- Durante el embarazo se debe limitar el consumo diario de cafeína.
- Además de en el café, la cafeína se encuentra en muchos alimentos.
martes, 23 de julio de 2013
Cafeína y embarazo
viernes, 9 de marzo de 2012
No sólo el café contiene cafeína
miércoles, 15 de febrero de 2012
La cafeína podría disminuir el dolor muscular
viernes, 24 de diciembre de 2010
Conoce el contenido de cafeína de algunos alimentos

Habitualmente se recomienda no superar las 3 tazas de café al día, pues una ingesta superior a los 300 mg ya se considera elevada y puede significar riesgos para la salud, pues favorece el desarrollo de cansancio, irritabilidad nerviosa y temblores, así como insomnio, por eso, hoy pretendemos ayudarte a calcular tu consumo mostrándote el contenido de cafeína de algunas alimentos ricos en esta sustancia.
- 1 taza de café de 180 ml: 100 mg de cafeína
- 1 taza de café descafeinado de 180 ml: 2 mg de cafeína
- 1 capuccino de 190 ml: 73 mg de cafeína
- 1 Coca- cola de 330 ml: 41 mg de cafeína
- 1 Coca- cola light de 330 ml: 41 mg de cafeína
- 1 Pepsi cola de 360 ml: 35 mg de cafeína
- 1 Pepsi light de 360 ml: 33 mg de cafeína
- 1 taza de té negro de 180 ml: 3.6 mg de teína
- 1 barrita de chocolate negro de 40 gramos: 194 mg de teobromina
Como podrán ver, incluimos aquí alimentos como el chocolate que posee teobromina y el té que contiene teína, sustancias con acción similar a la cafeína, estimulantes del sistema nervioso central, por lo que en exceso pueden producir los mismos efectos que la cafeína.
Recuerda, por debajo de 100 mg el consumo de cafeína es bajo, entre 100 mg y 300 mg el consumo es moderado, mientras que por encima de 300 mg la ingesta de cafeína ya se considera elevada y puede producir efectos adversos en el organismo.
Fuente: vitonica.com
Los niños también pueden excederse con la cafeína

Si bien son muy pocos los datos sobre el consumo de cafeína en la infancia, un estudio reciente muestra que el 75% de los pequeños tiene una ingesta excesiva de esta sustancia sobre todo, porque un sólo refresco contiene 40 mg de cafeína y el chocolate posee mucho más.
Aunque no hay recomendaciones universales de ingesta de cafeína para los niños, algunas guías pediátricas de alimentación como las de Canadá, recomiendan que los niños de entre 4 y 6 años no ingieran más de 45 mg diarios de cafeína, mientras que el límite para los de 10 a 12 años es de 65 y 85 mg respectivamente.
Como podemos ver, fácilmente los niños pueden excederse en la cantidad de cafeína que consumen, por ello, lo ideal es buscar productos descafeinados para incluirlos en la dieta infantil y además, limitar la ingesta de chocolate negro así como también, de refrescos.
Un consumo elevado de cafeína en la infancia puede causar una excitación nerviosa excesiva, insomnio y falta de concentración, por ello, controlar la ingesta de alimentos o bebidas que contengan cafeína resulta fundamental para cuidar la salud de los más chicos del hogar.
Fuente: vitonica.com
Todo sobre la cafeína y sus efectos secundarios

La cefeína, a causa de su efecto estimulador puede causar ansiedad, temblores o insomnio, algo que como comprenderéis no es muy óptimo para mejorar nuestro rendimiento. La cafeína tambiés es diurética, propiciando una excreción de líquido del cuerpo, con lo que hay que tener mucho cuidado con las deshidrataciones y estar pendiente de beber líquido antes y durante el entrenamiento o la prueba.
También se dan casos de sobreestimulación del intestino, lo que desemboca en diarrea, lo que es el peor efecto que puede causarnos la cafeína, ya que nos deja fuera de juego frente a una competición.
Casi todos estos efectos secundarios se suelen producir por un consumo inadecuado de cafeína, abusando de ella o no ajustando las dosis. Por eso, como venimos diciendo a lo largo de esta serie de post sobre la cafeína lo mejor es empezar con pequeñas dosis y ver qué efectos nos produce.
Si hasta con pequeñas dosis hay efectos secundarios lo mejor es dejar esta ayuda ergogénica. Y recuerda que estas sustancias no son milagrosas, si no se entrena no hay nada que hacer.
Fuente: vitonica.com
Todo sobre la cafeína: efectos en el deportista

La cafeína se puede consumir a base de café (50-100 mg por taza), té (30-60 mg), refrescos de cola (50 mg) o pastillas (100-300 mg), aunque lo más habitual en el deporte son las pastillas.
El efecto no es otro que actuar sobre el sistema nervioso central para aumentar la recepción de sensaciones y la concentración, lo que es una ventaja en muchos deportes. Pero es sobre todo su efecto sobre la liberación de adrenalina lo que hace aumentar el rendimiento, ya que más adrenalina en el cuerpo suponen dos cosas:
- En los deportes de corta duración: se liberar calcio en los miocitos y esto produce una mejor y mayor contracción muscular. También al aumentar la capacidad sensorial y de concentración es ventajoso en las situaciones de salida o anticipación ante el rival (salida de atletismo o judo por ejemplo)
- En los deportes de larga duración: se moviliza la liberación de ácidos grasos libres para utilizar como combustible, lo que supone ahorrar glucógeno que es el combustible que nos dará potencia en la parte final de la prueba y se evitará la pájara final.
Estos son los supuestos efectos que realiza la cafeína, ahora sí, todo depende de quién la tome y como le afecte, porque a algunos deportistas les va bien y otros no la pueden ni ver. Por eso no elijas una competición para probarla, hazlo un mes antes en los entrenamientos y elige tú mismo si te va bien.
Fuente. vitonica.com
viernes, 19 de noviembre de 2010
Las bebidas alcohólicas con cafeína, sentenciadas

