocianatos

Aunque todos los productos vegetales son fuente de fitoquímicos, hay ciertos alimentos que tienen un nivel mucho más alto de estos nutrientes.

Además de la batata y la papaya, dicen los científicos, otros productos que contienen cantidades concentradas de fitonutrientes son las frambuesas, el berro y la col rizada.

Los investigadores analizaron los datos de estudios llevados a cabo en Estados Unidos sobre los hábitos alimenticios de la gente y las fuentes más comunes de fitonutrientes que se consumían.

Encontraron que la mayoría de los participantes obtenían fitonutrientes de un número relativamente pequeño de alimentos específicos que no necesariamente eran las fuentes más concentradas.

Frutas y verduras

Los alimentos más populares no siempre son los más nutritivos.

Los principales contribuyentes de fitonutrientes en la dieta de los participantes eran las naranjas, el jugo de naranja, las zanahorias, uvas, ajo, tomates, fresas, mostaza, té y varios productos de soya.

"La gente puede mejorar su consumo de fitonutrientes eligiendo fuentes más concentradas de estos compuestos así como una variedad más amplia" dice el doctor Keith Randolph, quien dirigió el estudio.

"Por ejemplo, las uvas son los principales contribuyentes de antocianinas (un tipo de fitonutriente) en la dieta de la mayoría de los estadounidenses".

"Pero los arándanos en realidad contienen cantidades más altas de estos compuestos. Y los estudios sugieren que las antiocianinas mejoran la salud del corazón", agrega el investigador.

Los científicos agregan que si se reemplaza a las zanahorias por la batata se puede duplicar el consumo de betacarotenos y si comemos papaya podemos obtener 15 veces más beta cryptoxantina que si ingerimos naranjas.

De la misma forma, la col rizada contiene tres veces más luteína-zeaxantina que la espinaca; las frambuesas tienen tres veces más ácido elágico que las fresas; y una taza de berro contiene tantos isotiocianatos como cuatro cucharadas de mostaza.

"Estos resultados no sólo subrayan la importancia de la cantidad sino también el impacto que la calidad y la variedad de las frutas y verduras que consumimos pueden tener en nuestra salud" dice el doctor Randolph.

Fuente: bbc.co.uk

sábado, 23 de mayo de 2009

El I+D revoluciona el sector de la alimentación en España



MADRID (Diario El País).- ¿Frutas y verduras frescas? ¿Envasadas? ¿Conservadas en frío? La respuesta es de todo tipo. Los hábitos de consumo de frutas y verduras están cambiando. Y está remontando, aunque ligeramente, el consumo tras años de estancamiento.

Dos décadas atrás, casi todo el consumo de frutas y verduras era de primera gama, o sea, de productos sin elaborar. En paralelo, se extendieron los de segunda gama: productos congelados. Los llamados de tercera gama (enlatados) siguen teniendo su mercado. Ahora crecen con fuerza los de cuarta gama: frutas y ensaladas lavadas, cortadas y lista para consumir, y también verduras. Los avances para mantenerlos en buen estado permiten consumir esos productos todo el año en buenas condiciones y están revolucionando el consumo.

"Empezamos hace 20 años. Hasta que ha llegado la crisis hemos crecido a un ritmo del 20% cada año", dice Kuca Oficialdegui, directiva de la empresa Vega Mayor, una de las mayores del sector, que comercializa productos de cuarta gama con la marca Florette. "Con la crisis ha bajado el ritmo de crecimiento, pero los productos de cuarta gama ya están en la mitad de los hogares españoles", dice Oficialdegui.

La temporada de recogida para muchas frutas y verduras empieza en mayo y junio. Son fechas de consumo óptimo. Pero las estanterías de las tiendas están repletas de fruta y verdura todo el año. Las sandías dejaron de comerse sólo en primavera y en verano; la uva no se consume únicamente desde final de agosto hasta diciembre, y el albaricoque, en primavera y verano. Pueden consumirse todo el año porque ha cambiado la forma de producir y conservar el producto.

Los expertos dicen que el consumo continuado se debe a los invernaderos, que producen de forma intensiva; las técnicas de mantenimiento en frío, que alargan la vida de los productos; las importaciones, que permiten tenerlos todo el año, y la gran innovación que han hecho la industria y la Universidad, que están logrando buenos resultados para mantener las propiedades de los alimentos tras la cosecha o la recogida del fruto.

Antonio Trujillo investiga sobre cómo alargar la vida de alimentos como la fruta y la verdura cortada, pelada y envasada. En España, "se trabaja con un buen nivel de innovación", dice Trujillo, profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) e investigador del Centro Especial de Investigación Planta de Tecnología de Alimentos de esta universidad.

