Alberto Guardia es uno de los representantes del sector vitivinícola más importante de Tucumán. Además de ser presidente de la Cámara de Bodegas y Viñedos del Tucumán es presidente de la bodega Las Arcas de Tolombón.
Tucumán cuenta con una gran historia vitivinícola, al igual que otras provincias muy desarrolladas como San Juan, Mendoza y Salta. Sin embargo, recién ahora está encontrando su posicionamiento, impulsado por el empuje de algunas bodegas de esta región.
En 1895 la superficie de viñedos en Tucumán era de 290, y con el paso del tiempo esta cantidad fue disminuyendo pasando en el 2002 a 23, y luego aumentando progresivamente. En el 2009 ya fue de 49 y hoy es de 89 hectáreas.
El Valle Calchaquí donde se encuentra esta región, comprende también las provincias de Salta, y Catamarca. Entre las tres concentran unas 3.000 hectáreas de viñedos, lo que representa sólo el 1,3 % de la superficie del país y producen vinos 29 bodegas (5 de ellas están en Tucumán) de las cerca de 1.000 en actividad de Argentina.
Los precios medios de los vinos en Tucumán son casi un 50% superior al precio medio del país. Por otra parte la relación de kg de uva por litro de vino es de 1,40 contra los 1,25 de la media del país. Dos aspectos puntuales que los destacables.
Desde la Cámara Vitivinícola, ¿cómo se está propicia esta actividad?
Nuestra cámara se constituyó y recibió su personería jurídica a mediados del año 2011, surgió ante la necesidad de los productores, tanto bodegueros como viñateros de asociarse para trabajar para el desarrollo y posicionamiento de los vinos del Tucumán en el mercado nacional e internacional. Es la única de su tipo que agrupa tanto a productores de uva y vino.
Surgió como necesidad, ya que por el infortunio histórico de las decisiones políticas, el Valle Calchaquí que es una sola unidad geográfica, dividido políticamente en tres provincias, y decimos infortunio porque sus capitales administrativas están entre 200 a 300 kilómetros de distancia, y fue casi siempre olvidado, por su baja densidad de población y de actividades económicas.
Como toda actividad que se desarrolla y expande, vimos la necesidad de integrarnos los bodegueros y viñateros de Tucumán formando una Cámara con una marcada impronta en la actividad y sin diferencias de jurisdicciones. Así fue concebida nuestra Cámara, integrando Bodegas y Viñedos del Tucumán, agrupando 19 productores de uva y 5 bodegas (una de Catamarca, tres de Tucumán y una de Salta).
Desde la formación hemos recibido el firme apoyo del gobernador de la provincia de Tucumán José Alperovich, que a través del Ministerio de la Producción, el Ente Tucumán Turismo y el Instituto de Desarrollo Productivo encabezados por el Ing. Jorge Feijoó, Bernardo Racedo Aragón y Ing. Luis Fernández respectivamente, están incorporado a las agendas de turismo y producción la actividad vitivinícola.
Con estos dos organismos, hemos contratando a Dolores Lavaque (Consultora STG) y delineado el Plan Estratégico Vitivinícola del Tucumán, en cuyo marco se han establecido los estándares de calidad, modelo de actividad, medios de promoción e inserción; se firmaron convenios entre el Ente de Turismo y Bodegas de Argentina para integrarnos a la Ruta del Vino. En esa misma línea de integración, el IDEP de Tucumán se integró como socio institucional a Wines of Argentina, organismo encargado de la promoción del vino argentino en el exterior.
Organizamos talleres con los directivos de la Corporación Vitivinícola de Argentina (COVIAR) para que nuestros pequeños productores se integren al plan de fortalecimiento de la actividad impulsado por el gobierno nacional denominado PROVIAR.
¿Tienen elaborado un plan estratégico para el presente y futuro de esta industria?
Sí. Para posicionarnos hemos elaborado un plan estratégico 2012/2014 enfocado en marketing y enoturismo, para lo cual se formalizaron convenios con Bodegas de Argentina (Ruta del Vino) y Wine of Argentina (desarrollo de mercado externo). Se desarrollaron cursos de Capacitación de Sommeliers y Mozos, presentaciones y degustaciones de vinos en diferentes ámbitos; también se han organizado programas de visitas de medios extranjeros y nacionales especializados en la materia.
