La bodega líder gana posiciones, mientras medianas y chicas salen del
mercado. Aseguran que la falta de competitividad es el factor clave.
Solamente un lustro atrás la mayoría de las voces de la vitivinicultura
se vanagloriaba de una industria diversificada, lo que permitía el
desarrollo de variadas opciones y el derrame a toda la cadena que
redundaba en nuevas inversiones, calidad y tecnología.
Sin embargo, esa etapa expansiva del sector exportador atraviesa un período delicado debido a que el proceso de concentración avanza. Así las cosas, en cinco años, la empresa líder del mercado (grupo Peñaflor) pasó de concentrar el 20% de los envíos vitivinícolas totales de Argentina en 2008 a tener el 28% en 2013, según datos del Observatorio Vitivinícola Argentino.
En cinco años el proceso se ha agudizado. Sólo para graficar la situación: mientras en 2008, el 47% de las exportaciones totales se concentraba en cinco empresas, en 2013, esas mismas empresas alcanzaron el 52%.
Si se observa el caso de las exportaciones en botella, en 2008, una sola empresa concentraba el 17% de los envíos, en tanto en 2013 esa misma empresa concentró el 20% de las exportaciones. En ese mismo segmento, las primeras cinco empresas pasaron de 48% en 2008 a 49% del share en 2013.
Por qué hay más concentración
Para el presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura, Guillermo García, Argentina tiene algunas variables macro económicas que han afectado más a la pequeña y mediana empresa que a las grandes. "Estas variables que influyen drásticamente se llaman: tasa de interés, acuerdos internacionales, velocidad de reintegros, variabilidad del tipo de cambio y costos.
Estos elementos hacen que muchas empresas que arrancaron allá por 2000 sumándose al modelo exportador, luego atravesaron problemas para sostenerse y esos espacios han sido ocupados por estas empresas que tienen y manejan muy bien las economías de escala. Estamos hablando de las seis primeras exportadoras", señaló el funcionario.
Principalmente el proceso de reducción y concentración de las exportaciones de Argentina se ha dado en el segmento medio de precios, en donde Argentina dejó de ser competitiva.
"Este proceso de concentración de ninguna manera es bueno. Pero lo cierto es que esto se produce por la pérdida de competitividad del sector. Para una bodega mediana y chica su mercado fundamental fue la exportación. Para poner un ejemplo: una bodega chica conseguía un importador en un ciudad de Brasil y allí colocaba su producción y le iba bien. Ahora cuando empezaron a subir los costos, se perdió la competitividad y con eso se fue el mercado y esas empresas se quedaron afuera", dijo Juan Carlos Pina, gerente de Bodegas de Argentina.
Sin embargo, esa etapa expansiva del sector exportador atraviesa un período delicado debido a que el proceso de concentración avanza. Así las cosas, en cinco años, la empresa líder del mercado (grupo Peñaflor) pasó de concentrar el 20% de los envíos vitivinícolas totales de Argentina en 2008 a tener el 28% en 2013, según datos del Observatorio Vitivinícola Argentino.
En cinco años el proceso se ha agudizado. Sólo para graficar la situación: mientras en 2008, el 47% de las exportaciones totales se concentraba en cinco empresas, en 2013, esas mismas empresas alcanzaron el 52%.
Si se observa el caso de las exportaciones en botella, en 2008, una sola empresa concentraba el 17% de los envíos, en tanto en 2013 esa misma empresa concentró el 20% de las exportaciones. En ese mismo segmento, las primeras cinco empresas pasaron de 48% en 2008 a 49% del share en 2013.
Por qué hay más concentración
Para el presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura, Guillermo García, Argentina tiene algunas variables macro económicas que han afectado más a la pequeña y mediana empresa que a las grandes. "Estas variables que influyen drásticamente se llaman: tasa de interés, acuerdos internacionales, velocidad de reintegros, variabilidad del tipo de cambio y costos.
Estos elementos hacen que muchas empresas que arrancaron allá por 2000 sumándose al modelo exportador, luego atravesaron problemas para sostenerse y esos espacios han sido ocupados por estas empresas que tienen y manejan muy bien las economías de escala. Estamos hablando de las seis primeras exportadoras", señaló el funcionario.
Principalmente el proceso de reducción y concentración de las exportaciones de Argentina se ha dado en el segmento medio de precios, en donde Argentina dejó de ser competitiva.
"Este proceso de concentración de ninguna manera es bueno. Pero lo cierto es que esto se produce por la pérdida de competitividad del sector. Para una bodega mediana y chica su mercado fundamental fue la exportación. Para poner un ejemplo: una bodega chica conseguía un importador en un ciudad de Brasil y allí colocaba su producción y le iba bien. Ahora cuando empezaron a subir los costos, se perdió la competitividad y con eso se fue el mercado y esas empresas se quedaron afuera", dijo Juan Carlos Pina, gerente de Bodegas de Argentina.
Pina reconoció que las bodegas grandes tienen el poder de abrir los mercados y de presentar la marca "Argentina" en el mundo.
Mauro Sosa, gerente del Centro de Viñateros y Bodegueros del Este, grafica la situación y sostiene que en general en toda la industria hay un proceso de concentración que crece año a año.
