Aurelio Montes, enólogo y propietario de Kaiken, lleva adelante también
junto a su familia la bodega Montes en Chile. Radicado en Mendoza,
asegura que hay que respetar las técnicas de vinificación locales para
lograr buenos vinos. La marca Kaiken fue la marca argentina más vendida
en Chile.
¿Cuáles son las características de los viñedos?
Tenemos alrededor de 130 hectáreas propias y unas 120 más por plantar en la zona de Vistaflores. Como principio enológico tenemos la filosofía de tener 70% de producción propia y 30% comprada, porque esto genera la necesidad de probar nuevas cosas, sino uno se queda con 3 o 4 zonas. Cada uno de los viñedos que tenemos nos entrega algo distinto: Vistalba la estructura, elegancia, tradición por la antigüedad de los viñedos. Agrelo, la floralidad, taninos redondos, fáciles de beber, ideales para el consumo diario y Vistaflores entrega la vivacidad reflejada a través de taninos más presentes, una acidez espectacular, factores que permiten elaborar vinos con gran potencial de guarda.
¿Están preparando sus viñedos para hacer vinos biodinámicos?
Sí, desde hace 2 años que estamos preparando nuestro viñedo para eso. Dentro de 2 o 3 años tendremos nuestra primera producción de uvas biodinámicas.
¿Cuál es el desafío de vinificar en otro país?
Cuando uno entra a otro país es muy importante entender su cultura y respetar lo que se hace en cada país. Nosotros somos un equipo donde el único chileno soy yo, el resto está conformado por argentinos inclusive el enólogo que es Rogelio Rabino; ya que si uno pretende adaptar las técnicas de su país de origen en Argentina, las cosas salen mal.
¿Cuál fue el resultado de comercializar vinos argentinos en Chile?
Tuvimos una experiencia increíble. Nosotros somos muy conocidos en nuestro país por nuestros vinos Montes. Chile es nuestro cuarto mercado más importante y tenemos una imagen muy fuerte por lo tanto nosotros aprovechamos eso para introducir los vinos que elaboramos acá y hemos tenido una aceptación muy positiva. Si bien, somos nacionalistas y defendemos nuestros productos, lo cierto es que la gente viaja, prueba cada vez más vinos de otros lugares y el chileno está abierto a probar nuevas cosas, por eso nuestros vinos han sido tan bien recibidos. Fuimos la bodega argentina más vendida en Chile y queremos continuar siéndolo.
¿En qué mercados se vende Kaiken?
Un 30% está destinado a Estados Unidos. Asia es otro mercado muy fuerte, como Alemania, Finlandia, Latinoamérica. Vendemos en cerca de 60 países del mundo.
¿Cuál es la apuesta de Kaiken para este año?
Este año seremos cautos con las inversiones debido a las políticas económicas que poco favorecen a la industria vitivinícola. Tenemos un proyecto para plantar en Valle de Uco y mientras la economía nos de las herramientas queremos seguir creciendo pero tengo fe que 2014 será un gran año para Argentina y para el sector.
¿Cuán importante es la innovación para ustedes?
En Chile, fuimos la segunda bodega en el mundo en tener un certificado de sustentabilidad. Esto implica trabajar con la sociedad, el cuidado de la energía, el agua, el medio ambiente. Las inversiones son mucho más grandes para lograrlo pero creemos en el futuro. Mi familia viene de la industria del vino y deseo que mis hijos también continúen en la actividad. Dar estos pasos, como por ejemplo convertirnos en biodinámicos, es de una importancia enorme.
¿Qué importancia le da al concepto de "Terroir"?
Para el consumidor es complejo ya que con suerte sabe donde se encuentra Argentina o Chile. Si empezamos a separar en Valle de Uco, Ugarteche, etc., puede ser muy confuso para ellos, pero es importante que los periodistas especializados, sommeliers, jurados internacionales sepan que existe esta diferenciación, que de cada lugar se obtienen vinos de diferentes estilos. En Chile se ha trabajado mucho sobre esto, se separó por Valles, ahora por Sub-valles y esto ayuda mucho a la comercialización de los vinos porque aclara las calidades.
¿Cómo ve la coyuntura que vive la vitivinicultura argentina?
Hoy tenemos un problema muy grave. Los costos del productor, con un casi 60% destinado a mano de obra, se han incrementado en forma exponencial y lamentablemente las bodegas hemos manejado valores que han sido inferiores a la inflación, por lo tanto hemos perdido competitividad . Durante tres años los precios de la uva no se han movido, por lo tanto nos encontramos en desventaja con el resto de los otros países, incluso con Chile, que es nuestro principal competidor. Con respecto a esto quiero destacar que me parece un error que Argentina y Chile sean competidores, deberíamos salir como hermanos a competir contra el mundo, porque si somos dos países chicos por sí mismos, no tenemos fuerzas, pero ganaríamos los dos si nos unimos.
