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viernes, 26 de julio de 2013

La importancia de desayunar para tener un corazón sano

Un nuevo estudio parece confirmar que el "cuándo" comemos es tan importante para la salud como el "qué" y el "cuánto" comemos.

Unos investigadores estadounidenses pidieron a una serie de hombres que completasen unos cuestionarios sobre lo que comían y cuándo lo comían y, a continuación, realizaron un seguimiento de su salud durante 16 años. Los investigadores observaron que aquellos que afirmaban saltarse el desayuno tenían un mayor riesgo de ataque al corazón o enfermedad coronaria mortal.

El autor principal del estudio, Leah Cahill, de la Escuela de Salud Pública de Harvard (HSPH), y sus colegas, escribieron sobre sus hallazgos en una edición del 23 de julio de la revista Circulation de la American Heart Association.

En un comunicado, Leah Cahill, investigador postdoctoral del departamento de nutrición de la HSPH, explicó qué podría estar detrás de estos resultados: "Saltarse el desayuno puede conducir a uno o más factores de riesgo, como obesidad, tensión arterial alta, colesterol alto y diabetes, que pueden, a su vez, conducir a un ataque al corazón con el tiempo".

Para su estudio, los investigadores analizaron los cuestionarios de frecuencia alimentaria realizados por 26.902 profesionales sanitarios varones de edades comprendidas entre 45 y 82 años y realizaron un seguimiento de su salud durante 16 años desde 1992 hasta 2008. Los hombres no padecían ninguna enfermedad coronaria ni cáncer al comienzo del estudio. Durante el seguimiento, 1.572 hombres sufrieron ataques al corazón no mortales o fallecieron de una enfermedad coronaria.

Cuando analizaron los datos, los investigadores observaron que los hombres que afirmaron no desayunar tenían un 27% más de riesgo de ataque al corazón o muerte por enfermedad coronaria que los hombres que afirmaron haber desayunado.

Fuente: www.medicalnewstoday.com

miércoles, 3 de agosto de 2011

La canola: amiga del corazón

La canola, también llamada colza, raps, o nabicol, es una planta de cultivo perteneciente a la familia de las Brassicaceae. Según krol, se cultiva por todo el mundo para producir forraje y aceite vegetal. Tanto para el consumo humano, como para la producción de biodiésel.

Los principales productores del mundo son la Unión Europea, Canadá, Estados Unidos, Australia, China y la India. Dentro de los cultivos oleaginosos, la canola ocupa el segundo lugar en la producción mundial después de la soja. Anualmente se producen 42 millones de toneladas, y si la comparamos con la producción de girasol -por ejemplo- la canola se comercializa cuatro veces más.

Físicamente, la canola es un grano con un tamaño similar al de la cabeza de un alfiler. Pero en su interior, contiene aproximadamente un 45% de aceite de alta calidad nutricional para el organismo humano. El nombre del aceite deriva de la sigla “CANadian Oil Low Acid”, que significa: aceite canadiense de bajo contenido ácido.

Originalmente, el aceite de canola no era apto para el consumo humano. Sin embrago, luego de varios estudios y mejoras, los científicos canadienses lograron un aceite de excelente valor nutricional para la salud humana.

De hecho, el aceite de canola es entre todos los aceites vegetales comestibles el que presenta la mejor relación entre sus componentes: contiene menos grasas saturadas (que son las grasas malas) y mejor proporción de omega 3 y omega 6.

Por eso se lo conoce mundialmente como “el aceite del corazón”. Su importante contenido de omega 3 y omega 6, dos nutrientes esenciales que el cuerpo no puede producir, le ayudan a prevenir las enfermedades coronarias.

Fuente: elgranchef.com

jueves, 20 de enero de 2011

Frutas y verduras protegen el corazón

Un gran estudio llevado a cabo en 10 países europeos confirma que el consumo de fruta y verdura reduce la mortalidad por enfermedad isquémica del corazón. Por cada ración diaria adicional de estos alimentos, el riesgo de sufrir un infarto se reduce un 5%, según sus resultados. Hasta un 15% en el caso de las mujeres.