En materia educativa, apoyamos al Ministerio de Educación, que en una muy elogiable decisión de su ministro Silvia Rojkes, creó la Tecnicatura Superior en Vitivinicultura, que se dicta en Colalao del Valle, donde ya egresó la primera promoción. Nuestra Cámara brinda las instalaciones y laboratorios para las prácticas de los estudiantes y sus primeros egresados han sido incorporados a las bodegas de la zona.
Desde la Cámara y junto a los poderes ejecutivo y legislativo, impulsamos la ya sancionada Ley Vitivinícola de Tucumán, donde se da un marco jurídico al desarrollo de la actividad, integrando los diferentes actores.
En relación a la creación de una identidad, la Cámara con la participación del ETT y del IDEP ha desarrollado la marca paraguas Vinos del Tucumán, que cuenta con su página web www.vinosdeltucumán.com.ar.
¿Cuáles son las características de los viñedos de Tucumán?
El Valle Calchaquí es un valle de gran altura de unos 300 km de largo y ancho variable entre 10 y 30 km. Como localidades vitivinícolas podemos destacar al norte Cachi (2.200 msnm), Cafayate (1.660 msnm) ambas de Salta, Colalao del Valle (1.800 msnm) en Tucumán, y al sur Santa María (1.900 msnm) ya en Catamarca. Está surcado por dos ríos al norte el río Calchaquí y al sur el Santa María, ambos se juntan en Cafayate (en punto más bajo del valle) y salen hacia el este como río Las Conchas con largo recorrido hasta el mar. Estas condiciones orográficas determinan que si bien existe un clima seco y desértico de altura, se generen pequeñas regiones de múltiples microclimas con diferentes comportamientos.
Nuestra área es de vientos permanentes, de suaves a moderados y una precipitación anual cercana a escasos 100 mm; de alturas variables entre los 1.800 a 3.000 msnm. Disponemos de unos 350 días de sol al año, con temperaturas muy amplias entre el frío y calor secos, cercana a los 26°C entre la mañana y la noche. Los suelos son franco arenosos en general con presencia de sales. Esto hace que nuestros vinos sean muy concentrados, de gran color, aroma, sabor y alta graduación alcohólica para uvas cosechadas en su óptimo punto de madurez.
Las cepas más plantadas son malbec, torrontés, cabernet sauvignon, tannat, merlot, cabernet franc y petit verdot. Con éstas dos últimas variedades estamos por sacar los primeros vinos para evaluarlas.
Para explorar más a fondo el potencial de nuestros vinos y evaluar lo que estamos haciendo, estamos organizando un Workshop con los principales enólogos argentinos, hemos invitado a Susana Balbo, Roberto de la Mota, Jorge y Matías Riccitelli, con quienes esperamos encontrarnos los primeros días de julio próximo para trabajar en esta materia.
En relación a su bodega, Las Arcas de Tolombón, ¿cómo se encuentra actualmente?
La empresa comenzó en 2007. Su nombre une el tradicional nombre de finca Las Arcas de unas 4.700 hectáreas, con su ubicación en la histórica capital del Valle del Yocavil prehispánico, epicentro de la Región del Tucumán o Tucumanhao.
Estamos ubicados entre las localidades de Tolombón y Colalao del Valle, nuestra finca discurre desde la cumbre de la Sierra del Quilmes al oeste (límite con Catamarca) a 3.100 msnm y las cumbres de las Sierras de Santa Bárbara al este (límite con Tucumán) a 3.800 msnm.
Para el desarrollo vitivinícola integramos un sólido equipo desde el comienzo del proyecto con profesionales radicados en el Valle, con gran experiencia, el licenciado en enología José Luis Mounier-Winemaker-y el ingeniero agrónomo Juan Leoncio Goitia-administrador-.
