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lunes, 23 de junio de 2014

Pesarse después de hacer ejercicio no tiene mucho sentido

Y es que no es la primera vez que oigo eso de: “ayer me pesé después de venir de correr y había perdido un kilo”. Pesarse después de hacer ejercicio no sirve de mucho, casi todo el peso perdido va a ser a base de líquido por el sudor. Incluso en verano cuando hace mucho calor podemos llegar a perder dos kilos si nos pesamos después de hacer ejercicio.

Como es evidente, después del ejercicio toca comer e hidratarse, por lo que ese peso perdido se minimiza bastante. El peso no es algo estable, varía mucho según la hora del día, las comidas, el ejercicio, por eso lo mejor para controlar el peso es pesarse siempre a la misma hora, con la misma báscula y nunca después de las comidas o ejercicio.

Es igual que cuando comes medio kilo de comida, ese medio kilo no necesariamente se va a convertir en peso corporal, ya que parte se disipará como energía, otra parte pasará a las reservas y el resto se irá como desecho. Después de hacer ejercicio el cuerpo tiene que asimilar líquido hasta dos horas después para asegurar la hidratación, por lo que el peso que hemos podido perder tiende a igualarse.

Eso sí, el ejercicio regular va a hacer que poco a poco se vayan agotando las reservas grasas, que es con lo que sobre todo vamos a perder peso. Cambia el hábito de pesarte después de hacer ejercicio por hacerlo una vez a la semana y a la misma hora (recomendable hacerlo recién levantado), así si verás realmente cómo varía tu peso.

Los peores momentos para pesarse

Pesarse forma parte de nuestro control corporal si estamos cuidando la línea o simplemente buscamos mantenernos en forma, sin embargo, si queremos tener un resultado real, debemos saber que no cualquier momento es apropiado para subirse a la báscula. Por ello, te mostramos los peores momentos para pesarse que tú deberías evitar:
  • Después de comer: tras una ingesta nuestro cuerpo se encuentra en proceso de digestión, con el estómago lleno y localizando líquidos en diferentes órganos para metabolizar lo consumido, por ello, es frecuente que la báscula arroje un resultado superior al peso real. Lo recomendable entonces es pesarse con el estómago vacío.
  • Por la noche: a lo largo del día el peso corporal suele incrementarse, ya que el cuerpo ha cargado una jornada de actividades, diferentes ingestas de alimentos y fatiga que puede contribuir a una mayor retención de líquidos. Lo ideal es pesarse a primera hora del día en que estamos descansados y en ayunas.
  • En las mujeres, durante el período menstrual: durante el período menstrual las hormonas favorecen la retención de líquidos, por lo tanto, al pesarnos obtenemos un resultado superior al real sólo por un cambio en los fluidos corporales. Lo ideal es pesarse antes de los dos días de comenzar el período y después de los dos días de haber culminado el mismo.
  • Después de entrenar: tras un esfuerzo físico durante el cual hemos sudado, es frecuente que la báscula arroje un resultado inferior al real, dada la pérdida de líquidos que se recuperará con sólo beber agua y comer alimentos. Por lo tanto, lo ideal es no pesarse después de habernos ejercitado.
Claramente la báscula puede arrojar resultados muy diferentes según el momento del día en que nos pesamos. Por ello, recuerda cuáles son los peores momentos para pesarte, de manera de evitar los mismos y obtener un peso más real al momento de la medición.

No olvides que el movimiento, las hormonas o las comidas pueden influir considerablemente sobre los fluidos corporales y demás componentes del organismo que pueden afectar el peso, por ello, lo ideal es pesarse en ayunas, por la mañana, con la vejiga vacía y la menor cantidad de ropa posible.


Fuente: vitonica.com

miércoles, 11 de junio de 2014

Pasar hambre no sirve: contra el sufrimiento silencioso del que vive a dieta

La especialista convoca a un encuentro donde se tratará el problema del eterno dietante y su padecimiento, además de promover otro modelo de alimentación y cuidado del peso y la salud, basado en un cambio de hábitos hacia una vida más sana.

por  Dra. Mónica Katz

Con total asombro sigo siendo espectadora involuntaria de lo que la gente es capaz de padecer para alcanzar un cuerpo idealizado. Es que los dietantes son seres sufrientes pero silenciados. Sin embargo esto es hasta cierto punto comprensible. Hemos construido entre todos, una cultura con eje en la imagen y la eterna juventud. 

Lo que me preocupa de manera creciente, es la proliferación de propuestas terapéuticas riesgosas que llegaron para instalarse como "modelo" de tratamiento. Validadas por famosos, por gurúes o por los medios que los difunden. Dietas extremas en calorías; dietas de hambre. Dietas extremas en nutrientes; dietas prehistóricas elevadas en proteínas o ridículamente reducidas en hidratos. Dietas que son casi metareligiones.
Pero lo peor es que este dietismo ya epidémico no muestra funcionar para la mayoría y sin embargo reina un profundo silencio ¿cómplice? Por supuesto que no todos defendemos esas prácticas. Solo pecamos de indiferentes.

Ese es el objetivo del 1° Encuentro No Dieta. Poder salir del silencio. Poder juntar nuestras voces de protesta a un modelo de hambre como único tratamiento posible del sobrepeso. Convocamos a los que creen que es posible perder peso sin renunciar al placer primario del alimento y del placer (*)

Dietas: pasar hambre y dejar de lado el placer no sirve

Tras más de un siglo de dietas presenciamos una epidemia de obesidad, sobrepeso y cinturas "gordas", lo cual preocupa por su asociación a mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y enfermedad cardiovascular. Frente a ello, lo recurrente es "hambrear" a la gente con dietas muy bajas en calorías, poco placenteras y nada sostenibles en el tiempo.

Resultado: fracasos, abandonos y más obesidad. Es imprescindible frente a esta realidad contar con nuevas ideas frente a los viejos errores. Les propongo repasarlos e intentar la aventura de bajar de peso y mantenerlo para siempre con simples pasos.

1) Alimentate bien.

Uno de los principios básicos es incluir alimentos de cada grupo, si bien muchos poseen mala "prensa" , la ciencia los ha rehabilitado:

Hidratos de carbono o harinas: Elegir los cereales enteros o integrales: son aquellos que conservan las tres partes del cereal (el salvado, el endospermo y el germen). En general consumimos harinas refinadas a las que la molienda les ha quitado todos los componentes salvo el endospermo (con la consecuente pérdida de vitaminas, minerales, antioxidantes, fibra, prebióticos, en fin, un "paquete" único de salud). A su vez, utilizar los que poseen bajo índice glucémico, es decir los que al ingerirlos se absorben y degradan lentamente. Incluir alimentos con almidón resistente (papa cocida con cáscara y enfriada o spaguetti al dente), que no pueda ser degradado por las enzimas presentes en el intestino humano. De esta forma podemos comerlos sin quedarnos con las calorías que estos poseen.

Frutas y verduras: consumiendo por lo menos 5 porciones de este grupo, prevenimos obesidad, diabetes y cáncer. Proporcionan volumen a nuestro menú y nos dan saciedad.

Lácteos: Una de las carencias más extendidas en el mundo es la de calcio, producto del reemplazo de la leche por jugos y gaseosas y por la ausencia del hábito de desayuno. Se ha comprobado que la leche, y particularmente la descremada, posee múltiples elementos que la tornan un excelente complemento para adelgazar.

