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miércoles, 3 de abril de 2013

Alimentos funcionales

¿Qué son los alimentos funcionales?

Son aquellos alimentos que en forma natural o procesada, contienen componentes que ejercen efectos beneficiosos para la salud que van más allá de la nutrición.

Generalmente se adiciona: vitaminas, minerales, omega 3 y 6, probióticos, prebióticos, compuestos antioxidantes, fitoesteroles.

¿Qué alimentos los contienen en forma natural?

Algunos de los alimentos de consumo habitual que contienen componentes beneficiosos para la salud son tomates, brócoli, zanahorias, ajo, té, pescados grasos como salmón, sardina y atún.

Ejemplo de  algunos alimentos funcionales naturales: 

Alimento funcional
Componente
 Beneficio para la salud
Tomate Licopeno Reduce el riesgo de cáncer a la próstata e infarto al miocardio
Brócoli Sulforatano Reduce el riesgo de cáncer
Zanahoria Carotenoides Reduce el riesgo de cáncer
Ajo Componentes  organosulfurados Reduce el riesgo de cáncer
Polifenoles y catequizas Reduce el riesgo de enfermedades coronarias y  algunos cánceres
Pescado Ácidos grasos omega 3 Reduce el riesgo de enfermedades del corazón

Ejemplo de  algunos alimentos funcionales procesados

Alimento funcional
Componente
Beneficio para la salud
Leche alta en calcio, con bajo aporte de grasa Calcio Reduce riesgo de osteoporosis
Productos lácteos fermentados Probióticos Mejoran la función gastrointestinal
Leche o huevos enriquecidos con omega 3 Ácidos grasos omega 3 Reducen el riesgo de enfermedad cardiovascular y mejora la visión
Vino en cantidad moderada (no más de 2 vasos al día) Flavonoides Contribuyen a la salud cardiovascular
Cereales con agregado de ácido fólico Ácido fólico El ácido fólico ayuda a reducir el número de casos de bebes que nacen con espina bífida

Los probióticos son microorganismos vivos que al ser incorporados en nuestra dieta favorece el desarrollo de la flora intestinal, los principales probióticos son los lactobacillus, las bifidobacterias y las levaduras, son muy útiles para quienes recibieron un tratamiento antibiótico, en ancianos, problemas intestinales, para mejorar la tolerancia a la lactosa, prevenir y tratar las diarreas infecciosas, mejorar el sistema inmunitario, prevenir ciertas manifestaciones alérgicas, reducir los niveles de colesterol, prevenir el cáncer de colon.

Hay que consumirlos de manera regular para mantenerlos niveles elevados en el ecosistema digestivo. El más popular es el Lactobacillus acidophilus, que se consume en los yogures.

Los prebióticos son ingredientes no digeribles de la dieta que estimulan el crecimiento o la actividad de uno o más tipos de bacterias en el colón, se usan como ingredientes de alimentos Ej. Lácteos, cereales, panificados, y son la fibra, fructooligosacaridos (FOS), lactulosa, o la inulina.

Estos disminuyen el riesgo de infección intestinal y previenen la constipación. Se encuentran en forma natural en: cebollas, puerros, papas, espárragos, ajos, alcachofas, achicoria entre otros.

Estos alimentos estimulan la flora intestinal, ayudan a absorber el calcio, reducen los lípidos sanguíneos y pueden disminuir el riesgo de cáncer de colon.

Los simbióticos  combinan prebióticos y probióticos, son alimentos en los cuales los prebióticos favorecen selectivamente a los probióticos adicionados.

El consumo diario de alimentos con probióticos, prebióticos y simbióticos durante un periodo de tiempo, da beneficios nutricionales, ayuda a mejorar la salud y a prevenir algunas enfermedades, siempre y cuando se acompañe de una alimentación equilibrada y variada.

Los compuestos fenólicos, son compuestos químicos que se encuentran ampliamente distribuidos en las plantas. Los tres grupos más importantes son los flavonoides, los ácidos fenólicos y los polifenoles.

