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jueves, 10 de junio de 2010

Apasionados por el chocolate

Con casi una boutique en cada cuadra, las chocolaterías son el reflejo de dos mundos que conviven en Bruselas: el europeo moderno y el belga artesanal.

BRUSELAS.- Aquí es difícil mantener la línea. No esa que se vuelve difusa cuando se prueban algunas de las más de 500 cervezas que se producen en este país, sino la alimenticia: sólo en la región de Bruselas capital, una de las tres regiones de Bélgica, con 19 comunas en 160 km2 (la superficie de la ciudad de Buenos Aires, a modo de comparación, es de más de 200 km2), hay 110 chocolaterías. Así lo confirmó a lanacion.com la agencia gubernamental para el desarrollo comercial de Bruselas, Atrium.

Un mercado que en 2008, y sólo teniendo en cuenta el consumo de los más de un millón de bruselenses, alcanzó los casi 57 millones de euros. Las cifras, que surgen de una encuesta sobre el presupuesto hogareño del Centro de Estadísticas y de Información Económica belga, no incluyen las compras de los turistas. En promedio y por año, cada casa belga gasta 232 euros en chocolates.

Entrar en una boutique y seleccionar un chocolate es, en Bruselas, toda una ceremonia. Y es en estos espacios, en los que se ve y se huele chocolate, que se entiende la paradoja belga. Por un lado, Bruselas como capital europea, con edificios nuevos, burócratas europeos y toda la modernidad que esa globalización supone. Por el otro, las casas estilo art nouveau del arquitecto Victor Horta, el mantenimiento de las tradiciones, de los trabajos más artesanales -como el encaje en Brujas, los sombreros, los bastones y los cuchillos en Bruselas-, y hasta el conflicto todavía latente sobre los derechos lingüísticos de las comunidades francófona y flamenca.

Algunas boutiques son conocidas internacionalmente, como Godiva, Corné, Neuhaus, Léonidas o Marcolini. Pero todas tienen esa particularidad de ofrecer un trabajo esencialmente artesanal. Sus creadores, como aquí los llaman, reivindican justamente esta característica como explicación de por qué el chocolate belga es catalogado como uno de los mejores del mundo: es ese costado artesanal de la producción que los diferencia del sabor totalmente distinto de los chocolates más comerciales. Marcolini, por ejemplo, busca sus habas en tierras peruanas.

Y justamente la calidad de las habas es una de las razones de la buena reputación del chocolate belga. La afirmación surge de un estudio de Best Belgian Chocolate of the World , una asociación que reúne a los "maestros chocolateros" que perpetúan la excelencia y la tradición artesanal belga. Otras razones: el cuidado especial en la torrefacción, la calidad del azúcar utilizado, la cantidad mínima de cacao del 43%, y el amor de los artesanos por su métier .

En calidad, su primer rival son los suizos. Pero a los belgas no les importa. Están enamorados de su chocolate.

Los belgas, que no sufren de sobrepeso, son los mayores consumidores de chocolates en Europa: la mitad de la población come chocolates varias veces por semana, según una encuesta Ipsos realizada para el grupo Barry Callebaut, líder mundial en la fabricación de productos a base de cacao y chocolates de calidad superior. Y, cada vez más, se inclinan por el consumo de lo que aquí denominan el "chocolate funcional". Es decir, aquel que genera un efecto beneficioso para la salud emocional o física.

Fuente: lanacion.com

martes, 8 de junio de 2010

Mousse de chocolate blanco y queso de cabra fresco


Ingredientes:
Chocolate blanco
Queso de cabra fresco
Leche
Gelatina
Crema
Vainilla azucarada
Azúcar glas (impalpable)
Mango
Kiwi
Salsa de frutos del bosque casera

Procedimiento:
Remojar la gelatina en agua fría. Batir la crema con el azúcar glas y la vainilla azucarada (hasta que quede semimontada).

Fundir el chocolate. Calentar la leche y disolver en ella la gelatina previamente remojada.

Batir el queso de cabra con la leche hasta conseguir una crema uniforme.