"Toma mucha fruta, mucha fruta fresca...", cantaba un grupo musical de principios de los 90. Y es que varios estudios han confirmado que verduras y frutas son buenas para la salud y cuanta más cantidad se tome, mejor. Desde 2003, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la ingesta diaria de medio kilo de estos alimentos (unas cinco o seis porciones).

Pero la interpretación de la asociación entre el consumo de fruta y verdura y una mejor salud cardiovascular es "incierta", según los autores de este estudio, publicado en 'European Heart Journal' y en el que han participado también varios centros españoles. Por eso, lanzaron esta investigación en la que han contado con datos de 300.000 cuidadanos europeos reclutados entre 1992 y 2000.

En el momento en el que los participantes entraron en el estudio, rellenaron un amplio cuestionario acerca de sus hábitos alimenticios (fruta, fibra, grasas...), actividad física y factores de riesgo cardiovascular (tabaco, índice de masa corporal, hipertensión, diabetes...). El seguimiento se realizó durante una media de 8,4 años, tiempo durante el cual fallecieron 1.636 personas por patología isquémica del corazón.

España, en donde más fruta se consume

Los participantes que incorporaban más frutas y verduras a su dieta eran ligeramente mayores, con un índice de masa corporal superior, una mayor ingesta de energía total, menos bebedores, fumadores y deportistas y con la tensión más baja. Por países, los grandes comedores de fruta fueron los del mediterráneo (España, Italia y Grecia), en donde la media superaba las seis raciones diarias.

Los resultados del estudio confirman lo que ya se sabía: que cuanto más rica sea la dieta en frutas y verduras, menor es la mortalidad por un infarto de miocardio. Por cada ración adicional diaria de estos alimentos, el riesgo de fallecer por estas causas descendía un 5%. En mujeres, esta reducción alcanzaba el 15%.

"Existe una vieja hipótesis que señala que varios micronutrientes antioxidantes presentes en frutas y verduras disminuyen el riesgo de enfermedad cardiaca reduciendo el riesgo de aterosclerosis provocado por el daño oxidativo", explican los autores, "aunque varios ensayos clínicos realizados con estos nutrientes no han podido constatarlo".

"Debemos ser cautelosos a la hora de interpretar estos resultados porque no estamos seguros de si esta asociación entre frutas, vegetales y enfermedad isquémica del corazón se debe a algún otro componente de la dieta o al estilo de vida", ha señalado la principal investigadora, Francesca Crowe, de la Unidad de Epidemiología del Cáncer de la Universidad de Oxford (Reino Unido).

Fuente: elmundo.es

martes, 20 de abril de 2010

Cuidar el corazón mediante una buena alimentación


Las propiedades de determinados alimentos hacen que su consumo habitual sea una garantía para la salud cardiovascular

La composición en nutrientes y otras sustancias con efectos demostrados en la salud es lo que determina que unos alimentos estén más o menos aconsejados como parte de una dieta terapéutica en cada enfermedad.

Se habla de dietoterapia cuando se emplean los alimentos por sí mismos, por su forma de elaboración y por los nutrientes que contienen, como método seguro y eficaz para la prevención y el tratamiento ante diversas condiciones de enfermedad.

Para la salud del corazón y de los vasos sanguíneos está demostrado científicamente que hay que potenciar el consumo de alimentos con una serie de particularidades: riqueza en potasio y magnesio, sustancias antioxidantes (selenio, vitamina E, vitamina C, vitamina A), ácidos grasos insaturados (omega-3, oleico) y proteínas vegetales. Hay una serie de alimentos cuyo consumo es recomendable como parte de un plan de alimentación de prevención cardiovascular:

Las nueces. Son alimentos grasos muy ricos en ácidos grasos poliinsaturados, sobre todo, del tipo omega 3, con un contenido superior respecto a otros frutos secos. Este ácido graso de efectos cardiosaludables es relevante en la grasa del pescado azul.

Por tanto, una persona que incluya en su dieta estos alimentos en la cantidad y frecuencia recomendada, de acuerdo a una alimentación equilibrada, ya se está beneficiando de sus propiedades.

Los omega 3 proporcionan un efecto protector del corazón al disminuir el nivel de colesterol y reducir la viscosidad de la sangre, lo que provoca una disminución del riesgo de arteriosclerosis y la formación de trombos (trombosis).