Los compuestos fenólicos son antioxidantes y pueden contribuir a prevenir algunas enfermedades.

Las principales fuentes de estos compuestos son el té, las aceitunas, manzanas, vino tinto entre otros.

Los ácidos grasos omega 3 son un tipo de ácido graso que se encuentra presente en mayor proporción en los pescados grasos como jurel, sardina, atún y alimentos como nuez o canola, y en alimentos procesados a los que se les ha incorporado omega 3.

Son esenciales para el desarrollo normal del sistema nervioso y disminuyen el riesgo de enfermedades del corazón en los adultos.

Fuente: blogs.infobae.com/nutricion

martes, 4 de septiembre de 2012

Alimentos funcionales: qué comer para prevenir enfermedades

Algunos alimentos, además de calmar el hambre, mejoran funciones relevantes para nuestro organismo y reducen el riesgo de contraer enfermedades. Qué incorporar a la dieta.

Si a la hora de comer, además de saciar el apetito, podemos incorporar sustancias que aporten nutrientes para mejorar la salud, bienvenidas sean.

Un ejemplo son los llamados probióticos. Alimentos que contienen microorganismos vivos que ingeridos en cantidades adecuadas, mejoran la salud gastrointestinal. Se encuentran en yogures, derivados lácteos y fermentados, entre otros productos como aceitunas, chucrut, soja, etc.

El problema es que es difícil utilizarlos como solución terapéutica-médica, ya que necesitan ser conservados en frío, se necesita una alta cantidad de producto para que tengan efecto terapéutico y tienen una vida media limitada.

Por otro lado, están los prebióticos que tienen ingredientes que favorecen el crecimiento de determinadas bacterias saludables para nuestro intestino disminuyendo en cambio, las no deseables (bacteroides, clostridio, E.coli, etc.). Se encuentran en las verduras y hortalizas (cebollas, ajo, pimientos y espárragos, etc.)

Ambas sustancias logran beneficios sobre nuestra salud, sobre todo si una persona fue sometida a tratamientos con antibióticos, antivíricos o un exceso de fármacos promoviendo el desarrollo de una flora intestinal beneficiosa y previniendo la colonización de agentes patógenos. También mejoran la diarrea, gastroenteritis y refuerzan nuestro sistema gastrointestinal mejorando las defensas.

Otros de los alimentos “de moda” para prevenir afecciones del nuevo siglo, como son el colesterol o los problemas reumatoideos, la fatiga mental, etc. son los conocidos como ácidos grasos Omega-3, que se encuentran en el pescado azul, los frutos secos, etc. En algunos casos no deja de ser un “reclamo” para el consumo de algunos alimentos que antes, no los contenían, pero también se puede adquirir como suplemento nutricional.

El desarrollo de estos alimentos bioactivos podría ser muy útil para la aplicación en otros alimentos de mayor consumo, ya que muchas veces, en una dieta promedio, es difícil incluir la cantidad adecuada de estos alimentos.

Hasta que llegue el momento de la “nutrición personalizada”, es bueno tomar conciencia de la necesidad de incluir estos alimentos funcionales, en nuestro día a día.

Asesoró: doctor Adrián Jaime (MN 115.974), director de Doctor Adrián Jaime Orthomolecular Medical Institute, médico y especialista en Medicina AntiAge

Fuente: infobae.com

miércoles, 15 de abril de 2009

Alimentos que previenen o combaten el cáncer



Existen alimentos que pueden ayudar tanto a prevenir como a retardar el progreso de un determinado tipo de cáncer, por lo que serían muy apropiados para consumir tanto por aquellos que buscan evitar los riesgos de tener esta enfermedad, como por quienes ya la tienen pero buscan combatirla con todas las armas posibles.

Por cierto, siempre será necesario que se consulte a un doctor o nutricionista, -quienes posiblemente podrían pedirles algunos análisis para evaluar si el consumo ampliado de estos alimentos no podrían provocarle algunos efectos colaterales-, antes de seguir cualquiera de las sugerencias que aquí o en otros artículos se enlistan.