Proteínas: Lamentablemente desde "la era del colesterol", muchos eliminan o reducen este grupo de alimentos, pues la asocian con el hecho de poseer exceso de grasa. Sin embargo, las proteínas de las carnes son excelentes para realizar un plan de adelgazamiento sustentable por varios motivos: son muy saciógenas e incrementan el gasto metabólico corporal (el organismo invierte combustible para degradarlas y, así, de lo ingerido nos queda sólo un 60% aproximadamente). Grasas: Son tradicionalmente "el enemigo". Sin embargo, son absolutamente necesarias y si sabemos seleccionar las mejores. Las llamadas saturadas o animales y las trans-hidrogenadas derivadas de aceites vegetales- son las que deben ser controladas. Pero las omega 3, presentes en los pescados y en semillas de lino o chia, poseen propiedades sorprendentes (antidiabetes, antidepresivas, anti arritmias cardíacas, anti cáncer). Además, ayudan en el descenso de peso.

2) Respetá la frecuencia de comidas

El cuerpo humano es un transformador de energía: si no comemos, la ahorrará porque interpretará que no disponemos de ella. Si funcionamos en modo "ahorro", sólo lograremos rebotar y subir rápidamente de peso. Lo que se debe hacer es comer regularmente, hacer cuatro comidas. Muchos programas de adelgazamiento proponen colaciones entre comidas: es contraproducente siempre que no tengamos hambre --es decir, necesidad de combustible--, pues agregamos, sin necesidad, calorías a nuestro menú diario.

3) Aprendé a armar un ambiente "seguro"

Los humanos somos "completadores". ¿Qué significa ésto? Que percibimos un "todo", un objeto en su totalidad, y hasta que no lo terminamos completamente, no lo podemos olvidar. El todo de una bolsa de confites MM será todo el paquete: nuestro cerebro no se detendrá hasta acabarlo. Lo mismo sucede con el paquete de galletitas o el kilo de helado. La idea moderna no es controlar la cantidad de ese alimento una vez que tenemos delante el paquete: es, por el contrario, armar un ambiente seguro: si algo no lo podemos manejar porque nos gusta demasiado, lo comemos en la confitería, en el bar o, de lo contrario, compramos sólo una unidad, que empiece y termine.

4) Identificá los disparadores

Los humanos estamos expuestos a disparadores de descontrol alimentario que están en nuestro medio ambiente habitual. Y también existen disparadores internos, emocionales, que nos hacen comer sin hambre. Por ello, debemos aprender a percibir cuáles son y a comer sólo por hambre "real".

En casa, las fuentes; en el restaurante, la panera; en el trabajo, la máquina expendedora... Todo nos estimula a comer. Elimine, dentro de lo posible, estas señales disparadoras de descontrol o picoteo.

Además, están los disparadores emocionales: los humanos poseemos una zona de comodidad emocional, neutra. Sin embargo, la vida transcurre, en general, fuera de esta zona y, entonces, hacemos uso de la comida para volver a nuestra zona "cómoda". En realidad, no queremos comida, deseamos neutralidad psíquica. Quizás bajar y mantener un peso saludable es afrontar la vida, aún fuera de nuestra zona cómoda, sin recurrir a la comida toda vez que no registremos hambre real.

5) Jerarquizá el placer

Una de las funciones del alimento es brindar placer. Sin embargo, producto de tanto "dietismo", la comida se ha transformado en nuestro enemigo, en un elemento prohibido, lo cual la vuelve generadora de deseo y descontrol. Devolvamos al alimento a sus fuentes --nutrición y placer-- legalizando nuestros alimentos preferidos: si los volvemos cotidianos, podremos bajar el deseo por ellos.

Regla práctica: preguntate qué alimento no podría faltar en tu menú habitual si desearas bajar peso, si no fueras diabética o cardíaca. De esa lista, proponete administrarte una dosis pequeña diaria, legalmente, sin culpas. Si te parece poco, si te resulta escaso, pensá: ¡¡no será mi última cena!!

Por Mónica Katz, médica especialista en nutrición, responsable del sitio Fat-Fit.

La doctora llevará su evento "No dieta" al interior del país. Será gratuito y se realizará el sábado 5 de julio, de 9 a 12 horas, en el Hotel Sheraton Córdoba (Av. Duarte Quiróz 1300) y el sábado 26 de julio, de 9 a 12 horas, en el Hotel Sheraton Mar del Plata (Alem 4221). Para participar, hay que inscribirse previamente enviando un mail a nodieta@dramonicakatz.com.ar

Foto: Getty
Fuente: entremujeres.com

lunes, 2 de junio de 2014

Control del peso corporal: teoría del punto fijo o "set point"

A poco que nos interesemos y leamos cosas sobre el control del peso corporal, nos daremos cuenta de la cantidad de factores que intervienen. Una persona no adelgaza o engorda debido a tres o cuatro factores, hay de por medio factores ambientales, genéticos, culturales, a corto plazo, largo plazo...Hoy nos vamos a centrar en una "teoría" del control de peso a largo plazo llamada teoría del punto fijo o set point.

¿En qué consiste la teoría del punto fijo o set point?


Según esta teoría, el cuerpo está programado o tiene cierta predisposición a tener un peso corporal más o menos fijo. Si en algún momento el peso corporal se desvía de este punto fijo, el cuerpo despliega mecanismos metabólicos para volver al teórico punto. Esto es algo parecido, salvando las distancias, a lo que sucede con nuestra temperatura corporal, que a lo largo de nuestra vida suele mantenerse constante.


Esta adaptación de los procesos metabólicos para mantener un peso constante se denomina termogénesis adaptativa, de forma que el organismo aumenta o disminuya la producción de energía para ganar o perder peso, de forma que este se mantenga cercano al teórico set point o punto fijo. Es púramente un mecanismo de retroalimentación, algo parecido a un termostato.


El set point es el peso corporal al que suele tender nuestro organismo, regulándose para no desviarse mucho de él.


Siempre teniendo en cuenta que esto es una teoría y que se desarrolló en torno a experimentos con ratas, os estaréis preguntando qué es lo que decide cuál es nuestro set point o peso fijo. Sería una suerte que nuestro set point fuera un peso considerado saludable y, en cambio, un fastidio si nuestro set point se metiera en el sobrepeso o delgadez. Parece ser que es el hipotálamo es la zona del cerebro que juega el papel principal a la hora de establecer el punto fijo para el peso corporal.



En el hipotálamo se regulan funciones importantes como la temperatura corporal o la sensación de hambre. La capacidad de esta glándula de percibir los niveles de glucosa o leptina, la hacen fundamental a la hora de regular el metabolismo alrededor de ese teórico punto fijo. En Vitónica ya hemos hablado de la leptina, una hormona que juega un papel importante en el control del peso corporal a largo plazo.

El papel de la leptina en el control del peso corporal


Una modificación significativa de nuestro peso corporal suele estar condicionada por ganancia o pérdida de grasa. A mayores depósitos de grasa, mayor cantidad de leptina se va a producir y viceversa. La leptina circula en sangre y al llegar al hipotálamo inhibe neuropéptido que estimula la ingesta de alimentos. Es decir, la leptina nos quita las ganas de comer y también hace que aumente el gasto energético en reposo al activar la termogénesis.


Pongamos un ejemplo práctico de una persona que habitualmente pesa 75 kilos, por tanto podemos decir que su punto fijo o set point es de 75 kilos. En una época donde comieza a comer más y a acumular más grasa, según la teoría del punto fijo, aumentarían los niveles de leptina, lo que haría que en el hipotálamo se inhibieran las señales que nos inducen a comer alimentos y, al mismo tiempo, se aumentaría la termogénesis para aumentar el gasto energético en reposo. En definitiva, menos apetito y más gasto de energía, con la intención de volver a este set point.


Los niveles de leptina dependen de la grasa corporal y se encarga de regular el apetito y el metabolismo basal.


