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martes, 7 de diciembre de 2010

"El daño es mayor de lo que se cree"

Tras las heladas de octubre y noviembre y los focos de granizo de la semana pasada, los entendidos del sector vitivinícola coinciden en que existirán mermas importantes en producción, especialmente en las uvas de alta calidad enológica.

Aún a la espera de la evaluación de los daños producidos tras la helada del 9 de noviembre, diferentes ingenieros agrónomos fueron consultados para determinar cuál es el panorama para la cosecha 2011.

"El daño es mayor de lo que la gente cree", asegura el ingeniero Marcelo Casazza. "Hay afecciones importantes en cerca de 8.000 hectáreas. Estamos hablando del 50% de plantación", indicó.

"Desde el río de Mendoza hacia el sur, el daño alcanza el 30% en Malbec. En cuanto a granizo, la zona más perjudicada fue el Valle de Uco, donde se vieron afectadas en mayor o menor medida el 60% de las uvas plantadas", concluyó Casazza.

Los accidentes climáticos, según explicó el profesional, provocarán una importante merma en la producción. "La más afectada será la franja que más se vende, la que llega a 15 dólares FOB en Estados Unidos. Por tanto, considero que la línea reserva va a ser fácil de cubrir, aún si la producción disminuye. En cuanto a la línea clásica, será muy difícil abastecerla".

"En variedades tintas, el que más sentirá la merma será el Malbec. En blancas, el Chardonnay, debido a que las heladas cayeron en su época de floración. El resto no debería presentar mayores inconvenientes".

Por su parte, Edgardo del Pópolo, director de Viñedos de Doña Paula comentó: "tras la helada del 9 de noviembre, he visto viñedos en donde los racimos fueron dañados en un 100% y fincas con importante corrimiento de racimos que tendrán disminuciones significativas. También he visitado viñedos que no tienen daño y aparentemente vienen con cosecha completa.

Todas las zonas bajas de los distintos distritos y departamentos productores han tenido daño, como así también las zonas más bajas y/o confinadas de los viñedos han sido más severamente afectadas que los sectores altos o cercanos a cortinas forestales. Cabe destacar, que la mayor parte de los daños los veremos ahora que va culminando el cuaje en la mayoría de las zonas y variedades".

Como conclusión a su análisis, del Pópolo dijo que "es de esperar una menor producción. Desde el punto de vista cualitativo es posible presuponer que no tendremos una mejor calidad que otros años, puesto que la floración ha sido muy larga y despareja, como también el cuaje".

Daniel Vargas Arizu, ingeniero agrónomo de Familia Vargas Arizu, comentó su caso particular. "Los mayores daños se registraron en uvas finas de las zonas de Luján, especialmente en la finca de Carrodilla. Aproximadamente el 40% de la producción se vio afectada en ese lugar. En Vistalba, los daños fueron mínimos. Lo sorprendente para nosotros, fue ver cómo se vieron afectadas zonas que nunca sufren accidentes climáticos".

Coincidiendo con las demás fuentes consultadas, Arizu sostuvo que "la producción sufrirá una merma de cantidad. Nuestros viñedos más afectados tienen 10 años de edad y están en su etapa plena de rendimiento".

Preparativos para lo que viene

El ingeniero agrónomo Hernán Vila, del INTA, opinó que "es importante prepararse para futuras caídas de piedra. No olvidemos que esto recién comienza y la temporada es larga. Si bien podemos estar tranquilos por las heladas, la caída de granizo es inminente".

Entendiendo la gravedad de la situación, Daniel Vargas Arizu busca prevenir futuros accidentes climáticos. "Estamos cubriendo con tela antrigranizo todas las zonas que no han sido afectadas. La piedra tiene la particularidad de que cae en zonas localizadas, por lo que es difícil pronosticarla con precisión. Las heladas, por el contrario, se dan de forma mucho más uniforme".

Marcelo Casazza, quien es encargado de varios viñedos de Mendoza, aseguró que "los productores de vino van a estirar los tiempos. Hay poca uva y los cuajes no son parejos debido a la presencia de vientos cálidos y fríos".

Además, en una mirada un poco más amplia, Casazza recalcó que "si hablamos de heladas, granizo, y otros accidentes climáticos, no debemos olvidarnos de otro problema que esto conlleva. Me refiero a las enfermedades. Las plantas quedan débiles y expuestas a diferentes plagas.

Entre ellas, destaco la "polilla de la vid", que si bien lleva solo un año en la provincia, debe controlarse para evitar que se haga fuerte. Igualmente considero que se está haciendo un buen trabajo en este sentido y los resultados no tardarán en llegar".

Las tormentas del 26 al 28

La dirección de Agricultura y Contingencias Climáticas del Gobierno de Mendoza (DACC) informó las características de las tormentas que se formaron en la provincia durante el fin de semana pasado.

