Entre los bodegueros reina la incertidumbre y la inflación continúa
primera en la lista de preocupaciones del sector. Competencia interna,
escasez de crédito, mayor presión tributaria y pérdida de rentabilidad
son las mayores amenazas que enfrenta el vino.
La inflación sigue primera en la lista de preocupaciones del sector vitivinícola
de cara al 2012. La inflación que en 2011 fue el factor que más
perjudica a la industria del vino (especialmente al sector exportador) y
se estima seguirá siéndolo en 2012, desfilan otros escenarios, como el
de la creciente competitividad en el mercado interno, la sequía
de crédito, la mayor presión tributaria y la escasez de mano de obra
calificada para viña y bodega.
Empresas consultadas por
Área del Vino -desde las de mayor tamaño, hasta bodegas pequeñas-
coincidieron en señalar que 2012 presentará para la industria del vino,
nuevos desafíos que demandarán fortaleza e ingenio, ya que no se
resolverán sólo con las ventas.
Así lo resumió Luis Steindl, gerente de operaciones de Bodega Norton.
"Vamos a seguir vendiendo, estoy confiado, pero el problema no es el
mercado en sí mismo, sino si ganaremos dinero y hasta cuándo vamos a
seguir trabajando por un magro 2% de rentabilidad. A estas preocupaciones sumamos la competencia
interna, ya que muchos de los que no pudieron vender en el exterior
comenzaron a pujar dentro del mercado interno con prácticas que
distorsionan los precios", añadió.
Por su parte, Alberto Arizu, gerente comercial de Luigi Bosca
y presidente de Wines of Argentina, puso el acento en dos temas
puntuales: el precio de la uva y los salarios. "Cómo se comportará la
paritaria del sector (tenemos expectativas de mayor moderación) y los
precios de la uva, que tienen impacto sobre los costos de producción, en
general está entre nuestras principales preocupaciones".
En
cuanto a exportaciones evaluó que "la situación externa no es
favorable. Si bien no vemos una mayor turbulencia, creemos que la
desaceleración de Brasil o Estados Unidos, colaborará a un mercado más
competitivo y menos expansivo. Europa, seguramente tendrá
complicaciones, por lo que no podemos esperar demasiado y Asia, donde
Argentina crece a buen ritmo, tiene una base aun pequeña. Quizás
las expectativas moderadas de exportaciones generen mayor presión en el
mercado local, que a su vez no está en un proceso expansivo, por lo que
la situación será de mayor competencia", indicó en coincidencia con Steindl.
Dijo a su vez, que los costos de distribución seguramente será un tema importante, por el alto impacto que tiene sobre la cadena de abastecimiento de la vitivinicultura.
Vino de menos de U$S 26 FOB, un segmento que no se recuperará
Las
fuentes consultadas indicaron que con el nivel de precios y costos
actuales, difícilmente se recupere el espacio perdido en el segmento de
menos de U$S 26 FOB la caja de 9 litros.
"Hasta el momento, tenemos un estancamiento del vino fraccionado.
Esto podría profundizarse el año entrante ya que la estrategia del
sector es concentrarse en segmentos medio altos en el cual las
perspectivas de crecimiento son bajas", evaluó Alejandro Vigil, Chief Winemaker de Catena Zapata.
Leandro Bastías, gerente de Exportaciones de Trivento, subrayó que esta pérdida "está claramente explicada por la combinación de tipo de cambio estable e incremento de costos internos por inflación. Creo que de continuar la actual tendencia y las condiciones macroeconómicas, los vinos embotellados en estos segmentos de precios seguirán en declinación y aumentarán los despachos a granel tal como ha sucedido este año".
Leandro Bastías, gerente de Exportaciones de Trivento, subrayó que esta pérdida "está claramente explicada por la combinación de tipo de cambio estable e incremento de costos internos por inflación. Creo que de continuar la actual tendencia y las condiciones macroeconómicas, los vinos embotellados en estos segmentos de precios seguirán en declinación y aumentarán los despachos a granel tal como ha sucedido este año".
La
consecuencia más crítica para la industria -añadió- "que la única forma
de no perder espacio en las góndolas con productos de estos niveles de
precios es analizar el despacho a granel y posterior embotellado
en destino, con las consecuencias que esto podría tener en la oferta de
puestos de trabajo que la industria ofrece".
Andrés Belinsky director comercial de Bodega Benegas, advirtió al unísono con sus colegas, que si en 2012 continúa el dólar por debajo de la inflación, seguiremos viendo una caída de las exportaciones en vinos de menos de U$S 30 la caja.
"Es
muy importante trabajar conjuntamente con las bodegas y las
instituciones estatales para frenar la pérdida de competitividad de esos
segmentos. Argentina todavía debe instalarse definitivamente como
categoría de vinos en el exterior y todo espacio de góndola que no ocupe
un vino argentino, lo ocupará Chile, España o Sudáfrica. Esta situación
puede afectar en el largo plazo, a los vinos de precios más altos
también", advirtió.
Para Guillermo Banfi, de Bodega Sur de los Andes,
la pérdida de competitividad en estos segmentos que ha tenido Argentina
en los últimos 3 años -que en góndola se traducen en vinos de U$S 10 la
botella- traerá claras consecuencias negativas para la categoría.
"Estados
Unidos, el principal mercado para Argentina vio una disminución
importante en volumen en sus exportaciones de vino fraccionado en 2011 a
pesar de haber logrado un mejor precio promedio. Esta tendencia seguirá en el 2012 con menores volúmenes en litros y un precio promedio que tenderá a estancarse".
¿Cuáles son las mayores preocupaciones para 2012?
"La inflación sin duda que afecta nuestros márgenes al no poder trasladarla al precio, sobre todo con un dólar tan controlado", Patricia Ortiz, Bodega Tapiz
"La inflación que afecta por igual a empleados y empresarios. El mercado interno ya no resiste mas aumentos en el caso que se hagan habrá menos consumo", Mauricio Lorca, Bodega Lorca
"Incremento de costos por inflación, falta de personal capacitado y de campo, falta o escasa financiación por parte de los proveedores de la industria", Lucas Nemesio, Bodega NQN
"Hay muchas, pero si tuviera que señalar una selección sería el tándem inflación-tipo de cambio y la financiación de ventas", José Manuel Ortega Fournier, Bodega O. Fournier
"Un problema grave en el posicionamiento del vino frente a las otras bebidas debido a la competencia importante que se está planteando y la necesidad de las bodegas de subir el precio", Alejandro Vigil, Catena Zapata.
Fuente: Area del Vino
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