jueves, 26 de septiembre de 2013
Otro flagelo en Siria: más de dos millones de niños están en riesgo de desnutrición
viernes, 20 de abril de 2012
BUSCAR COMIDA HASTA EN LOS HORMIGUEROS
miércoles, 10 de noviembre de 2010
Desnutrición infantil: murió una nena de 2 años en un pueblo de Salta

Tatiana Tapia, de dos años y medio, murió el 5 de noviembre a las 5.15 por un paro cardiorrespiratorio derivado de un cuadro de diarrea y deshidratación. Los médicos del hospital donde murió admiten que la nena tenía un déficit alimentario, pero se resisten a hablar de desnutrición a secas.
Más allá del calificativo, se trata de otra tragedia vinculada a la pobreza extrema, 15 días después de que se conocieran tres muertes de menores por desnutrición en el poblado de Montecarlo, centro de Misiones.
Tatiana vivía en una casa de dos cuartos junto a sus padres, sus diez hermanos y los tres hijos de uno de sus hermanos . Había nacido con bajo peso y estaba inscripta desde octubre en el Programa NutriVida, a través del cual el gobierno local se propone asistir alimentariamente a 40 mil chicos carenciados de entre 0 y 6 años. Pero la cobertura, al parecer, resultó insuficiente. “De ninguna manera era una niñita desnutrida. Desde el nacimiento hasta el momento de su fallecimiento nunca presentó desnutrición grave”, explicó a Clarín Marlene Corvalán, la directora del hospital Elías Anna de Santa Rosa. “Esta nena muere por una sociopatía, algo mucho más complejo que el hambre, la pobreza estructural. Pero siempre estuvo controlada y cuando detectamos que estaba mal, decidimos que quedara internada”, agregó.
“La niñita no tenía bajo peso. Sí problemas de alimentación. Pero era algo arrastrado porque había nacido prematuramente. Ahora pesaba 11,6 kilos y medía 81,3 centímetros, lo que está bien para su edad”, explicó Corvalán, sin ocultar la indignación que le provocó la manera en que trascendió el caso. “Hubo un interés político de perjudicar al hospital, porque se repartió el certificado de defunción por abajo de la puerta de las radios”, denunció la doctora. “Y la familia, una familia de altísimo riesgo, está muy dolida por esto”, remarcó.
En julio de este año, el gobernador salteño, Juan Manuel Uturbey anunció una inversión de 200 millones de pesos para poner en marcha el Plan Provincial Alimentario, que contempla el Programa Nutrivida y otros programas para la población con carencias alimentarias. Fuentes del Ministerio de Salud local aseguraron a Clarín que desde entonces, la familia de Tatiana contaba con una Tarjeta Alimentaria Infantil a la que se le carga todos los meses $50. Ese dinero, explicaron, debe ser destinado a la compra de alimentos para el niño incluido en la cobertura. Además, reciben un kit con comida. Ayer, un equipo del gobierno provincial viajaba a la zona para indagar sobre las causas de la tragedia.
Fuente: clarin.com
viernes, 16 de abril de 2010
Batalla legal por "alimento milagroso"

Ese es el dilema ético que rodea una disputa legal a ambos lados del Atlántico.
De un lado están los inventores franceses de Plumpy'nut, un alimento terapéutico a base de pasta de maní que en los últimos cinco años ha revolucionado los tratamientos para la malnutrición en África.
Según explica Hugh Schofield, corresponsal de la BBC en París, la empresa fabricante, Nutriset, señala que las patentes son necesarias para proteger la producción de Plumpy'nut en los países pobres.
Del otro lado, dos organizaciones sin fines de lucro estadounidenses ya han acudido a los tribunales federales de Washington para pedir que se levanten esas patentes.
Según estas organizaciones, Nutriset les impide fabricar una pasta similar –y más barata- a pesar de la gran demanda de las organizaciones humanitarias.
"A través de sus acciones, Nutriset está impidiendo que millones de niños desnutridos accedan a lo que precisan para sobrevivir. Es así de simple", afirma Mike Mellace, de la fundación Mama Cares, de San Diego.