Alimentos para comer más a menudo
Brócoli, repollo, o coliflor, que serían más beneficios aún si se los ingiere condimentados con un poquito de aceite de oliva o de canola, pues esto ayudará a su cuerpo a absorber los carotenoides que contienen (que son los compuestos protectores).
Salmón, caballa, sardinas, arenques, y otros peces que contengan el tipo de grasas llamada EPA, que pueda aumentar el colesterol “bueno” y, potencialmente, limitar el desarrollo de las células cancerigenas. Se debe consumir de uno a cinco porciones por semana, y comer también la piel y la grasa.
Frijoles, lentejas, y porotos de soja, que estimulan las enzimas que previenen el cáncer, y pueden ayudar a bajar los niveles perjudiciales de estrógenos.
Tomates, especialmente si están cocidos.
Calabaza, especialmente cocida, que posee un más alto nivel de beta caroteno que cualquier otro de los alimentos aquí enlistados.
Zanahorias levemente cocidas, que son mejores que las crudas pues así se pueden liberar mejor los carotenoides en el organismo.
Batatas
Verduras verdes de hoja
Zapallo
Pizza casera de bajo contenido graso
Ajo y cebollas, que estimulan las enzimas que suprimen el crecimiento de los tumores.
Harina de soja, por lo menos un tercio de taza por día.
Pechuga de pollo o pavo, libre de grasa en al menos 97%.
Carne libre de grasa en por lo menos 97%.
Brotes de brócoli (que contienen grandes cantidades de sulforafano, que combate el crecimiento de los tumores).
Pastas con salsas de carne roja o de pollo libres de grasa en al menos 97%.
Aceite de oliva en lugar de otros aceites.
Hojas verdes de mostaza
Té verde
Uvas rojas o negras
Jugo de la uva, un vaso por día
Pomelo, especialmente en su variante rosa, que tiene un 40 por ciento más de betacaroteno que el blanco.
Jugo de naranjas fortificado con calcio, al menos dos vasos por día
Frutas secas o pasas, sin agregado de azúcar.
Yogur casero descremado, con agregado de leche deshidatrada. Dos vasos por día.
Miel como substituto del azúcar para las tortas, dulces, etc.
Nueces, para el omega 3
Arroz integral
Panes de trigo integral, idealmente con agregado de harina de soja
Leche descremada
Harina de avena, trigo molido, cereales sin o con poca azúcar
Frutas frescas, especialmente los arándanos, que tienen un 40 por ciento más de antioxidantes que los que le siguen a continuación, las fresas.
Cinco alimentos para considerar evitar
Aceites hidrogenados, como la margarina. O los alimentos que tienen aceites hidrogenados entre sus ingredientes, así como también cualquier tipo de comidas fritas.
Comidas con grasas animales, como por ejemplo la leche entera o cremas, queso, yogur entero, manteca, salsas. Este tipo de productos pueden contribuir al desarrollo del cáncer y pueden interferir en la absorción de los carotenoides.
Leche entera.
Carne con 96 por ciento de grasa.
Carnes rojas en general.

sábado, 11 de abril de 2009

Alimentos funcionales


Por Máximo Ravenna y Alejandra Raichuni

En la última década del siglo xx comenzaron a desarrollarse nuevos conceptos en nutrición, como fruto de nuevos estilos de vida y la preocupación por elevar la calidad de vida de los individuos. La interrelación de disciplinas como la biología molecular, la biotecnología, la informática, entre otras, con la nutrición, permite a las industrias alimentarias el desarrollo de nuevos productos con funciones adicionales a las del alimento original.

Del concepto de "alimento sano", definido como aquel alimento libre de riesgo para la salud y que conserva su capacidad nutricional, su atractivo a los sentidos, su pureza y su frescura, se pasa a otro concepto más actual de "alimento funcional", descrito como aquel producto, alimento modificado o ingrediente alimentario, que pueda proveer beneficios a la salud superiores a los ofrecidos por los alimentos tradicionales. El efecto positivo de un alimento funcional puede ser tanto en el mantenimiento del estado de salud como en la reducción del riesgo de padecer una enfermedad.

