martes, 5 de junio de 2012

"Estamos perdiendo mercados"

- Durante mucho tiempo los vinos embotellados argentinos crecieron fuertemente en el mercado externo en todas las franjas, ¿qué segmento es el que más pierde hoy?

Lo que hoy observamos en el mercado externo, no es un proceso muy distinto del que empezamos a vivir el año pasado. La exportación de vino argentino embotellado se complica. Si uno mira las estadísticas generales da la sensación de que Argentina sigue creciendo, pero lo cierto es que, lo que crece es el vino a granel, que es un commodity. El vino embotellado se rige por pautas diferentes, y no es bueno que lo remplacemos en las exportaciones porque estamos perdiendo un valor agregado muy importante como es el posicionamiento de Argentina como un productor de calidad y de la marca país.

En todos los vinos que se venden por debajo de 30 dólares FOB la caja (de 9 litros) el volumen está cayendo. Si vemos las estadísticas por encima de 40 dólares la caja estamos creciendo, pero hemos perdido en la cajas por debajo de ese precio que es en donde está el gran volumen de venta. Básicamente la caja de 18 dólares es la más cayó.

-¿Cómo ve los principales mercados de Argentina para vino embotellado?

Con la crisis que hay en Europa se nos pone más complicado el panorama, porque se nos hace más difícil acceder a los mercados europeos y también en mercados donde ellos no competían como por ejemplo, Estados Unidos, hoy los europeos están muy competitivos, con una buena relación precio calidad, principalmente España, Italia y Francia también.

En Estados Unidos, luego del 2008, Argentina fue beneficiada por el efecto del "trade down" ¿considera que esa tendencia ya pasó?

El mercado de Estados Unidos se ha recuperado bastante bien tras la crisis. Argentina está creciendo pero estamos dentro de las generales de la Ley, crecemos en valor, no en volumen. Creemos que el mercado y las posibilidades siguen existiendo pero sólo si nos ponemos a tono con los valores, sino vemos difícil que se puede seguir vendiendo. En el mundo, primero hay que posicionarse en los rangos de precios más bajos, si desaparece de ese segmento, se desaparece en los segmentos más altos también.

- ¿Y el mercado de Brasil?

Brasil se paró, por el régimen de las licencias no automáticas que hacen que los envíos demoren hasta 60 días y esto nos afecta seriamente. Por su puesto, que se van a consumir los vinos que tienen en stock. Éste era un mercado muy demandante, pero ahora Brasil empezó a devaluar su moneda tendremos que ver si esta demanda va a seguir o no.

- ¿Le preocupa la inflación?

A nosotros nos preocupan los aumentos de costos. Los insumos cada día más caros, si bien el mercado interno no han caído las ventas y tampoco han crecido, y es la fuente principal de ingreso de todas las bodegas. Se ha producido una caída de la rentabilidad, los aumentos de costos no se pueden compensar ni en el externo que no los acepta ni en el interno tampoco. Esto también afecta a las inversiones futuras.

Si las empresas empiezan a tener una menor rentabilidad en una industria a largo plazo, entonces revén sus inversiones. Tenemos que ver como sigue la historia, si esto continúa de la misma forma los niveles de inversión van a bajar.

- ¿Cuáles son los tres temas más acuciantes de la industria vitivinícola hoy?

La caída en la rentabilidad por los aumentos de costos. Las restricciones a los ingresos de divisas y la pérdida de competitividad en el exterior, en el mundo no se pueden aumentar los precios porque hay más oferta que demanda de vinos, por lo que estamos perdiendo mercados.
*Esta nota fue publicada en el suplemento FINCAS de Diario Los Andes.

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