Añadir la crema y el chocolate.

Enfriar durante media hora en la heladera.

lunes, 7 de junio de 2010

Gastronomia de Belgica



La gastronomía de Bélgica se basa en la calidad de sus productos y en la creatividad a la hora de elaborar sus platos. Hay que destacar productos como la cerveza, el chocolate, los “speculoos” (galletas de mantequilla tradicionales belgas), los quesos y, desde hace poco tiempo, del foie gras.

En cuanto al queso, decir que es muy variado. La cocina belga cuenta con más de ochenta variedades y supera en proporción a las existentes en Suiza, Holanda y Francia juntas. Es queso protegido con denominación de origen el Fromage de Herve.

Los platos típicos de esta zona están representados por stoemp (plato de patatas y zanahoria, salsa de cebolla y salchichas); Ensalada Liegeoise, carbonadas flamencas, elaboradas con carne de ternera a la brasa aderezada con diferentes hierbas aromáticas como laurel y tomillo, y acompañada de cebolla, azúcar, vinagre y salsa de cerveza; y como no los mejillones y la sopa cremosa de rodaballo.

En lo referente a la bebida de Bélgica, la estrella es la cerveza, destacar el cuidadoso esmero a la hora de fabricar una cerveza. Los tipos y marcas de cerveza en Bélgica pueden sorprender y tienen la particularidad de ser tan variados y complacer a todos los paladares. Destacar la variedad pils (Stella, Júpiler, Primus y Maes, es una cerveza de fermentación baja, clara dorada, de sabor ligeramente amargo). La cerveza blanca, cervezas trapenses (las más famosas de Bélgica, claras o negras y fuertes de alcohol), y las cervezas ambarinas (de sabor suave y color rojizo-ambarino).

La sofisticada gastronomía belga


Se dice que la gastronomía belga es la más sofisticada. A Bruselas se le considera una de las mejores ciudades del mundo para deleitarse con su cocina.

Es similar a la gastronomía francesa y tiene varios platos destacados, por ejemplo, sus mejillones al vapor, acompañados de una espumosa cerveza, las famosas carbonadas flamencas, a base de carne de ternera a la brasa y condimentada con diferentes hierbas aromáticas, además está acompañada de cebolla, azúcar, vinagre y salsa de cerveza.

Bueno, en realidad tiene muchos más platos famosos, pero es curioso ver como también Bélgica destaca por los chocolates. Hay unas quinientas variedades de bombones, el chocolate belga es negro, sin leche, con un sabor muy penetrante.

También resalta por su cerveza, la cual es muy popular en el país y exportada a varios otros. La Lambic, elaborada con trigo y cebada, y la Trappist (la trapense), son las variedades más famosas.

No hay ningún país que posea tantas variedades de cerveza como Bélgica, en sus cervecerías se pueden encontrar cientos de clases de ellas, hasta con sabor a frambuesa. Últimamente van apareciendo variedades sin alcohol, y se están convirtiendo en la bebida más solicitada.

Gofre


Un gofre (del francés Gaufre), llamado también waffle o wafle (del neerlandés Wafel), es una especie de torta con masa crujiente parecida a una galleta tipo oblea de origen belga que se cocina entre dos planchas calientes.
El gofre tiene apariencia de rejilla, que es resultado del molde de la gofrera (placa con molde especial elaborada de hierro fundido). Es muy común, que a la masa hecha con una mezcla de harina y huevo, se le añadan otros ingredientes a modo de crema, entre los cuales el más habitual es el chocolate o el helado. Se sirve caliente.

El moderno waffle tiene sus orígenes en Mongolia, pesado en la cocina medieval. Los hierros de hacer waffles consistían en dos placas de metal ('waffer') pesadas conectadas con anillas y portables con unos brazos de madera. Algunas de estas gofreras tenían en los grabados de las placas los diseños del propietario así como sus blasones o paisajes, en lugar de la actual celda de abeja que imprime esa forma de rejilla al waffle. Estas placas se empleaban para elaborar diferentes variedades de waffles.

