martes, 1 de octubre de 2013

Miguel Mercier: "Tenemos posibilidades de exportar clones de malbec"

Forma parte de la familia que fundó Vivero Mercier en Francia y en Argentina y preside el directorio de la empresa con sede en Luján de Cuyo. Miguel Mercier aseguró que hay una tendencia mundial a que las nuevas inversiones vitivinícolas busquen como objetivo lograr una mayor productividad sin perder la calidad.

-¿Cómo se encuentra Argentina en el desarrollo genético de plantas con respecto a otras regiones del mundo?

-Argentina está en un lugar privilegiado desde el punto de vista tecnológico en el desarrollo de plantines. Además, tiene un muy buen lugar y expectativas en cuanto a posicionarse en otros mercados de exportación de plantas, inclusive en todos los países latinoamericanos en los que se está desarrollando la vitivinicultura. Es uno de los pocos países que tienen un sistema de certificación de vides, homologado en países líderes como Francia e Italia.

-Entonces, ¿estamos en condiciones de exportar clones?

-Sí, tenemos posibilidades de exportar clones de malbec y también de otras variedades. Si bien es poca la producción de plantas clonales de malbec, en un par de años seguramente vamos a tener grandes posibilidades de exportar. Esto se da, principalmente, porque tenemos el marco legal, que es la certificación, que no está en otros países.

-¿Se puede perfilar como una nueva unidad de negocios de la empresa?

-Por supuesto, Mercier Argentina tiene posibilidades de ir en esa dirección en el mediano plazo. Tenemos una posición local dominante de mercado y esa es una gran fortaleza para poder exportar a países vecinos.

Hoy, la prioridad es abastecer de plantas de calidad el mercado argentino y acompañarlo en su desarrollo.

-Hace poco reconfirmaron para Argentina un estudio realizado en Francia...

-Sí, el Instituto Francés de la Vid y del Vino hizo un estudio muy profundo sobre la variedad syrah. Lo que nosotros hicimos fue observar nuestra propia colección de syrah que tenemos en el vivero, con lo cual confirmamos que las conclusiones que se obtuvieron en Francia tienen la misma validez en Argentina. Y existen clones más susceptibles que otros a sufrir problemas de decaimiento.

Estamos trabajando sobre selecciones clonales. Además, hemos estudiado intensamente, con resultados que vamos a tener disponibles entre 2014 y 2015, una técnica que nos permita diagnosticar la agrobacterium.

En Argentina no contamos con laboratorios que nos permitan hacer una definición certera de la enfermedad. Entonces, estamos en un programa en conjunto con la UNCuyo para expandir toda la tecnología en Argentina.

También estamos trabajando en la incorporación de micorrizas en las plantas de vid, que es una tecnología muy promisoria, ya que nos permitiría tener un viñedo que esté inoculado con este factor.

-¿Cómo analiza la venta de plantines en el mundo y en particular en Argentina?

-A nivel macro, cada viticultor en el mundo está buscando ser más competitivo, y esto se vuelve importante. La competencia mundial es muy alta y el precio medio del vino a granel no ha subido mucho si lo miramos a lo largo de los últimos diez años. Sin embargo, el precio de la logística, por ejemplo, sí ha tenido un aumento importante en este período. Entonces, claramente, en todo el mundo hay una presión en los márgenes de rentabilidad.

Los viticultores, una de las soluciones que buscan es aumentar la producción. Entre 2000-2010 muchos se enfocaron en la baja producción y la calidad, sin tomar en cuenta el costo de producción. Hoy el paradigma cambió y el foco está puesto en el costo de producción, en el que está en juego el binomio calidad/precio.

Es lo mismo que nos pasa en Argentina. Ahora esto no tiene un solo camino de salida, porque si solo se mira en aumentar la producción sin tener en cuenta la calidad, puede ser que se haga todo el esfuerzo y esto nos termine por perjudicar. En el mundo, el aumento de producción no se hace en detrimento de la calidad, porque sino se pierden posiciones en los mercados.

-En promedio, ¿cuánto ha aumentado la productividad de un clon?

-Aunque no está establecido, la tendencia en Argentina es que un malbec que estaba posicionado en 80 quintales por hectárea hoy requiere no menos de 120 a 150 quintales.

Para lograr ese cambio, si sólo se hace "echándole agua" a la vid será en detrimento de la calidad. Ahora el cambio se tiene que hacer con tecnología. Para ello hay que avanzar y concluir con la reconversión que se inició en los 90, para no ir en detrimento de la calidad. El bodeguero tiene que encontrar el segmento de mercado en donde esté posicionado con la mejor calidad, pero con una productividad alta y sin bajar del segmento. Ahora la tentación es quedarse en el mismo segmento, pero con una calidad muy inferior. Y eso es fatal.

-Están trabajando en el desarrollo de plantines de vid resistentes a enfermedades?

-Sí, estamos trabajando en el desarrollo de plantines que sean resistentes a los hongos que atacan la vid. Grupo Mercier tiene un proyecto en donde se investiga, no solo cómo hacer esto que permite sensiblemente reducir costos, sino que te permite presentar tu producto como más amigable con el medio ambiente, que en última instancia, es lo que quiere el consumidor. Hay países que tienen su vitivinicultura muy forzada, con una gran presión de agroquímicos; es muy difícil que estos países se sostengan en el tiempo con estas condiciones. Entonces, aquí aparece una ventaja competitiva de Argentina y de otras zonas, como puede ser España. Argentina y España son países que por las condiciones agroecológicas son amigables con el medio ambiente, y eso es importante para el consumidor.

Fuente: http://losandes.com.ar/notas/2013/9/28/miguel-mercier-tenemos-posibilidades-exportar-clones-malbec-740680.asp

Fuente: Area del Vino

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