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jueves, 14 de octubre de 2010

Los índices de obesidad infantil en el país son los más altos de la región

El director regional de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), José Graziano, expresó ayer que la otra cara del hambre en los países en vías de desarrollo es la obesidad infantil. En la misma línea, destacó que los índices de esa enfermedad en la Argentina son los más elevados de Latinoamérica.

Lo hizo con los resultados en mano de un estudio recientemente difundido por el organismo. Según la investigación, Argentina encabeza los porcentajes de obesidad en niños menores de cinco años en países de la región, con un 7,3 por ciento de prevalencia, seguida por Brasil y México.

La información coincide con una encuesta nutricional del Ministerio de Salud de la Nación –difundida en 2007– que indicaba que la prevalencia de obesidad en los menores de 6 años es de entre el 5 y el 11%. Además, revelaba que 1 de cada 4 chicos con menos de 18 años tiene sobrepeso. En epidemiología se denomina prevalencia a la proporción de individuos de una población que presentan una característica o evento determinado en un momento o en un período determinado.

Para la FAO, la obesidad infantil avanza en todo el mundo. Aunque la crisis de los precios de alimentos de 2006, sumada a la crisis financiera de 2009, aumentaron el número de subnutridos de 47 a 52 millones de personas entre 2005 y 2010, también subieron los porcentajes de obesidad infantil, un asunto que no había sido alertado antes por el organismo.

“La obesidad es igualmente mal nutrición. Es la otra cara del hambre y va a comprometer en materia de salud y desarrollo a las nuevas generaciones”, dijo Graziano. Los especialistas sostienen que un niño obeso conduce en la mayoría de los casos a un futuro adulto obeso.

En Chile, el 9,8 por ciento de los niños menores de seis años de las familias con menores recursos sufre de obesidad. “La crisis obligó a las madres a reducir las frutas, legumbres, verduras y derivados de leche por azúcares y harinas, lo que ha impactado fuertemente en la obesidad”, agregó Graziano.

Para prestar atención a este factor de riesgo, la FAO ha propuesto a los gobiernos considerar el tema de la educación alimentaria, tal como lo ha hecho con la preocupación por erradicar la pobreza extrema y el hambre. “Ese tema ha sido abandonado porque se cree que todos saben qué comer y cuáles son los alimentos que se pueden reemplazar y eso no es así”, puntualizó. El alerta en el país se percibe desde hace tiempo. Una resolución de la Dirección de Escuelas de la Provincia de Buenos Aires, vigente desde este año, impulsa convertir en “saludables” los quioscos habilitados en más de 3.000 establecimientos primarios y secundarios.

El sobrepeso y los chicos

Fuente: clarin.com

martes, 12 de octubre de 2010

¿Obesos y sanos?


La obesidad es la enfermedad que más nos alarma en la actualidad, quizá, por su carácter pandémico y su variedad de consecuencias en el organismo.

Sin embargo, un reciente estudio señala que un pequeño grupo de personas con obesidad extrema podría no sufrir las consecuencias metabólicas asociadas a la patología y muchos al leer la investigación nos preguntamos, ¿es posible ser obesos y sanos?.

La realidad es que el estudio fue muy pequeño y no señala que los obesos son sanos, sino que no poseen consecuencias metabólicas, es decir, no presentan dislipemias, intolerancia a la glucosa o resistencia a la insulina, ni padecen hipertensión arterial. Sin embargo, no son sanos, pues además de las consecuencias metabólicas la obesidad es una enfermedad que afecta negativamente otros aspectos del organismo.

Por ejemplo, quien no tiene las consecuencias metabólicas, quizá por genes que los protegen ante ellas, pueden sufrir de problemas articulares a causa del exceso de peso, así como también, de afecciones psicológicas propias de poseer un cuerpo no sano y una relación alterada con la comida.

Por supuesto, la obesidad está muy asociado con el estilo de vida, por ello, en la mayor parte de los casos quienes padecen la enfermedad llevan una dieta desequilibrada, abundante y pobre en micronutrientes, cómo así también son sedentarios. Y una persona con este estilo de vida puede no tener consecuencias metabólicas pero si puede sufrir el impacto de la nula actividad física como así también, carencias nutricionales a causa de la mala alimentación.

En definitiva, lo que queremos transmitir desde Vitónica es que no debemos hacer una mirada a los titulares únicamente porque pueden confundirnos, sino que debemos atender con ojos críticos a este tipo de noticias, pues la obesidad es de por sí una enfermedad que no nos permite estar sanos íntegramente y puede afectarnos mucho más allá de lo metabólico.