Tras analizar las bebidas en el laboratorio y después de una revisión científica sobre el tema y una consulta con expertos en toxicología, farmacología, médicos de Urgencia y epidemiología, la Agencia admite que "existe evidencia de que la combinación de cafeína y alcohol en estos productos supone una amenaza para la salud pública. Su consumo se relaciona con comportamientos de riesgo y con situaciones que pueden dañar la propia vida". Así de claro se expresa la FDA en un comunicado.
Además, añade en la misiva que ha enviado a Charge Beverages Corp., New Century Brewing Co., Phusion Projects y United Brands Company Inc, que sus bebidas violan la FFDCA (la Federal Food, Drug and Cosmetic Act) ya que la mezcla que ofrecen no está aprobada por sus riesgos para la salud. "Si una de las compañías considera que su producto no incumple la ley deberá presentar toda la información necesaria para avalar su seguridad", dice la FDA.
Los expertos que han estudiado el caso indican que "la cafeína puede enmascarar algunos de los síntomas que normalmente sirven a un individuo para reconocer que ha ingerido demasiado alcohol y que está al borde de la intoxicación".
"No hemos podido apoyar, bajo ningún concepto, la afirmación de que añadir cafeína a las bebidas alcohólicas es seguro. Al contrario, concluimos que es peligroso", ha declarado el doctor Joshua M. Sharfstein, uno de los comisarios de la FDA.
Estas bebidas que corren de mano en mano entre los estudiantes norteamericanos -por España no se han extendido-, contienen altos niveles de cafeína más un 12% de alcohol. Bastan tres latas de la también conocida como 'cocaína líquida' para dejar K.O a un joven. Pero la FDA se ha propuesto acabar con el problema. En el plazo de un mes, esta mezcla explosiva no podrá estar a la venta.
Fuente: elmundo.es
jueves, 2 de septiembre de 2010
Mitos sobre la cafeína

Las palabras cafeína y café provienen del árabe gahweb. Es una sustancia amarga que se pueden encontrar en varios productos. Mucho se ha hablado de los efectos de la cafeína en los últimos años pero nunca se supo realmente si son ciertos o no.
Las fuentes de cafeína más consumidas usualmente son el café, el té y el cacao. También se la puede ingerir en otros productos como en la yerba mate o los guaranas, que los encontramos en las bebidas energéticas.
La cafeína tiene muchos efectos en el metabolismo particularmente en el sistema nervioso central. Puede hacer sentir a algunas personas más alerta y muchas veces aumentar la energía.
Los sitios electrónicos especializados en salud Lifescript.com y Afic.org debelaron algunas verdades sobre esta sustancia.
"La cafeína provoca deshidratación"
Verdadero. La cafeína es un diurético suave que provoca ganas de orinar. Si se va al baño muy seguido se pierden más líquidos de los que se están tomando, asegura Franz H. Messerli, profesor de medicina de la Universidad de Columbia en Nueva York.
"La cafeína provoca hiperactividad en los niños"
Falso. Estudios han demostrado que una cantidad moderada de cafeína (entre 40 y 200 miligramos) no hace que los niños sean hiperactivos. Al igual que los adultos, los pequeños reciben un aumento de energía que no es perjudicial, revela Suzanne Sheres, dietista pediátrica en la Clínica Infantil Nemours de Orlando, Florida.
Ella agrega que pequeñas cantidades de cafeína pueden incluso ayudar a los niños diagnosticados con Trastorno por Déficit de Atención e hiperactividad, ya que les ayuda a centrar su atención.
"La cafeína está relacionada con la enfermedad fibroquística de las mamas"
Falso. De acuerdo con la Asociación Médica Americana, la ingesta de cafeína no se relaciona con la enfermedad en las mamás. "No hay evidencia que apoye la idea de que la cafeína causa cambios fibroquísticos ni cáncer de mama", dice Catherine B. Lee, médico del Centro Clínico de Cleveland.
"La cafeína puede agravar las enfermedades cardiacas".
Falso. Un estudio realizado por la Universidad Autónoma de Madrid reveló que las mujeres que bebieron de dos a tres trazas de café con cafeína al día tenían un 25 por ciento menos riesgo de contraer una enfermedad cardiaca. Hay pocas pruebas de que la sustancia aumente el riesgo de un ataque al corazón, muerte súbita o ritmos cardiacos anormales.
"La cafeína es adictiva"
Falso. Aunque la cafeína es considerada un estimulante suave, no es adictiva, informó el diario americano de la drogadicción y el alcoholismo. A diferencia de los estimulantes clásicos, es raro que surja una compulsión a utilizar esta sustancia.
Aunque no genera adicción, si provoca dependencia, por esa razón, a quien decida dejar el hábito de ingerir café se le recomienda hacerlo poco a poco, para que se eviten los dolores de cabeza, la inquietud e irritabilidad.
"La cafeína aumenta el riesgo de contraer hipertensión"
Falso. La cafeína provoca un pequeño impulso, a corto plazo, en la presión arterial, pero nada grave y sin efecto sobre la salud. Un estudio de la Universidad de Harvard reveló que no existe ninguna relación entre el consumo del café y un riesgo incrementado de hipertensión. Lo que podría ser peligroso es el azúcar y otros ingredientes de los refresco de cola y el café, pero no la cafeína en sí misma.
"La cafeína provoca pérdida de hueso"
Verdadero. La cafeína provoca una pequeña pérdida de calcio si se consumen alrededor de tres tazas de café al día, pero esto es algo que podría ser compensado tomando leche, reveló un estudio realizado por la Universidad de Creighton.
"La cafeína no es saludable para las mujeres embarazadas"
Verdadero. Las mujeres que están esperando un bebé no deberían tomar más de dos tazas de café al día, recomienda el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos. La razón de esto es que el exceso de cafeína puede causar latidos irregulares en el feto, de la misma forma que ocurre cuando se consumen cantidades excesivas de chocolate.
"La cafeína tienen abundantes cantidades de calorías"
Falso. Por sí solos, ni el café ni el té tienen calorías o grasa. Lo que hace que las bebidas con cafeína sean una bomba es que sean combinadas con jarabes, leche entera, azúcar o crema.
Fuente: viaresto.clarin.com
domingo, 4 de julio de 2010
La cafeína, relacionada con el riesgo de cefaleas crónicas