Para mantener en buen estado el producto, ´los métodos tradicionales consisten en someter a las frutas y verduras troceadas a una atmósfera modificada con C02 y nitrógeno, entre otros gases´, dice Trujillo. Este investigador somete a los alimentos "a altas presiones hidrostáticas", que permiten eliminar los microorganismos que actúan contra el producto. "Así podemos mejorarlo sin afectar a sus características de aroma, sabor, gusto y textura y sus propiedades nutricionales", asegura Trujillo.

Juanjor es una empresa familiar de Torre Pacheco, en Murcia. Se dedica a recoger y vender fruta y verdura con su propia marca. Una parte la conserva en frío. La empresa tiene fincas en el Campo de Cartagena y La Manga del Mar Menor. "Aquí tenemos muchas horas de sol y clima suave", dice el gerente de la empresa, Manuel Bueno. El gerente explica que utilizan cámaras de refrigeración en el mismo campo de Murcia, a pie de la huerta, para no perder la cadena de frío. "Así se corta la maduración del producto para que aguante mejor sin perder calidad", explica. Bueno añade que se mantiene la calidad si el producto está bien guardado. Juanjor está especializada en melones, que empiezan a recogerse precisamente a mediados de este mes.

Desde el árbol a la mesa, el periplo de un fruto puede durar meses. Imaginen una manzana que fue arrancada del árbol al empezar la recolección, en junio, y llegó a la mesa, lista para ser comida, en noviembre. Primero, estuvo almacenada unas horas, luego permaneció guardada en frío varias semanas, más tarde fue vendida a un mayorista y luego a una tienda donde la compró un consumidor que se la comió. Las técnicas para alargar la vida de un fruto pueden mantener esa manzana en buenas condiciones durante muchos meses. Si el proceso está mal hecho, el producto pierde sabor.
Muchos consumidores dicen que la fruta no sabe igual que antes. ¿Qué diferencias hay entre la recién cogida respecto a la conservada en frío? Habla Jordi Graell, ingeniero agrónomo y profesor de tecnología de los alimentos de la Universidad de Lleida. "Es cierto que la fruta madurada en el árbol y consumida en temporada presenta una calidad excelente, si la comparamos con la que ha estado conservada frigoríficamente a lo largo de un tiempo más o menos prolongado", asegura este experto. Pero Graell dice que se pueden conseguir buenas frutas y verduras conservándolas en frío, siempre que se haga bien. Usar el frío "es una técnica segura, no tóxica para el producto, en la que se simula la conservación que tradicionalmente ha aplicado el hombre cuando guardaba sus alimentos en cavernas, cuevas o recintos con baja temperatura. Si, además del frío, se reduce la concentración de oxígeno en el aire, los frutos y hortalizas disminuyen su respiración y economizan más todavía sus reservas", dice este ingeniero agrónomo.
No todas las variedades de fruta conservada en frío aguantan igual. "Variedades como golden y fuji (en manzanas) o blanquilla y conferencia (en peras) se conservan muy bien hasta la primavera siguiente después de la recolección", dice Graell. El enfriamiento durante un tiempo excesivo tiene el riesgo de mermar la calidad. "Si se pretende alargar al máximo la conservación en frío, perderemos calidad en la fruta, a causa, por ejemplo, de disminución del aroma, de pérdida de acidez y de ablandamiento excesivo", añade Graell.
Pero hay variedades como "las manzanas gala o las peras limoneras, que deben comercializarse y consumir en temporada o tan sólo tras unos pocos meses después de la cosecha, si queremos que tenga la calidad suficiente", añade este profesor de la Universidad de Lleida.
La mejor época para consumir albaricoques, por ejemplo, es la primavera y el verano; para el aguacate, desde la primavera hasta noviembre; para la manzana, desde julio a enero, y para la pera, a partir de junio hasta final de año, según un calendario elaborado por el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural, junto a la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), una guía con las fechas de consumo óptimo (véase gráfico), ligado al tiempo de recogida. "Se están consiguiendo buenos resultados con la maduración en frío de las frutas y verduras, aunque lo mejor es consumirlas de temporada, preferentemente en la época que toque la recogida", dice Antonio Trujillo. "Hay que fijarse", añade este investigador, "en que el producto no esté arrugado, que no tenga golpes o lesiones por el transporte y que tenga el color adecuado", añade.
Hay incluso productos que pueden mejorar en frío. Graell reconoce que "aunque, en general, es cierto que la estancia en cámara provoca alguna pérdida de calidad, no siempre es así. Hay algunas variedades de pera (como decana de comice y flor de invierno) que presentan mejor calidad si se guardan unas semanas en frío que no si se consumen directamente en temporada", dice Graell.
La razón de que algunos productos se mantengan mejor en frío está en que se "desencadena en el producto vegetal una marcada formación de etileno, compuesto que actúa a concentraciones muy bajas pero con unos efectos sorprendentes en cuanto que transforma al fruto inmaduro en un fruto maduro, cambiando su color, su textura, su gusto y su aroma", añade este investigador.
