En VItónica | Las proteínas: ¿ayudan a perder peso?
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El corte de digestión se produce cuando la temperatura de nuestro cuerpo cambia de manera brusca, es decir, cuando la piel se enfría al entrar en contacto con el agua y la sangre debe por lo tanto igualar la temperatura desplazándose a las capas más superficiales de la piel. En el caso de un proceso digestivo, este cambio de dirección de la sangre es la que provoca el temido corte de digestión, ya que la mayoría de la sangre del cuerpo está concentrada en el aparato digestivo después de comer, al desplazarse deja esta parte sin riego y se produce el corte de digestión con sus efectos tan nocivos para el organismo.
Normalmente el corte de digestión se produce cuando nos metemos al agua de manera brusca habiendo comido antes, pero no siempre esta es la manera de padecer un corte de digestión, sino que existen otros motivos por los que se produce como la ingesta de alimentos demasiado fríos que provocan en nuestro organismo un cambio brusco de la temperatura del mismo. Incluso sumergirnos al agua cuando estamos tomando el sol, aun no habiendo consumido alimento es un riesgo al varias rápidamente la temperatura corporal, y pudiendo así padecer los mismos síntomas de un corte de digestión al uso.
Reconocer un corte de digestión
A la hora de reconocer un corte de digestión existen una serie de síntomas a tener en cuenta. En primer lugar vamos a destacar los vómitos y la diarrea unidos a un malestar general. Pero muchas veces estos síntomas se pueden confundir con una indigestión normal y corriente, pero por ello existen unos rasgos claros que no podemos pasar por alto, como son sentirnos mareados, tener sudores seguidos de temblores, e incluso muchas veces desvanecimientos.
Existen varios niveles de gravedad en el corte de digestión. El más leve simplemente pasa por las citadas nauseas que hemos destacado anteriormente. Seguido estaría como intermedio el corte de digestión acompañado de mareos y escalofríos, y como el más grave de todos y con el que más riesgos corremos es en el que podemos perder el conocimiento y hasta llegar a sufrir una parada cardiaca. Por ello siempre es necesario prevenir y en el caso de pasarnos esto llamar a un médico para evitar males mayores.
Prevenir
A la hora de evitar un corte de digestión es importante la paciencia y evitar los tiempos que el organismo necesita para llevar a cabo sus biorritmos. Por este motivo es necesario que después de comer esperemos por lo menos hora y media hasta zambullirnos en agua fría, ya que el cambio de temperatura brusco puede producir un corte de digestión. Aun así es importante que al meternos al agua habiendo hecho la digestión lo hagamos poco a poco acostumbrando a nuestro cuerpo a la temperatura.
Estas medidas las debemos seguir a rajatabla siempre que nos introduzcamos en el agua habiendo o no comido, ya que nos puede dar un corte de digestión en cualquier momento. Además, es necesario que no nos llevemos a la boca bebidas demasiado frías, pues podemos correr la misma suerte y padecer un corte de digestión sin apenas darnos cuenta.
Fuente: vitonica.com
No sólo es importante la calidad de los alimentos que comemos, sino como los digerimos y absorbemos. Para que los alimentos sean digeridos completamente, no dejen ningún residuo tóxico y no interfieran con los procesos metabólicos, cada enzima y jugo digestivo deben ser segregados en la cantidad adecuada y en el momento preciso y la pared intestinal debe encontrarse en un buen estado de salud.
Si esto no es así, se produce una mala digestión o una mala absorción de los alimentos, lo que puede estar relacionado con una infinidad de problemas de salud, ya que no sólo somos lo que comemos sino que somos lo que absorbemos de nuestra dieta.
A continuación te contamos cuáles son y porque pueden ser de ayuda para prevenir indigestiones.
Como podemos ver, estos alimentos pueden incluirse con regularidad en la dieta y de ellos, obtendremos el beneficio de conservar un sano y funcional aparato digestivo, de manera de prevenir malestares y patologías asociadas a una incorrecta digestión.
Fuente: vitonica.com
Lo primero que debemos tener en cuenta es evitar las actividades intensas, ya que la digestión es un proceso que requiere de un notable flujo sanguíneo y si lo derivamos a los músculos estaremos entorpeciendo el proceso de la digestión. Al menos debemos dejar un par de horas en la comida principal y hora y media en desayuno o merienda. Actividades más tranquilas como ver la tele, leer y en general aquellas que no requieran de un gran gasto energético van a ser ideales para favorecer una correcta digestión.
Por otro lado está el descanso, sobre todo después de la comida y la cena. Tanto si vamos a echar una siesta como si nos vamos a dormir después de cenar, conviene que esperemos un tiempo, al menos media hora, y en el caso de la siesta no recostarse completamente, ya que podemos favorecer el reflujo gastroesofágico y los molestos ardores y digestiones pesadas.
Evita comer en posiciones extrañas como de pie o acostado en el sofá y no consumas en una misma comida alimentos muy grasos. Igual sucede con el picante, que hace las digestiones muy pesadas, conviene no comer picante antes de ir a dormir o si lo hacemos no pasarnos con la cantidad, porque puede alargar las digestiones hasta en dos horas.