Utilizando codillos de Cabernet Sauvignon de una finca cercana, plantamos el primer cuartel, que lo bautizamos "El Sediento, la tierra quiere vino"-alusión a las características del suelo-, plantado en setiembre de 2007. Luego seguimos con el cuartel "Tránsito Armella"-en honor a al viejo agricultor que trabajó los rastrojos del campo por más de cincuenta años-, con plantas de uva Malbec, a pie franco de origen mendocino, plantado en ese mismo año 2007.El año siguiente se plantó Torrontés, para luego seguir creciendo en superficie y con nuevos varietales de uvas tintas como Tannat, Cabernet Franc y Petit Verdot. En total 33 hectáreas, 30 hectáreas en la finca Campo Ishanka a 1800 m.s.n.m. y 3 hectáreas en Yacomisky a 3.000 m.s.n.m.
¿Cuál es la capacidad de la bodega?
Nuestra capacidad de vasija es de 790.000 litros, producimos vinos desde el año 2010, unos 450.000 litros anuales, de los cuales fraccionamos una parte y el resto elaboramos para bodegas de Mendoza y Salta. Los vinos fraccionados se colocan en el mercado interno fundamentalmente en Salta, Tucumán y Buenos Aires. Hemos exportado a USA, Noruega y Brasil.
Actualmente estamos produciendo dos líneas de vino, "Siete Vacas Origen" y "Siete Vacas Reserva", que se comercializan a valores de $ 50 y $ 100 respectivamente. Para buscar una mayor penetración en un mercado muy competitivo, usando los vinos remanentes de la línea media y reserva, estamos lanzando en junio nuestra línea de vinos base marca "Lengua Negra", a un valor de $ 30 consumidor.
Hemos competido y evaluado nuestros vinos en competencias como AWA 2010, 2011 y 2012, así como VI° y VII° Malbec al Mundo, donde hemos obtenidos medallas de oro, plata y bronce, tanto en malbec, cabernet sauvignon, tannat y torrontés; por lo que podemos inferir que nuestros niveles de calidad son muy buenos en diferentes varietales, tanto tintos como el particular torrontés de la región. No obstante de los resultados que hemos recibido en diferentes competencias y degustaciones, creemos que nuestro cabernet sauvignon, tiene un rasgo muy distintivo y particular dado por el terroir.
Tucumán cuenta con una gran historia vitivinícola, al igual que otras provincias muy desarrolladas como San Juan, Mendoza y Salta. Sin embargo, recién ahora está encontrando su posicionamiento, impulsado por el empuje de algunas bodegas de esta región.
En 1895 la superficie de viñedos en Tucumán era de 290, y con el paso del tiempo esta cantidad fue disminuyendo pasando en el 2002 a 23, y luego aumentando progresivamente. En el 2009 ya fue de 49 y hoy es de 89 hectáreas.
El Valle Calchaquí donde se encuentra esta región, comprende también las provincias de Salta, y Catamarca. Entre las tres concentran unas 3.000 hectáreas de viñedos, lo que representa sólo el 1,3 % de la superficie del país y producen vinos 29 bodegas (5 de ellas están en Tucumán) de las cerca de 1.000 en actividad de Argentina.
Los precios medios de los vinos en Tucumán son casi un 50% superior al precio medio del país. Por otra parte la relación de kg de uva por litro de vino es de 1,40 contra los 1,25 de la media del país. Dos aspectos puntuales que los destacables.
Desde la Cámara Vitivinícola, ¿cómo se está propicia esta actividad?
Nuestra cámara se constituyó y recibió su personería jurídica a mediados del año 2011, surgió ante la necesidad de los productores, tanto bodegueros como viñateros de asociarse para trabajar para el desarrollo y posicionamiento de los vinos del Tucumán en el mercado nacional e internacional. Es la única de su tipo que agrupa tanto a productores de uva y vino.
Surgió como necesidad, ya que por el infortunio histórico de las decisiones políticas, el Valle Calchaquí que es una sola unidad geográfica, dividido políticamente en tres provincias, y decimos infortunio porque sus capitales administrativas están entre 200 a 300 kilómetros de distancia, y fue casi siempre olvidado, por su baja densidad de población y de actividades económicas.
