miércoles, 8 de enero de 2014

Comer despacio realmente funciona

Uno de los principales consejos que siempre repetimos para comer más sano y de mejor forma al momento de sentarnos a la mesa es reducir la velocidad de la ingesta, y al parecer, un reciente estudio suma fundamentos a nuestra recomendación y muestra que comer despacio realmente funciona.

Al comparar las ingestas de dos grupos de personas divididas a su vez según su peso corporal en aquellas con peso normal y con sobrepeso u obesidad, se comprobó que al comer más despacio, sin prisas, la ingesta de energía se reduce en alrededor de un 10%.

A un grupo se les solicitó que comieran imaginando que tenían mucho tiempo, que comieran bocados pequeños, que masticaran repetidamente, que dejaran los utensilios entre un bocado y otro y que realizaran pausas, mientras que al grupo contrario se les pidió que comieran imaginando que tenían prisa por algo, que consumieran bocados grandes y sin pausas.

Al finalizar, los resultados muestran que cuando se come más lento se consume más agua y se reducen las calorías ingeridas, pero ésta reducción fue menor en personas con sobrepeso u obesidad, quizá porque se sentían más autoconscientes al comer formando parte del estudio y por esa razón disminuyeron su ingesta en ambas situaciones.

No obstante, comer más lento ayuda a tomar más conciencia de lo que se ingiere y también, da más saciedad hasta una hora post ingesta, por lo tanto, puede afectar la ingesta a largo plazo y no sólo en la misma comida.

Asimismo, la mayor ingesta de agua cuando se comía más lento pudo haber distendido el estómago y haber impactado en un menor consumo, pero sin duda cuando se come a menor velocidad es más probable que la ingesta de agua se incremente.

Entonces, una vez más repetimos nuestra recomendación de comer más lento, con calma y sin prisas, pues comer despacio realmente funciona y tiene sus ventajas para controlar mejor nuestras ingestas.


Fuente: vitonica.com

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