Fuente: vitonica.com

domingo, 4 de julio de 2010

Una persona obesa no es una persona bien nutrida


Generalmente ante una persona obesa pensamos en que se trata de buena alimentación, de nutrición excesiva pero que jamás esta persona podrá tener carencias nutricionales o anemia por ejemplo, pues alimentación no es lo que le falta. Sin embargo, una persona obesa no es una persona bien nutrida.

La obesidad es un tipo de malnutrición, en la cual el exceso predomina, pero generalmente en la dieta de las personas obesas sobran algunos nutrientes y faltan otros, es decir, suelen ingerirse grasas en abundancia y consumirse escasas cantidades de vitaminas, minerales y fibra. Por lo cual, su nutrición no es buena y su alimentación tampoco.

Una persona puede ser obesa, pero presentar carencias nutricionales a causa de la pobre ingesta de micronutrientes que generalmente se encuentran en frutas, verduras, cereales integrales y lácteos. Por lo tanto, no siempre la persona obesa está bien nutrida.

Esto debemos conocerlo porque ante la creencia de que una persona obesa no puede sufrir déficit de nutrientes y enfermedades a causa de estos, se puede escapar de nuestra mirada una carencia totalmente reversible si mejoramos la dieta.

Por otro lado, creer que un niño obeso está sano y bien alimentado puede llevarnos a no ver la realidad, pues esconde una enfermedad y por lo tanto, un problema en su salud.

Estas creencias erróneas son las que muchas veces influyen en el creciente desarrollo de obesidad, sobre todo, en los niños, pues los padres prefieren ver un niño gordo a un niño desnutrido por déficit, pero ambos son graves problemas de salud que deben considerarse como tal.

Fuente: vitonica.com

domingo, 31 de enero de 2010

Michelle Obama, en campaña contra la obesidad



ALEXANDRIA. (Reuters) - Funcionarios de la salud estadounidenses aprovecharon el poder de convocatoria de la primera dama, Michelle Obama, para lanzar una nueva campaña contra la obesidad, una enfermedad prevenible que cuesta miles de millones de dólares a la economía.

Michelle, quien planea hacer de la obesidad infantil una causa, ayudó a hacer trascender esta semana el anteproyecto de la Inspectora General de la Salud, Regina Benjamin, acerca de lo que se puede hacer en la casa, la escuela y el trabajo para revertir el mal.

En su primera iniciativa desde que asumió el cargo, Benjamin emitió un reporte sobre las consecuencias de la obesidad para dar comienzo a un debate nacional en torno del tema.

"El número de estadounidenses, como yo, que están luchando con su peso y con problemas de salud ligados a su peso sigue siendo muy alto", sostuvo.

El reporte de Benjamin enumera las recomendaciones para prevenir la obesidad. Los consejos van desde comer más frutas y verduras hasta agregar "educación física de alto nivel" en las escuelas y abrir más supermercados en las comunidades de bajos ingresos.

La secretaria de Servicios Sanitarios y Humanos Kathleen Sebelius dijo en el lanzamiento que el Gobierno de Obama estaba invirtiendo 650 millones de dólares a modo de estímulo económico para el bienestar social y en programas de prevención destinados a frenar la obesidad y el consumo de tabaco.

La funcionaria presentó a la primera dama como "la jardinera preferida de todos".

Obama, quien creó un jardín en la Casa Blanca junto a alumnos de la zona, dijo que la solución a la obesidad no puede salir sólo del Gobierno. Todos tienen que estar dispuestos a poner su parte para poner fin a esta crisis de la salud pública, aseveró.

"Esto no será fácil ni pasará de la noche a la mañana. Y no ocurrirá simplemente porque la primera dama lo ha convertido en su prioridad", dijo Obama a una audiencia de hijos de abogados en un centro recreativo en Alexandria, en las afueras de Washington.

"Va a necesitar de todos nosotros. Gracias a Dios, no va a depender sólo de mi".

Dos tercios de los adultos estadounidenses y casi uno de cada tres niños tienen sobrepeso o sufren obesidad, un desorden que aumenta el riesgo de desarrollar diabetes, enfermedades cardíacas y otras dolencias crónicas.

Estados Unidos gasta casi 150.000 millones de dólares por año debido al problema de la obesidad y complicaciones relacionadas. El costo se duplicó desde 1998 y supera el de los gastos vinculados al cáncer, dijo Sebelius.