Por el contrario, si esa misma persona comienza a disminuir sus depósitos de grasa, disminuirían los niveles de leptina, haciendo entonces que aumentara la sensación de hambre y que disminuyera la termogénesis. Estas medidas irían encaminadas a aumentar el peso corporal para reestablecerlo al set point.

La obesidad y el desajuste del punto fijo



Si todo fuera tan bonito como lo que hemos explicado, el cuerpo se regularía solo y no habría problemas de obesidad. Pero sabemos que eso no es así, hay personas que ganando masa grasa siguen teniendo apetito y su termogénesis no es lo suficiente como para hacer frente a ese aumento de peso. Entonces, algo falla, ¿el qué? Como hemos dicho antes, la obesidad no es algo simple, es un proceso multifactorial y aunque el cuerpo tiene mecanismos para frenarla, no es suficiente.


En los últimos 40 años las cifras de obesidad van en aumento, algo que podemos intuir que va paralelo al desarrollo de nuestra sociedad y el cambio en los hábitos alimenticios y físicos (sobrealimentación y sedentarismo). Comer mal y movernos poco, afecta a los mecanismos de regulación del apetito, que se vuelven menos eficaces en la lucha por establecer nuestro punto fijo e incluso elevan ese punto fijo a un peso superior.


Antes hemos explicado el papel de la leptina en la regulación del peso. ¿Y si nos hiciéramos resistentes a la leptina? Es decir, ¿y si por mucha leptina que segregara nuestro organismo, los receptores del hipotálamo no funcionaran? Simplemente este mecanismo quedaría anulado. Incluso al ganar peso, el cuerpo entendería que se ha establecido otro punto fijo mayor, con lo que es más difícil bajar peso.

Conclusiones personales sobre la teoría del punto fijo



Siendo una teoría, personalmente me parece una aproximación muy acertada dentro de una de las perspectivas de la obesidad. En algún estudio, se ha sobrealimentado a varios sujetos para hacerles ganar peso y luego devolverlos a su hábitos de vida normales. El resultado ha sido la vuelta a un peso cercano a su "punto fijo". El cuerso siempre tiende a la homeostasis y el peso no es una excepción.


Yo, que soy ectomorfo, muchas veces me he preguntado: ¿por qué por mucho que coma siempre suelo pesar lo mismo? Llevo unos 10 años moviéndome alrededor del mismo peso, 3 kilos arriba o abajo y me cuesta horrores ganar más peso. O en épocas de más entreno, pierdo 2-3 kilos, pero me normalizo pronto. Siempre he pensado y creído en ese punto fijo, al menos en mi experiencia.


La obesidad es multifactorial y su solución es a largo plazo mediante un cambio á hábitos saludables.


De todas formas, con los niveles que hay de obesidad, está claro como hemos hablado antes que algo falla y que la teoría se puede ir al traste cuando tenemos unos malos hábitos alimenticios. No queda otra que cambiar de hábitos alimenticios y físicos durante mucho tiempo para que el peso se normalice y se salga de la obesidad o el sobrepeso. A una persona obesa no le va a bastar con una dieta de dos meses y luego vuelta a las andandas. Tiene que haber un cambio duradero en el tiempo: hablamos de años.


No se a vosotros, pero a mí me encantan estas teorías que intentan explicar cómo nuestro organismo controla el peso corporal y los niveles de grasa. Desde luego no es la teoría definitiva, pero sí una vía para seguir investigando y puede que una de las muchas explicaciones a la obesidad. 


Bibliografía consultada | Melvin H. Williams: Nutrición para la salud, condición física y deporte (387-388). 



Imágenes | Thinkstock

Fuente: vitonica.com

viernes, 30 de mayo de 2014

¿Engordan los alimentos o engordan tus decisiones?

Llevo ya vistas unas cuantas entradas en la sección Vitónica Respuestas en las que se pregunta qué alimentos engordan y qué alimentos adelgazan. En realidad no hay alimentos que engorden o adelgacen por ellos mismos: el efecto de pérdida o ganancia de peso lo lograremos globalmente con toda nuestra alimentación diaria y nuestro estilo de vida.

Antes de nada deberíamos mentalizarnos de que los alimentos en sí no engordan, sino que nutren. Nos aportan energía y nutrientes, sean estos cuales sean. Unos alimentos aportan más calorías que otros a igual cantidad, pero no engordan por sí solos: ese mito lo hemos creado nosotros.

El pan engorda. El huevo frito engorda. La pasta engorda. Pues depende, pero así en abstracto (sin cantidades, sin saber con qué lo acompañamos, sin saber cuál es el resto de la alimentación y hábitos de vida) no se puede decir que un alimento engorde: más bien el que engordas (o adelgazas) eres tú. Y engordas o adelgazas a consecuencia de las elecciones que realizas.

El total diario de calorías de nuestra dieta determinará si subimos o bajamos de peso, pero también hay otras cosas a tener en cuenta, como la calidad de lo que comemos y lo que nos aporta cada alimento. Como he dicho en otras ocasiones, realizar elecciones inteligentes nos permitirá comer de todo (en su justa medida) y mantenernos sanos.

Nuestra dieta es uno de los factores de vida sana que podemos controlar nosotros mismos y, paradójicamente, uno de los que menos cuidamos: desde la compra en el mercado hasta el momento de servir los alimentos en la mesa, nuestras elecciones en cuanto a los alimentos y la comida condicionarán nuestra calidad de vida. Merece la pena pararse un momento a reflexionar antes de comprar, cocinar o comer.

¿Se puede convertir un alimento "sano" en uno "menos sano"? Claro que sí: basta con cambiar la forma de preparación del mismo. Tomemos como ejemplo la patata (en principio es "sano" y nos da un buen aporte de carbohidratos, importantes para los deportistas). Veamos las diferencias de calorías según el método de preparación, por 100 gramos de alimento:

  • Al vapor: 70 kcal
  • Cocidas: 80 kcal
  • Salteadas: 134 kcal
  • Fritas (en la sartén): 290 kcal
  • Fritas de bolsa: 528 kcal

  • Si tienes una patata en la mano es tu elección cómo vas a consumirla: puedes cocerla o puedes freírla en la sartén. La diferencia no son sólo las calorías: la cantidad de grasas saturadas asciende desmesuradamente, de 0,026 gramos en los 100 gramos de patata cocida a los 2,3 gramos en las patatas fritas en la sartén.

    Llevar una alimentación sana, variada y equilibrada no consiste en eliminar alimentos de nuestra lista de la compra porque "engorden": consiste en realizar elecciones adecuadas en nuestro día a día.

    Como siempre: alimentación consciente y elecciones inteligentes a la hora de comprar, cocinar y comer.

    Imagen | Thinkstock
    En Vitónica | Por qué las dietas no funcionan y qué es el "mindful eating"

    Fuente: vitonica.com

    viernes, 23 de mayo de 2014

    Tres reglas para que la dieta sea sostenible en el tiempo

    La obesidad es una enfermedad de carácter epidémico en la actualidad, y por ello, todos debemos sumar nuestro grano de arena para colaborar en su reducción y control, sin embargo, para que los tratamientos sean sostenibles y den los resultados esperados, debemos tratar a esta enfermedad crónica como tal.

    Para una enfermedad crónica el tratamiento no es temporal ni a corto plazo, sino que tanto la dieta, como el ejercicio y demás estrategias del abordaje deben intentar permanecer en el tiempo. Por eso, hoy damos a conocer tres reglas para que la dieta sea sostenible en el tiempo y no provoque un rápido abandono ni un rápido descenso de peso que posteriormente se convierte en un efecto rebote importante.

