El
mundo, cada vez más variado y conectado, ha cambiado a lo largo de su
historia de muchas maneras: de geografías, de formas de pensar y de
gobernar; de formas de hacer, de transformar, de crear y, ciertamente,
de alimentarse. Existe una gran variedad de alimentos, formas de
cultivo y tecnologías, así como de prácticas nutricionales o
alimenticias.
Paradójicamente, diversidad no implica
alimentación de calidad. Como toda actividad humana, la nutrición no
escapa al intimo traspaso de la cultura: por sus ordenamientos,
creencias, filosóficas y políticas…Científicamente, los seres humanos
son omnívoros, comemos alimentos de origen animal y vegetal. Sin
embargo, comemos lo que comemos no porque sea conveniente, ni porque
sea bueno para nosotros, ni porque sea práctico, ni tampoco porque sepa
bien: estamos atravesados por la cultura y ésta determina las
características de nuestras prácticas dietéticas, al igual que los
recursos ambientales, en los respectivos lugares del planeta.
La exclusión de alimentos animales de las dietas cotidianas se denomina vegetarianismo;
término sin duda conocido en torno al cual existen infinitos
supuestos, así como devotos. Sin ir más lejos, muchos ídolos modernos
como Paul McCartney y Bob Marley han adherido a ese “estilo de vida”,
en tanto supone no solo una determinada alimentación sino también
renuncias y beneficios por parte del que lo práctica que redundan en la
salud y actividad cotidiana.
Por otra parte, muchas personas siguen una dieta
vegetariana apoyándose en razones sociales y económicas.
Existen muchas variedades de vegetarianismo*, pero
es común a todas ellas la creencia de que la reducción de alimentos
animales en la dieta redunda en una vida “más sana”. No obstante, y
debido a que la población vegetariana ha ido incrementando conforme los
años pasan, es necesario que los profesionales de la saludo se
encuentren informados sobre los beneficios y riesgos asociados con
estas prácticas nutricionales. “Una dieta vegetariana no
necesariamente es deficiente en nutrientes; aunque, entre más comidas
elimine de la dieta, mayor es el riesgo de deficiencia” (Shils, M., et.
al, 1999).
Por
otra parte, los beneficios en la salud no pueden ser atribuidos
solamente a la dieta de un individuo: sus hábitos, su entorno y su
ritmo de vida ciertamente se conjugan en su nivel de salud.
- 1. *Vegetarianos estrictos o Vegans
Estas personas no consumen productos animales, pues no incluyen huevos o productos lácteos; sólo consumen alimentos de origen vegetal como granos, leguminosas, frutas, vegetales, nueces y semillas. Representan el 4% de la población vegetariana (Herbert, V., 1995 y Shils, M., et. al, 1999) -
2. Ovo-lacto-vegetarianos
Evitan todo tipo de carnes, pero incluyen en su dieta huevos y productos lácteos, así como todos los alimentos de origen vegetal. Este tipo de vegetarianos están generalmente en contra de la matanza animal. (Herbert, V., 1995) -
3. Lacto-vegetarianos
Este grupo elimina solamente carnes y huevos, pero no productos lácteos. Esta forma de vegetarianismo es practicado por los monjes Trapistas y grupos de yoga. (Herbert, V., 1995) -
4. Semi-vegetarianos o Vegetarianos parciales
Este grupo consume algunos grupos de los productos animales. Es decir: pueden incluir en su dieta pollo o pescado, productos lácteos, y huevos. Lo único que excluyen deliberadamente es la carne roja.
Nutrientes más carentes en las dietas vegetarianas
Los
nutrientes se encuentran distribuidos tanto en el reino animal como
vegetal. Algunos de ellos son exclusivamente del reino animal lo que
hace que los pacientes vegetarianos tengan mayor riesgo de carencia.
Veamos algunos ejemplos:
Veamos algunos ejemplos:
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1.
Osteoporosis: el hueso se hace "poroso" y, por lo tanto, se debilita
estando más expuesto a fracturas (las más comunes en las mujeres son
las fracturas de cadera).
2. Osteomalacia
3. Raquitismo: principalmente en niños.
4. Tetania: contracción involuntaria sin relajación posterior de los músculos debido a la disminución del valor plasmático. Puedo ocasionar la muerta debido a la contracción de los músculos respiratorios.
2. Osteomalacia
3. Raquitismo: principalmente en niños.
4. Tetania: contracción involuntaria sin relajación posterior de los músculos debido a la disminución del valor plasmático. Puedo ocasionar la muerta debido a la contracción de los músculos respiratorios.
Vegetarianismo y trastornos alimentarios
Es muy
común ver que muchas adolescentes repentinamente deciden seguir una
alimentación vegetariana. Cuando este es el caso, debemos estar atentos
que, salvo que la familia sea vegetariana o haya motivos de índole
religiosa, muchas veces estamos frente a algún tipo de trastorno
alimentario o, al menos, una preocupación por la figura corporal.
Debido a
la popularidad de estas dietas de que las personas son más delgadas,
incurren en el concepto erróneo de que si excluyen productos de origen
animal, bajarán de peso y se mantendrán si mayores inconvenientes.
De
sospechar esta situación, se debe consultar con un psicólogo para
evaluar el origen del problema, un nutricionista para desmitificar este
tipo de alimentación y con un médico clínico que evalúe el estado de
salud del paciente.
Para
terminar, el vegetarianismo es una opción de alimentación valedera pero
que debe hacerse a conciencia para evitar sufrir carencias, consulte a
su nutricionista y no siga consejos de revistas o instituciones no
científicas o especializadas.
Fuente: nutri-salud.com.ar
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