MENDOZA.- Mientras el gobierno nacional asegura que en la Argentina disminuyó la pobreza, aumentó el trabajo de la Red Conin de lucha contra la desnutrición infantil, que posee 17 centros en todo el país.
"Vemos que cada vez abrimos más centros y cada vez hay más demanda. Esto quiere decir que las cosas no están bien", dijo a LA NACION el titular de esa organización, Abel Albino. "Por los frutos -agregó- se conocen los árboles, y los frutos no han sido buenos."
Tras aclarar que el diagnóstico trazado "no es para atacar a nadie porque hay que amar al errado y odiar el error", Albino informó que antes de fin de año se habilitarán nuevas delegaciones para detener y prevenir el flagelo del hambre en las ciudades de Mar del Plata, Concordia, Gualeguaychú y Añatuya.
En tanto, se proyecta inaugurar para 2010 centros similares en Santa Rosa, Tres Arroyos, Trenque Lauquen, Bahía Blanca, Cinco Saltos, Caleta Oliva y Comodoro Rivadavia. También en Salta, Jujuy y la tercera unidad de atención en Rosario. Y las perspectivas planean ir más allá de las fronteras. A las unidades que ya funcionan en Paraguay podrían agregarse otras en Colombia, Venezuela, Honduras, El Salvador, Guatemala y República Dominicana.
El anuncio fue hecho durante la realización del III Encuentro Nacional de la Red Conin, que concluyó ayer en el hotel Aconcagua de esta ciudad con la participación de delegados de Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires, Entre Ríos, Santiago del Estero, Misiones, Chaco y Tucumán.
Hubo intercambio de experiencias, charlas sobre liderazgo, evaluación de trabajos realizados y se presentó el código de buenas prácticas de centros de la red y el manual de procedimientos.
Las medidas estructurales de todos los centros del país se basan en asegurar la salud neurológica del bebé con una adecuada lactancia, un plan educativo y la provisión a familias en riesgo de servicios esenciales como agua potable, cloacas y energía eléctrica.
En cada unidad de atención trabaja un equipo de pediatras, nutricionistas, docentes y asistentes sociales que diagnostican los problemas y ejecutan el plan de recuperación y prevención.
"Tenemos que multiplicar los centros Conin", dijo Albino en alusión a la urgencia de luchar contra el hambre, pero expresó que el objetivo final es "cerrarlos algún día si Dios quiere, y convertirlos en bibliotecas".
Agregó que ese día los voluntarios y directivos de la red podrán decir "hemos librado el buen combate y contribuido a un país mejor". Mientras marchan hacia la anhelada meta de "desnutrición cero" en el país, la realidad cotidiana de sus centros muestran la otra cara de los avances contra la pobreza que exhiben las cifras del Indec.
En el centro de Virasoro, Corrientes, la sostenida demanda de asistencia alimentaria hace que a los 52 niños que son atendidos actualmente se agregue una lista de espera de 12 familias, según dijo a LA NACION Marinel Repetto.
Algo similar sucede en Tucumán, donde hay diez familias que esperan enviar a sus hijos desnutridos al centro de la provincia norteña, donde desde hace dos meses ya se atiende a 26 familias con 45 niños. Por su lado, Gabriel Katopodis, del centro Conin del partido bonaerense de General San Martín, dijo: "Tratamos de que la demanda no nos sobrepase. Debemos ser responsables con la capacidad de respuesta". Desde hace 8 meses atienden a 40 familias, y la lista de espera suma nuevos nombres cada día.
Fuente: lanacion.com
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