    Un plan alimentario sostenible a largo plazo debe cumplir con las siguientes reglas:
    • Ser completo, es decir, que aporte todos los nutrientes que el cuerpo necesita para vivir con salud de manera de no propiciar carencias alimentarias.
    • Ser moderado, es decir, que incluya todos los alimentos y sus nutrientes pero que controle la cantidad de algunos como las calorías, grasas saturadas, azúcares y cereales refinados. Básicamente, una dieta no muy restrictiva pero si reducida en calorías y grasas, es moderada y nos permite incluir todo tipo de alimentos.
    • Ser placentero, es decir, no debe ser insípido, desagradable y prohibitivo con las comidas o alimentos preferidos, sino que debe enseñar a la persona a comer sano pero rico, moderado pero de todo, incluso aquello calórico que más nos gusta.
    Sólo con estas tres características una persona puede prolongar en el tiempo una dieta o plan alimentario que le ayude a adelgazar y mantener el peso perdido a largo plazo, pues una dieta que prohíba alimentos, que no incluya alimentos calóricos o preferidos y que no cubra los requerimientos de nutrientes, no será sostenible en el tiempo.

    Por la salud del paciente y por la efectividad del tratamiento en sí, una dieta sostenible en el tiempo que mejore la calidad de vida del individuo, debe ser completa, moderada y placentera.


    Fuente: vitonica.com

    Cinco reglas de oro para que tu plan de adelgazamiento sea un éxito

    En ésta época del año muchos son los que intentan perder peso, sin embargo, no cualquier alternativa es válida para alcanzar este objetivo. Para que tu plan de adelgazamiento sea un éxito y no deje de beneficiar la salud mientras restas kilos de tu cuerpo, os dejamos cinco reglas de oro que debes poner en práctica:
    • Empezar de a poco pero ser constante, si comienzas comiendo la mitad o menos que antes, o entrenando a alta intensidad más de dos horas diarias, de seguro tu plan tendrá poca vida. Para que puedas avanzar a paso firme, lo mejor es empezar de a poco, con paciencia, pero sin dejar de ser constante cada día. La regularidad y continuidad de los hábitos son los que darán resultados.
    • No ser tan severo ni estricto, pues la flexibilidad permite que tu plan sea sostenible en el tiempo. Si dejas de asistir a eventos sociales para no comer nada de lo que allí se presenta o si dejas de compartir la mesa con tu familia o amigos para así poder comer sólo lo que la dieta indica, sin duda no podrás sostener tu plan mucho tiempo, sino que acabarás cansándote.
    • Incorporar variedad tanto a tu dieta como al entrenamiento, ya que la variedad garantiza progreso y diversión. Así, variando lo que comes y los ejercicios o actividades que realizas, tu cuerpo no dejará de sorprenderse y no caerás en la monotonía que como hemos dicho, es el principal enemigo cuando buscas perder peso.
    • Mirar más allá de la dieta y el entrenamiento, es decir, atender el estrés, el tiempo de descanso, las emociones y demás factores que pueden influir en tu plan de adelgazamiento. Recuerda que el estado de ánimo, un nivel elevado de estrés o la falta de apoyo de quienes nos rodean pueden socavar tus intentos de perder peso.
    • Ser tolerantes y pacientes con nosotros mismos, pues todos tenemos tropiezos en medio de un largo proceso, por lo tanto, si hemos caído en la tentación de no ir al gimnasio o de comer un alimento calórico en grandes cantidades, intentemos perdonarnos y no volver a tropezar poniendo de nosotros un poco más de esfuerzo.
    Además de contemplar y cumplir estas cinco reglas para que tu plan de adelgazamiento sea un éxito, no olvides que la pérdida de peso conlleva un proceso a lo largo del tiempo, por lo tanto, debes intentar que tus comportamientos sean sostenibles, que preserven tu salud y que acepten errores, pues en todo proceso encontramos altos y bajos que a menor o mayor velocidad, nos conducen hacia el final del camino o nuestro objetivo.

    Asimismo, recuerda que un plan de adelgazamiento es el conjunto de comportamientos que nos permiten perder peso, por lo tanto, no sólo debemos considerar dieta y entrenamiento, sino todos los factores que pueden afectar dicho proceso.


    Fuente: vitonica.com

    jueves, 15 de mayo de 2014

    Adelgaza y disfruta al mismo tiempo

    Cuando se intenta perder peso, siempre se asocia al plan de adelgazamiento con sacrificio, tortura y mucho más negativo, sin embargo, la mejor es cuidar la salud y adelgazar sin dejar de disfrutar, es decir perder los kilos de más sin sacrificarnos ni torturarnos, porque en definitiva, se trata de un estilo de vida que debemos poder sostener en el tiempo.

    Para adelgazar y disfrutar al mismo tiempo, te damos algunos consejos a tener en cuenta para poder llevar adelante este proceso de perdida de peso, de manera saludable y sin torturarnos, pues consiste en aprender a vivir mejor para cuidar la salud por el resto de nuestra vida.
    • Prohibido prohibir: en un plan de adelgazamiento que nos “enseñe a comer” no deben existir alimentos prohibidos, sino que todo puede estar presente en sus cantidades apropiadas.
    • Tentarnos con control: las tentaciones, es decir, aquellos alimentos que tienen mala fama pero con son nuestra debilidad, pueden estar presente a diario en nuestra dieta, sólo debemos controlar la cantidad a ingerir y recordar que al día siguiente podemos degustarlo nuevamente.
    • Pesarnos pero no obsesionarnos: podemos controlar el peso perdido con una frecuencia semanal, pero siempre debemos recordar que los kilos son sólo un aspecto a tener en cuenta y que podemos mejorar nuestra composición corporal a favor de la salud, sin observar cambios en la balanza. Entonces, dejemos la obsesión a un lado que lo único que causará será sufrimiento y ansiedad.
    • Ejercicio divertido sin extenuarnos: como ya hemos dicho, podemos disfrutar mucho más de una actividad si nos divertimos con ella, por eso, es mejor buscar algo que verdaderamente nos agrade, nos motive y progresar en ésta poco a poco, sin extenuarnos y agotarnos, pues no podremos disfrutar de sus beneficios.
    • Recompensas sanas: puedes recompensarte cada vez que bajas de peso, sin recurrir a premios comestibles, es decir, podemos emplear como recompensa un objeto de nuestro agrado, un paseo al aire libre, un día de descanso, entre otras cosas que sean placenteras pero que no obstaculicen nuestro aprendizaje por un estilo de vida más saludable.
    Para adelgazar, no es necesario hacer dieta, matarse en el gimnasio y prohibir todo aquello que nos gusta comer, sino que podemos perder peso sin dejar de disfrutar y aprender a vivir más saludable.


    Fuente: vitonica.com

    viernes, 14 de marzo de 2014

    La dieta, cada vez más globalizada

    ¿La dieta también está globalizada? Al parecer sí. Un nuevo estudio internacional revela que los seres humanos, no importa el lugar dónde vivamos, ingerimos alimentos cada vez más parecidos y menos variados.

    Según el reporte, en los últimos 50 años ha disminuido la variedad de especies de cultivos que alimentan al mundo, algo que puede poner en riesgo al sistema global de alimentos, dice la investigación publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.

    En los últimos 50 años, vemos que las dietas en todo el mundo están cambiando y se están volviendo más similares, lo que llamamos la ‘dieta globalizada’”, explicó Colin Khoury, coautor del estudio y científico de Centro Internacional para la Agricultura Tropical, con base en Colombia que publica BBC Mundo.

    “La dieta está compuesta de grandes cultivos como trigo, arroz, papas y azúcar. También incluye cultivos que no eran tan importantes hace 50 años pero que se han vuelto muy relevantes ahora, particularmente los cultivos oleaginosos como la soja“, dijo el científico.