Los problemas digestivos vienen sobre todo después de la cena, por culpa de las comidas copiosas y el irse a la cama demasiado pronto después de comer. Reducir las calorías de la última comida, sobre todo la grasa y salsas y cenar mínimo dos horas antes de irse a la cama soluciona casi todos los problemas digestivos que tendremos por la noche.
Fuente: vitonica.com
La manzana es un fruto que ha acompañado a la humanidad desde tiempos ancestrales y que goza de gran popularidad debido a sabor, propiedades alimenticias y curativas, por lo que no es raro encontrar su nombre e imagen en refranes, cuentos, obras de arte y, por supuesto, en innumerables y seductoras recetas.
Con ella no sólo se ilustra el pasaje bíblico en que Adán y Eva fueron expulsados del Paraíso por probar el fruto del árbol del conocimiento, su imagen va más allá del logotipo utilizado por el grupo de rock The Beatles para su compañía discográfica, y su celebridad no se limita a cuando Isaac Newton vio una de ellas caer y le dio la idea de la existencia de una ley universal de la gravedad; la manzana es eso y más, debido a que contiene sustancias que, entre otros beneficios, ayudan a nivelar el colesterol en la sangre y es útil en el tratamiento de enfermedades estomacales.
Este virtuoso alimento es producido por el manzano (Malus domestica), árbol más bien pequeño, originario de Oriente, que posee corteza gris y escamosa y que da flores blancas o rosadas una vez al año; se sabe también que este vegetal era cultivado por los egipcios, que griegos y romanos le tenían gran aprecio por sus cualidades terapéuticas y que llegó al "nuevo mundo" a principios del siglo XVII.
Además, el jugo fermentado de esta fruta sirve para elaborar sidra, una de las bebidas alcohólicas más conocidas en el mundo por la suavidad que brinda al gusto. Pero vayamos por partes en la descripción de tan célebre alimento.
Propiedades nutricionales y curativas
Por si a alguien le pareciera que el agradable y refrescante sabor de la manzana es poca cosa para consumirla, hay que decir que en general todas sus variedades ofrecen importante aportación de vitamina C y otras sustancias (fitoquímicos) con propiedades anticancerígenas y antioxidantes (que evitan el envejecimiento de los tejidos) que mantienen en perfecto estado al sistema inmunológico (encargado de defender al organismo de enfermedades).
Asimismo, el aporte calórico de la manzana es moderado (55 calorías por cada 100 gramos de producto) y su sabor dulce se debe a que posee buena cantidad de fructosa, azúcar cuya principal característica es que se asimila con lentitud en el organismo y ayuda a controlar los niveles de glucosa en sangre; por si fuera poco, su contenido de fibra y cascarilla provocan sensación de saciedad y combaten el estreñimiento, motivo más que suficiente para volverlo un producto ideal en dietas para bajar de peso.
Sin embargo, la gran virtud de este fruto reside, más bien, en su alto contenido de pectina, tipo de fibra soluble que cuenta con gran cantidad de cualidades positivas; la primera de ellas, es que ayuda a que el cuerpo disminuya los niveles de colesterol en sangre, pues de acuerdo con estudios realizados en diversas naciones, como Francia, Italia e Irlanda, se ha establecido que consumir dos manzanas al día puede reducir hasta en 10% el nivel de este tipo de grasas.
Otra ventaja de esta sustancia es que protege al organismo contra los efectos de la contaminación ambiental, debido a que favorece la eliminación de metales nocivos como plomo, mercurio y cesio, así como otras sustancias tóxicas que los habitantes de las grandes urbes inhalan.
Además, la pectina tiene la particularidad de retener agua, por lo que se le atribuyen efectos terapéuticos en caso de diarrea al hacer más lento el tránsito intestinal; aunque hay quienes piensan que esta benéfica cualidad se pierde al quitar la cáscara al fruto, lo cierto es que sólo una quinta parte de virtuoso elemento se encuentra en la piel.
La manzana también contiene taninos, que son compuestos responsables de la sensación ligeramente áspera que genera este fruto en el paladar, pero que a la vez limpian y desinflaman la mucosa intestinal (capa que cubre el interior del conducto digestivo), por lo que resultan eficaces en el tratamiento general de padecimientos del sistema digestivo. Para obtener en mayor cantidad esta sustancia, la medicina tradicional, así como la naturista, recomiendan consumir la pulpa rayada de la manzana luego de permanecer un tiempo a la intemperie, es decir, cuando adquiere color oscuro, acompañándola con un poco de miel y yogurt.
Pero no se agotan ahí sus propiedades. Ya los médicos de la Europa medieval señalaban los buenos efectos de la manzana para tratar gota e insomnio; efectivamente, se sabe que los taninos, junto con los minerales que posee, son excelente remedio contra el ácido úrico, y que el bromo que contiene permite sueño calmado y reparador.