Los riñones son considerados órganos vitales ya que tienen la
función de filtrar la sangre y eliminar las sustancias tóxicas mediante
la orina. Además, participan en el control de la presión arterial, normalizan el volumen del líquido corporal al
retener o eliminar el agua, regulan la formación de glóbulos rojos e
intervienen en el metabolismo óseo mineral mediante la formación de
vitamina D.
Las enfermedades renales
por lo general no presentan síntomas y afectan la calidad de vida de las
personas. Se estima que una de cada 10 personas tiene alguna enfermedad
renal y cada año millones mueren prematuramente por complicaciones relacionadas con estas enfermedades.
Después de los 40 años, el filtrado del riñón empieza a decaer
aproximadamente un 1% por año. Se estima que uno de cada 5 hombres y una
de cada 4 mujeres, entre 65 y 75 años, y la mitad de los mayores de 75
años tienen algún grado de enfermedad renal.
Muchas enfermedades como la diabetes, la hipertensión arterial y la insuficiencia cardíaca dañan la función de los riñones.
La importancia de estos datos radica en que dicha enfermedad aumenta el
riesgo de ataque cardíaco y de accidentes cerebrovasculares. En algunos
casos puede derivar en una insuficiencia renal con diálisis o
trasplante. Por tal motivo, resulta fundamental la prevención como parte
importante de los cuidados que cada paciente debe tener en cuenta para
mejorar su calidad de vida.
La Sociedad Argentina de Nefrología (SAN) se suma a la celebración del Día Mundial del Riñón 2014, que se conmemora el próximo 13 de marzo. Este año bajo el lema "Enfermedad Renal Crónica y el envejecimiento" busca, junto a organizaciones de salud de todo el mundo, concientizar sobre este problema haciendo especial foco en la tercera edad.
Las
principales causas que pueden originar una insuficiencia renal aguda
son: cuadros de deshidratación (diarrea, vómitos, fiebre, diuréticos),
consumo de antiinflamatorios no esteroides (AINES), enfermedades
infecciosas (dengue, fiebre amarilla, malaria, leptospirosis), Síndrome
Urémico Hemolítico (SUH, más frecuente en niños), abortos sépticos,
sepsis (respuesta inflamatoria sistémica ante una infección grave),
sustancias de contacto intravenoso en estudios de diagnóstico y síndrome
de aplastamientos (como los que se producen en terremotos).
La Sociedad Argentina de Nefrología aconseja mantener una
dieta equilibrada y saludable, controlar frecuentemente los valores de
la presión arterial, incorporar 2 litros de líquidos por día,
realizar actividad física, no fumar ni consumir drogas ni automedicarse y
aumentar los cuidados de higiene en la cocción de los alimentos.
*Por el Dr. Carlos Luis Blanco. M.D NM 49549–
Jefe de Servicio Nefrología del Hospital Aeronáutico Central, consultor
del Servicio de Nefrología del Hospital Naval, Secretario de la
Sociedad Argentina de Nefrología y profesor de la Universidad del
Salvador.
Fuente: infobae.com
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