Para ello, evaluaron el consumo de cafeína (tanto el actual como el de los cinco años previos) de unos 200 pacientes con diversos tipos de cefalea crónica (migraña, tensional...) y los compararon con la ingesta de medio millar de personas sanas.
Aunque el consumo actual de este alcaloide no parecía influir en los episodios dolorosos, las personas con cefaleas crónicas tendían a haber tomado más cafeína en el pasado (una media de 257 miligramos diarios, lo que equivale a unas 2,5 tazas grandes de café) que los participantes del grupo control (221 mg/día). La relación parecía más acusada entre los participantes menores de 40 años y entre las mujeres.
"El patrón que hemos visto coincide con la hipótesis de que el consumo de cafeína es un factor de riesgo para las cefaleas crónicas pues la ingesta del estimulante estaba elevada en el periodo anterior a la aparición de la enfermedad", explican los investigadores.
"Esta asociación podría indicar una relación causal entre el consumo de cafeína y la aparición de cefaleas crónicas o ser secundaria a otros factores que no se han evaluado. Por ejemplo, los problemas del sueño y la depresión se relacionan con el consumo de cafeína y son factores que predisponen al desarrollo del problema en algunos individuos", comentan los autores.
Asimismo, estos especialistas advierten de que en sus hallazgos podrían verse afectados por errores en el recuerdo acerca del consumo de cafeína de los participantes. "Es posible que los pacientes estuviesen más al tanto que los controles sobre la cafeína de su dieta, aunque no tenemos modo de saberlo", reconocen los investigadores.
Lo que sí tienen claro es que sus hallazgos "no son consistentes con la hipótesis de que su consumo aumenta como consecuencia de los dolores de cabeza. Si este fuese el caso, habríamos visto que la ingesta de cafeína es elevada tanto antes como después de la aparición del problema", precisan.
Fuente: elmundo.es
Un consumo elevado de cafeína en el embarazo aumenta el riesgo de aborto

La investigación que ha llegado a estas conclusiones, publicada en la revista 'American Journal of Obstetrics & Ginecology', se realizó con 1.063 embarazadas de San Francisco (EEUU) desde 1996 y 1998. Todas las participantes indicaron cuántas bebidas consumían al día, tanto con cafeína como sin ella, desde su último periodo menstrual y también si habían cambiado sus patrones de consumo desde que se quedaron embarazadas. Entre las bebidas con cafeína se incluyeron el café (también el descafeinado), el té, algunas bebidas carbonatadas y el chocolate caliente.
El 25% de las mujeres (264) reconoció no consumir nada de cafeína durante el embarazo, mientras que el 60% (630) tomaba menos de 200 miligramos al día y el 15% (164) bebía más de esta cantidad. La mayor ingesta de esta sustancia se dio en mujeres blancas con un alto nivel de ingresos económicos.
Al dejar al margen otros factores de riesgo como la edad, el tabaco y las náuseas y vómitos mañaneros, los investigadores afirman sin dudar que la cafeína, por sí sola, incrementa las posibilidades de tener un aborto.
Así, "hemos visto que en aquellas mujeres que toman más de 200 miligramos, el riesgo es dos veces mayor, mientras que las que consumen algo menos tienen un 40% más probabilidades de perder al niño que aquellas que son capaces de dejar la cafeína durante nueve meses", explica a elmundo.es el doctor De-Kun Li, uno de los investigadores de la Fundación Kaiser Permanente.
Los autores indican que la única culpable de este aumento del riesgo es la cafeína y no otros componentes del café, "porque el efecto se observó en la misma medida con las bebidas carbonatadas, el té y el chocolate caliente".
Las medidas utilizadas para hacer la estimación de cafeína ingerida fue la siguiente: por cada 150 mililitros de bebida, se estimó que se tomaban 100 miligramos de cafeína en el caso de los cafés, 39 miligramos si se trata de té, 15 miligramos para las bebidas carbonatadas y 2 miligramos con el chocolate caliente.
Una sustancia que llega al feto
En total, 172 mujeres del estudio sufrieron un aborto (16,8%). La relación entre la cafeína y el aborto fue más evidente en aquellas mujeres que no contaban con otros factores de riesgo.
De-Kun Li señala a elmundo.es que a la vista de los resultados "el mensaje claro para las embarazadas es que deberían interrumpir por completo la ingesta de cafeína durante la gestación. Si realmente necesitan tomarla, deberían limitar el consumo a una simple taza de café al día".
La causa por la que la cafeína puede derivar en abortos espontáneos es que esta sustancia atraviesa rápidamente la placenta y llega al feto, pero para él es muy difícil metabolizarla porque su sistema metabólico aún no está muy desarrollado.
Además, este investigador explica que "la cafeína también puede tener efectos negativos sobre otros aspectos del embarazo, ya que puede influir en el desarrollo celular del niño y disminuir el flujo sanguíneo que le llega al bebé, aumentar el riesgo de que nazca prematuro y con bajo peso e influir en el desarrollo neurológico del feto".
Fuente: elmundo.es
jueves, 1 de julio de 2010
La cafeína aumenta la potencia muscular