La palta. Es un fruto de origen tropical, aunque hoy día es fácil de encontrar en los mercados durante todo el año. Está compuesto por grasa, principal componente tras el agua, por lo que su valor calórico es superior al de cualquier otra fruta. Aporta una baja cantidad de hidratos de carbono y menor aún de proteínas. La grasa que contiene es, sobre todo, monoinsaturada; el 72% del total es ácido oleico, característico del aceite de oliva. También es rico en minerales como el potasio y el magnesio, y pobre en sodio.

Destaca su contenido de provitamina A, vitamina E y ciertas vitaminas hidrosolubles del grupo B, como la B6 o piridoxina, importante para el funcionamiento del sistema nervioso.

A pesar de que se recomienda su ingesta, en particular en las dietas de control del colesterol por la calidad de su grasa debido a su elevado aporte calórico, se debe ser cuidadoso con la cantidad que se consume.

Las aceitunas. De las aceitunas se extrae el aceite de oliva, reconocido por la calidad de su grasa, rica en ácido oleico, como alimento para la salud cardiovascular.

Por tanto, las aceitunas también cumplen esa saludable función, ya que además de oleico contienen potasio, carotenoides y vitamina E, entre muchas de sus virtudes nutricionales. Además tienen un bajo contenido de azúcares en su pulpa, a diferencia de otras frutas de sabor dulce.

La cantidad de calorías que aportan es variable y depende de la cantidad de grasa, que es del 12% en la aceituna verde y del 30% en la negra desecada. Las olivas serán más calóricas cuanto más deshidratadas estén. Como término medio, 100 gramos de pulpa de aceitunas verdes tienen un aporte energético de 110 calorías, casi tres veces menos que las negras, con 294 Kcal.

El ajo. El ajo crudo tiene propiedades antisépticas, fungicidas, bactericidas y depurativas, debido a un aceite esencial volátil llamado aliína, que se transforma en alicina, responsable de su fuerte olor, y que se elimina por vía respiratoria.

Aunque también tiene otras propiedades beneficiosas para el organismo:

* Estimula las mucosas gastrointestinales provocando un aumento de las secreciones digestivas y de la bilis.
* Es diurético.
* Aumenta las secreciones bronquiales, por lo que resulta expectorante, desinfectante y descongestionante.

En cuanto a sus beneficios para salud cardiovascular, su consumo habitual provoca vasodilatación (aumento del diámetro de pequeños vasos sanguíneos, arteriolas y capilares), lo que hace que la sangre fluya con mayor facilidad y que disminuya la presión sanguínea.

Si se atiende a otras propiedades, el consumo habitual de ajo resulta idóneo en caso de parasitosis intestinales y procesos infecciosos.

FITOSTEROLES CONTRA EL COLESTEROL

Recientes investigaciones científicas han demostrado que ciertos componentes de los alimentos vegetales disminuyen, de forma sensible, la concentración de colesterol en sangre. Entre ellos se encuentran los fitosteroles que bloquean tanto la absorción del colesterol endógeno (el que produce nuestro propio cuerpo), como el que proviene de la dieta. El colesterol forma parte de las sales biliares del hígado, que segrega unos 30 gramos del mismo al día.

La mayor parte de las sales biliares son reabsorbidas a lo largo del intestino y recicladas por el organismo. Los fitosteroles impiden la reabsorción de una parte del colesterol que se segrega en la bilis, para ser excretado a través de las heces. También impiden la absorción de parte del colesterol de la dieta en el intestino, lo que explica sus propiedades cardiosaludables. Así, reducen los niveles en sangre del LDL, el colesterol perjudicial.

Algunas fuentes de fitosterol son las almendras, nueces, manies, pipas de girasol, trigo integral y aceites vegetales (en especial el de oliva virgen).

No obstante, si no se lleva a cabo una dieta balanceada, un consumo excesivo también puede implicar determinados riesgos (reducción de la absorción de vitaminas liposolubles), sobre todo en embarazadas y adolescentes, cuyas necesidades de energía y ciertos nutrientes son más elevadas.

Fuente: consumer.es


Cascada Inacayal - Villa La Angostura - Patagonia Argentina