Antonieta de Cal, investigadora del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria, señala: "Trabajamos para controlar la podredumbre parda del melocotón. Es una enfermedad que se inicia en el huerto causada por un hongo". "Buscamos que el índice de enfermedad en esta fruta sea el mínimo. Lo normal es poner la fruta en cámaras para que el hongo no se desarrolle después de haber tratado el producto con fungicidas en el campo. Pero el melocotón es una fruta que se conserva mal en fresco y aguanta ahí muy poco, unos 15 días. No pasa como con las manzanas, que pueden estar meses en frío", añade esta investigadora.
"Lo que hacemos como alternativa a los productos químicos es usar productos biológicos, hongos, que viven sobre la superficie del melocotón y combaten a los hongos que provocan la enfermedad. Así no se ve afectado el sabor de la fruta. Los fungicidas tienen el inconveniente, frente a nuestra investigación, de que alteran la flora y la fauna y dejan residuos", agrega De Cal.
"Si compramos productos frescos y los conservamos mal, mejor comprarlos envasados", dice Anna Bach, doctora en Salud Pública Nutricional y coordinadora científica de la Fundación Dieta Mediterránea. ´En la medida de lo posible hay que intentar comer productos frescos de temporada´, añade Bach, pero señala que el producto bien conservado también es bueno.
El consumo de fruta y verdura ha tenido una ligera subida después de un periodo de descenso durante varios años, según datos de la Fundación para la Dieta Mediterránea. El consumo medio en España es de medio kilo por persona y día. Llegó a superar los 600 gramos hace dos décadas, luego bajó y ahora se recupera.
El Observatorio de la Dieta Mediterránea dice que "las verduras, hortalizas y frutas son la principal fuente de vitaminas, minerales y fibra de nuestra dieta y nos aportan, al mismo tiempo, una gran cantidad de agua".
Al margen de la tecnología y la innovación, consumir todo el año tampoco sería posible sin las importaciones y los invernaderos donde se produce bajo plástico. Desde hace tres décadas, zonas de Almería y Murcia son productores intensivos de fruta y verdura durante casi todo el año, gracias a su clima y a sus invernaderos de plástico. Son mares de plástico que cubren los campos y permiten producir durante todo el año con la ayuda del clima y el proceso de calor instalado en ellos.
La superficie dedicada a invernaderos se ha disparado en España. Hace 10 años era de 52.990 hectáreas. En 2006 ya era de 65.218, un 25,4% más que seis años atrás, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Si se compara con hace una década, el crecimiento de la superficie dedicada a cultivos en invernaderos (hortalizas, fruta y hasta flores) ha sido del 56%.
No hay ningún país en Europa que tenga más superficie en invernaderos que España. Ni siquiera Italia -que aunque tiene menos territorio que España, disfruta de un buen clima en muchas regiones- se acerca a España. Italia cuenta con un 36% menos que España de cultivos en invernaderos, según el INE. El único país comparable, en proporción a su tamaño, es Holanda, con 10.540 hectáreas de cultivo en invernaderos.
El informe anual 2009 de la Fundación para la Innovación Tecnológica Cotec cita como ejemplo de agricultura intensiva a la provincia de Almería. En 1975, la agricultura almeriense facturaba 57 millones de euros y en la campaña 2006-2007 se alcanzó la cifra de 1.443 millones de euros. Gracias a los invernaderos, Almería está exportando algo más de la mitad de su producción agraria, según Cotec, el 96% hacia el resto de Europa.
Pero ¿tienen inconvenientes los invernaderos? Habla Amos García, profesor de la Universidad de Almería, que ha investigado sobre ellos. No está en contra porque son una fuente de riqueza pero advierte sobre algunos perjuicios para el medio ambiente. "Se está haciendo un uso intensivo de productos fitosanitarios y de fertilizantes" en la agricultura intensiva, dice este experto, que denuncia que algunos invernaderos están produciendo "heridas en el paisaje" y que generan residuos de plástico y envases. Por ejemplo, "en la zona de poniente de Almería al oeste de la capital, está El Ejido, la mayor concentración de invernaderos de la provincia, y se están instalando algunos invernaderos ilegales en el parque natural del Cabo de Gata", critica este profesor.
La otra vertiente desde la que se avanza hacia la calidad es a través de la agricultura ecológica. Suele ser más cara y garantiza, con etiquetas certificadoras, que no se han usado productos químicos de síntesis (fertilizantes, plaguicidas o antibióticos). El año pasado había 1,3 millones de hectáreas dedicadas a la agricultura ecológica en España. En 1995 apenas había 24.000 hectáreas, según el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural.
Sebastián Tobarra © EL PAIS, SL.

Cascada Inacayal - Villa La Angostura - Patagonia Argentina