Un equipo de investigadores del Reino Unido presenta ahora un trabajo que muestra que esta molécula, sobre todo ingerida en pastillas, polvos solubles o bebidas especiales que contienen una alta concentración, incrementa directamente la capacidad muscular y podría ser útil para atletas de distintas especialidades.
Los resultados de este estudio, para el que se emplearon músculos de ratones muertos bañados en una solución de cafeína, se han presentado en un encuentro anual de expertos en Biología Experimental, celebrado en Praga (República Checa). Para sus autores, de la Universidad de Coventry (Reino Unido), la cafeína bien usada podría derivar en "un pequeño incremento del rendimiento que significaría la diferencia entre una medalla de oro y un segundo puesto", en palabras del principal responsable del trabajo, Rob James.
Los efectos de la cafeína se midieron con músculos sóleos, extraídos de las piernas inferiores de los roedores, y según dos parámetros: potencia y resistencia. A su vez, se tuvieron en cuenta dos clases de esfuerzo: máximo, cuando los músculos ofrecen toda su capacidad, como en un 'sprint' o un levantamiento de pesas; y submáximo, que cubre todas las demás actividades, incluida correr una maratón.
Los resultados desvelaron que la cafeína aumenta tanto la potencia como la resistencia en actividades submáximas, aunque en las máximas sólo beneficia la potencia, mientras que reduce significativamente la resistencia.
"De antiguo son conocidos los efectos ergogénicos de la cafeína en diversas actividades deportivas y que han sido publicados en muchos trabajos científicos: ejercicio aeróbico en triatletas y ciclistas, ejercicios de corta duración en remo o actividades de aceleración en natación y ciclismo, por citar algunos", comenta Pedro Manonelles, presidente de la Federación Española de Medicina del Deporte.
Por otra parte, un consumo excesivo puede provocar numerosos y diversos efectos secundarios, tales como insomnio, ansiedad, taquicardias o daños estomacales, aunque ninguno suele revestir gravedad. Desde el punto de vista deportivo, también puede ser perjudicial el 'efecto rebote', que se produce en algunas personas cuando interrumpen por algún motivo la ingesta cotidiana de cafeína y causa sensación de fatiga y dolores de cabeza.
Diversos factores
El efecto potenciador se debe a diversos factores. El más novedoso, sobre el cual el doctor James ha realizado varios estudios, consiste en que facilita la movilización del calcio de las células, necesario para que los músculos se contraigan. Pero también se sabe que la cafeína aumenta las reservas de grasa e induce a los músculos a usarlas, lo que les permite ahorrar el glucógeno que necesitan para seguir trabajando.
Además, son conocidos desde hace tiempo sus efectos sobre el sistema nervioso: "Reduce la percepción subjetiva del esfuerzo, que es el cansancio que siente uno, lo cual repercute sobre el rendimiento", aclara Marcela González Gross, profesora de INEF en la Universidad Politécnica de Madrid.
En todo caso, esta experta considera que los resultados del estudio del equipo británico son aún "hipotéticos", ya que "será muy difícil extrapolarlos a humanos".
La cafeína y otras sustancias similares se encuentran en toda clase de alimentos comunes, como el café, el té verde o negro, los refrescos y cervezas o los derivados del chocolate. Desde que se despenalizó su consumo para deportistas profesionales, un tercio de ellos reconoce tomarla para potenciar su rendimiento, según una encuesta elaborada hace dos años en la Universidad John Moores de Liverpool.
Este porcentaje aumenta en el caso de los atletas de élite, y alcanza por ejemplo al 60% de los ciclistas. La forma más habitual de tomar cafeína, según este estudio, es por medio de pastillas, café o bebidas energéticas.
Fuente: elmundo.comdo.es
miércoles, 9 de junio de 2010
El café puede actuar como placebo

"Aunque los consumidores frecuentes se sienten más despiertos con la cafeína, la evidencia sugiere que esa sensación es fruto de la inversión de la fatiga que causa la abstinencia aguda", explica Peter Rogers, investigador del departamento de psicología experimental de la Universidad de Bristol y director del estudio.
Para llegar a esta conclusión, Rogers y su equipo llevaron a cabo un experimento con 379 adultos divididos en varios grupos: consumidores de niveles de café alto, medio, leve y nulo, a los que se les pidió no bebieran esa infusión durante 16 horas. Después se les ofreció café o un placebo y se registró sus niveles de ansiedad, alerta y dolor de cabeza. Según los científicos, las personas adictas a la cafeína presentaban una disminución en el estado de alerta y aumento del dolor de cabeza antes de tomar esa bebida.
Sin embargo, las mediciones realizadas revelaron que sus niveles de alerta después de tomar cafeína no eran más altos en comparación con aquellos que tomaron un placebo. Esto sugiere que la cafeína solo devuelve a los bebedores de café a su "estado normal".
Aquellas personas que tenían una variante genética vinculada a la ansiedad tendian más a beber cantidades levemente mayores de café. Los científicos piensan que un leve incremento de la ansiedad "podría ser parte de la placentera excitación causada por la cafeína".
miércoles, 3 de febrero de 2010
Los riesgos de la cafeína