"Se estima que 60% de la venta de vinos fraccionados genéricos y más del 50% del vino varietal está en manos de las mismas tres empresas. Cuando llegamos a sumar cinco empresas la concentración alcanza el 60%. Recordemos que en el país hay más de 900 bodegas. Se estima que en la provincia de San Juan este fenómeno es más contundente ya que sólo dos empresas concentrarían el 85% del fraccionamiento de vinos genéricos", dice Sosa.
Mercado por mercado
Las exportaciones de los vinos argentinos, en especial, las de los embotellados, están signadas por la gran dependencia de Estados Unidos y, en menor medida, de Brasil y Reino Unido.
Datos de Caucasia Wine Thinking indican que los envíos de fraccionados cayeron 5% en volumen en el primer trimestre de 2014. En tanto la comercialización en el exterior, de vino embotellado, mostró una retracción de 2,7%.
Un dato que prende, al menos, una luz amarilla. Es que sólo en el mercado de EEUU, Argentina perdió 15 puntos en volumen y 12,8% en valor.
Susana Balbo, presidente de Wines of Argentina, se mostró muy preocupada por la dependencia de Argentina del mercado de Estados Unidos y por cómo algún posible problema en ese mercado puede influir sobre la venta de los vinos.
Según datos del Observatorio, en Estados Unidos en el segmento de embotellados, la empresa que más exporta pasó de concentrar el 16%, al 26% en cinco años. En tanto las primeras cinco crecieron del 40% al 50%.
Ante la concentración y salida de algunos jugadores de las exportaciones, Balbo señaló que esto se puede convertir en un proceso peligroso, ya que las bodegas medianas y pequeñas son las que las impulsan y levantan la vara de calidad para toda la categoría en el exterior.
"Las pequeñas bodegas siempre venden un producto de muy buena calidad, porque es una estrategia para diferenciarse. Pero acá el tema es el siguiente: si los productores (por una situación económica negativa), no encuentran la rentabilidad necesaria, claramente se puede ver afectada la calidad", indicó Pina.
Derrame en toda la cadena
Distintos referentes no ocultan su preocupación porque tienen claro que cuando las exportaciones se concentran, el negocio se achica y el derrame para el resto de la cadena es poco y, en algunos casos, nulo.
"Cuando exportábamos y ese segmento crecía, eso nos permitía buenos precios y todo funcionaba en la misma medida. También hay que tener en cuenta que las empresas grandes de hoy son las mismas de hace cinco años. Por lo tanto, lo que sucedió es que dejamos de exportar y a medida que eso se paró se dejó de generar la sinergia que se tenía. Este proceso va a continuar en la medida en que no seamos competitivos. Ahora, si se recupera la competitividad, creo que el proceso se puede revertir", señaló Pina.
Para Sosa, todos los esquemas de concentración impactan en la formación del precio y lo sufre la parte más débil de la cadena ya que la referencia del precio la pone el que está arriba de la misma.
"No obstante, no debemos olvidar que arriba de la cadena vitivinícola se encuentran los supermercados y su rol de formadores de precios. Se estima que 6 cadenas de supermercados concentran 89 % de las ventas minoristas totales del país e incluso aparece por encima el propio Estado o mejor dicho el Gobierno, que interviene autorizando los aumentos del precio del vino de las bodegas, en góndola. Habría que redefinir entonces cómo se comportan los eslabones de toda la cadena ya que, si no, la discusión queda entrampada en la relación viñatero-bodeguero cuando resulta que otros actores como: intermediarios, supermercados y Gobierno, condicionan el comportamiento de los actores de la actividad", sintetiza el bodeguero del Este.
Sosa sostiene que para el sector de traslado, la situación se agrava ya que ven reducidas sus posibilidades de comercialización y, por ende, un aumento de sus riegos atento a la escasa diversificación de sus ventas.
"Esto también impacta en las pymes fraccionadoras de vino que ven reducidas paulatinamente sus ventas al no poder competir en términos de precios, condiciones y comercialización con los mismos mercados y proveedores de las grandes empresas, perdiendo mercados que serán tomados por las grandes empresas", finaliza.
Fuente: http://www.losandes.com.ar/notas/2014/5/3/exportaciones-solo-para-empresas-782813.asp
¿Modelo a la chilena?
Un análisis del Observatorio
Vitivinícola Argentino indica que la empresa líder en exportaciones
chilenas, Concha y Toro, cuenta con el 25% promedio del volumen
exportado, mientras que las primeras 10 empresas acumulan el 60% del
volumen total. Con una baja en la participación de Concha y Toro, las 9
restantes pasaron del 34% al 38% .
Sin embargo para Argentina, la concentración en la empresa líder es mucho mayor. Desde el Observatorio sostienen que el Grupo Peñaflor, tuvo una participación de casi 30% en 2013 y con tendencia a incrementarse. El informe consigna que se podría hablar de "una industria con un proceso de concentración relativo, reducido a una empresa líder y múltiples seguidoras".
Sin embargo para Argentina, la concentración en la empresa líder es mucho mayor. Desde el Observatorio sostienen que el Grupo Peñaflor, tuvo una participación de casi 30% en 2013 y con tendencia a incrementarse. El informe consigna que se podría hablar de "una industria con un proceso de concentración relativo, reducido a una empresa líder y múltiples seguidoras".
Fuente: Area del Vino
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