"Wafer" (la placa metálica con la que se elaboraban en la antigüedad) y "waffle" pueden compartir en inglés raices etimológicas comunes. Wafre (wafer) es una palabra empleada por el inglés medio en el año 1377, adoptada por el bajo alemán como wâfel, con algunas modificaciones de la l en una r. El holandés moderno emplea wafel, francés Gaufre y de esta forma da origen al gofre en español, en alemán waffel, todos los significados de "waffle" comparten el mismo origen.

Los Waffles belgas se preparan a base de una masa de levadura, a menudo aligerada con clara de huevo batido, con el objeto de no solo aligerar sino que quede una textura crujiente al final. Este tipo de waffle se suele encontrar en los puestos callejeros de las ciudades de Bélgica (y en gran parte de Europa) y se sirve caliente recubierto de edulcorantes diversos: azúcar, miel, chocolate, etc. Puede ser servido como postre acompañado de frutas y crema o con helado.

El Liège waffle o también Waffle de Lieja (de la ciudad de Liège, al este de Bélgica) es un waffle que se suele servir caliente en los puestos callejeros. Se elabora fresco a partir de las gofreras en pequeñas tiendas, es posible comparlo pre-cocinado en los supermercados. Es mucho más pequeño, dulce y denso que los "waffles belgas" y posee una característica que lo distingue: una capa de caramelo líquido que lo recubre, resultado de una adición en el último minuto a la masa de un sirope, dándole un sabor distintivo.
La mayoría de los waffles de Lieja se sirven sin ningún acompañamiento, aunque es posible darles sabor con vanilla o canela, a veces se sirven con 'toppings' tales como frutas, cremas, y chocolate. El waffle de Liège waffle fue inventado por un cocinero del principado de Liège en el siglo XVIII.

Waffles norteamericanos, son muy comunes en los Estados Unidos y se elaboran con una masa de levadura en polvo, en lugar de las tradicionales levaduras. Se suelen servir como un alimento dulce en los tradicionales desayunos, cubierto de mantequilla y diversos siropes, pueden encontrarse en diversos platos salados tales como el chicken and waffles.
Por regla general son densos y más finos de que los waffles belgas. Los waffles fueron introducidos por primera vez en Norteamérica en el año 1620 por los colonos procedentes de holandeses. Thomas Jefferson hizo traer una gofrera de hierro fundido de Francia y se establecieron los waffle frolics o festivales que se dieron posteriormente tan populares en el siglo XVIII. Los waffles americanos pueden acompañarse tanto como alimentos dulces (siropes, azúcares espolvoreados, miel, etc) como salados (estofados de judías, por ejemplo).

Virginia waffles tienen la particularidad de estar elaborados de harina de arroz o harina de maíz en lugar de harina de trigo.

En el Reino Unido se puede encontar una variedad denominada potato waffle y es generalmente servido con alimentos salados, suele tener la forma de un waffle y está elaborado de patata, aceite y diversas salsas. Estos waffles pueen ser cocinados al horno, a la parrilla, preparados en una tostadora o fritos, siendo servidos tanto como plato de acompañamiento o un simple snack.

Waffle al estilo de Hong Kong en Hong Kong se denomina "pastel de rejilla" (格仔餅) y se trata de un waffle que se vende en puestos callejeros (hawkers) y es comido caliente. Son muy similares a los tradicionales waffles europeos pero de mayor tamaño, de formas redondeadas y divididos en cuatro cuartos. Se suelen servir como snack. Se suele untar con mantequilla, mantequilla de cacahuetes y/o azúcar y se dobla en un semicirculo para ser ingerido. En la receta se suele emplear huevo, azúcar, leche evaporada, etc. para darle un sabor dulce. Por regla general es ligero y nada denso. Los waffles tradicionales de Hong Kong tienen un sabor y unos aromas muy pronunciados a yema de huevo. Se suelen elaborar con otros sabores como chocolate, melón y a veces se pueden encontrar con diferentes colores.