    El trigo, que ha sido básico durante mucho tiempo, es ahora un alimento clave en más del 97% de los países listados por Naciones Unidas, dicen los científicos. Entre los cultivos que registran un retroceso en décadas recientes se encuentran el mijo, el centeno, el ñame, la batata o camote y la yuca.

    La solución o la búsqueda que Khoury propone tiene que ver con volver a los orígenes de los alimentos y allí poder buscar su variedad. Respecto del mercado de los genéticamente modificados sostiene que se centran sólo en algunos cultivos.

    El consumo responsable también podría ayudar a evitar los peligros de esta nueva globalización. Es que de la dieta depende el evitar algunas enfermedades y por supuesto, también incluye los adecuados manejos del suelo.

    Fuente: blogs.lanacion.com.ar/ecologico
    Foto: Flickr CC Carles Tomas Martí

    miércoles, 12 de marzo de 2014

    Es importante que tu dieta te permita comer en sociedad

    Si quieres cuidar tu alimentación o estas intentando perder peso, debes recordar que cualquiera sea la estrategia que utilices, es importante que tu dieta te permita comer en sociedad para así lograr su continuidad en el tiempo.

    Es decir, para que tu dieta sea sostenible y reúna una de las cinco reglas que debe cumplir para adelgazar con salud, es fundamental que puedas compartir tus platos con otras personas. Pues el ser humano es un ser social, acostumbrado a realizar actividades en sociedad y si no es posible compartir un almuerzo o una cena con otros, tarde o temprano la dieta acabará por finalizar.

    Una dieta sostenible en el tiempo no sólo no debe prohibir alimentos ni debe requerir de nosotros un sacrificio insoportable, sino que además, debe ser placentera y flexible, y para ello, es clave que al menos algunas comidas puedan ser compartidas en sociedad.

    Claramente las dietas milagro no reúnen esta característica, pues muchos alimentos quedan fuera de platos habituales y en ocasiones no podemos comer más que una preparación en particular en ese preciso momento, por lo tanto, no resulta flexible ni adaptable a una comida social.

    Además, aunque podríamos comer algo diferente a los demás mientras compartimos una mesa común, tarde o temprano esta situación culmina siendo nociva. Porque nos arrastra a la sensación de resistir una tentación e implica que tenemos prohibidos determinados alimentos y finalmente terminamos prefiriendo comer solos a esa situación que nos aísla aun en un sitio compartido.

    Por eso, aunque si podemos modificar las cantidades a consumir, la dieta debe permitirnos compartir no sólo la mesa sino también una comida con nuestros seres queridos.

    Aunque en este mundo agitado y estresado es cada vez más frecuente realizar una comida en soledad y a las apuradas, por lo general nos resulta placentero poder compartir una mesa con personas cercanas en determinadas ocasiones. Por ello, para que la alimentación sea sostenible y saludable es importante que tu dieta te permita comer en sociedad.


    Fuente: vitonica.com

    viernes, 21 de febrero de 2014

    10 razones para decirle NO a las dietas milagro

    Ya hemos dicho muchas veces que la mejor forma de adelgazar es por medio de un cambio de hábitos y un estilo de vida saludable, sin embargo, aun seguimos siendo víctimas de muchas estrategias tentadoras que el mercado ofrece. Por eso, para que definitivamente podamos alejarnos de estas opciones, hoy te damos 10 razones para decirle NO a las dietas milagro.
    • Pueden propiciar carencias nutricionales, al prohibir determinados alimentos y eliminar fuentes de nutrientes importantes de la dieta.
    • Generan estrés en nuestro cuerpo al elevar los niveles de cortisol, sobre todo, si son altamente restrictivas e hipocalóricas y si se requiere el conteo de calorías, según lo ha señalado un estudio en 2010.
    • Pueden alterar el metabolismo al restringir considerablemente la ingesta de calorías y por ello, tienen alto riesgo de producir efecto rebote o la recuperación del peso perdido al finalizar la dieta.
    • No consideran nuestros objetivos, necesidades ni nuestros gustos y preferencias, por lo tanto, son dietas despersonalizadas, universales y no apropiadas a cada uno de nosotros.
    • Son dietas rígidas, poco flexibles, por ello, debes seguirlas a rajatabla y requieren de nuestra dedicación exclusiva para proveer resultados, lo cual muchas veces es causa del estrés que generan.
    • No son sostenibles en el tiempo, sino que son propuestas temporales, por un tiempo determinado, por ello también las altas probabilidades de sufrir efecto rebote que conllevan.
    • No suelen considerar ni incluir al ejercicio, sino que sólo se limitan a la dieta es decir a lo que comemos, sin importar cómo acompañamos la alimentación.
    • No son placenteras, sino que incluso suelen ponernos de mal humor a causa de las restricciones y la falta de energía y también, por otras razones que ya hemos explicado en Vitónica.
    • No consideran el factor social de la alimentación, es decir, no permiten socializar mediante el alimento y es muy complejo compartir un evento o una comida entre familiares y amigos a causa de las características y restricciones que imponen las dietas milagro
    • Por último y lo más importante, no nos enseñan a comer, no modifican hábitos ni fomentan una pérdida de peso saludable que mejore la calidad de vida del organismo.
    Como veis, no faltan razones para decirles NO a las dietas milagro y seguramente si has sido víctima de alguna de ellas, podrás ofrecernos más fundamentos para alejarnos de este tipo de propuestas que en nada contribuyen a la salud del organismo, sino todo lo contrario.


    Fuente: vitonica.com

    martes, 18 de febrero de 2014

    ¿Cuál es la manera correcta de hacer dieta?

    Lejos de todo mito o creencia popular, la mejor manera de perder peso o mantener el peso adecuado es aprender a convivir con la comida y con nuestro entorno. Para quienes llevan años luchando contra los kilos de más, una nueva dieta que promete ser revolucionaria o un suplemento nutricional milagroso puede aparecer como una luz de esperanza.

    Pero no todo lo que brilla es oro. Hacer ayunos, dietas imposibles, o de un sólo alimento, no favorecen el descenso de peso duradero, y no son más que una variante del "churrasco y ensalada" con que hacían dieta nuestras abuelas. El secreto es un verdadero cambio de hábitos: las buenas costumbres de nutrición y hábitos saludables deben mantenerse a lo largo de la vida y son las únicas vías seguras para lograr el peso deseado.

    Los mitos sobre dietas
    * Para perder kilos es preciso pasar hambre.
    * Evitar el desayuno te hace consumir menos calorías al día.
    * Saltarse comidas adelgaza.
    * Lo mejor para adelgazar es hacer una sola comida al día.
    * Hacer dieta es comer todo hervido, como verdura y pescado hervido.
    * Comer pasta es incompatible con perder peso.
    * Tienes que cenar sólo fruta para perder peso.
    * Para adelgazar puedes hacer una dieta en la que puedes comer todo lo que quieres, si no mezclas alimentos.
    * Comer por la noche engorda.
    * Un jugo de pomelo o limón en ayunas quema las grasas.
    * Las comidas de dieta son complicadas y trabajosas.
    * Comer sano es más caro.
    * Con los suplementos naturales adelgazas sin hacer dieta.
    * Para adelgazar hay que matarse haciendo ejercicio.
    * Con los ayunos bajas de peso sí o sí.