La dependencia física a la cafeína se convierte en una realidad después de un largo periodo de uso intensivo.
"Tratar de dejarla de manera repentina puede causar fuerte dolor de cabeza, además de que interfiere con el sueño, provocando insomnio, cansancio, falta de voluntad, nerviosismo, irritabilidad y ansiedad", explica Luis Eduardo Sandí, psiquiatra especialista en adicciones.
La cafeína se traduce no solamente al café, también la poseen algunas gaseosas, tés, chocolate o bebidas energéticas.
Por eso, si usted siente que su consumo de cafeína excede los niveles, y un día sin ella es una tortura, es importante que considere disminuirlo de manera progresiva.
"Intente la eliminación gradual. Por ejemplo, puede adicionar ½ taza de café regular y ½ taza de café descafeinado. Intente lo mismo con tés y gaseosas: los tés de hierbas o frutas usualmente son libres de cafeína, y las gaseosas que no contienen cola usualmente no son cafeinadas, sin embargo, conviene revisar las etiquetas", recomienda Kathryn von Saalfeld, directora de la Clínica de Nutrición von Saalfeld.
Infórmeles a sus seres queridos que usted podría pasar de mal humor por dejar la cafeína. De esta manera, tal vez así perdonen su irritabilidad. Y mantenga sus comidas y rutina regulares.
Fuente: clarin.com
miércoles, 18 de marzo de 2009
La cafeina aumenta los niveles de glucosa

La contra del café se trata de que la cafeína eleva el nivel del azúcar en la sangre, malo, muy malo para todos aquellos diabéticos. Investigaciones han determinado que aquellas personas que sufren la diabetes más común pueden controlar mejor su nivel de azúcar en la sangre si disminuyen el consumo de cafeína.
El Centro Médico de la Duke University, en Durham, Carolina del Norte fue el encargado de la investigación, y en sus pruebas llegaron a comprobar que en las personas que ingieren cafeína el nivel de glucosa aumenta, dato curioso, sobre todo después de las comidas.
El portavoz de la investigación comentó “La cafeína parece interrumpir el metabolismo de la glucosa de una forma que podría resultar perjudicial para las personas con diabetes tipo 2”.
Para evitar que los niveles de glucosa aumenten por el consumo de cafeína es importante recordar qué es lo que contiene cafeína o niveles muy altos de la misma, y en ese caso imposible dejar de nombrar al café, junto al té y algunos refrescos.
Prevenir el aumento de glucosa es muy importante en diabéticos, sobre todo porque puede traer aparejado daños en la vista, los riñones y los nervios, además de que la diabetes puede generar enfermedad cardiaca, accidente cerebrovascular y amputaciones de las extremidades.
Investigaciones anteriores afirmaban que el consumo de café beneficiaba a la diabetes, pero esta investigación empleo un mejor método con lo que se demostró definitivamente que el consumo de cafeína hace que el nivel de azúcar en la sangre se eleve durante todo el día por encima de los valores que se tendría si no se consumiera.
Importante recordar la infamación que hasta aquí les proporcioné y sumarle que la cafeína impide que la glucosa se traslade desde la sangre a las células moleculares, entre otras, cosa que debería pasar, además de que estimula la emisión de la hormona que aumenta los niveles de azúcar en la sangre .
domingo, 8 de febrero de 2009
La cafeina y la mujer