Como toda actividad que se desarrolla y expande, vimos la necesidad de integrarnos los bodegueros y viñateros de Tucumán formando una Cámara con una marcada impronta en la actividad y sin diferencias de jurisdicciones. Así fue concebida nuestra Cámara, integrando Bodegas y Viñedos del Tucumán, agrupando 19 productores de uva y 5 bodegas (una de Catamarca, tres de Tucumán y una de Salta).
Desde la formación hemos recibido el firme apoyo del gobernador de la provincia de Tucumán José Alperovich, que a través del Ministerio de la Producción, el Ente Tucumán Turismo y el Instituto de Desarrollo Productivo encabezados por el Ing. Jorge Feijoó, Bernardo Racedo Aragón y Ing. Luis Fernández respectivamente, están incorporado a las agendas de turismo y producción la actividad vitivinícola.
Con estos dos organismos, hemos contratando a Dolores Lavaque (Consultora STG) y delineado el Plan Estratégico Vitivinícola del Tucumán, en cuyo marco se han establecido los estándares de calidad, modelo de actividad, medios de promoción e inserción; se firmaron convenios entre el Ente de Turismo y Bodegas de Argentina para integrarnos a la Ruta del Vino. En esa misma línea de integración, el IDEP de Tucumán se integró como socio institucional a Wines of Argentina, organismo encargado de la promoción del vino argentino en el exterior.
Organizamos talleres con los directivos de la Corporación Vitivinícola de Argentina (COVIAR) para que nuestros pequeños productores se integren al plan de fortalecimiento de la actividad impulsado por el gobierno nacional denominado PROVIAR.
¿Tienen elaborado un plan estratégico para el presente y futuro de esta industria?
Sí. Para posicionarnos hemos elaborado un plan estratégico 2012/2014 enfocado en marketing y enoturismo, para lo cual se formalizaron convenios con Bodegas de Argentina (Ruta del Vino) y Wine of Argentina (desarrollo de mercado externo). Se desarrollaron cursos de Capacitación de Sommeliers y Mozos, presentaciones y degustaciones de vinos en diferentes ámbitos; también se han organizado programas de visitas de medios extranjeros y nacionales especializados en la materia.
En materia educativa, apoyamos al Ministerio de Educación, que en una muy elogiable decisión de su ministro Silvia Rojkes, creó la Tecnicatura Superior en Vitivinicultura, que se dicta en Colalao del Valle, donde ya egresó la primera promoción. Nuestra Cámara brinda las instalaciones y laboratorios para las prácticas de los estudiantes y sus primeros egresados han sido incorporados a las bodegas de la zona.
Desde la Cámara y junto a los poderes ejecutivo y legislativo, impulsamos la ya sancionada Ley Vitivinícola de Tucumán, donde se da un marco jurídico al desarrollo de la actividad, integrando los diferentes actores.
En relación a la creación de una identidad, la Cámara con la participación del ETT y del IDEP ha desarrollado la marca paraguas Vinos del Tucumán, que cuenta con su página web www.vinosdeltucumán.com.ar.
¿Cuáles son las características de los viñedos de Tucumán?
El Valle Calchaquí es un valle de gran altura de unos 300 km de largo y ancho variable entre 10 y 30 km. Como localidades vitivinícolas podemos destacar al norte Cachi (2.200 msnm), Cafayate (1.660 msnm) ambas de Salta, Colalao del Valle (1.800 msnm) en Tucumán, y al sur Santa María (1.900 msnm) ya en Catamarca. Está surcado por dos ríos al norte el río Calchaquí y al sur el Santa María, ambos se juntan en Cafayate (en punto más bajo del valle) y salen hacia el este como río Las Conchas con largo recorrido hasta el mar. Estas condiciones orográficas determinan que si bien existe un clima seco y desértico de altura, se generen pequeñas regiones de múltiples microclimas con diferentes comportamientos.
Nuestra área es de vientos permanentes, de suaves a moderados y una precipitación anual cercana a escasos 100 mm; de alturas variables entre los 1.800 a 3.000 msnm. Disponemos de unos 350 días de sol al año, con temperaturas muy amplias entre el frío y calor secos, cercana a los 26°C entre la mañana y la noche. Los suelos son franco arenosos en general con presencia de sales. Esto hace que nuestros vinos sean muy concentrados, de gran color, aroma, sabor y alta graduación alcohólica para uvas cosechadas en su óptimo punto de madurez.