    Y ahora... ¡Las verdades!
    * Hacer dieta es compatible con el disfrute de la comida. Cocciones como horno, asado o microondas son sabrosas y ayudan en la pérdida de peso.
    * No es necesario pasar hambre para adelgazar; sólo hay que saber qué alimentos tomar: como integrales, ricos en fibra, frutas.
    * Se puede perder peso sin dejar de ingerir alimentos básicos como pan, pasta y legumbres. Suprimir estos alimentos hace que tengas más apetencia por el dulce.
    * Para mantener la pérdida de peso es importante hacer una dieta lo más variada posible, para que de ese modo no aparezca el apetito.
    * Si planificas la compra semanal y vas al super con el estómago lleno, comprarás de manera más racional.
    * Comer varias veces al día te ayudará a perder peso de manera efectiva y sin pasar hambre.
    * El comer bien es más barato que comer mal. Un ejemplo es lo que cuesta un kilo de arroz, legumbres, tomate, pescado congelado, pollo, pan, lechuga o zanahorias comparado con un kilo de galletitas dulces, torta, masas o comidas fritas.
    * Los sustitutos de comidas ayudan a saciar. Son una ayuda nutricionalmente excelente y contribuyen en la pérdida de peso, en el marco de una dieta equilibrada e hipocalórica.
    * Hay sacietógenos - saciantes - naturales que ayudan a hacer dieta a quienes tienen dificultades para controlar su ingesta. Pero mal usados provocan molestias y malnutrición.
    * No hay que comer mirando tv o leyendo o en la computadora, ya que pierdes el control de lo que ingieres.
    * El ejercicio moderado y regular es fundamental para consolidar el descenso de peso, modelar el cuerpo y generar hormonas que mejoran el estado anímico. Pero un exceso de ejercicio produce estrés oxidativo, lo que acelera el envejecimiento celular y es peligroso para la salud.
    * El ayuno de 24 horas es una práctica milenaria que ayuda a desintoxicar el organismom, pero no adelgaza si antes o después de hacerlo, no se mantiene una alimentación equilibrada.

    Por el doctor Daniel Fabián Klotzman, médico especialista en nutrición y estética no invasiva; psiquiatra. Dedicado al tratamiento integral de la obesidad. Exmiembro del grupo interdisciplinario de atención de anorexia y bulimia del Hospital Paroissien.

    Foto: Thinkstock photos
    Fuente: entremujeres.com

    miércoles, 22 de enero de 2014

    Cuidado con el abuso en el consumo de infusiones para adelgazar

    El mes de enero suele ser el que asociamos a la pérdida de los kilos de más que hemos ganado en Navidad. Ponernos a punto es una tarea que comenzamos todos y por ello debemos tomárnoslo con calma. Pero hay muchas personas que recurren a lo indecible para estar perfectas. El uso de infusiones supuestamente adelgazantes, suele ser un recurso habitual que debemos analizar, ya que no todas son tan inocuas como pensamos ni están indicadas para todo tipo de personas.


    Uno de los principales errores que solemos cometer es confundir quema grasas con diurético, y es que es importante saber que no es lo mismo, ya que quema grasas es una sustancia aceleradora del metabolismo que mejora el proceso natural de quema de grasas del organismo para obtención de energía. Diurético es otro tipo de sustancia que lo que hace es ayudarnos a eliminar los líquidos que nos sobran en el organismo, algo que nada tiene que ver con la pérdida de kilos o la quema de grasas.

    Infusiones quema grasas


    En primer lugar nos vamos a detener en las infusiones consideradas como quema grasas. El té verde es un clásico. Es cierto que mejorará la optimización de las grasas por parte del organismo, y al contener sustancias excitantes ayudarán a acelerar y activar el metabolismo. Pero un abuso de esta infusión puede traer consigo problemas de intoxicación en el hígado. Además, no está indicado para personas con problema de estómago, corazón, presión arterial elevada, epilepsia… Además, puede estar contra indicado si seguimos un tratamiento médico y consumimos determinados tipos de medicamentos.


    Otro té asociado a la pérdida de peso suele ser el té pu-erh, que también se ha asociado siempre a la pérdida de peso. El abuso de este tipo de infusiones no es aconsejable por ser una sustancia excitante contraindicada para personas con problemas de corazón, hígado, riñones… Además, no está demostrado que su constante consumo pueda ayudarnos a perder peso de manera eficiente.

    Infusiones diuréticas


    Otro tipo de infusiones son las que se consideran diuréticas, como por ejemplo la cola de caballo. Muchas personas son las que recurren a su consumo para conseguir el peso correcto y puede ser un error garrafal, ya que este tipo de infusiones lo que hacen es aumentar la eliminación de líquidos por parte del organismo. En exceso lo que podemos conseguir es una pérdida excesiva de nutrientes y minerales sin necesidad, lo que puede es descompensarnos y poner nuestra salud en riesgo.


    Por estos motivos es necesario que tengamos cuidado y no abusemos de este tipo de infusiones. Desde luego que si lo que queremos es perder los kilos que nos sobran lo mejor es seguir una dieta equilibrada y realicemos actividad física de manera habitual. Las infusiones pueden ser siempre un apoyo, pero nunca el remedio o la solución al sobrepeso. 


    Imagen | euphbass

    Fuente: vitonica.com

    lunes, 23 de diciembre de 2013

    Dieta desintoxicante para antes y después de las Fiestas: la consigna es TODO CRUDO

    Y acá va tips nutricionales, recetas y que hacer los días anteriores y posteriores a las fiestas, para poder bajar o para mantenernos en estas fechas. Me los pasó Alejandra Raichuni, amiga y  nutricionista muy talentosa.

    Lo primero que recomienda para los días 23 ,26 y 30 de diciembre, más el 2 de enero, es un plan desintoxicante. La consigna es todo crudo!!
    Desayuno y Merienda
    1 vaso de agua.
    1 infusión de té verde o rojo o algún te de frutas o hierbas.
    1 fruta licuada en 2 vasos de agua. (No con leche).
    Media mañana y  media tarde
    Gelatinas light de distintos gustos.
    Infusiones y jugos bajas calorías, agua. (No gaseosas light estos días)
    Almuerzo y cena
    1 vaso de agua.
    1 caldo.
    1 ensalada de verduras crudas: 1 planta de lechuga morada, 1 atado de rúcula, 1 tomate, 1 zanahoria rallada, 1 pepino, 1 cebolla y 1 remolacha cruda y rallada.
    Esta ensalada, muy grande, es dividida dos!!! Para almuerzo y cena.
    Se condimenta con aceite light, limón, sal. (Sin mayonesa, ni mostaza, ni nada procesado).
    Para beber: agua, te de frutas o hierbas frio y jugos light.
    1 fruta chica.
    Recordatorio
    1 Litro de agua.
    1 litro de infusiones.
    1 litro de jugo bajas calorías.
    1 litro de gelatina light.
    Todo lo que comamos ese día deberá ser crudo!!!!!!
    Esta dieta no es un castigo post fiestas, es una elección para estar bien y bajar o sostener mi peso saludable.
    Si bien las calorías cuentan, no solo medimos lo que comemos por light o no light: también los alimentos tienen otras propiedades muy importantes, no olvidemos que estamos hechos de lo que comemos.

    Ahora, las explicaciones de porqué hacerla:

    3 a 4 litros de líquidos por día, es imprescindible para aumentar la diuresis y eliminar toxinas.

    No se recomienda café, té y mate porque son ricos en cafeína, teína y mateína, respectivamente, y no solo es una dieta bajas calorías, sino desintoxicante.

    Las frutas crudas son alimentos ricos en vitaminas y minerales, con alto contenido en fibras, que aumentan el valor de saciedad para evitar el hambre, por ser ricas en fibras como dijimos y por la masticación.

    Combinamos verduras de color verde y de otros colores en la ensalada, para cubrir las necesidades de vitaminas y minerales, vitaminas A, B, C, y minerales como el calcio, hierro, magnesio, es decir, es un shock de antioxidantes naturales.