Entre los datos más destacables se encuentra el correspondiente a la zona Norte-Este del 26 de noviembre. Según indica el escrito, "un grupo de células generadas en San Carlos provocaron caída de granizo y se unieron a otras que se encontraban en el departamento de Santa Rosa. De este modo, provocaron lluvia fuerte y granizo sobre oeste de Luján de Cuyo, afectando también a distritos del Norte de Maipú, Guaymallén y Sur de Lavalle".

El sábado 27 de noviembre también se registraron lluvias fuertes y granizo pero esta vez, en la zona de Tunuyán y San Carlos.

Finalmente, el domingo 26 de noviembre se perjudicó considerablemente a la zona sur de Mendoza. El informe de la DACC muestra que "la actividad comenzó cerca de las 13, con celdas que formaron un importante frente de tormenta de 150 kilómetros (aproximadamente) y afectó con lluvia fuerte y granizo el sur-oeste de Carmensa, Alvear Oeste y La Escandinava.

Casi simultáneamente, otro frente de tormenta desde el norte de Malargue, afectó con lluvia fuerte y granizo la zona de campo del Norte del distrito Malargue, Cuadro Benegas y Oeste del cerro El Diamante"

*Esta nota fue publicada en el suplemento FINCAS de Diario Los Andes.

Subiría el precio de la uva

"Como consecuencia económica directa a la merma de la producción, el precio de la uva subirá. No puedo estimar cuál será el aumento, pero lógicamente al mantenerse la demanda y disminuir la oferta, el precio se modificará hasta encontrar un nuevo equilibrio", explicó Marcelo Casazza.

De acuerdo con esta opinión se mostró Edgardo del Pópolo, quien aseguró que "dada la disminución a la que nos enfrentamos, lógicamente los precios deberían subir respecto al año pasado, que ya fue una vendimia de subas importantes comparada a su antecesora 2009.

Seguramente, las bodegas querrán cumplir con sus programas y por ello tendremos un mercado de uvas altamente demandado, muy especialmente por las que han mostrado mayor déficit en las últimas vendimias, entre las cuales el Malbec lidera con amplias ventajas a las demás".

El director de Viñedos de Doña Paula, agregó además que "posiblemente la segmentación cualitativa se acentúe. Las uvas de mayor calidad, que van a vinos de segmentos altos de precio, serán recompensadas de manera diferente respecto a aquellas que terminan en vinos cuyo precio FOB por caja no supera los U$S 30, en cuyo caso, habrá bodegas que no podrán asumir el costo y probablemente decidan no acompañar las alzas".

Fuente: Area del Vino

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Las consecuencias de las heladas

Los efectos de las heladas registradas durante octubre y principios de noviembre no se podrán observar en su totalidad hasta el cuaje de los racimos. En algunas zonas, los daños generan dudas sobre el futuro de la producción.

Las heladas registradas durante octubre y principios de noviembre han generado problemas en muchos lugares de la provincia. Las primeras dos tuvieron un fuerte impacto en la zona Este y Noreste, mientras que la tercera dio un golpe importante en la zona del Valle de Uco y en algunos distritos de Luján.

Un informe preparado por la Agencia de Extensión Rural "Antonio Navarro" y el centro de desarrollo vitícola Valle de Uco, a cargo de los ingenieros Daniel Pizzolato y Horacio Peinado indica que "el análisis de la condiciones producidas durante la helada del 9 de noviembre permiten aducir que se trató de una situación combinada de helada por advección (entrada y movimiento de aire frío - frente) y convección (pérdida de calor por irradiación desde el suelo)".

"La importancia de los daños se sabrá con mayor precisión al cuaje. Hay brotes (hojas, pecíolos, tallos y hasta el racimo de ese brote) afectados por la helada pero también por el viento zonda del día domingo 7 de noviembre y se observan flores que aparentemente se han deshidratado. En tanto, el daño en flores, que se encontraban cerradas en variedades de ciclo medio y tardo y abiertas en variedades tempranas, se podrá evaluar a futuro".

Desde el INTA, indicaron que cuando se produce una helada el efecto en la planta es en el ámbito celular; se congela el agua intracelular provocando, entre otros daños, su deshidratación (plasmólisis) o la ruptura de la célula. Tanto el viento zonda como la helada pueden producir deshidratación del polen, del tubo polínico y de los ovarios en la flor; todo esto, provoca que las flores no lleguen a ser frutos.

"En definitiva, cuando llegue el momento del cuaje de los frutos observaremos si hay 'corrimiento', es decir, racimos incompletos, con espacios vacíos; recién allí sabremos la importancia del daño ocasionado a la producción", sostienen en su informe Pizzolato y Peinado.

El informe señala que los daños serían más importantes en el sur del departamento de San Carlos, luego en Tunuyán y menores en Tupungato.

Las opiniones de los expertos

Consultado sobre el tema Pablo Minatelli, gerente de Viñedos de Bodega Norton, remarcó que "fenológicamente, las viñas están, dependiendo de la variedad y de la zona, con los botones florales aún cerrados a inicios de floración. Las temperaturas bajas registradas en la madrugada del martes, como las que se registraron la semana anterior han provocado una diversidad de daños cuya consecuencia aún es difícil de evaluar.

