miércoles, 8 de mayo de 2013

Argentina continúa perdiendo share y Chile ocupa ese espacio

Argentina muestra el tercer mes con saldo negativo en las exportaciones de vino, y los espacios conseguidos en el exterior empiezan a ser aprovechados por otros competidores. En el primer trimestre del año, la caída llegó al 27,4% en volumen y al 6,9% en valor, según consigna un reporte de Caucasia Wine Thinking.

En tanto, si comparamos esta dinámica con el comportamiento de las exportaciones chilenas, tan sólo como referente de la región, el comercio de vinos de ambos países en los primeros meses del año es diametralmente opuesto.

Según un informe publicado por la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias de Chile (Odepa), sobre desempeño del primer trimestre del año, los vinos chilenos han logrado posicionarse en todos los mercados. En total, las exportaciones de vinos chilenos crecieron 35,7% en volumen y 13% en valor. Sin embargo, el precio promedio de los productos vínicos exportados cayó 16,9% traccionado por la baja del precio del vino a granel.

En este período, las exportaciones de vino embotellado del vecino país aumentaron 2,4%, mientras que las de granel sumaron un crecimiento del 79%, caso inverso al registrado por Argentina que ha tenido una caída, por pérdida de competitividad, que llega al 51,9% en los graneles y al 3,5% en los embotellados según señala el último informe de Caucasia Wine Thinking.

Si bien, Chile pierde espacio en las exportaciones de vino embotellado en Estados Unidos y Canadá, sigue ganando lugar en Brasil, uno de los principales mercados de cercanía de nuestro país. Así, mientras Argentina exportó 229.151 cajas de 12 botellas lo que implicó una caída del 19,6% en volumen. Chile creció en volumen entre enero y marzo 11,5%, y contabilizó ventas por 16.869.000 dólares, logrando un aumento del 5,9%, lo que se traduce en 2,9 millones de dólares más que en 2012. En tanto, Argentina vendió vinos por 8.043.136 dólares, un 21,7% menos que el mismo período pero del año anterior, cuya venta fue de 10.275.902 dólares.

Otro mercado que resultaba interesante para Argentina por la relación precio - calidad que brindaban sus productos, en otras épocas, era Reino Unido, uno de los espacios más competitivos del mundo. Allí mientras Argentina pierde un 9,9% en volumen y vende un total de 11.424.845 dólares, Chile aumenta sus envíos en 15,7% y logra colocar vinos por 43.415.000 dólares.

Las perspectivas para el resto del año

La preocupación por el devenir de los envíos al exterior es moneda corriente entre los exportadores. De hecho, a la consabida falta de competitividad ahora se suma el atraso en los reintegros por exportaciones que, según informó, el presidente de Bodegas de Argentina, alcanzaban los 11 millones de dólares hasta la semana pasada.

Consultado sobre este tema, el gerente de la Unión Vitivinícola Argentina, Sergio Villanueva, aseguró que la suma adeudada en concepto de reintegros a la industria debía ascender a más de 20 millones de dólares, si se suman todas las empresas.

"Esta situación nos aleja claramente de los objetivos del plan estratégico vitivinícola en donde nos planteábamos al 2020, conseguir el 10% del mercado mundial de exportación de vino", dijo Villanueva.

El dirigente gremial, aseguró que la caída de las exportaciones no es más que un espacio vacío en donde otras vitiviniculturas pueden avanzar. "Por las características de la vitivinicultura chilena, es uno de los competidores que lo puede aprovechar".

Argentina sólo crece en cinco de sus primeros diez mercados. Observa caídas en volumen en: Reino Unido (9,9%), Países Bajos (8,1%), Brasil (19,6%), Suecia (5,8%), México (4,9%).

"Creo que va a ser un año de amesetamiento, para empezar a crecer a partir del 2014", dijo el director comercial de bodega Dante Robino, Rafael Squassini, quien agregó que si bien el crecimiento de Argentina en Estados Unidos y Canadá es sólido y sustentable, no es bueno tener tan concentrada la venta.

Juan Marco, gerente de bodega Decero, sostuvo que "nosotros hemos empezado bien el año ya que teníamos varios pedidos en stand by y entraron durante estos meses". Sin embargo, el ejecutivo de la bodega indicó que las perspectivas de exportaciones son moderadas, "trataremos de crecer, pero por debajo de lo que lo hicimos el año pasado".

Guillermo Banfi, dueño de Bodega del Sur de los Andes, indicó que "este año, las exportaciones en botellas seguirán cayendo como en los últimos dos años en volumen y se mantendrán estable o levemente inferior en términos de valor. Si bien en el último tiempo, Argentina logró una mejora en el precio promedio, se le hará cada vez más difícil seguir aumentando su precio promedio".