En la actualidad, y gracias al aumento en la atención que se presta a la nutrición materna, muchas mujeres se preguntan si es seguro consumir alimentos o bebidas que contengan cafeína durante el embarazo. Pese a que algunos estudios han dado resultados confusos, las organizaciones de profesionales de la salud, tales como el Colegio de Obstetras y Ginecólogos de los Estados Unidos, recomiendan a las mujeres embarazadas que limiten el consumo de cafeína al equivalente de 1 ó 2 tazas de café. El uso de la cafeína durante el embarazo debería ser un tema para discutir con el médico particular.
Debido a que en la actualidad muchas mujeres se embarazan más tarde, las investigaciones han centrado su atención en la identificación de aquellos factores que podrían afectar la fertilidad, por ejemplo, la cafeína. En 1988 se realizó un estudio que sugirió que la cantidad de cafeína que se consume en 1 a 2 tazas de café al día, podría disminuir la fertilidad femenina. Sin embargo, los investigadores reconocieron que la concepción demorada podría deberse a otros factores que ellos no tomaron en cuenta, tales como la actividad física, el estrés y otros hábitos dietarios. Desde entonces, otros estudios más importantes y mejor planificados que se realizaron no pudieron respaldar los hallazgos de 1988.
En 1990, los investigadores de los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades y la Universidad de Harvard examinaron la asociación entre el tiempo que se demora en concebir y el consumo de bebidas cafeinadas. El estudio involucró a más de 2800 mujeres que habían tenido hijos recientemente y a 1800 mujeres a quienes se les había diagnosticado una infertilidad primaria. Se entrevistó a los miembros de cada grupo y se les preguntó específicamente sobre el consumo de cafeína, sus antecedentes médicos y hábitos de vida. Los investigadores llegaron a la conclusión de que el consumo de cafeína tenía muy poca influencia en el tiempo que demoraron para concebir aquellas mujeres que habían tenido efectivamente hijos. El consumo de cafeína tampoco fue considerado un factor de riesgo para la infertilidad.
En respaldo de tales hallazgos, en 1991 en Dinamarca se realizó un estudio que abarcó a 11.000 mujeres, y que analizó la relación entre la cantidad de meses para concebir, el tabaquismo y el consumo de café y té. Pese a que las fumadoras que consumían más de ocho tazas de café de hecho demoraron la concepción, las no fumadoras no tuvieron ese problema, pese a que consumían cafeína.
Un estudio que abarcó a 210 mujeres y que se publicó en el American Journal de Public Health en 1998 examinó las diferencias en fertilidad que se asocian con el consumo de diferentes bebidas cafeinadas. Se decidió realizar este estudio en especial por las discrepancias que existían en los hallazgos anteriores. No se halló una asociación significativa entre el consumo total de cafeína y la disminución de la fertilidad. De hecho, los investigadores descubrieron que las mujeres que bebían más de media taza de té por día experimentaban un significativo aumento en la fertilidad. Y este hecho probó ser verdad con el consumo de cafeína en los primeros intentos de una mujer por concebir. La correlación entre el té y la fertilidad fue respaldada por un estudio de 1994, sin embargo, esas mujeres tenían niveles de consumo significativamente superiores.
Abortos espontáneos
La asociación entre la cafeína y los abortos espontáneos continúa siendo objeto de investigaciones. Hace poco tiempo, investigadores de la Universidad McGill de Montreal publicaron un estudio que demostraba la existencia de una relación entre el consumo de cafeína y los abortos. Pese a que el consumo de cafeína antes y durante el embarazo parecía estar asociado con un aumento en la pérdida de fetos, los autores no tomaron en cuenta un número de factores que podrían originar una asociación falsa, como por ejemplo, los efectos del malestar matinal o náuseas, la cantidad de cigarrillos fumados y la cantidad de bebidas alcohólicas consumida.
Antes del estudio de McGill, un equipo de investigación del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano realizó un estudio de 431 mujeres. Los investigadores monitorearon a las mujeres y la cantidad de cafeína que consumieron desde la concepción hasta el nacimiento. Tomaron en cuenta las náuseas matinales, tabaquismo, consumo de bebidas alcohólicas, edad de la madre, y no hallaron ninguna relación entre el consumo de hasta 300 mg de cafeína por día y resultados adversos en el embarazo.
Algunos años antes, en 1992, los investigadores analizaron el efecto de los cigarrillos, las bebidas alcohólicas y el consumo de café en el resultado de los embarazos de más de 40,000 mujeres. Pese a que el consumo de bebidas alcohólicas y el tabaquismo en general producían efectos adversos en el resultado del embarazo, el consumo moderado de la cafeína no se asociaba con los abortos espontáneos o el bajo peso del feto en el momento del nacimiento. Más aún, la relación entre el consumo de cafeína y los abortos espontáneos fue investigada también en un estudio que abarcó a 5,342 mujeres embarazadas en 1997. En el mismo, los investigadores llegaron a la conclusión de que no existía un aumento en el riesgo de sufrir un aborto espontáneo si se consumía una cantidad moderada de cafeína. En diciembre de 2000, otro estudio realizado en Uppsala, Suecia, llegó a la conclusión de que reducir el consumo de cafeína durante los primeros meses del embarazo es una medida prudente.
Defectos de nacimiento y bajo peso de los bebés
En la década del 80 se publicaron estudios que también respaldaban la conclusión de que el consumo moderado de la cafeína durante el embarazo no puede asociarse con los partos prematuros o con el bajo peso de los bebés al nacer. Desde 1980 se revisaron más de 20 estudios y se llegó a la conclusión de que no existen evidencias que prueben que el consumo de niveles moderados de cafeína puede tener un efecto adverso discernible en el resultado de los embarazos.
En 1991 se publicó un estudio en el que se examinó el consumo de cafeína durante el embarazo y el desarrollo posterior de los hijos de un grupo de 1500 mujeres durante 7 años. El consumo de cafeína que era equivalente a aproximadamente una taza y media a dos tazas de café por día, no tuvo ningún efecto en el peso de nacimiento de los bebés, en la duración del parto ni en la circunferencia de la cabeza del feto. Se realizaron exámenes de seguimiento a los niños a los ocho meses, a los cuatro años, y a los siete años. Tampoco se descubrieron efectos adversos del consumo de cafeína en el desarrollo motriz ni en la inteligencia del niño.
A principios de la década del 80, la Administración de Alimentos y Drogas de los Estados Unidos (FDA) realizó un estudio en ratas a las que se las alimentó con elevadas dosis de cafeína a través de un tubo estomacal. Pese a que los resultados obtenidos hicieron necesaria la aparición de mensajes que aconsejan a las mujeres embarazadas a evitar la cafeína, el estudio fue muy criticado porque no representaba la manera en que los seres humanos consumían cafeína. En 1986, investigadores de la FDA realizaron otro estudio en el que las ratas de laboratorio consumieron altas dosis de cafeína en el agua de sus bebederos. El segundo estudio llegó a la conclusión de que no existían efectos adversos en los hijos de estas ratas, lo que contradijo totalmente los hallazgos del primer estudio.
En 2001 se publicó otro estudio en el que se examinaron los efectos del consumo de cafeína en el crecimiento del feto, pero no se halló evidencia que comprobara que el consumo de cafeína durante el embarazo tuviera efectos negativos en el crecimiento fetal. Otro estudio realizado en 2002, "El efecto de la exposición a la cafeína durante el embarazo en el peso de nacimiento y edad “gestacional" y que se publicó en el American Journal of Epidemiology llegó a la conclusión de que no existía ninguna relación entre el consumo moderado de cafeína y el peso reducido del bebé al nacer, su edad gestacional o el crecimiento fetal.