"Cuanto menos sanos seamos como nación, más subirán los costos del cuidado de la salud y menos competitivos seremos a nivel mundial", señaló.
Fuente: lanacion.com

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Argentina: 30% es obeso


El 30 por ciento de la población adulta argentina sufre de obesidad, una enfermedad metabólica crónica, progresiva y multifactorial, asociada a numerosas patologías crónicas que llevan a una prematura incapacidad y mortalidad, advirtieron los especialistas.

Carlos Casalnuovo, jefe de Cirugía Bariátrica del Hospital de Clínicas y director del Centro de Cirugía de la Obesidad (CCO) de Buenos Aires, dijo que la obesidad "crece en proporciones epidémicas, con elevados costos en la salud pública" argentina.

Según Casalnuovo, que también es profesor de Cirugía de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, en la Argentina el 30 por ciento de la población adulta, mayor a 40 años, es obesa".

"Las principales causas de estos índices alarmantes son la inactividad física, el sedentarismo característico de nuestro estilo de vida (mirar TV sentados por largos períodos, uso constante del automóvil en lugar de caminar), la alimentación elevada en calorías, grasas y azúcares concentrados, junto a los genes predisposición al sobrepeso", comentó el médico.

Además, el especialista destacó el "notable" aumento en el número de pacientes con obesidad en los últimos 10 a 15 años".

"En nivel global, un 68 por ciento aproximado de la población tiene sobrepeso y un 31 por ciento, obesidad, lo que convierte a esta enfermedad en la primera epidemia no infecciosa de la historia", señaló el cirujano.

En ese sentido, ejemplificó diciendo que la proporción de obesos "creció más de un 150 por ciento luego de la 2da Guerra Mundial y se estima que alcanzó al 40 por ciento de la población de Estados Unidos en 2008".

"Es alarmante el aumento de la incidencia de sobrepeso y obesidad en niños y adolescentes en los últimos 25 años, llegando en la actualidad a un 20 por ciento", comentó Casalnuovo.

Los obesos severos y mórbidos tienen una disminución de la expectativa de vida, entre 10 y 15 años, y una mortalidad seis a doce veces mayor que un individuo normal.

Por tal motivo, a partir de la resolución 742/2009 del Ministerio de Salud, se incorporaron prestaciones básicas esenciales para la cobertura de pacientes con obesidad al Programa Médico Obligatorio (PMO).

Entre los procedimientos quirúrgicos con cobertura se encuentran la banda gástrica ajustable y el by pass gástrico.

Casalnuovo aseguró que la laparoscopía "cambió el mundo de la cirugía porque permitió operaciones antes impensadas, y dio así una nueva dimensión al acto quirúrgico".

Existen en general tres tipos de cirugías de la obesidad: las restrictivas, que solo limitan a nivel del estómago la comida que se ingiere; las malabsortivas, que disminuyen la absorción de la comida a nivel del intestino; y las mixtas, que combinan procedimientos de restricción y de mala absorción.

El especialista afirmó que uno de los principales procedimientos dentro de las opciones de cirugía bariátrica para el tratamiento de la obesidad es la banda gástrica ajustable.

Este procedimiento reúne varias características para tratar la obesidad mórbida, ya que presenta muy baja morbilidad y mortalidad, es ajustable, reversible y ofrece excelentes resultados comparables con el resto de las intervenciones.

Éste, es un tratamiento de la obesidad, porque es un procedimiento mini invasivo, seguro, efectivo, duradero, que posee bajo índice de reintervención, mínimos efectos adversos, es fácilmente reproducible y no cambia la anatomía del paciente.

Para el médico, "es importante el segumiento prolongado y la ajustabilidad óptima de la banda".

"Es muy importante tener en cuenta que los pacientes obesos severos deben ser tratados por un equipo multidisciplinario capacitado, es decir, cirujanos, nutricionistas, endocrinólogos, clínicos, neumonólogos, psicológos, cirujanos plásticos y reeducadores físicos", añadió Casalnuovo.

20 de noviembre - Día mundial contra la obesidad.


Hoy día hay tres veces más niños obesos que hace sólo 15 años. Las consecuencias de este avance pueden ser muy preocupantes, pero las soluciones existen: la clave está en modificar los hábitos.

El crecimiento de la obesidad infantil en España es espectacular y preocupante: si hace 15 años, el 5% de los niños españoles eran obesos, esta proporción es ahora del 16%. En la Unión Europea, sólo Gran Bretaña nos supera.

