miércoles, 24 de marzo de 2010

Todo sobre el besugo

Hablar sobre El Besugo

El besugo es un pescado muy apreciado, de carne blanca y delicada, muy cotizado en el mercado y fácil de diferenciar de otras especies parecidas por una mancha negra (signo de autenticidad) que aparece en la parte superior de las aletas torácicas.

Este pescado se captura en el Mediterráneo y en el Cantábrico. Es una importante fuente de nutrientes y su temporada abarca los meses de octubre, noviembre, diciembre y enero, con precios altos que alcanzan su punto máximo alrededor de Navidad.


Calorías

Es un pescado saludable, que proporciona, cada 100 g, 100 calorías, 17 g de proteínas, 0´5 g de grasa.

Vitaminas

El besugo es un alimento de gran importancia dietética. Su valor alimenticio es comparable al de la carne, con un 20% de proteínas.

Aporta un importante número de minerales y vitaminas a la dieta, entre las que destacan calcio, hierro, vitamina B y B2, componentes que favorecen el buen funcionamiento del sistema nervioso, la asimilación correcta de los alimentos y el mantenimiento de los huesos y de los dientes.


Propiedades

Su ligereza y fácil digestión lo convierten en un alimento ideal para niños, convalecientes y mujeres embarazadas.

También se recomienda su consumo a personas obesas por su alto contenido en proteínas y la poca grasa que aporta al organismo.


Consejos

La frescura del besugo, dato muy importante a la hora de comprar con buen criterio, se conoce por el ligero olor a mar (si el olor recuerda al amoníaco nos está indicando que no se encuentra en buen estado).

También se ha de comprobar que las agallas sean rijas y los ojos brillantes, transparentes y saltones. La pérdida de brillo y transparencia en los ojos es un síntoma inequívoco de que no es fresco.

La piel debe estar húmeda, con las escamas bien adheridas y el cuerpo rígido. En cuanto a sus posibilidades culinarias, admite bien los guisos, pero la calidad y finura de su carne –rosada cuando está crudo y blanca al recibir la acción del fuego- aconseja el uso de técnicas naturales, como el asado, el horno o la parrilla, y la compañía de aliños como el limón o un ligero sofrito de ajo en aceite de oliva.

Por regla general, se cocina entero o abierto por la mitad y, pese a la costumbre, no se le deben practicar cortes en el lomo ya que facilitan la pérdida de jugos.

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