Pero la directora general de Nutriset, Adeline Lescanne, señala que esas acusaciones son injustas y perturbadoras. "Ningún niño en el mundo ha sido privado de alimento a causa de las patentes", aseguró.
"Si lo hubiera, ¿cómo podríamos ir a trabajar cada mañana?", agregó.
Alimento "milagroso"
Algo en lo que todos están de acuerdo es en las cualidades "milagrosas" del producto: una mezcla de pasta de maní, leche en polvo, azúcar y aceite vegetal fortificada con vitaminas y minerales que ganó fama mundial a raíz de la crisis alimentaria en Níger en 2005.
"Antes había que hospitalizar a los niños desnutridos, lo que implica muchos recursos. Con Plumpy'nut, principalmente debido a que no necesita ser mezclado con agua potable, los chicos pueden quedarse en casa", explicó Stephane Doyon, jefe de nutrición de Médicos Sin Fronteras.
"En 2002 se necesitaron 2.000 voluntarios para tratar a 10.000 niños durante una hambruna en Angola. En Níger se necesitaron sólo 150 para la misma cantidad de pacientes. Gracias a Plumpy'nut, de repente eso fue posible".
El éxito del producto fue tan grande que hoy es considerado el parámetro de los llamados "alimentos terapéuticos listos para consumir". Nutriset y sus socios lideran el mercado, con 90% de la producción mundial.
Pero este monopolio es combatido por muchos, como Mike Mellace, que propone crear un producto similar llamado Re:vive. Según él, es absurdo que se le prohíba fabricar un producto tan simple. "No es una fórmula secreta. Básicamente, es un Nutella fortificado".
Mellace afirma que tanto él como otros fabricantes han enviado cartas a Nutriset, que debería abrir las patentes, especialmente en Estados Unidos, país con una gran industria de la pasta de maní.
El activista cita cifras de la ONU que muestran que de los 26 millones de niños desnutridos en el mundo sólo uno o dos millones reciben Plumpy'nut o productos similares.
Producción africana
Nutriset no niega esas cifras, pero da otra visión del tema. Primero, dicen, la patente no es universal. En países como Níger, Malawi y Kenia cuentan con socios y franquicias que permiten que Plumpy'nut sea producido localmente. Remi Vallet, portavoz de la empresa, asegura que su objetivo es que los países pobres puedan producir los nutrientes de manera sostenible.
"Si las empresas estadounidenses pudieran producir Plumpy'nut, obviamente el volumen crecería, pero también supondría el fin de nuestros socios locales en África, que no podrían competir. No queremos eso".
En torno a la polémica subyace la preocupación sobre las políticas alimenticias de EE.UU., influenciadas por grupos de presión agrícolas.
Pero la propia Nutriset tiene operaciones en Estados Unidos. "Vienen con un subsidio de US$2 millones de USAID para montar una fábrica y nos impiden fabricar lo mismo que ellos. ¡Juegan a dos puntas!" protestó Mellace.
Sin embargo, la empresa francesa asegura que el tema de las patentes es delicado e insiste en que, en última instancia, su objetivo es que a largo plazo los gobiernos de los países en desarrollo puedan hacerse cargo, ellos mismos, del problema de la desnutrición.
Fuente: bbc.co.uk
miércoles, 27 de enero de 2010
“La desnutrición es el resultado final del subdesarrollo”
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lunes, 12 de octubre de 2009
Ancianos, los más afectados por desnutrición

Con ello aumenta la prevalencia de enfermedades crónicas y los factores de riesgo cardiovascular: la diabetes tipo 2, la hipertensión arterial, la progresión de las insuficiencias renales, las posibilidades de sufrir infartos, e incluso se acepta que la predisposición a ciertos cánceres, como el de mama, el de próstata o el de colon, estaría relacionada con una mala alimentación, caracterizada sobre todo por exceso de grasas.
Pero este fenómeno tiene una contracara, y es que por muy diversas causas, muchas personas ancianas padecen desnutrición. A veces influye el costo de los alimentos en relación con los magros ingresos jubilatorios; otras veces son las dificultades de movilidad, que hacen que la persona necesite para ir a comprar y prepararse la comida una ayuda con la que no siempre cuenta. A veces, está deprimido y simplemente no tiene ganas de comer.