Las cepas más plantadas son malbec, torrontés, cabernet sauvignon, tannat, merlot, cabernet franc y petit verdot. Con éstas dos últimas variedades estamos por sacar los primeros vinos para evaluarlas.
Para explorar más a fondo el potencial de nuestros vinos y evaluar lo que estamos haciendo, estamos organizando un Workshop con los principales enólogos argentinos, hemos invitado a Susana Balbo, Roberto de la Mota, Jorge y Matías Riccitelli, con quienes esperamos encontrarnos los primeros días de julio próximo para trabajar en esta materia.
En relación a su bodega, Las Arcas de Tolombón, ¿cómo se encuentra actualmente?
La empresa comenzó en 2007. Su nombre une el tradicional nombre de finca Las Arcas de unas 4.700 hectáreas, con su ubicación en la histórica capital del Valle del Yocavil prehispánico, epicentro de la Región del Tucumán o Tucumanhao.
Estamos ubicados entre las localidades de Tolombón y Colalao del Valle, nuestra finca discurre desde la cumbre de la Sierra del Quilmes al oeste (límite con Catamarca) a 3.100 msnm y las cumbres de las Sierras de Santa Bárbara al este (límite con Tucumán) a 3.800 msnm.
Para el desarrollo vitivinícola integramos un sólido equipo desde el comienzo del proyecto con profesionales radicados en el Valle, con gran experiencia, el licenciado en enología José Luis Mounier-Winemaker-y el ingeniero agrónomo Juan Leoncio Goitia-administrador-.
Utilizando codillos de Cabernet Sauvignon de una finca cercana, plantamos el primer cuartel, que lo bautizamos "El Sediento, la tierra quiere vino"-alusión a las características del suelo-, plantado en setiembre de 2007. Luego seguimos con el cuartel "Tránsito Armella"-en honor a al viejo agricultor que trabajó los rastrojos del campo por más de cincuenta años-, con plantas de uva Malbec, a pie franco de origen mendocino, plantado en ese mismo año 2007.El año siguiente se plantó Torrontés, para luego seguir creciendo en superficie y con nuevos varietales de uvas tintas como Tannat, Cabernet Franc y Petit Verdot. En total 33 hectáreas, 30 hectáreas en la finca Campo Ishanka a 1800 m.s.n.m. y 3 hectáreas en Yacomisky a 3.000 m.s.n.m.
¿Cuál es la capacidad de la bodega?
Nuestra capacidad de vasija es de 790.000 litros, producimos vinos desde el año 2010, unos 450.000 litros anuales, de los cuales fraccionamos una parte y el resto elaboramos para bodegas de Mendoza y Salta. Los vinos fraccionados se colocan en el mercado interno fundamentalmente en Salta, Tucumán y Buenos Aires. Hemos exportado a USA, Noruega y Brasil.
Actualmente estamos produciendo dos líneas de vino, "Siete Vacas Origen" y "Siete Vacas Reserva", que se comercializan a valores de $ 50 y $ 100 respectivamente. Para buscar una mayor penetración en un mercado muy competitivo, usando los vinos remanentes de la línea media y reserva, estamos lanzando en junio nuestra línea de vinos base marca "Lengua Negra", a un valor de $ 30 consumidor.
Hemos competido y evaluado nuestros vinos en competencias como AWA 2010, 2011 y 2012, así como VI° y VII° Malbec al Mundo, donde hemos obtenidos medallas de oro, plata y bronce, tanto en malbec, cabernet sauvignon, tannat y torrontés; por lo que podemos inferir que nuestros niveles de calidad son muy buenos en diferentes varietales, tanto tintos como el particular torrontés de la región. No obstante de los resultados que hemos recibido en diferentes competencias y degustaciones, creemos que nuestro cabernet sauvignon, tiene un rasgo muy distintivo y particular dado por el terroir.