Sin dudas, aquellas parcelas que manifiesten un daño visible (brotes "quemados" por el frío) tendrán reducciones importantes de producción, aún sin que el efecto de quemado haya llegado a la zona donde se ubican los racimos. Hay además, un efecto encubierto de las bajas temperaturas que tiene que ver con la finalización del desarrollo floral y sus consecuencias sobre el cuaje".

Agregó que "de acuerdo a las recorridas que hemos hecho, encontramos parcelas con daños muy fuertes (brotes totalmente quemados) y parcelas sin ningún deterioro visible. Como ocurre con este fenómeno climático se manifiesta por manchones de amplitud geográfica poco definida y que tiene relación con los flujos de aire más o menos fríos que se mueven en relación al relieve y por ende, difíciles de predecir.

Por todos estos factores es muy difícil hacer estimaciones de daño: en primer lugar, no se conoce aún la producción potencial de cada parcela (si bien pueden verse los racimos, como estos aún no florecen y mucho menos han cuajado es imposible determinar un peso promedio para este año) y en consecuencia no puede calcularse el desvío de la producción en relación a un año normal.

Habrá efectos parcelarios desde nulos a muy importantes, pero la extrapolación del "promedio" de estas presunciones es irresponsable y peligrosa. Habrá que esperar a mediados de diciembre para tener una idea más acabada de lo que puede suceder".

Alejandro Sejanovich, consultor de Viñedos, describió que "sobre la ruta 40 hay daño importante en viñedos de la zona de El Carrizal. En el Valle de Uco, he recorrido la zona de Altamira en La Consulta, comprendida desde la calle Ghilardi hacia el Oeste entre Canal Uco y La Superiora. El daño es aleatorio, principalmente sobre la calle La Superiora.

El resto de las fincas tienen daño variable de heladas en función de la prevención "pasiva", es decir, las fincas con suelo limpio sin malezas y asentadas (sin tierra movida) no han sufrido daño o muy poco en algún bajo.

Las propiedades con suelo movido o con malezas y sin humedad han tenido en la mayoría de los casos daños medios a importantes. Esto referido al daño en brotes, luego habrá que ver el cuaje. Los datos son sólo de observación ya que no se puede hacer una evaluación certera en este momento".

Por su parte, Alejandro Vigil, quien está al mando de los vinos de Catena Zapata, coincidió en sostener que en las fincas "desmalezadas con suelo aplanado y regado, en esos viñedos no hemos encontrado daños". Vigil describió que para evitar los efectos de la helada, la bodega hizo una defensa activa contra la helada con fuel oil para no dejar que se descienda la temperatura.

"En una primera recorrida que realizamos, la parte baja de Agrelo fue la zona más afectada. No ocurrió lo mismo en las fincas ubicadas en las zonas altas. Por ejemplo, en nuestra finca de Agrelo, cubierta con tela antigranizo, donde tenemos Cabernet, no hubo daños", destacó.

"Sin embargo, el daño es menor al que esperábamos. Los productores más grandes no se han visto afectados pero muchos productores chicos perdieron el total de su producción y están muy complicados. Desde la bodega, cubriremos sus costos y los financiaremos para que vuelvan a trabajar el viñedo hasta el año próximo".

José Manuel Ortega, CEO de O. Fournier describió que "la helada ha atacado con pérdidas variables. Hemos tenido pérdidas graves en los Cabernet Sauvignon y algunos Tempranillos pero nuestras plantaciones de Malbec han aguantado bien".

Dante Baliani, productor de la zona Este de Mendoza, expresó que "las zonas con una afectación importante por la helada del 30 de octubre fueron: Medrano, Los Árboles, Reducción, Los Campamentos, El Mirador y La Central en Rivadavia. Divisadero, Ramblón, Chivilcoy, Chapanay, Alto Salvador y Buen Orden en San Martín. Los distritos de Phillips, El Retamo, Ciudad y Medrano de Junín y Santa Rosa. Por su parte, la helada del 9 de noviembre dañó severamente cultivos en el departamento de Lavalle, afectando las zonas de Rivadavia, La verde, Los Campamentos, Mirador y La Central, El Divisadero y Los Yoles en Santa Rosa. Además, tomó nuevamente sectores del Este como Las Catitas, La Dormida y Ciudad. En San Martín afectó a los distritos de Chapanay, El Ñango, Chivilcoy, Romblón, El Divisadero y la zona ubicada al norte de la Ruta Nacional 7".

Baliani fue determinante a la hora de señalar que lo peor de este tipo de accidentes climáticos, es el hecho de que hay daños intrínsecos de la planta que no se pueden evaluar ahora. "Habrá que esperar, aunque ya sabemos que la situación es gran importancia", remarcó.

*Esta nota fue publicada en el suplemento FINCAS de Diario Los Andes.


Cascada Inacayal - Villa La Angostura - Patagonia Argentina