Los trastornos cognitivos pueden empeorar las cosas: Si bien es muy difícil establecer estadísticas, un trabajo realizado en Estados Unidos hace una década fijaba en más de un 60% el nivel de desnutrición en las personas con demencias seniles, como la enfermedad de Alzheimer.
Para el doctor Isidoro Fainstein, ex presidente de la Sociedad Argentina de Gerontología y Geriatría (SAGG), "el primer factor de riesgo es la soledad". Para las personas añosas que enviudan, los que no tienen con quién compartir la comida, esta puede dejar de ser un acto social y ponen menos atención en ella.
A esto pueden sumarse la falta de recursos -y lo que cuesta alimentarse sanamente en relación con la canasta familiar-, el estado mental, tanto en lo afectivo como en lo cognitivo, enfermedades crónicas, operaciones o internaciones recientes que hayan reducido la movilidad u obligado a la persona a quedarse en casa, el estado de la dentición (o si usa prótesis), o posibles alteraciones de la deglución.
Cómo darse cuenta
"Al llegar a la tercera edad se debe continuar con el consumo de las mismas fuentes de nutrientes que durante todo el transcurso de la vida -advierte el médico nutricionista Silvio Schraier, ex presidente de la Sociedad Argenina de Nutrición-. No es normal ni saludable comer menos y estar más delgados a medida que se envejece."
Según este especialista, el screening nutricional es el primer paso para identificar posibles o potenciales casos de riesgo: "Esto permite identificar pacientes en riesgo de desnutrición con el principal objetivo de desarrollar un plan de tratamiento adecuado", afirmó.
Para Fainstein, que dirige el Curso Superior Bienal de Medicina Geriátrica de la Asociación Médica Argentina, saber si una persona está desnutrida requiere conocer la historia, el estado clínico, el examen físico y la situación del entorno familiar del paciente. Sin embargo, hay ciertos datos de pérdida de peso que pueden llevar a que el médico tenga una sospecha bastante certera. Si la persona pierde un 2% de su peso en una semana, o el 5% en un mes, el 7,5% en 3 meses o un 10% en 6 meses, indica, "hay motivos para sospechar de un estado de desnutrición".
Los riesgos
La Asociación Argentina de Nutrición Enteral y Parenteral (AANEP) afirma que casi la mitad de las personas internadas en hospitales en la Argentina (el 47,3%) presenta algún grado de desnutrición, entre moderado y severo. Además de ellos, y en referencia a los adultos mayores, suelen esta en mayor riesgo de desnutrición los que están en sus casas pero padecen alguna enfermedad crónica que los somete a un gran sufrimiento físico o les provee de una discapacidad motriz, y los que están afectados por algún trastorno neurológico.
Además de poner en riesgo la propia vida de la persona, la desnutrición puede acelerar la progresión de determinadas enfermedades y un aumento de sus complicaciones, hace que las heridas cicatricen mal, puede generar una mayor predisposición a infecciones, la reducción de la fuerza.
Los alimentos más baratos y fáciles de preparar consisten en hidratos de carbono, con lo que los estados de desnutrición suelen ser producto de la deficiencia de proteínas.
Un indicador clínico de desnutrición seria es la baja excesiva de albúmina en la sangre. La albúmina, explica Fainstein, es una proteína, y un nivel demasiado bajo indicaría que el organismo, al no recibir proteínas con la alimentación, está consumiendo las suyas propias. "Esta es una variable independiente que incide directamente en la mortalidad", advierte.
La doctora María Dolores Orfanó, médica geriatra y nutricionista del Hospital Militar Central Cosme Argerich, explica que hay una condición que debe ser tenida en cuenta, y es el "síndrome de fragilidad" de la personas mayores. "Este síndrome está definido por el estrés metabólico, la polimedicación tan típica en los adultos mayores, y el hecho de comer solo". De acuerdo con estudios hechos en el año 2003 en Europa, indica, en los adultos mayores con autonomía y sin estas condiciones de fragilidad, la desnutrición alcanzaba el 3%, mientras que cuando la persona come sola, toma más de 3 medicamentos y padece una situación de estrés metabólico por motivos clínicos o psicológicos, la prevalencia de desnutrición trepa al 10%, es decir, más de tres veces por encima. "En los adultos institucionalizados en geriátricos, la desnutrición está entre el 25 y el 35 por ciento", acota.
