
En gran medida la salud y vitalidad de un individuo está determinada por la salud y vitalidad del hígado. Es asombroso ver como el hígado, que es el responsable de la desintoxicación, sobrevive e intenta adaptarse al estilo de vida actual y a la cantidad de químicos tóxicos, presentes en medicamentos, alimentos y contaminantes ambientales en general.
El hígado tiene encomendadas más de 500 tareas de las cuales al menos 22 son vitales para el buen funcionamiento de nuestro organismo. Por tanto su cuidado es esencial para el mantenimiento de nuestra salud. Cuando el hígado está cargado por exceso de trabajo (mala alimentación, sustancias tóxicas…) todo el organismo se resiente.
He aqui los 12 consejos principales
1. Escucha a tu cuerpo. No comas si no tienes hambre. En su lugar toma un zumo natural, una fruta, una pequeña ensalada o un vaso de agua. De la misma manera, no pases hambre si tienes apetito. Muchas personas planean sus horarios alimenticios en torno al reloj y así comerán por ejemplo a las 8:00am, a la 1:00pm y a las 7:00pm., llueva o truene, con apetito o sin él. Es mucho más saludable establecer tus horarios de comida alrededor de tu apetito y darle poca importancia al reloj. Si tienes la costumbre de comer en horarios regulares cuando no tienes hambre, tu hígado trabajará en exceso y básicamente sufrirá con excesivo ajetreo.
2. Bebe de 8 a 12 vasos diarios de agua mineral ya que ayuda a limpiar el hígado y los riñones y a perder peso. El cuerpo necesita pequeños y frecuentes sorbos de agua, de otra manera las células se encogen por deshidratación y sus membranas se secan. Las personas que no beben agua corren un riesgo mayor de contraer la enfermedad de Alzheimer. Evita grandes cantidades de líquidos durante las comidas.
3.                  Evita consumir grandes cantidades de azúcar, especialmente                  azúcar refinado, ya que el hígado lo convertirá                  en grasa y colesterol. La grasa puede ser causante de degeneración                  de los órganos o puede ser transportada a zonas tales como                  los muslos, glúteos y abdomen para su almacenamiento. Llegará                  un momento en el que los triglicéridos de la sangre serán                  demasiado elevados y esto está asociado con un incremento                  del riesgo de enfermedades cardiovasculares.
               Evita todos los edulcorantes artificiales ya que son tóxicos                  para el hígado y causan hipoglucemia y fatiga. Si necesitas                  comer algo dulce, toma fruta fresca, fruta escarchada, miel o                  melazas.
4.                  No te obsesiones midiendo las calorías. Si sigues                  los planes de comida y alimentos de la Dieta de Limpieza del Hígado,                  gradualmente tu hígado mejorará y en consecuencia,                  la pérdida de peso.
              Es mucha más la gente que muere por comer por exceso que                  por defecto. Así que cojamos la costumbre de comer menos                  una vez que el apetito ha sido saciado.
              Ignora la báscula del baño ya que el objetivo es                  limpiar el organismo y rejuvenecer todo el metabolismo, no solamente                  perder peso. La pérdida de peso vendrá de la mano                  con la mejora del funcionamiento del hígado. ¿Por                  qué preocuparse mirando lo rápido o lo lento que                  el cuerpo pierde peso?
5.                  Evita los alimentos a los que puedas ser alérgico                  o que sepas por experiencias pasadas que no te sientan bien.
              Mastica la comida lenta y concienzudamente, ya que la digestión                  empieza por la saliva cuando ésta se mezcla con los alimentos                  en la boca.
              A medida que se envejece, la producción de ácido                  clorhídrico en el estómago es, a menudo, inadecuada                  para la eficiente digestión de las proteínas. Esto                  puede solucionarse bebiendo un vaso de agua que contenga una cucharadita                  de vinagre de sidra de manzana en todas las comidas (que contengan                  proteínas).
6.                  Presta atención a la buena higiene intestinal                  ya que el hígado debe filtrar y destruir cualquier bacteria                  y virus presentes en la comida.
