La obesidad gana cada día más puntos como uno de los factores
implicados en la infertilidad de miles de parejas en todo el mundo. Esta
misma semana, un nuevo estudio advierte a los varones de que una
ingesta elevada de grasas saturadas perjudica a la calidad de su
esperma.
La infertilidad afecta a un 10%-15% de las parejas que quieren tener
descendencia; y de ellas, en más de la mitad de los casos existe algún
problema en el varón. Hasta ahora, el alcohol, la cocaína, la marihuana o
el tabaco encabezaban la lista de sustancias perjudiciales para el
esperma; pero cada vez son más las evidencias que apuntan a que la dieta y el sobrepeso pueden tener también parte de 'culpa'.
Así lo ha concluido un equipo del Hospital General de Massachusetts
(EEUU) después de analizar a 99 hombres que acudieron a su servicio de
fertilidad entre 2006 y 2010. Sus conclusiones señalan que un alto
consumo de grasas saturadas (presentes por ejemplo, en la bollería o los
alimentos procesados) se relaciona con un recuento de esperma un 43%
menor y una concentración de espermatozoides en el mismo un 38% inferior
a la de varones con una dieta más sana.
El trabajo, que se acaba de dar a conocer en 'Human Reproduction', añade un dato adicional: los varones con una mayor ingesta de grasas 'positivas', como son los omega 3 presentes en el pescado y el aceite de oliva, tenían un semen de mejor calidad.
Los resultados no sorprenden a Jaime Mendiola, de la división de
Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Murcia, que ya
observó que los varones con peor calidad seminal comían menos frutas y
verduras. "Es un estudio muy interesante, aunque se trata de una muestra
pequeña y habrá que replicar los resultados", apunta en la misma línea
Ferrán García, andrólogo del Institut Marqués; "además, no está diseñado
para probar causalidad, por lo que hay que tomarlo con cautela".
Como él mismo señala, de acuerdo con Rafael Prieto (del servicio de
Andrología del Hospital Reina Sofía de Córdoba), existe una tendencia
creciente a emplear suplementos de omega 3 para
reforzar la cantidad y calidad de los espermatozoides. "Aunque hay pocos
trabajos todavía, parece que reducen la entrada de radicales libres en
el espermatozoide", explican. "Aunque nuestro objetivo debe ir más allá,
porque el objetivo no debe ser tener muchos espermatozoides, sino que
estos logren fecundar", remarca Prieto.
Lo primero, adelgazar
"El problema de la infertilidad masculina es que en la mayoría de los
casos no tiene una única causa, sino que es multifactorial", explica a
ELMUNDO.es la doctora Ana Puigvert, presidenta de la Sociedad Española
de Andrología. Aunque reconoce que su observación diaria en el servicio
de Andrología de la Clínica Quirón de Barcelona confirma el carácter
nocivo de la grasa. Por eso, no es extraño que las primeras
recomendaciones a las parejas que acuden a la Unidad de Medicina
Reproductiva tengan que ver con la dieta y la pérdida de peso.
Los propios investigadores, dirigidos por Jill Attaman, admiten que
se trata de una investigación pequeña; aunque apuntan: "Mientras se
confirman nuestras conclusiones, los varones que reduzcan su ingesta de
grasas saturadas no sólo mejorarán su salud en general, sino que podrían
estar beneficiando además su fertilidad".
En el trabajo de Attaman, el 71% de los participantes era obeso o
tenía sobrepeso (un porcentaje similar al de la población estadounidense
en general); aunque su análisis desgaja de manera independiente el
efecto de las grasas del que puede tener el sobrepeso en la
infertilidad.
En este sentido, Mendiola recuerda que los varones obesos tienen
menores niveles de testosterona, que las grasas aumentan el estrés
oxidativo de las células y el nivel de radicales libres; y como concluye
Puigvert el último lugar: "Algo tan elemental como que los varones
obesos disminuyen la frecuencia del coito".
Fuente: elmundo.es
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