Tenemos alrededor de 130 hectáreas propias y unas 120 más por plantar en la zona de Vistaflores. Como principio enológico tenemos la filosofía de tener 70% de producción propia y 30% comprada, porque esto genera la necesidad de probar nuevas cosas, sino uno se queda con 3 o 4 zonas. Cada uno de los viñedos que tenemos nos entrega algo distinto: Vistalba la estructura, elegancia, tradición por la antigüedad de los viñedos. Agrelo, la floralidad, taninos redondos, fáciles de beber, ideales para el consumo diario y Vistaflores entrega la vivacidad reflejada a través de taninos más presentes, una acidez espectacular, factores que permiten elaborar vinos con gran potencial de guarda.
¿Están preparando sus viñedos para hacer vinos biodinámicos?
Sí, desde hace 2 años que estamos preparando nuestro viñedo para eso. Dentro de 2 o 3 años tendremos nuestra primera producción de uvas biodinámicas.
¿Cuál es el desafío de vinificar en otro país?
Cuando uno entra a otro país es muy importante entender su cultura y respetar lo que se hace en cada país. Nosotros somos un equipo donde el único chileno soy yo, el resto está conformado por argentinos inclusive el enólogo que es Rogelio Rabino; ya que si uno pretende adaptar las técnicas de su país de origen en Argentina, las cosas salen mal.
¿Cuál fue el resultado de comercializar vinos argentinos en Chile?
Tuvimos una experiencia increíble. Nosotros somos muy conocidos en nuestro país por nuestros vinos Montes. Chile es nuestro cuarto mercado más importante y tenemos una imagen muy fuerte por lo tanto nosotros aprovechamos eso para introducir los vinos que elaboramos acá y hemos tenido una aceptación muy positiva. Si bien, somos nacionalistas y defendemos nuestros productos, lo cierto es que la gente viaja, prueba cada vez más vinos de otros lugares y el chileno está abierto a probar nuevas cosas, por eso nuestros vinos han sido tan bien recibidos. Fuimos la bodega argentina más vendida en Chile y queremos continuar siéndolo.
¿En qué mercados se vende Kaiken?
Un 30% está destinado a Estados Unidos. Asia es otro mercado muy fuerte, como Alemania, Finlandia, Latinoamérica. Vendemos en cerca de 60 países del mundo.
¿Cuál es la apuesta de Kaiken para este año?
Este año seremos cautos con las inversiones debido a las políticas económicas que poco favorecen a la industria vitivinícola. Tenemos un proyecto para plantar en Valle de Uco y mientras la economía nos de las herramientas queremos seguir creciendo pero tengo fe que 2014 será un gran año para Argentina y para el sector.
¿Cuán importante es la innovación para ustedes?
En Chile, fuimos la segunda bodega en el mundo en tener un certificado de sustentabilidad. Esto implica trabajar con la sociedad, el cuidado de la energía, el agua, el medio ambiente. Las inversiones son mucho más grandes para lograrlo pero creemos en el futuro. Mi familia viene de la industria del vino y deseo que mis hijos también continúen en la actividad. Dar estos pasos, como por ejemplo convertirnos en biodinámicos, es de una importancia enorme.
¿Qué importancia le da al concepto de "Terroir"?
Para el consumidor es complejo ya que con suerte sabe donde se encuentra Argentina o Chile. Si empezamos a separar en Valle de Uco, Ugarteche, etc., puede ser muy confuso para ellos, pero es importante que los periodistas especializados, sommeliers, jurados internacionales sepan que existe esta diferenciación, que de cada lugar se obtienen vinos de diferentes estilos. En Chile se ha trabajado mucho sobre esto, se separó por Valles, ahora por Sub-valles y esto ayuda mucho a la comercialización de los vinos porque aclara las calidades.
¿Cómo ve la coyuntura que vive la vitivinicultura argentina?
Hoy tenemos un problema muy grave. Los costos del productor, con un casi 60% destinado a mano de obra, se han incrementado en forma exponencial y lamentablemente las bodegas hemos manejado valores que han sido inferiores a la inflación, por lo tanto hemos perdido competitividad . Durante tres años los precios de la uva no se han movido, por lo tanto nos encontramos en desventaja con el resto de los otros países, incluso con Chile, que es nuestro principal competidor. Con respecto a esto quiero destacar que me parece un error que Argentina y Chile sean competidores, deberíamos salir como hermanos a competir contra el mundo, porque si somos dos países chicos por sí mismos, no tenemos fuerzas, pero ganaríamos los dos si nos unimos.
Turismo y apuesta a la venta directa
Estamos trabajando
fuertemente los dos aspectos. El turismo es un factor muy importante,
1.700.000 turistas son los que visitan la provincia al año. Es una
imagen muy favorable para el país que las bodegas estén abiertas al
turismo. Nosotros hace un par de año que abrimos esta área y llegamos a
recibir 4.000 turistas al año. Estamos abiertos de lunes a sábados, con
degustaciones, recorridos.
La venta directa la estamos implementando ahora a través del turismo porque en otras bodegas lo hemos hecho y nos ha dado excelentes resultados, a corto plazo deseamos extenderla pero por ahora lo hacemos a través del turismo.
La venta directa la estamos implementando ahora a través del turismo porque en otras bodegas lo hemos hecho y nos ha dado excelentes resultados, a corto plazo deseamos extenderla pero por ahora lo hacemos a través del turismo.
Fuente: Area del Vino
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