Un poco de historia de Tucumán
La plantación de vides en el
territorio argentino comenzó en 1556, con cepas que plantó el cura José
Cedrón para producir vinos de misa en la recién fundada ciudad de
Santiago del Estero en 1553. Su desarrollo fue muy importante, ya que
sólo 35 años después en 1591 la Corona Española dicta una ley gravando
con impuestos a los vinos producidos en Chile, Cuyo y la Región del
Tucumán, llegándose hasta prohibir sin éxito la plantación de viñas.
En el Valle Calchaquí desde los primeros asentamientos poblacionales se desarrolló la producción de vinos para misa y consumo familiar, pasando a un desarrollo comercial a fines del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX, con tan buena aceptación, ya que Burmeister en su visita a Tucumán allá por 1859, escribe: "La comarca de Cafayate es muy renombrada en todo el país por sus vinos es el mejor vino tinto que he tomado en la República Argentina...".
En ese entonces Tucumán contaba con 290 hectáreas de viñedos. Actualmente, la provincia cuenta con 89, con centrada en cinco bodegas.
Tucumán no tuvo gran desarrollo frente a otras regiones u otros cultivos del llano tucumano como la caña de azúcar, citrus, arándanos, frutillas, etc. La provincia dispone de más del 5.000 hectáreas óptimas para la vitivinicultura de altura pero ubicadas a tres horas de su capital; de las cuales sólo hay unas 100 hectáreas plantadas con cinco bodegas en producción, con una capacidad instalada cercana al millón de litros. Hay cinco nuevos emprendimientos de viñedos y bodegas en plantación y construcción, uno de ellos de capitales italianos.
Por otra parte, inversores tucumanos están implantando nuevos viñedos en Santa María, Catamarca; también en Mendoza un importante productor de caña de azúcar está desarrollando la actividad vitivinícola.
"Si sumamos las inversiones que se están haciendo en Cafayate con la inauguración de tres bodegas nuevas en éstos últimos años, nos damos una idea de la importancia que está adquiriendo el Valle Calchaquí para el desarrollo vitivinícola, tanto en Salta, como Catamarca y Tucumán", explicó Guardia. A lo que agregó: "Lo que no es casual; eligen esta ubicación por las características excluyentes de su suelo, altura, clima y calidad de los vinos, cuando no, de su belleza y apasionante historia".
En el Valle Calchaquí desde los primeros asentamientos poblacionales se desarrolló la producción de vinos para misa y consumo familiar, pasando a un desarrollo comercial a fines del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX, con tan buena aceptación, ya que Burmeister en su visita a Tucumán allá por 1859, escribe: "La comarca de Cafayate es muy renombrada en todo el país por sus vinos es el mejor vino tinto que he tomado en la República Argentina...".
En ese entonces Tucumán contaba con 290 hectáreas de viñedos. Actualmente, la provincia cuenta con 89, con centrada en cinco bodegas.
Tucumán no tuvo gran desarrollo frente a otras regiones u otros cultivos del llano tucumano como la caña de azúcar, citrus, arándanos, frutillas, etc. La provincia dispone de más del 5.000 hectáreas óptimas para la vitivinicultura de altura pero ubicadas a tres horas de su capital; de las cuales sólo hay unas 100 hectáreas plantadas con cinco bodegas en producción, con una capacidad instalada cercana al millón de litros. Hay cinco nuevos emprendimientos de viñedos y bodegas en plantación y construcción, uno de ellos de capitales italianos.
Por otra parte, inversores tucumanos están implantando nuevos viñedos en Santa María, Catamarca; también en Mendoza un importante productor de caña de azúcar está desarrollando la actividad vitivinícola.
"Si sumamos las inversiones que se están haciendo en Cafayate con la inauguración de tres bodegas nuevas en éstos últimos años, nos damos una idea de la importancia que está adquiriendo el Valle Calchaquí para el desarrollo vitivinícola, tanto en Salta, como Catamarca y Tucumán", explicó Guardia. A lo que agregó: "Lo que no es casual; eligen esta ubicación por las características excluyentes de su suelo, altura, clima y calidad de los vinos, cuando no, de su belleza y apasionante historia".
Fuente: Area del Vino
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