El día internacional del gofre se celebra el 25 de marzo.
Fuente: wikipedia.com

Cocina belga: creme brulée con frutillas o leche quemada


La creme brulée con frutillas es una receta deliciosa y parte distintiva de la comida tipica de la cocina belga es una variación de sabroso el clásico creme brulée francesa, con la adición de frutillas en lugar de otros ingredientes. La receta no es especialmente complicado, pero usted debe tomar un poco de atención ya que todos los postres dulces que requieren cocción en el horno.

Ingredientes

Frutillas: 300 gramos
Huevos: 2 yemas de huevo
Licor Grand Marnier: 2 cucharadas
Azúcar de vainilla: 1 bolsa
Azúcar de caña : 4 cucharadas

Receta y preparación

La experiencia por sí mismo la creme brulée con frutillas de Bélgica.

1.Limpiar, lavar y secar las frutillas, y luego cortar en rodajas y colocarlas en un recipiente con el licor Grand Mariner. Divide las frutillas en la parte inferior, de 6 de bien el molde con manteca. En un bol poner las yemas de huevo y azúcar de vainilla y batir con batidora eléctrica hasta que quede espumoso y de un compuesto hinchado. Con un poco de crema y agregue a las yemas de huevo con el azúcar, mezclar juntos desde abajo hacia arriba.

2.Difunde la mousse en 6 platos hondos y cocinar en el baño maria durante unos 20 minutos, luego se espolvorea la rejilla de azúcar de caña y hacer que para formar la corteza.

Recomendaciones

Si usted no tiene la caña de azúcar también puede utilizar el azúcar granulado normal.

Gastronomia belga

La gastronomía de Bélgica está muy influenciada por la cocina francesa, y también se dice a menudo de los belgas que es una nación de Gourmands en vez de Gourmets que se puede traducir que prefieren la «gran cocina» en vez de la fine cuisine. En realidad esto se traduce en que es una cocina de «grandes porciones» y de gran calidad. La palabra Gourmandise proviene originariamente de ‘glotón’, pero ha sido interpretada con otro significado en Francia (el término todavía es usado hoy en día, aunque con tintes un poco arcaicos). Es un dicho que en Bélgica se sirve la cantidad de comida de Alemania y la calidad de Francia.

Platos tipicos
Los platos típicos incluyen el lapin à la gueuze (conejo fermentado en cerveza Gueuze, muy consumido en la región de Bruselas), el stoemp (un puré de patatas y verduras con ciertas añadiduras a la receta dependiendo de la región, como por ejemplo salchichas), ensalada liejense, carbonadas flamencas (elaboradas con carne de ternera a la brasa aderezada con diferentes hierbas aromáticas como laurel y tomillo, y acompañada de cebolla, azúcar, vinagre y salsa de cerveza, similar pues al boeuf bourguignon francés pero elaborada con cerveza en vez de vino tinto), chicons au gratin y por supuesto los moules-frites (mejillones con patatas fritas). Otro de los platos más conocidos es el waterzooi (especialmente genth waterzooi), que es una sopa cremosa de rodaballo.

Queso
El queso es muy variado. La cocina belga cuenta con más de ochenta variedades y supera en proporción a las existentes en Suiza, Holanda y Francia juntas.
Es queso protegido con denominación de origen el Fromage de Herve.

Postres y dulces
La cocina belga es muy conocida por la manufactura y elaboración de los productos con chocolate (más de 300 variedades), se dice que en Bélgica existen casi 500 variedades de pralines, bombón belga.

Cerveza
La bebida por excelencia belga es la cerveza.
Se consume mucho la Lambic, elaborada con una mezcla de trigo y cebada, y la trapista (trappist). Varios monasterios en la actualidad, tales como los de Orval y Westmalle, fabrican célebres trappistes.

Costumbres
Las costumbres culinarias de los belgas es comer tres veces al día, en la comida del mediodía por lo general piden un sólo plato
(el plat du jour o dagschotel) acompañado de un postre. Es popular la comida rápida vendida en friteries.

Fuente: wikipedia.com

Cascada Inacayal - Villa La Angostura - Patagonia Argentina