Prácticamente todos los estudios que se realizaron durante la última década demostraron que no existe relación alguna entre los defectos de nacimiento y el consumo de cafeína. La FDA evaluó esta evidencia científica y llegó a la conclusión de que la cafeína no tiene un efecto adverso en la reproducción de los seres humanos. Sin embargo, al igual que con otros hábitos dietarios, la agencia continúa aconsejando a las mujeres embarazadas a moderar el consumo de cafeína.
Es importante beber gran cantidad de líquido durante el embarazo. Pese a que consumir cantidades moderadas de cafeína está bien, los médicos también les recuerdan a las mujeres embarazadas que beban diferentes tipos de bebidas no alcohólicas durante el día.
Amamantar
Es importante que las mujeres cuiden su alimentación mientras amamantan a sus hijos para asegurar una saludable producción de leche. El Comité de Drogas de la Academia de Pediatría de los Estados Unidos revisó los efectos de la cafeína en la lactancia e informó que el consumo mínimo de cafeína no tiene efectos adversos. Pese a que la cafeína dietaria puede transmitirse a la leche materna, las madres que están amamantando pueden consumir pequeñas cantidades de cafeína sin que lleguen a pasar una cantidad significativa al bebé. Sin embargo, si el consumo de cafeína es mayor, el resultado podría ser una alimentación más pobre y débil para el bebé, por lo que se recomienda limitar el consumo de cafeína. Las organizaciones de profesionales de la salud, tales como el Colegio de Obstetras y Ginecólogos de los Estados Unidos, recomiendan a las mujeres embarazadas que limiten el consumo de cafeína al equivalente de 1 ó 3 tazas de café.
Cambios fibroquísticos en la mama
A fines de la década del 70 se comenzó a discutir la relación que tiene la cafeína con algunas enfermedades de las mamas. Un estudio informal sugirió que dejar de tomar cafeína podría aliviar los síntomas de los cambios fibroquísticos de la mama, enfermedad que provoca la aparición de bultos fibrosos benignos en la mama. Pese a que la cafeína no está directamente relacionada con el desarrollo de este trastorno, algunas personas informaron que notaron mejoras y menos hinchazón en las mamas cuando eliminaron la cafeína de sus dietas. Sin embargo, estos hallazgos se basaron en historias clínicas anecdóticas de una pequeña cantidad de mujeres y no en pruebas clínicas, por lo que los resultados pueden no aplicarse a todas las mujeres que padezcan cambios fibroquísticos en las mamas. El Instituto Nacional del Cáncer (NCI) realizó un estudio más importante que involucró a más de 3000 mujeres. Este estudio que se realizó en 1986 no pudo demostrar la existencia de una asociación entre el consumo de cafeína y la aparición de tumores benignos, cambios fibroquísticos e hinchazón de las mamas.
Tanto el Consejo de Asuntos Científicos de la American Medical Association y el National Cancer Institute publicaron informes en los que afirman que no existe relación entre el consumo de cafeína y la incidencia de la enfermedad de los cambios fibroquísticos en las mamas
El tema del cáncer
La preocupación que despertó la posible relación entre la cafeína y la enfermedad fibroquística de las mamas derivó en la posible relación entre el consumo de la cafeína y el cáncer de mama. Sin embargo, todas las investigaciones que se realizaron hasta la actualidad, no demostraron relación alguna entre el consumo de cafeína y el desarrollo de cualquier tipo de cáncer.
El cáncer de mama
En 1990 los investigadores revisaron datos científicos sobre la posible relación entre la cafeína y los tumores malignos de mama. De los 11 estudios revisados, ninguno pudo establecer una relación significativa entre el consumo de cafeína y la aparición de cáncer de mama.
Más específicamente, se realizaron tres estudios independientes en Israel, los Estados Unidos y Francia, que analizaron la relación entre el consumo de café y el desarrollo del cáncer de mama. Cada uno de los estudios analizaba el consumo dietario, los antecedentes médicos y reproductivos y la frecuencia del consumo de café. Los resultados de cada investigación no pudieron establecer una relación entre el consumo de café y el cáncer de mama.
Más aún, el estudio que realizó el NCI en 1986 sobre la enfermedad de las mamas, tampoco halló asociación alguna entre el consumo de cafeína y el cáncer de mama. Un dato interesante: los investigadores del NCI advirtieron que quienes tomaban café tenían una incidencia levemente menor de cáncer de mama. Se aconseja a los pacientes que aclaren todas sus dudas y preguntas con los profesionales médicos que los atienden.
El cáncer de ovarios
Una profunda revisión de las investigaciones que se han realizado entre la relación que existe entre el cáncer de ovario y la cafeína, no halló ninguna evidencia que indicara que el consumo de cafeína es un factor de riesgo para el cáncer de ovarios cuando se toman en cuenta los demás factores conocidos. De hecho, la Agencia Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC) descubrió que no existen evidencias adecuadas que sugieran que el beber café cause cáncer de ovarios.
En términos generales, la investigación científica universal no respalda la existencia de una relación entre el consumo de cafeína y el cáncer. En consecuencia, tanto la Sociedad de Cáncer de los Estados Unidos y el Consejo Nacional de Investigación de la Academia Nacional de Ciencias informa que no existen pruebas convincentes que relacionen a la cafeína con algún tipo de cáncer.
La osteoporosis: para fortalecer la salud de los huesos
En función de la reciente concientización sobre la incidencia de la osteoporosis en las mujeres posmenopáusicas, la relación entre la cafeína y la salud ósea es un área de investigación relativamente nueva. Se ha demostrado que el consumo de cafeína causa un aumento leve y temporario en el nivel de excreción de calcio, lo que derivó en la especulación de que el uso de la cafeína podría comprometer la salud de los huesos. Sin embargo, los estudios demuestran que un adecuado consumo de calcio compensa el potencial efecto de la cafeína en la densidad ósea.
Este hecho fue ilustrado por un estudio reciente en el que se examinó el consumo de café con cafeína en un grupo de 980 mujeres posmenopáusicas. Los investigadores no hallaron relación alguna entre el consumo de café con cafeína que habían realizado estas mujeres durante toda su vida (equivalente a dos tazas al día) y la reducida densidad mineral ósea entre las mujeres que habían bebido por lo menos una taza de leche durante su vida adulta.
Otros estudios que se realizaron en la Facultad de Medicina de la Universidad del Estado de Pennsylvania y en la Clínica Mayo llegaron a la conclusión de que pese a que el consumo de cafeína aumenta levemente la excreción de calcio en la orina, la cafeína no representaba un factor de riesgo importante para la osteoporosis. Un estudio sobre el efecto que tienen las bebidas carbonatadas en la excreción de calcio que se realizó en el Centro de Investigación sobre la Osteoporosis de la Universidad de Creighton, llegó a la misma conclusión: "El efecto neto de los componentes de las bebidas carbonatadas (incluso la cafeína) en la economía de calcio es mínimo."
En función de la evidencia que existe en la actualidad, un adecuado consumo de calcio, especialmente durante los años de la adolescencia, es el mejor seguro nutricional para tener huesos saludables y fuertes. Las mujeres en edad de procrear deberían consumir por lo menos tres porciones de alimentos ricos en calcio por día, como por ejemplo, leche descremada o yogur, además de los demás alimentos y bebidas que se incluyen de por sí en su dieta.
La cafeina

