Un patio, una terraza o incluso un balcón son suficiente 
espacio para tener una huerta en medio de la ciudad. En cualquier rincón
 en el que entre una maceta se puede tener una planta para cosechar 
verduras orgánicas. Si bien requiere tiempo y dedicación, la fórmula 
resulta más que positiva: más plantas en los hogares, ahorro en las compras, ayuda a preservar el medio ambiente y alimentos más sanos.
La tendencia
 es cada vez más fuerte en el mundo, pero en el país empieza a crecer 
tímidamente. No sólo surge como una forma de ambientar y darles más 
tonos verdes a las grandes ciudades, sino también de volver a costumbres pasadas: producir el alimento propio.
"Está
 creciendo la necesidad de saber qué comemos y saber su procedencia. Con
 los tiempos del día a día, la masificación de la población en centros 
urbanos y la demanda alimentaria actual, se fuerza a la aparición de 
alternativas alimentarias", explicó Agustín Casalins, ingeniero 
agrónomo.
Y añadió: "Con las huertas en casa se consigue salir
 en cierta medida del sistema comercial de los alimentos, ayudás a 
preservar el medio ambiente porque esos alimentos no formaron parte de 
la cadena de transporte, así que no sumaron petróleo ni en su traslado 
ni en su empaque. Y por encima de todo, volvemos a descubrir los 
sabores reales de los alimentos, ya que no se usan compuestos ni 
químicos ni tóxicos en su desarrollo y 'el tomate tiene sabor a 
tomate'".
En ese sentido, Nicolás Enriori García, 
creador de Mini Huertas, explicó que hay cada vez más conciencia en 
cuanto a los alimentos que se consumen, y desarrollarlos en casa 
significa no sólo saber su procedencia sino además asegurarse de que es 
más saludable. "Por otro lado, la vida en las ciudades es cada vez más 
estresante y cuidar una huerta es una actividad sumamente reconfortante,
 armoniosa y que otorga un momento de calma para reflexionar. Es la mejor manera de ejercitar la paciencia en un mundo cada vez más impaciente", explicó.
Pero
 claro, requiere dedicación, aunque tampoco demanda tanto tiempo. Tal 
vez la constancia es lo que más cuesta a la hora de sumar colores verdes
 a la casa. El cuidado básico es sencillo ya que las plantas requieren esencialmente agua, luz y nutrientes para crecer.
Además
 de regarlas, cada dos o tres días hay que revisarlas para ver si están 
sanas o no. Las plantas pueden sufrir ataques de hongos y/o plagas que 
merman su rendimiento y en algunos casos pueden matarlas. Pero con sólo 
cinco minutos de atención, se los puede detectar.
Muchos
 de los proveedores de estos productos ofrecen además información sobre 
cómo mantener la cosecha a través de las redes sociales. De esta forma, 
ante cualquier duda, se puede acceder a datos útiles para llevar 
adelante la tarea.
Cuando se trata de precios, la 
variedad es amplia. Están quienes lo hacen de forma independiente y la 
arman de a poco con algunas plantas y están los que buscan propuestas ya
 resueltas. Por ejemplo, las mini huertas parten de los $200 hasta $390. El
 pack incluye: cajón, sustrato, plantines y el instructivo. También las 
hacen de forma personalizada y, tras ver el espacio disponible y el 
interés de quien contrata el servicio, arman una huerta pensada 
especialmente.
La falta de lugar y experiencia dejó de 
ser una excusa para lanzarse a ser un agricultor en casa. En este 
contexto, Casalins creó Verde al Cubo, un emprendimiento que ofrece huertas
 hidropónicas en donde las plantas crecen a base de agua mezclada con 
una solución que aporta nutrientes, sin necesidad de usar tierra.
El
 sistema de riego es automatizado, por lo que se puede programar el 
tiempo y la frecuencia de los riegos en cada cultivo facilitando 
bastante el tiempo requerido para mantener la huerta. Sólo hay que estar
 atento a que nunca le falte agua al receptáculo que está debajo del 
sistema.
Luego, resta cosechar los vegetales en su punto
 óptimo para disfrutar al máximo de su sabor y dejar nuevo espacio para 
que los siguiente brotes vayan prosperando. "La observación y la experiencia son básicas para ir consiguiendo más éxitos con los cultivos en casa", alentó Casalins. 
Hay
 propuestas desde huertas de cocina que miden 50 centímetros de largo y 
se pueden colocar directamente en la mesada hasta las de terrazas o 
balcones que miden 1,5 metros de largo y que, sumándole diferentes 
niveles a la estructura, se pueden tener desde 3 hasta 6 metros lineales
 de cultivo en casa. Eso sí, es imprescindible la luz solar por lo 
menos durante 3 horas para que el cultivo prospere, además de tener en 
cuenta la orientación de aquel espacio y las condiciones de viento que 
hay.
"Surgen huertas en los barrios pero también se 
instalan en escuelas para mostrar la importancia de comer sano y bien. Y
 cada vez hay más gente que quiere huertas en sus casas para ser 
directamente los productores de algunos de sus alimentos", explicó 
Casalins.
Qué cultivar
A
 la hora de comenzar a crear una huerta, siempre hay que tener en cuenta
 la temporada de siembra y de cosecha antes de elegir las semillas que 
se van a usar.  Generalmente, hay cultivos que se dividen en temporadas:
 primavera/verano y otoño/invierno.
Por ejemplo, en esta
 época del año se pueden plantar vegetales de hoja verde como lechugas, 
acelgas, rúcula, berro, etc., y los coles (coliflor, brócoli, mini 
repollo, kale, pak choi, etc.). También especias como ciboulette, 
cebolla de verdeo, cilantro, perejil, etc. Y por último, se pueden 
plantar también frutillas, ya que es un fruto que tolera bien las bajas 
temperaturas.
En la temporada cálida, se puede optar por
 los tomates cherry (clásico, dorado, negro), mini berenjenas, 
pepinitos, chiles picantes (habaneros, jalapeños y otros) y varias 
aromáticas (orégano, tomillo, romero, estragón, salvia, etc.).
"Como
 regla general, las verduras de hoja son más fáciles de cuidar que las 
de fruto (como tomates, berenjenas, pimientos, etc.), por la simple 
razón de que estas últimas necesitan más tiempo para ser cosechadas y 
por ende hay más posibilidades de que padezcan alguna enfermedad o sean 
atacadas por algún insecto predador. Las más sencillas de todas son las aromáticas, que en su mayoría son muy resistentes y requieren de muy pocos cuidados", indicó Enriori García. 
Fuente: infobae.com 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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