La causa de esta verdadera epidemia (que puede tener consecuencias muy negativas en el futuro) es, básicamente, el cambio de hábitos. Y sobre todo en lo referente a la alimentación y el sedentarismo. Los niños, en gran parte por influencia de los padres, abandonan el consumo de frutas, verduras, legumbres y pescado, en favor de la comida rápidas. Por lo que respecta al sedentarismo, las actividades físicas tradicionales se están cambiando por la televisión y los videojuegos.

Los peligros de esta tendencia son muchos. En primer lugar, la obesidad puede suponer al niño problemas físicos (diabetes tipo II, hipertensión, triglicéridos y colesterol, trastornos hepáticos,…) y sicológicos (baja autoestima, estigma social,…). Pero quizá lo peor es que está fraguando una obesidad adulta, con estos mismos problemas, pero agravados. Y hasta tal punto es así, que la siguiente generación podría tener una esperanza de vida menor que la actual, como consecuencia de esta obesidad, a pesar de los avances médicos en otros campos. Algunos estudios indican que la obesidad acorta la esperanza de vida en 13 años.

La solución, sin embargo, existe. Dado que casi todos los factores asociados a la obesidad infantil están relacionados con el estilo de vida, (excluyendo algunos casos poco comunes de patologías o factores genéticos), cambiando algunas costumbres podemos luchar eficazmente con este problema. Inculcar a nuestros hijos unos buenos hábitos alimenticios y fomentar su actividad física (deporte, juegos, paseos, excursiones,…) es fundamental para prevenir o remediar su obesidad, y de paso habremos hecho mucho para evitar que tengan sobrepeso de mayores.

Pero tenemos que empezar por nosotros mismos, pues si la madre y el padre son obesos, el riesgo de que lo sea también el hijo es de casi el 90 %, según Carlos Paredes, Presidente de la Sociedad Valenciana de Pediatría.

Este experto insiste en que los hábitos de los hijos tienen mucho que ver con los de sus progenitores, y de ahí la necesidad de modificar las costumbres de los padres, cuando no sean adecuadas en materia de alimentación y salud. Por tanto, si luchamos contra nuestra propia obesidad, además de los evidentes beneficios que lograremos para nosotros mismos, también los conseguiremos para nuestros hijos.

martes, 24 de noviembre de 2009

La Ley de Obesidad argentina, una decidida línea de actuación


Una ley aprobada recientemente por el Senado argentino considera la obesidad como una enfermedad y contempla su tratamiento en el sistema nacional de salud y las sociedades médicas. Además, toma medidas ejemplares y decididas en sectores como el publicitario o la industria alimentaria.

El pasado mes de agosto, y tras nueve meses de debate, el Senado argentino aprobó la Ley de Obesidad, que aunque pueda sufrir algunas modificaciones en su tramitación posterior hasta su forma definitiva, recoge novedosas iniciativas para reducir la obesidad en el país. Así, incluye a la anorexia y la bulimia como enfermedades que deben ser incluidas en el Plan Médico Obligatorio, lo que supondrá, entre otras cosas, que el sistema nacional de salud y las sociedades médicas deberán atenderlas, incluyendo los tratamientos nutricionales, psicológicos, clínicos, quirúrgicos y farmacológicos.

Pero esta Ley, como se ha dicho más arriba, no se queda ahí, sino que incluye otros aspectos interesantes en la lucha contra la obesidad, que en ese país, como en todos los del llamado primer mundo, constituye una auténtica epidemia.

La alimentación en los colegios deberá ser variada y saludable, y la Administración pondrá en marcha diferentes iniciativas, como seminarios, conferencias y talleres, a fin de dar a conocer estos trastornos y su forma de prevención. Por otra parte, tomará las medidas necesarias para facilitar a las personas que padezcan obesidad el acceso y desenvolvimiento adecuados en los centros educativos y sanitarios nacionales.

Pero es en el mundo de la publicidad y la industria alimentaria donde se han tomado, quizá, las medidas más notorias y decididas. Así, no se admitirán anuncios en los que la delgadez extrema se asimile a salud o belleza. Por su parte, los alimentos hipercalóricos y pobres en nutrientes deberán contener la leyenda: "El consumo excesivo es perjudicial para la salud". Y los que incorporen grasas trans: "El consumo de grasas trans es perjudicial para la salud".

También incide en el importante campo de las dietas milagro, ya que quedará prohibida la publicación o difusión de dietas o métodos para adelgazar que no lleven el aval de un médico o licenciado en nutrición. Todo esto puede que no sea perfecto y deje muchas lagunas, pero parece un importante paso en la buena dirección.

