domingo, 29 de noviembre de 2009

Profeta en su tierra


La cepa torrontés tal vez sea la única verdaderamente argentina, y se trata de una cruza particular entre la uva criolla chica y la moscatel de Alejandría", comenta Jorge Martínez, presidente de ProWines y asesor de bodegas. Y agrega que hace veinte años, el Torrontés Nacarí logró el primer "Oscar" para un vino de nuestro país. Desde entonces son innumerables las medallas y premios que esta variedad viene cosechando en el exterior. "Pero con esfuerzo y trabajo, hemos logrado que el Torrontés sea también profeta en su tierra."


Otro experto, Orlando Arreguez, propietario de La Paila, agrega: "Cuando en una feria internacional se presenta un Torrontés argentino, los otros países se retiran porque no hay manera de competir con él". La cepa Torrontés riojano, como se la llama, se cultiva también en Salta y Catamarca y es base de vinos tranquilos con o sin roble, espumantes y tardíos, y participa de vinos de corte.


Ideal para acompañar empanadas salteñas y locro, muchos lo eligen como compañero de la comida china y Thai. Entre los salteños de Cafayate hay que mencionar a San Pedro de Yacochuya ($45), Colomé ($137), Quara ($59), Críos ($43), Domingo Molina Torrontés ($45) y Michel Torino Colección ($12).


En La Rioja, una de las bodegas emblemáticas es la Cooperativa La Riojana, con viñedos a 1.720 metros de altura, con vinos muy florales a diferencia de los salteños, que son más frutados, ($32). Si bien en Salta, La Rioja y Catamarca, las zonas pedregosas y el clima favorecen su desarrollo, perfume y sabor, también puede encontrarse algún Torrontés cultivado en Mendoza, que salen al mercado con etiquetas de Chandon, Alta Vista, Tapiz y Susana Balbo, ente otros, alcanzando también gran aceptación.


Fuente: clarin.com

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