miércoles, 20 de junio de 2012

"Hay que olvidarse de la rentabilidad de dos dígitos"

Con la compra de NQN, las familias Eurnekian y Viola  se convirtieron en uno de los grupos más importantes de Argentina. De hecho, la revista Forbes los incluyó entre los 15 grupos vitivinícolas más importantes del país. En esta entrevista, Julio Viola se refiere al futuro de la empresa que comanda y al de la vitivinicultura argentina en general. 

-¿Cómo surgió la idea de esta compra?
Es una bodega vecina y uno a los vecinos siempre los mira con cariño (ríe).  Bodega NQN tenía cosas que nosotros no teníamos y viceversa. De alguna  manera, Del Fin del Mundo, entre viñas y bodega, es entre cuatro o cinco veces más grande que NQN. Sin embargo, Del Fin del Mundo vende  14 veces  más en volumen y 12 veces más en facturación. Teníamos una potencialidad de comercialización que NQN no tenía hasta ahora y le podíamos adicionar esta capacidad fácilmente. Esa fue una de las razones y otra, la cercanía. Hay dos mil metros entre una bodega y la otra, separados por viñedos que están juntos.  

-¿Por qué decidieron seguir apostando a la región patagónica en lugar de llegar a otras?
Tanto la marca NQN como Malma,  tienen muchas fortalezas y no estaban desarrolladas. Por eso vimos la oportunidad de desarrollar otra marca de la Patagonia. Además, no teníamos restaurante y  NQN lo tiene,  así como una posada muy linda y otros atractivos que se suman. De todos modos, nuestra idea es seguir crececiendo en otras regiones como por ejemplo en Mendoza. 

-En este sentido, ¿qué tienen pensado?
No se pueden hacer todas las inversiones al mismo tiempo. En la medida en que vayamos creciendo, planeamos tener también una pata en la región productiva más importante del país que es Mendoza. 

-¿Planean comprar otra bodega y viñedos en Mendoza?
Por ahora lo podemos llamar como "un desarrollo comercial en la zona de Cuyo", sustentado con una base productiva una bodega y una viña. Por supuesto, lo más importante en Cuyo es la bodega o las instalaciones, porque después el resto es distinto. En la Patagonia es necesario tener viñedos propios porque no hay productores sólo de uva. En cambio, en Mendoza, muchas bodegas han desarrollado marcas, prácticamente sin viñedos propios, comprando la uva o el vino. 

-¿Cómo queda el paquete accionario de NQN?
El 50% es de la familia Eurnekian y el 50% de la familia Viola, en donde se mantienen los mismos porcentajes que en Bodega del Fin del Mundo. 

-¿Cuál es la capacidad de producción de las bodegas?
En el mismo año, pasamos de 8 a 9 millones de litros de la capacidad de Del Fin del Mundo y ahora, NQN tiene una capacidad de 180.000 litros más. Aquí hay que aclarar que NQN es una bodega independiente.  Si bien la administración va a estar unificada y la gestión de la comercialización también, los productos están separados.  De hecho,  NQN sigue teniendo a Sergio Pomar como enólogo y a Roberto de la Mota como asesor, mientras que Del Fin del Mundo tiene a Marcelo Miras como enólogo y a Michel Rolland como asesor. 

-Con esta nueva adquisición, ¿cuáles son las perspectivas para este año?
Mas allá de las fortalezas que vemos en NQN y  del crecimiento que puede llegar a tener, sabemos que no es el mejor momento del mercado internacional ni del mercado nacional. En el mercado externo, tenemos los problemas del mundo más lo que nos nosotros le agregamos con el tipo de cambio y con alguna política de tipo comercial. Por otro lado, el mercado doméstico tampoco está en su mejor momento. Si bien espero que no sea un año tan duro, al menos creo que no habrá un balance altamente positivo. 

-¿Cuánto tiene previsto crecer?
Nuestro presupuesto de ventas de este año proponía un crecimiento del 15%  comparado con el año anterior. Por ejemplo, en Bodega del Fin del Mundo, nos propusimos crecer 15% en volumen con respecto al año pasado, algo que nos está costando mucho mantener. De todos modos estamos cerca y vamos cumpliendo los objetivos con mucho esfuerzo.  

-¿Y con respecto a la rentabilidad?
La rentabilidad de dos dígitos es algo de lo que hay que olvidarse por un tiempo largo. Esto es lo que hace que las compañías busquen escala y sean más eficientes en sus procesos, porque cuando la rentabilidad se achica, cualquier problema o inconveniente se transforma en un problema grave, debido a que no hay margen para corrección.

-¿Cree que la marca Patagonia ayuda a traccionar la venta de vinos en el exterior de esta región?
Sí, creo que sí. Además, es obvio que la marca Patagonia está teniendo un peso fuerte en la comercialización de los productos y está traccionando de una manera distinta los productos. Creo que las bodegas patagónicas nos hemos visto favorecidas por este fenómeno. 

-¿Cómo ve el resto de 2012?
No creo que sea un año ni trágico ni espectacular, sino más bien tranquilo. El gran desafío será tratar de ser lo más eficientes posible para soportarlo. 

No será un año en donde tengamos rentabilidades importantes. Lo que podría llegar a cambiar un poco el panorama, es  toda la gran incógnita que se genera con China porque allí tenemos una oportunidad con un vino con  precio diferencial. El problema es que este mercado es muy grande y atacarlo de forma individual es todo un tema. Se debería hacer una sociedad de bodegas. 

Bodega Del Fin Del Mundo

Bodega Del Fin Del Mundo nace en 1999 con la plantación de los primeros viñedos, en San Patricio del Chañar, Provincia de Neuquén. Fundada por la familia Viola, la bodega inaugurada en 2003, cuenta con más de 800 hectáreas propias de viña donde se cultivan variedades como: Malbec, Cabernet Sauvignon, Merlot, Pinot Noir,  Syrah, Sauvignon Blanc,  Semillón y  Chardonnay.  En abril de 2009,  la familia Eurnekian y la familia Viola  se asociaron  en un proyecto para conquistar nuevos mercados y posicionar los vinos argentinos en el mundo.

Fuente: Area del Vino

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Cascada Inacayal - Villa La Angostura - Patagonia Argentina