Es una flor hermosa, eso es indudable. Pero también es una gran aliada de nuestra belleza. De
las semillas de rosa mosqueta se obtiene uno de los aceites mas
valiosos y eficaces para el cuidado de nuestra piel. Rico en ácidos
grasos esenciales, este aceite estimula los procesos de reconstrucción
cutánea y potencia las fuerzas de autorregulación. Así, previene los
primeros signos del envejecimiento y preserva la juventud de la piel. En
cremas, geles, desodorantes y productos de belleza, es una planta con
excepcionales virtudes regeneradoras y cicatrizantes que pueden
armonizar el proceso natural de la piel.
“En Weleda utilizamos
rosas procedentes de los Andes chilenos, donde crecen en forma silvestre
muy lejos de todo tipo de contaminación, lo que asegura su calidad
orgánica”, afirma María Ester Siri, cosmiatra de marca, una reconocida
empresa de cosmética que diseñó una línea especial basada en esta flor.
El
secreto de la belleza natural se esconde en el vínculo entre las
personas y la naturaleza. Todo este tipo de cosméticos se elabora en
armonía con el ser humano y lo natural para las distintas etapas de la
vida.
¿A partir de qué edad podemos usarla?
A
partir de los 30 años, la piel empieza a perder parte de sus fuerzas de
autorregulación para mantener sus procesos naturales. Factores externos
como la contaminación, las influencias del medioambiente, el estrés y
el estilo de vida poco a poco se hacen más visibles, aparecen las
primeras arruguitas y los primeros signos de la edad.
“La Línea
Rosa Mosqueta está concebida para atenuar estos indicios, preservando
activamente la juventud de la piel. Los aceites de rosa mosqueta y
carozo de durazno nutren y suavizan la piel dejándola tersa y llena de
vitalidad. Además, el ligero aroma a rosa damascena armoniza los
sentidos”, explica Siri. Y agrega: “El Cuidado Facial Alisante, por ejemplo, con
aceite de semillas de rosa mosqueta orgánico estimula los procesos de
reconstrucción cutánea por su alto contenido en ácidos grasos
insaturados, vitaminas A, E y betacarotenos. Atenúa las primeras arrugas
y preserva activamente la juventud de la piel”. La combinación de
valiosos aceites y extractos vegetales, nutre y suaviza la piel,
dejándola tersa y llena de vitalidad.
¿Cómo utilizar los productos?
Fluido alisante de Rosa Mosqueta.
Para pieles normales y mixtas, esta ligera crema para día y noche
atenúa las primeras arrugas, aporta hidratación duradera y mejora la
elasticidad de la piel. Valiosas ceras de rosa y de abeja protegen de
las agresiones externas. La suave crema deja la piel luminosa y
revitalizada. Para pieles normales y mixtas.
Crema de día alisante de Rosa Mosqueta.
Esta crema nutritiva para pieles normales y secas atenúa las primeras
arrugas, hidrata y suaviza la piel. Enriquecida con extractos de mirra,
sedum purpureum y cola de caballo, protege la piel de las agresiones
externas y mejora la elasticidad. Deja la piel más lisa y luminosa
durante todo el día.
Crema de noche alisante de Rosa Mosqueta.
La suave crema nutre y regenera la piel durante el sueño, atenuando las
primeras arrugas. Enriquecida con aceite de onagra, apoya de forma
ideal el proceso de regeneración nocturna y aporta elasticidad. La piel
despierta tersa, descansada y luminosa.
Contorno de ojos alisante de Rosa Mosqueta.
Formulada sin perfume, esta ligera crema atenúa las primeras arrugas,
descongestiona y vivifica la piel del contorno de ojos. Un extracto de
eufrasia calma la piel y revitaliza los ojos cansados. Valiosos aceites
de carozo de durazno y de almendra dulce protegen de las agresiones
externas.
Mascarilla alisante de Rosa Mosqueta.
Este tratamiento intensivo revitalizante atenúa las primeras arrugas y
aporta hidratación duradera al instante. Enriquecido con un extracto de
malva silvestre orgánico, la suave mascarilla calma, suaviza y alisa la
piel. Un auténtico tratamiento de belleza que deja la piel radiante,
revitalizada y descansada.
También hay productos destinados al cuidado corporal: geles, aceites, cremas y aceites.
Fuente: entremujeres.com
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