               Demasiados organismos dañinos, tales como la salmonera                  y la bacteria shigella, pueden dañarnos seriamente e incluso                  dañar permanentemente el hígado. Para reducir este                  riesgo, come alimentos que sean frescos, y evita el recalentamiento                  regular de los alimentos, ya que un buen caldo de cultivo para                  las bacterias son los alimentos cocinados, especialmente la carne.                  No calientes nunca la comida más de una vez. Y siempre                  lávate las manos antes de comer.
              Muchos alimentos procesados y empaquetados están llenos                  de conservantes, y aún así contienen organismos                  dañinos en estado latente. Tan pronto como estos alimentos                  llegan al intestino los conservantes desaparecen y el virus empieza                  a crecer en el intestino. Evita especialmente las carnes en conserva.
7. No comas si te sientes tenso o ansioso ya que durante estos estados la corriente sanguínea es desviada de los intestinos e hígado a otras zonas del cuerpo.
8.                  Comprueba si cerca de tu zona puedes adquirir productos biológicos                  frescos y libres de pesticidas. Si consumes huevos y pollo, que                  sean siempre de corral.
              Compra productos que contengan ingredientes naturales y evita                  los alimentos procesados que contengan sustancias químicas                  artificiales tales como conservantes, colorantes, aromatizantes                  y edulcorantes artificiales.
9.                  Obtén las proteínas de diferentes fuentes,                  incluidas las legumbres. La Dieta de Limpieza del Hígado                  contiene algo de pollo (preferiblemente de corral), pescado y                  huevos [esto es para proveer a los recién llegados a la                  Vida Sana con un estado de transición - Editor.] De todas                  formas hay muchos platos en los cuales la proteína se obtiene                  de las legumbres, granos, cereales, frutos secos y semillas. Las                  proteínas de primera clase procedentes de la combinación                  de estas fuentes son tan completas como las proteínas de                  origen animal y contienen los 8 aminoácidos esenciales.
              Las legumbres son las alubias (tales como la alubia de soja o                  las habas, etc.), los guisantes, los garbanzos y las lentejas,                  que aportan proteínas de gran valor, ácidos grasos                  esenciales, fibra, hormonas vegetales, minerales y vitamina B.
Si estas demasiado                  ocupado para cocinar alubias, puedes comprarlas en lata, hay una                  gran variedad para elegir. Si las alubias enlatadas contienen                  demasiada sal y azúcar antes de usarlas acláralas                  con agua.
              Semillas - linaza, girasol, sésamo y calabaza, todas son                  unas excelentes fuentes de ácidos grasos esenciales, proteínas,                  hormonas vegetales y fibra.
              Las nueces son muy ricas en grasas insaturadas y deberían                  comerse sólo frescas y crudas. Si han sido peladas y expuestas                  al aire durante un tiempo prolongado su aceite se habrá                  vuelto rancio. Compra nueces empaquetadas con fecha de caducidad                  o nueces con su cáscara.
10.                  Elige bien el pan y el relleno. Es importante comer solamente                  pan de buena calidad en la Dieta de Limpieza del Hígado.
              Vete a una tienda de comida natural y compra pan que no contenga                  sustancias artificiales. Si tienes el colon irritable, consume                  pan de harina molida, ya que tiene una textura fina, y está                  libre de pequeños granitos.
              Prueba distintas variedades de pan para reducir alergias, prueba                  el de centeno, de trigo, de maíz, de avena, de cebada y                  demás que puedas encontrar en tiendas de alimentos naturales.                  Para algo más ligero, prueba crackers de arroz, de centeno                  o pan de pita sin levadura. Si eres alérgico a la levadura,                  consume pan sin levadura o una barra de masa agria.
              Durante la Dieta de Limpieza del Hígado, es muy importante                  evitar la margarina y/o mantequilla, si necesitas algo para extender                  sobre el pan utiliza palta fresca, humus o tahín.
11. Evita el estreñimiento comiendo muchas frutas frescas y vegetales y bebiendo agua a lo largo del día. Evitando el estreñimiento evitarás el crecimiento de organismos no deseados en el intestino grueso. Para aumentar la cantidad de acidophilus benignos y otras bacterias lactobacillus, puedes consumirlos en forma de yogur de soja o en polvo.
