La grave crisis que afecta a la industria del corcho en España tiene dos grandes responsables: la caída en las ventas de vino y la competencia de los tapones sintéticos o a rosca.
El 80 por ciento de las empresas del sector han cerrado sus puertas, tras una caída en el 40 por ciento de la producción y unos precios que se han derrumbado a la mitad, según informa el Diario de Sevilla .
"Hace tres años el quintal de corcho se pagaba a 120 euros (154 dólares), pero había negocio y muchos industriales compraron en grandes cantidades", sostuvo José Joaquín Suárez, director general de Ruralcork. Y agregó: "De la noche a la mañana las ventas de vino se redujeron, por lo que se cortó la producción o se optó por utilizar tapones sintéticos y los precios del quintal de corcho cayeron a 50 euros (64 dólares).
El 80 por ciento de las empresas del sector han cerrado sus puertas, tras una caída en el 40 por ciento de la producción y unos precios que se han derrumbado a la mitad, según informa el Diario de Sevilla .
"Hace tres años el quintal de corcho se pagaba a 120 euros (154 dólares), pero había negocio y muchos industriales compraron en grandes cantidades", sostuvo José Joaquín Suárez, director general de Ruralcork. Y agregó: "De la noche a la mañana las ventas de vino se redujeron, por lo que se cortó la producción o se optó por utilizar tapones sintéticos y los precios del quintal de corcho cayeron a 50 euros (64 dólares).
De modo que las empresas se encontraron con un stock enorme y poco rentable al que, encima, era difícil dar salida. Para el ejecutivo, esta situación se hubiera evitado si las empresas del sector hubieran diversificado la producción y apostado a innovar y producir otra clase de productos más allá de los tapones para vino.
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