Del 10 al 16 de marzo se desarrolla la Semana Mundial de la Sal para
concientizar sobre los riesgos de su consumo excesivo. En esta nota, los
alimentos que hay que mirar de reojo
El 70% de la sal que se
consume ya está incluida en los alimentos industrializados más comunes, como panes,
embutidos, enlatados, congelados, quesos, caldos, sopas y envasados en general,
porque se incorpora durante el mismo
proceso de elaboración. A partir de esto, la Fundación Interamericana del
Corazón Argentina (FIC) -organización sin fines de lucro que promueve políticas
para prevenir enfermedades crónicas no transmisibles- desarrolló una investigación
para conocer el contenido de sodio de los alimentos procesados en el
país.
De ese modo, se estudió la información
procedente de las etiquetas de 2300 productos envasados pertenecientes a 12
grupos de alimentos: panes, cereales, lácteos, carnes, pescados, snacks,
comidas rápidas, aceites, salsas, bebidas, conservas de frutas y verduras y
chocolates.
Según la investigación, el grupo de salsas y aderezos (salsas
listas, comunes, light, en lata y aderezos como mayonesa, mostaza, kétchup y salsa
de soja) lidera la lista de alimentos más salados, con un promedio de 1356
miligramos de sodio cada 100 gramos. Le sigue el grupo de carnes y productos
en base a ella, como hamburguesas, chacinados y bocaditos de pollo, con un
promedio de 1031 miligramos cada 100 gramos.
El tercer grupo de alimentos con mayor
contenido de sal es el de los snacks con un promedio de 725 miligramos
cada 100 gramos. Incluye todas las variedades: palitos, papas fritas con y sin sal,
maní salado, nachos y otros.
La Organización Mundial de la Salud recomienda una ingesta diaria de 5 gramos
de sal que equivale a 2000 miligramos de sodio. Tomando como ejemplo
una comida que contenga alimentos de los tres grupos mencionados, como una
hamburguesa en sándwich aderezada con ketchup y una porción de papas fritas, se llega
a los 1137 miligramos de sodio, cubriendo en una sola comida más del 50% de
la cantidad diaria recomendada.
Para contar con un parámetro sal / sodio, hay que tener en cuenta que un
sobrecito como los que dan en los restaurantes contiene 2
gramos de sal, que equivalen a 800 miligramos de sodio. Entonces, el límite
de consumo recomendado por día sería de 2 sobrecitos y medio de sal como
máximo.
"Nuestra investigación muestra que los alimentos que se consumen comúnmente
contienen un alto nivel de sodio. Es necesario reducir la cantidad que se usa
durante los procesos industriales para que los ciudadanos puedan contar con
opciones más saludables a la hora de comprar y prevenir, así, enfermedades
cardiovasculares, que lideran las causas de muerte en nuestro país",
señaló Lorena Allemandi, investigadora de FIC Argentina.
Según el Ministerio de Salud, en Argentina se consume más del doble de la sal recomendada.
El consumo excesivo es un hábito que genera hipertensión, que
a su vez, produce eventos cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares,
convirtiéndose en un importante riesgo para la salud. La hipertensión afecta a
1 de cada 3 argentinos y tiene mayor impacto en sectores de menor ingreso
económico. Según datos de la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo 2009 del
Ministerio de Salud de la Nación, entre las personas que pertenecen a la franja
de más bajos ingresos, el 41,9% son hipertensos, mientras que en el sector de
ingresos más altos el porcentaje de hipertensos desciende al 27,4%.
A fines de 2013 se sancionó en Argentina la ley nacional de regulación del consumo de sodio, que abarca varias medidas como regular el contenido en ciertos grupos de alimentos, concientizar a la población y encarar diversas estrategias en restaurantes. Si bien es un buen avance, pues muy pocos países del mundo cuentan con leyes sobre el tema, será fundamental que se garantice su adecuada implementación, que se incorporen nuevos alimentos y que se vayan reduciendo cada vez más los niveles máximos de sodio permitidos en los alimentos procesados.
La investigación sobre contenido de sodio en los alimentos procesados de FIC Argentina, que comenzó antes de la sanción de la ley, constituye el punto de partida de un monitoreo en el tiempo para evaluar el impacto de la ley en el futuro.
A fines de 2013 se sancionó en Argentina la ley nacional de regulación del consumo de sodio, que abarca varias medidas como regular el contenido en ciertos grupos de alimentos, concientizar a la población y encarar diversas estrategias en restaurantes. Si bien es un buen avance, pues muy pocos países del mundo cuentan con leyes sobre el tema, será fundamental que se garantice su adecuada implementación, que se incorporen nuevos alimentos y que se vayan reduciendo cada vez más los niveles máximos de sodio permitidos en los alimentos procesados.
La investigación sobre contenido de sodio en los alimentos procesados de FIC Argentina, que comenzó antes de la sanción de la ley, constituye el punto de partida de un monitoreo en el tiempo para evaluar el impacto de la ley en el futuro.
FIC Argentina adhiere a la Semana Mundial
de la Concientización sobre la Sal promovida
por WASH (World Action On Salt and Health / Acción Mundial sobre Sal y
Salud), una organización global constituida por miembros de 85 países. Este
año, la campaña se desarrolla del 10 al 16 de marzo bajo el
lema "¡Reemplace la sal!", que apunta a incentivar a la población
a elegir los alimentos con menos sal.
Fuente: infobae.com
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