Subsanar la fragilidad
Cuando las personas están institucionalizadas, son quienes están a cargo quienes deben ocuparse del tema, pero, ¿cómo prevenir la desnutrición, por ejemplo, en una persona de 75 años que se ha quedado sola, y en la que el médico advierte que puede llegar a caer en un estado de desnutrición?
En primer lugar, indica Fainstein, si la persona está deprimida, por ejemplo, hay que tratar esa causa de base que podrá llevarla a la desnutrición: "De nada sirve decirle a alguien que ?debe tener voluntad? de comer, cuando justamente lo que a esa persona lo que le pasa es que no tiene voluntad".
Antes o después de una operación, de una enfermedad aguda o de una situación de estrés metabólico, que puede deberse a causas físicas o psíquicas, el médico puede recetar suplementos vitamínicos en forma preventiva o para paliar alguna deficiencia. Pero estos productos no pueden ser considerados la solución al problema nutricional de la persona, señala el doctor.
Para la doctora Orfanó, lo ideal sería que el sistema de salud pública pudiera evaluar, a través de una encuesta, el estado de fragilidad de la población adulta que vive en sus casas.
En países europeos están instituidos los centros u hospitales de día, en los que las personas mayores que viven solas pueden desarrollar su socialización, contar sus problemas e ir incorporando estrategia para, por ejemplo, aprender a cocinar de manera más fácil con alimentos más baratos y nutritivos. Aunque en Argentina se está bastante lejos de este modelo de contención, dice la doctora, es importante dejar en claro que el síndrome de fragilidad no es de ninguna manera una condición natural o inherente a la vejez, y que es el medio social humano el que, por acción o por omisión, promueve la vulnerabilidad de los adultos mayores.
Fuente: lanacion.com
lunes, 13 de abril de 2009
Mala nutricion en bebes

Esa es la conclusión a la que arriba un estudio llevado a cabo por la Fundacion Conin (Cooperadora para la Nutrición Infantil - Mendoza, Argentina) y el Instituto de Investigaciones Neurológicos Fleni.
El estudio se realizó sobre 32 niños de 6 a 8 años que asisten a los dos centros de promoción y prevención de la desnutrición infantil pertenecientes a la fundación en la ciudad de Mendoza: el Centro Modelo de Prevención de la Desnutrición Infantil "El Plumerillo" y el Centro de Recuperación de Lactantes Desnutridos "Madre Teresa de Calcuta".
Según el estudio que el 84% de los niños que habia tenido problemas de desnutrición en el primer año de vida presentó problemas o alteraciones en el sistema lingüístico, mientras que el 59% sufre alguna patología auditiva. Las muestras indican que los chicos tienen un uso restringido de frases, repiten consignas, tardan en responder y tienen baja inteligibilidad del habla en general.
Los investigadores señalaron que la mayoría de los chicos evidenciaba "escaso vocabulario, dificultad para la comprensión de frases y absurdos verbales por debajo de lo esperable para su edad cronológica". Asimismo las dificultades lingüística de los chicos podrían ser un correlato con su bajo rendimiento escolar "porque estarían influyendo en la falta de comprensión de consignas dadas, especialmente en ámbitos acústicamente adversos como las aulas escolares".
Las alteraciones podrían corresponderse con el medio socio-económico-cultural bajo correspondiente a esos chicos, y "la desnutirición padecida en la fase más importante del desarrollo neurolófico, el primer año de vida".
Para alcanzar una mayor precisión y dado que requiere un mayor número de casos para determinar si la tendencia esbozada es estadísticamente significativa, los responsables del estudio piensan profundizar los trabajos sobre los 19 chicos con dificultades y entrecruzar los casos con los de menores con problemas de nutrición, pero de niveles socioeconómicos medios.

Cascada Inacayal - Villa La Angostura - Patagonia Argentina