Las críticas, que también las ha habido, han partido sobre todo de las sociedades médicas, que ven difícil financiar los nuevos tratamientos y prevén una importante subida de cuotas. Les preocupa en especial la incidencia económica de la cirugía de la obesidad, ya que la intervención media está en torno a los 10.000 dólares. Además, algunos expertos la han calificado de incompleta, ya que no contempla aspectos tan importantes como la financiación de todas estas actuaciones ni tampoco ahonda lo suficiente en aspectos preventivos.

viernes, 25 de septiembre de 2009

Advierten sobre la relación entre la obesidad y el cáncer


El exceso de grasa corporal, sobre todo en las mujeres, podría llegar a ser la principal causa del cáncer en los países occidentales durante la próxima década, se dijo ayer en Berlín, una ciudad donde sin embargo es mucho más frecuente cruzarse en la calle con un pelotón de ciclistas altos y delgados que con un obeso. Pero en el promedio, hasta un 8% de los pacientes con cáncer en Europa están excedidos de peso. Y se informó que en sólo un año, más de 124.000 personas desarrollaron la enfermedad en este continente porque tenían kilos de más.

Los expertos alertaron que esa cifra aumentaría a medida que se expande la epidemia de obesidad.
"En los próximos años, la obesidad podría ser la principal causa de cáncer en las mujeres", pronosticó Andrew Renehan, un experto de la Universidad de Manchester al presentar ayer un estudio en el mayor congreso de Oncología que se realiza en Europa. En los hombres, un 3,2 % de los nuevos casos se vincularon al sobrepeso o la obesidad, mientras que en las mujeres la cifra trepó al 8,6 %. El mayor número de nuevos cánceres relacionados con la gordura fueron el de endometrio (33.421), el de mama posmenopáusico (27.770) y el colorrectal (23.730). Juntos son el 65 % de los casos atribuibles a la obesidad.

Renehan dijo que usó los datos de la OMS y de la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer para estimar que en 2002 unos 70.000 casos nuevos de la enfermedad en 30 países europeos se dieron en personas que tenían kilos de más. Luego se proyectó las cifras hacia 2008, teniendo en cuenta el abrupto declive en el uso de la terapia hormonal sustitutoria desde 2002 (porque se la vinculó a un incremento del riesgo de cáncer de mama), y el uso más extendido de diagnósticos de cáncer de próstata. Se halló que los casos de cáncer atribuidos al exceso de peso crecieron a 124.050 en 2008.

Esta no es la primera vez que se relaciona el exceso de la grasa corporal con esta enfermedad. Según el Instituto Norteamericano de Investigaciones sobre el Cáncer, aumenta el riesgo de contraer cáncer de esófago, páncreas, colon y recto, endometrio, riñón y mama en mujeres menopáusicas. "La grasa afecta los niveles de las hormonas y pueden influir en la fabricación de células cancerígenas", explicó a Clarín la oncóloga Lorena Lainati. Y dio consejos para prevenir la enfermedad, como hacer actividad física, consumir poco alcohol, evitar los embutidos y eliminar los kilos de más, sobre todo en la zona abdominal. También, llamó a poner gimnasios en los hospitales –o cerca de ellos– para poder exigir a los pacientes que "se muevan". El ejercicio, comparó, es un remedio tan útil como los que se compran en las farmacias.

Renchon también recomendó hacer ejercicio intenso dos o tres horas semanales porque ayuda "a reducir del 30 al 40% el riesgo de padecer cáncer". Y dijo que en las mujeres menopáusicas el riesgo de contraer cáncer de mama aumenta 1% por cada kilo de sobrepeso. Mientras, cerca del centro de convenciones que reúne a más de 30.000 oncólogos de todo el mundo, los berlineses demuestran que al menos ellos intentan hacer bien los deberes: en el Tiergarten, el inmenso parque central de la ciudad, se mezclan ciclistas, maratonistas y caminantes que no aflojan el paso al bordear el Reichstag y la Postomer Platz.

Claves para evitar riesgos
1 Mantenerse delgado dentro de los rangos normales de peso corporal.
2 Mantenerse activo físicamente.
3 Limitar el consumo de alimentos altamente energéticos. Evitar las bebidas azucaradas.

4 Comer, sobre todo, alimentos de origen vegetal.

5 Limitar el consumo de carnes rojas (unos 300 grs semanales) y embutidos.

6 Limitar el consumo de alcohol. No más de dos vasos diarios para el hombre y uno para la mujer.
7 Limitar el consumo de sal en las comidas.

8 Intentar cubrir las necesidades nutricionales con la dieta (sin suplementos dietarios).

Fuente: clarin.com

Cascada Inacayal - Villa La Angostura - Patagonia Argentina