12. Evita las grasas saturadas o en mal estado. Estas grasas insalubres pueden dañar el hígado con los cambios característicos de un "hígado obeso" similar a aquel de los consumidores de alcohol.
 Muchas personas                  preocupadas por su línea intentan llevar una dieta completamente                  libre de grasa, aunque, si esto se practica durante más                  de cuatro semanas, empezaran a aparecer síntomas de deficiencia                  de ácidos grasos. Es más, las funciones del hígado                  y del metabolismo se ralentizarán y conducirán a                  un fácil aumento de peso.
              Los síntomas de deficiencia de ácidos grasos son:                  piel seca e irritada, eczema, pérdida de cabello, dolor                  articular, fertilidad reducida, incremento de la distracción,                  depresión y pérdida de memoria, lento índice                  metabólico con aumento de peso, reducción de las                  funciones inmunológicas, desequilibrio hormonal, degeneración                  del hígado, fatiga, problemas circulatorios, enfermedades                  degenerativas, adelanto del envejecimiento y alto porcentaje de                  triglicéridos.
Cientos de personas obesas y muchas no ingieren excesivas calorías; su problema es debido solamente al consumo equivocado de grasas. El hígado es el principal órgano encargado de consumir las grasas del cuerpo y si tú lo agredes con grasas en mal estado será incapaz de realizar sus funciones metabólicas y tu metabolismo general se ralentizará. En consecuencia, ganarás peso fácilmente, especialmente alrededor de la zona abdominal.
De manera sencilla, podríamos decir que un hígado saludable bombea la grasa fuera del cuerpo manteniéndote delgado.
Los malos hábitos alimenticios para el hígado causarán un desequilibrio en la producción de lipoproteínas del hígado, de esa manera tendrás demasiadas lipoproteínas de baja densidad (LDL) e insuficientes lipoproteínas de alta densidad (HDL). Esto incrementará el riesgo de arteriosclerosis, enfermedades coronarias y presión alta.
El tipo de grasa que ingerimos diariamente es importante para la salud y la longevidad y tendrá más influencia que ninguna otra cosa sobre el funcionamiento del hígado y el peso.
Los aceites dietéticos nos cuidarán si nosotros los cuidamos a ellos, reduciendo su exposición al calor, al aire o a la luz. Los aceites alimenticios naturales tales como los presentes en el pescado, semillas, nueces, aguacates, olivas y legumbres están protegidos de la luz, el aire y el calor gracias a la piel y cáscaras que los recubren y son más frescos y saludables que las versiones embotelladas. De todas formas, para sazonar ensaladas, fritos ligeros, etc., lo ideal es consumir aceite sin refinar que haya sido prensado en frío y conservado en botellas de cristal oscura para protegerlo contra la luz. Mantenerlo en el refrigerador. El aceite de oliva virgen es fácil de adquirir y es una buena elección ya que está prensado en frío y no ha sido calentado, refinado o blanqueado con lejías.
Alimentos Recomendables para el Hígado
Los                  mejores vegetales para el hígado son la zanahoria y la                  remolacha ya que contienen antioxidantes incluyendo el betacaroteno,                  otros carotenoides y flavonoides curativos que dan color a estos                  vegetales. Estas verduras antioxidantes tienen un efecto limpiador                  y curativo para el hígado. 
Los más beneficiosos son:
- Rábanos
- Fresas y uvas
- Escarola
- Col, brócoli y coles de Bruselas
Lecitina:                  ayuda al hígado a metabolizar las grasas y reduce el nivel                  de colesterol.
              
La alfalfa y las hojas de cebada dan al hígado una inyección de clorofila que actúa tanto como tónico, como limpiador del hígado.
Elegir un buen tónico para el hígado
Existen algunos tónicos excelentes en el mercado, en forma de polvo, que contienen mezclas de psylio, diente de león, cardo mariano, alcachofa, albura de olmo americano, lecitina, hojas de cebada, polvo de zanahoria y polvo de alfalfa. Pueden ser mezclados con zumos frescos.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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