El desarrollo de alimentos funcionales constituye una oportunidad real de contribuir a mejorar la calidad de la dieta y la selección de alimentos que pueden afectar positivamente la salud y el bienestar del individuo. Es importante destacar que un alimento puede ser funcional para una población en general o para grupos particulares de la población, definidos por sus características genéticas, sexo, edad u otros factores. Cualquier definición de alimento funcional debe converger hacia aquel alimento que tenga un impacto positivo en la salud del individuo ya sea previniendo o curando alguna enfermedad, además del valor nutritivo que contiene.

Surge entonces a partir de estos nuevos enfoques, otros conceptos para identificar características particulares dentro de estos alimentos novedosos.
Prebióticos
Los prebióticos son ingredientes no digeribles de la dieta, que producen efectos beneficiosos estimulando selectivamente el crecimiento y/o actividad de uno o más tipos de bacterias en el colon, las que tienen a su vez la propiedad de elevar el potencial de salud del hospedero. Son fundamentalmente fructo y galacto oligosacáridos. Incluida en este concepto está la fibra dietética.

En 1976, Trowel la describió como diferentes compuestos de origen vegetal que presentan como común denominador el estar constituidos por macromoléculas no digeribles, debido a que las enzimas del intestino humano no pueden hidrolizarlas. Mas recientemente se define como el citoesqueleto de los vegetales, una sustancia aparentemente inerte que puede ser fermentada por algunas bacterias, pero no desdoblada por las enzimas digestivas, por lo que resulta inabsorbible.

Para que una sustancia (o grupo de sustancias) pueda ser definida como tal debe cumplir los requisitos siguientes:
Ser de origen vegetal.
Formar parte de un conjunto muy heterogéneo de moléculas complejas.
No ser digerida por las enzimas digestivas.
Ser parcialmente fermentada por las bacterias colónicas.
Ser osmóticamente activa.

Toda fibra dietética llega al intestino grueso sin haber sido transformada digestivamente. Las bacterias del colon, con sus numerosas enzimas digestivas de gran actividad metabólica, la pueden digerir en mayor o menor medida en dependencia de su composición química y de su estructura.

Los AGCC, productos de un proceso metabólico, son ácidos grasos volátiles que en su mayoría se absorben rápidamente.

De estos (butirato, acetato y propionato), el butirato aporta mayor cantidad de energía y desempeña importantes funciones en la biología del colon:
Suministra la mayor parte de la energía que necesitan las células de la mucosa colónica.
Estimula el crecimiento y la diferenciación de estas células.
Inhibe el crecimiento de las células tumorales.

La insulina y la oligofructosa, clasificadas como fibra dietética, son otro ejemplo de prebióticos. Constituyen ingredientes alimenticios naturales, extraídos de las raíces de la achicoria y se encuentran presentes además en otras plantas como la cebolla, el ajo, el espárrago. Estos compuestos modulan positivamente la fisiología del sistema gastrointestinal, fundamentalmente en cuanto al aumento del peso de las heces y la frecuencia de evacuación intestinal.

Actualmente se estudian otros efectos como el aumento de la absorción de calcio, la estimulación del sistema inmunológico y la reducción del riesgo de cáncer de colon.

La soja es una leguminosa que constituye una buena fuente de fibra soluble e insoluble, cuyos efectos sobre el tránsito digestivo, la carcinogénesis cólica, la eliminación del colesterol y la glucemia son bien conocidos. La proteína de soja ha sido clasificada como alimento funcional por su función en la prevención y el tratamiento de algunas enfermedades como el cáncer y la osteoporosis.

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), de los Estados Unidos, debido a los efectos benéficos encontrados al consumo de soja, ha recomendado una ingestión diaria de 25 g/d de proteína de soja.

Esta además, se utiliza para la obtención de leches fermentadas con bacterias ácido-lácticas.
La licenciada Alejandra Raichuni es coordinadora del Departamento de Alimentación del Centro Terapéutico Máximo Ravenna

Cascada Inacayal - Villa La Angostura - Patagonia Argentina