    Al ser alimentos vegetales, nos aportan  en estos dos días (26 de diciembre y 2 de enero) toda la energía necesaria para realizar nuestras tareas ya que son ricos en carbohidratos, fibras y agua!!

    Fuente: blogs.lanacion.com.ar/cocina-amateur

    jueves, 28 de noviembre de 2013

    Respeta los horarios de las comidas si quieres mantener el peso

    En infinidad de ocasiones nos hemos detenido en la importancia que tiene para nuestra salud, y sobre todo para mantener el peso, seguir unos horarios a la hora de alimentarnos. Los hábitos son al fin y al cabo la clave a la hora de conseguir un control total sobre el organismo y sus comportamientos. Por ello en esta ocasión vamos a destacar la importancia de mantener los horarios de las comidas y los efectos que esto traerá consigo.

    Al fin y al cabo no debemos olvidar que nuestro organismo es una máquina y como tal funciona con una serie de biorritmos que son los que indican los ciclos y los momentos más adecuados para realizar cada una de las actividades propias que llevamos a cabo a diario. Por eso cuidar los horarios es algo más importante de lo que pensamos, sobre todo a la hora de comer.

    Ante todo es necesario que tengamos presente que el organismo se acaba acostumbrando a los horarios y como tal lo que suele hacer es regular el consumo energético en función de los horarios de comidas. Por ello es importante que los mantengamos, ya que de este modo conseguiremos tener energía suficiente para hacer frente a toda la jornada y evitar así desajustes.

    Lo ideal es evitar que el organismo tenga carencias y por lo tanto pasemos hambre, ya que cuando nos aparece el hambre es debido a que falta algún tipo de nutriente. SI esto sucede, el organismo da la voz de alarma y se prepara para ahorrar al máximo gastando lo mínimo. Esto lo que hará será ralentizar el metabolismo y consumir muchas menos calorías de las habituales.

    Hambre, el peor acompañante

    Pero la cosa no se queda solo ahí, sino que cuando llegue la hora de comer, siempre tenderemos a ingerir los alimentos con mayor aporte calórico, ya que el organismo necesita nutrientes. Pero la cosa no se queda ahí solamente, sino que además, al haber pasado hambre, tendrá a acumular los nutrientes que le damos en forma de grasa para futuros episodios de hambre.

    Por ello es muy importante que cuidemos al máximo los horarios y que sepamos aportar las cantidades necesarias de alimentos. A esto debemos sumarle la necesidad de consumir alimento entre horas para así evitar pasar hambre o acudir a las comidas principales con el estómago vacío. Eso sí, las comidas deben ser ligeras y ricas en nutrientes saludables para el organismo.

    Imagen | Jeremy Brooks

    Fuente: vitonica.com

    martes, 19 de noviembre de 2013

    Dieta proteica: para perder peso y mantener los músculos

    El doctor José Antonio Casermeiro Costa, médico nutricionista español, estuvo en Buenos Aires en el marco de un congreso realizado por Laboratorios Ysonut para hablar sobre un régimen que permite perder varios kilos sin descuidar la salud. Se trata de la dieta proteica, hoy por hoy el protocolo "estrella" para bajar de peso, ya que cada vez hay más evidencia de su efectividad. Las proteínas son esenciales en la formación y regeneración de tejidos (músculos, piel, huesos) y en la regulación de ciertas funciones del organismo (sistema endócrino, inmune, etc.). Publicaciones especializadas como la revista The American Journal of Clinical Nutrition analizaron recientemente el impacto que tiene la incorporación de determinadas proteínas a las dietas para adelgazar, resaltando que una de sus grandes ventajas es la posibilidad de reducir notablemente el contenido de azúcares y grasas.
     
    Casermeiro explicó que el principal hallazgo del estudio es que "a partir de la sustitución de parte de los carbohidratos por proteínas en las dietas con bajo contenido de grasa y con calorías restringidas, se obtienen mayores beneficios. Por un lado es más rápido reducir el exceso de grasa y también se mejora la composición corporal. Además, esta propuesta tiene un impacto favorable en la circulación de los triglicéridos, y cambios positivos en la glucosa sanguínea, la presión arterial, el colesterol total, HDL y LDL y un efecto de mayor saciedad". ¿Cómo se traduce en términos prácticos esta idea? El especialista nos aclara: "Existen programas llamados de macro y de micronutrición. Los de macronutrición consisten en tratamientos para perder peso, grasa y nutrir al organismo con omegas (aceites esenciales), probióticos (alimentos que ayudan a regular distinas actividades del organismo) y vitaminas. Los de micronutrición no aportan calorías al organismo, pero tampoco tienen la meta básica de ayudar a perder peso. Son programas de cuidados antioxidantes, que ponen el acento en la prevención cutánea y de la salud". Como parte de una tendencia creciente, se trata de mejorar la calidad de vida a través de la alimentación. Los productos modificados son parte de esta avanzada, y los laboratorios más reconocidos del mundo ya ofrecen en el mercado distintas opciones: cereales, sopas, postres, bebidas, yogures, etc., que combinan micronutrientes (vitaminas y minerales) con proteínas de alto valor biológico. "La dieta proteica es una propuesta que permite perder entre 7 y 10 kilos al mes, sin que redunde en flacidez y sin pasar hambre", sigue el doctor. "A diferencia de las ‘dietas milagrosas’, en las que se logra bajar de peso pero a través de la perdida de líquidos o masa muscular, este tipo de tratamientos ayudan a perder peso pero no músculos, lo que evita además, el efecto rebote. La clave es la cronobiología nutricional, que permite al médico, a través de la historia clínica del paciente, realizar un estudio analítico para conocer su nutrición desde el punto de vista cerebral. Esto consiste en analizar cómo y qué come, y por qué fracasa a la hora de mantener su peso". Una vez que se tiene el perfil del paciente, se sugiere una ingesta de alimentos según su "ritmo biológico". Si es necesario, se pueden añadir alimentos de diseño como barritas de chocolate, que contienen sustancias naturales extraídas, por ejemplo, de la clara de huevo o las arvejas.

    Más beneficios

    La cronobiología nutricional también puede utilizarse para tratar distintas enfermedades, como todos los tipos de diabetes. "Se puede disminuir el consumo de insulina con la ayuda de sustancias naturales que no tienen grasa ni azúcar, pero sí proteínas de alta calidad. Se mezclan con las comidas y ayudan a bajar la cantidad de azúcar que consume la persona", explica Casermeiro. "Otra de las patologías que se pueden resolver son los trastornos del sueño, a través de una alimentación específica que ayude al mejor funcionamiento de ciertas hormonas". Esto es muy importante, ya que "los cambios en los hábitos de sueño y alimentación representan un factor de riesgo para muchas patologías".

    La cronobiología nutricional también puede aplicarse a "casos de depresión, celiaquía y patologías más simples como la celulitis, la piel de naranja, la ansiedad y el acné hormonal".. 

    Fuente: revistasusana.com

    viernes, 15 de noviembre de 2013

    Una buena alimentación para disfrutar el verano

    Es sabido que las altas temperaturas requieren de mayor hidratación. Los especialistas recomiendan hacerlo a través del consumo de agua u otras infusiones pero también se debe hacer a través de la alimentación. Por eso, en esta época del año es indispensable consumir alimentos que contengan gran contenido de agua. "Las frutas y las verduras se hacen sumamente necesarias dentro de la dieta diaria. Y la buena noticia es que en esta época la naturaleza también brinda alimentos con alto contenido de agua que están al alcance de todos y que son sumamente ricos y saludables para el cuerpo", dice la médica nutricionista Mónica Katz.