La caída por franja de precios

Nuevamente, al igual que lo venía demostrando el año pasado, la caída en los segmentos de precios más bajos de la cadena, continúa su camino descendente.

En el acumulado enero-marzo de 2013, en las exportaciones de embotellados, en la franja de precios que va hasta los 18 dólares la caja, la caída es del 37,4% en volumen, y del 37% en valor. En la siguiente categoría que agrupa las exportaciones de vino embotellado en caja desde 18 a 29 dólares, la baja es del 4,1% en volumen y del 2,9% en valor. Esta franja es la más importante para las exportaciones de embotellados en términos de volumen, con un total de 1.579.302 cajas vendidas en el trimestre.

Vale recordar que la caída de estos dos segmentos se viene registrando desde el 2012, el año cerró con bajas del 27,4% en el primer segmento y del 8,2% en el segundo.

Sin embargo, un dato que coloca luz amarilla, es la caída de las exportaciones de vino en el segmento de precios de más de 90 dólares la caja, que pasó de facturar 14.542.451 dólares en 2012 a 13.678.347 dólares, indicando una caída del 5,9% en valor y del 4,3% en volumen.

Sobre la pérdida de competividad, Banfi, aseguró que "los márgenes se han erosionado considerablemente y en algunas categorías de vino, en particular en el rango de 18 a 32 dólares por caja, las bodegas están vendiendo, en algunos casos, a pérdida con el fin de mantener su participación en los distintos mercados".

Y agregó que: "Chile viene desarrollando una política de exportación de largo plazo, consistente y seria a diferencia de Argentina. Si bien en estos últimos años Argentina le sacó parte del mercado en varios países, la tendencia se está revirtiendo dados los problemas de competitividad que tenemos. Al no percibir un cambio en la política económica, esta tendencia negativa continuará en el 2013". 


Fuente: http://www.losandes.com.ar/notas/2013/5/4/exportacion-vinos-brusca-caida-solo-tres-meses-711914.asp 

Exportaciones y competencia


Por: Ricardo Santos

Desde los finales de la década de los ‘70 se comenzó en Mendoza a trabajar el vino de otra manera. Vimos lo que el mundo exigía y nos preparamos para ofrecerlo pero con características regionales que tenían como base indiscutida la uva Malbec y los vinos que de ella lográbamos.

Ese esfuerzo se vio recompensado por la aceptación de amantes del vino en muchos países, el reconocimiento de la crítica y el desembarco de muchos bodegueros y enólogos llegados de Europa y América que aceptaron que ellos podían acompañar a lo que se estaba logrando.

Primero con cierto temor y luego con optimismo en aumento, las exportaciones fueron ubicando nuestros vinos en los lugares más exigentes; no fue fácil ya que en muchos casos había que explicar, con el mapa en la mano, la ubicación de Mendoza. Afortunadamente la mayoría tenía conocimientos, o meras nociones, de la ubicación de la Argentina.

En Europa como en Estados Unidos y Canadá, la referencia argentina "Tango y Maradona", pasó a ser "Tango y Malbec", cambio que se produjo mucho más rápido que las expectativas más optimistas que podíamos tener.

En este momento en el que el crecimiento estaba dado por trabajos en incrementar la calidad y los volúmenes, calidad que en ningún momento dio paso a tentaciones fáciles y rápidas, algo vino a empañar lo que estábamos haciendo: serias dificultades para poder mantener nuestros vinos en esos mercados tan exigentes.

Desgraciadamente, no ha sido por descuidos ni por apetencias que esas dificultades se han ido incrementando; decisiones en política económica han logrado que nuestros costos no estén acompañados por una relación del peso con otras monedas internacionales y nos obligan a aumentar nuestros precios de exportación cuando por la crisis que viven algunos países europeos sus vinos están siendo puestos a valores en baja.

Los importadores de ninguna manera aceptan nuestros pedidos de aumentos y estamos ya perdiendo mercados cuando marcas de precios que fueron muy competitivos en su relación con su calidad no pueden seguir exportando.

La desazón a la que esta situación nos ha llevado es mayor cuando vemos que nada podemos hacer contra un Estado que, buscando beneficios por otros caminos, usa nuestros vinos como moneda de cambio. Estamos a punto de reconocer que todo el esfuerzo que la producción del vino argentino ha puesto se perderá en poco tiempo más.

Tengamos presente que nuestra competencia  no es hoy la bodega de la vereda de enfrente; nuestra competencia es Chile, Sudáfrica, Australia, Bulgaria, Rumania y otros países que ya se preparan para copar los mercados que supimos lograr. Y un mercado perdido ante la competencia es muy difícil recuperar.  
Fuente: Area del Vino

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