Los grandes emprendedores
vitivinícolas del Valle de Uco se entusiasman con el potencial turístico
que podría alcanzar la región al concretarse la construcción del
aeropuerto en Tupungato. El municipio ya cuenta con el dinero para la
inversión, gracias al aporte de grupos empresariales del lugar, y está a
punto de cerrar la compra de las tierras en el distrito de Gualtallary
para tal fin. Empresarios de la región, la mayoría de los dedicados a
emprendimientos vitivinícolas, han realizado las primeras inversiones en
esta iniciativa.
Contar con el título de
propiedad es crucial para la comuna porque lo necesita para avanzar con
los trámites legales en el ANAC, entidad que regula la actividad
aeroportuaria en el país. Aunque hay quienes aseguran que se ha sometido
la zona en cuestión a varios estudios, este organismo nacional exige
cumplir con un gran número de requisitos antes de habilitar una pista de
aterrizaje, más aún si en un futuro pretende trabajar con aviones de
gran porte.
En los últimos años, el Valle de Uco
ha evolucionado a grandes pasos en la oferta turística relacionada con
el vino: bodegas con posadas, con espacios culturales o de arte, con
lagos, con restaurantes, con canchas de golf o de polo, etc. La
distancia de más de 80 kilómetros respecto de la aeroestación Francisco
Gabrielli es el primer obstáculo a sortear en la negociación con
turistas extranjeros, señalan desde las empresas.
De
allí que aseguren que un aeropuerto regional posicionaría al Valle como
destino internacional directo, no el pasajero que constituye en la
actualidad. De todos modos, advierten también que una obra de esta
magnitud desafía a la zona a diversificar y elevar la calidad y cantidad
de su oferta turística.
Uno de los principales
condicionantes es el largo de la pista. De ahí que el sitio elegido sea
un predio de 102 por 3 mil metros que se encuentra a unos 5 kilómetros
al suroeste de la villa cabecera de Tupungato. "Estamos resolviendo
algunas cuestiones sobre la documentación de la propiedad, para firmar
definitivamente los papeles de compra", apuntó el intendente Joaquín
Rodríguez, quien explicó que para cualquier tipo de aeropuerto se
necesita ese largo de terreno.
Respecto de la
elección de Gualtallary como base para este ambicioso proyecto (un
distrito que alberga importantes emprendimientos como Tupungato
Winelands o Altus, entre otros); el intendente destacó que "no fue fácil
encontrar en el departamento un superficie de 3 mil metros que no
estuviera atravesada por fincas o calles".
La
inversión en gran medida ha sido gestionada por el sector privado. Por
ello, el proyecto marca que la explotación comercial del aeropuerto será
compartida entre la comuna y los empresarios.
Fuente: Diario Los Andes
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