    Liviandad y frescura parecen ser dos de los atributos más buscados a la hora de equilibrar la dieta de verano. "En estos meses, la necesidad calórica es mucho menor porque el organismo no debe trabajar para sostener la temperatura corporal, lo que permite llevar a cabo una dieta para bajar de peso con mayor facilidad. Por otro lado, se aconseja que la alimentación sea fresca ya que ingerir alimentos que aporten una mayor carga calórica va a hacer que la persona padezca más el calor y se sienta más pesada. Por eso, hay que elegir alimentos fáciles de digerir y que aporten saciedad", explica la nutricionista Silvana Dato.

    A continuación, los principales alimentos que los expertos recomiendan para el verano:

    * Verduras: Son indispensables. Los nutricionistas proponen incorporar todos los colores al plato de ensaladas para equilibrar las vitaminas que se consumen.
    * Frutas. Se aconseja incorporarlas a la dieta. Desde las que son más ricas en agua como el melón y la sandía, pasando por todas las frutas estacionales como el kiwi, el damasco, la ciruela, entre otras. "La utilización de frutas en las ensaladas permite aligerar la carga calórica y aportar vitamina A, C y E al organismo", dice Silvana Dato.
    * Alimentos esponjas. "Tienen la capacidad de acumular el agua con que son hervidos. Algunos de ellos son los fideos, el arroz seco, el cuscús y las legumbres (como las arvejas y las lentejas). Son alimentos que se recomiendan consumir ya que logran retener casi un 80% del agua de su cocción", explica Katz.

    Para estar en forma

    El verano también suele traer algunos kilos de más. "Muchas personas tienen la falsa creencia de que consumir sólo frutas y verduras va a ayudarlos a mantenerse en peso. Pero para poder lograr esto la principal clave es controlar la cantidad que se consume y equilibrar las comidas", dice la nutricionista Andrea Purita, y aconseja:

    * Es fundamental controlar la cantidad de aceite que se le incorpora a una ensalada. Por ejemplo lo ideal son dos cucharadas por día.
    * Consumir diariamente tres frutas.
    * Si se come verduras, que haya variedad de todos los colores para equilibrar la cantidad de vitaminas que se consume.
    * Comer sólo una porción de carne (un churrasco mediano o dos hamburguesas caseras).
    * Sólo 8 galletitas por día (distribuidas entre mañana y tarde).
    * No abusar del queso y restringir su consumo.
    * Arroz: comer sólo dos cucharadas. Lentejas: una taza.
    * Las pastas acompañarlas con salsas naturales y frescas.
    * Evitar las frituras.
    * Se puede consumir una taza de leche descremada y un yogurt descremado por día.
    *¿Cómo equilibrar los nutrientes? "Si se come lentejas, no comer arroz. Si se come carne no comer pollo, etc", recomienda Purita.
    * Para mantenerse en forma, también es muy importante hacer las cuatro comidas y no saltearse ninguna. Porque esto ayuda a moderar la cantidad de ingesta en cada una de las comidas y a poder quemar a lo largo del día las calorías que se van consumiendo", dice Purita. La nutricionista también agrega que las colaciones ayudan a calmar la saciedad y a no llegar a cada comida con demasiado apetito.
    * Por eso sugiere hacer dos colaciones diarias. La primera a media mañana (entre el desayuno y el almuerzo).
    * Otras dos sugerencias. Una de ellas es incorporar 4 almendras, 8 pasas de uva y una mariposa de nuez. 

    "Lo ideal es llevar paquetitos de esta colación en la cartera como si fuesen caramelos", dice Purita. La segunda es un bocadillo durante la tarde (entre la merienda y la cena): puede ser desde gelatina light hasta un yogurt descremado.

    ¿Un ítem importante? Purita aconseja "tomar una infusión de té de tilo natural, 20 minutos antes de cada comida fuerte (almuerzo y cena). Esto ayuda a calmar la ansiedad antes de tener el plato principal enfrente".

    Foto: Clarín
    Fuente: entremujeres.com

    Bajar de peso: ¿Cómo y cuánta agua tomar?

    La hidratación es vital para tu dieta. El agua con gas, ¿engorda? ¿Y las bebidas deportivas? Tips para mantener la ingesta de líquidos mientras te ejercitás.

    Para lograr un descenso de peso adecuado, nuestro organismo tiene que funcionar correctamente y la hidratación juega un papel muy importante. El 60% de nuestro cuerpo es agua. Esa proporción debe mantenerse para que todas las funciones orgánicas se desarrollen con normalidad, desde la hidratación de la piel hasta el último paso de nuestro metabolismo.

    El agua con gas, ¿aporta calorías? 

    El agua, con o sin gas, no aporta calorías. Y es muy útil contar con las dos opciones ya que muchas personas no logran beber la cantidad suficiente de líquido al día porque no les gusta el agua. Pero sí aceptan hacerlo, por ejemplo, con soda o agua con gas. Por otro lado, el agregado de gas puede limitar su ingesta porque produce una mayor saciedad.

    Sumá líquidos a tu plan de ejercicios 

    La práctica de ejercicios incrementa la tasa de sudoración, lo que aumenta la pérdida de agua del organismo. Esta condición se potencia si la temperatura y humedad ambiente son elevadas, como puede ocurrir en un día típico de verano al ejercitarnos al aire libre.

    Para que el mecanismo de termorregulación (que permite mantener una temperatura corporal adecuada) funcione correctamente, es imprescindible que la cantidad de líquido que se pierde por sudor sea recuperada. Debemos recuperar gota a gota lo perdido para que nuestro cuerpo pueda mantener la temperatura que necesita. El mejor consejo es tomar un vaso de agua cada 15 ó 20 minutos de actividad.

    Qué comer y/o beber antes, durante y después de la actividad física es un dato que todos las personas físicamente activas deberían conocer. Y está ligado a la fisiología de nuestro cuerpo cuando está en movimiento. Se estima que para nuestro requerimiento base de agua necesitamos 1cc. de agua por cada caloría que nos aporta una dieta. Así, si nuestra ingesta contiene 2.000 calorías por día necesitaremos tomar 2 litros de agua. Además, hay que sumar las pérdidas por sudor que dependerán de muchos factores como el clima, la intensidad del ejercicio y el tamaño corporal, entre otros.

    Las bebidas deportivas (formuladas con carbohidratos y sales minerales) deben tenerse en cuenta cuando el tiempo e intensidad del entrenamiento lo requieran.

    Tips para hidratarte

    * Elegir agua natural o mineral como base de la hidratación. La bebida base para hidratarnos es el agua pero, muchas veces, por un tema de gustos y hábitos no formados desde pequeños, las personas se rehúsan a beberla. 
    * Tener una botella de bebida en la oficina y obligarte a tomarla antes del mediodía.
    * Dividir la toma total diaria de un mínimo de 2 litros en botellitas de 500 cc. Así, será más fácil organizarte y no sucumbir ante la “idea de fiaca” que da tener que tomar esta amplia cantidad de líquido. 
    * Hidratarte antes de sentir sed, ya que esta es un mal indicador de la falta de líquido. Cuando la sentimos significa que, en alguna medida, ya estamos deshidratados.
    * Tomar una mayor cantidad de agua fuera de las comidas. Hacerlo junto con los alimentos entorpecería el trabajo digestivo.
    * Las infusiones que bebemos por la mañana o la tarde no cuentan dentro del mínimo requerido, ya que son un extra.

    Por la doctora Patricia Sangenis, médica cardióloga, especialista en medicina del deporte, directora del Instituto Deporte y Salud. 

    Foto: Thinkstock Photos
    Fuente: entremujeres.com

    Cascada Inacayal - Villa La Angostura - Patagonia Argentina