De acuerdo con la opinión de especialistas médicos y científicos, las personas sanas pueden consumir cafeína con moderación, sin que produzca ningún efecto contraproducente.
Desde la reproducción hasta la osteoporosis, los científicos de todo el mundo han investigado los efectos de la cafeína en la salud de las mujeres. En este folleto hallará información y antecedentes sobre la cafeína y también resúmenes de las más recientes investigaciones que relacionan a la cafeína con la salud femenina.
Historia de la cafeína
Desde la antigüedad, las personas han disfrutado de las bebidas con cafeína. En 2.700 A.C., el emperador chino Shen Nung ya bebía té caliente. El café se originó en el África aproximadamente en 575 D.C. Los granos se utilizaban como moneda y se consumían como alimento.
La cafeína es una sustancia natural que se halla en las hojas, semillas o frutos de más de 63 plantas. Las fuentes más comunes y conocidas de la cafeína son los granos de café y de cacao, las nueces de cola y las hojas de té.
Existen muchas encuestas que demuestran que los patrones de consumo de cafeína no se han modificado significativamente en la última década. Una encuesta realizada en 1996 por Barone y Roberts llegó a la conclusión de que el promedio de consumo de cafeína es de 200 mg por día, y que las mujeres embarazadas tienden a consumir menos cafeína que la población en general. Una cantidad moderada de cafeína es aproximadamente 300 mg de cafeína por día (aproximadamente 3 tazas de café o 60 onzas de bebida de cola cafeinada).
Efectos psicológicos
Dependiendo de la cantidad consumida, la cafeína puede ser un estimulante leve del sistema nervioso central y del sistema cardiovascular.
La sensibilidad de las personas con respecto a la cafeína varía en gran medida y puede incluso ir modificándose con la edad. Se desarrolla una tolerancia a muchos de los efectos de la cafeína con su uso regular. Por ejemplo, una persona que consume cafeína de manera regular, puede beber varias tazas de café en unas pocas horas y no notar ningún efecto, mientras que una persona que no bebe café regularmente, puede llegar a sentir un efecto estimulante después de la primera taza.
Se considera que un consumo moderado de cafeína es de aproximadamente 300 mg, lo que equivale a aproximadamente 3 tazas de café.
La cafeína es un diurético suave, pero, a menudo, se han exagerado los efectos urinarios que se le atribuyen. Las investigaciones recientes llegaron a la conclusión de que los mínimos efectos diuréticos de la cafeína no comprometen el estado de hidratación general del cuerpo de las mujeres saludables.
Algunas mujeres experimentan incontinencia urinaria a medida que envejecen. Pese a que la cafeína no causa esta condición, quienes la padecen pueden experimentar un grado mayor de "urgencia" por un breve lapso de tiempo después de consumir alguna bebida cafeinada. Es recomendable que las mujeres discutan el consumo de bebidas gaseosas y cafeína con su médico o profesional de la salud. Aprender métodos para manejar los síntomas de incontinencia, como por ejemplo realizar ejercicios para fortalecer los músculos de la pelvis y la vejiga pueden ayudar a reducir la frecuencia de estos episodios.

Cascada Inacayal - Villa La Angostura - Patagonia Argentina