miércoles, 17 de julio de 2013

La importancia de un michelín de más

Michelines, barriga cervecera, la curva de la felicidad... Son muchas las palabras que se asocian con la grasa abdominal y no todas se vinculan con un riesgo para la salud sino como un síntoma del paso de los años o de constumbres laxas. Sin embargo, cada vez son más los estudios que evidencian que el lugar donde se coloca la grasa importa y que un gran diámetro del abdomen se asocia a una peor salud en el futuro. La última publicación en este sentido apunta a que las personas con un estómago orondo tienen más probabilidades de sufrir cáncer o un problema cardiaco que aquellos que, aun teniendo el mismo nivel de sobrepeso u obesidad, tienen un abdomen menos curvo.

"Dada la epidemia mundial de obesidad, la identificación de las personas con alto riesgo es importante, porque nos permite dirigirles medidas preventivas y terapéuticas", explica Kathryn A. Britton, principal investigadora del estudio y doctora en el Hospital Brigham and Women de Boston (EEUU).

En su trabajo, publicado en la revista 'Journal of the American College of Cardiology', analizaron los datos de 3.086 participantes (con una edad media de 50 años) procedentes del estudio Framingham Heart, una de las mayores investigaciones de población que se ha realizado sobre salud. Los investigadores llevaron a cabo mediciones mediante un escáner de grasa abdominal, de tejido adiposo alrededor del corazón y de la arteria aorta de los participantes y les siguieron durante siete años para detectar la aparición de algún problema cardiaco o de cáncer.

Durante todo el tiempo de seguimiento, se detectaron 90 problemas cardiovasculares, 141 casos de cáncer y 71 muertes. La grasa abdominal, que es un indicador de la grasa alrededor de los órganos o grasa visceral, fue asociada con un aumento del 44% del riesgo de enfermedad cardiovascular y con un 43% para el de cáncer.

"Contrariamente a los estudios publicados anteriormente donde comparaban IMC y la circunferencia de la cintura, la presencia de grasa abdominal mejoró la capacidad de predecir la enfermedad cardiovascular, respaldando la hipótesis de que la grasa abdominal puede estar sustentando en parte la asociación entre grasa corporal y enfermedades como las cardiovasculares y el cáncer", explica Caroline S. Fox, otra autora del estudio e investigadora en el Laboratorio Nacional para la Sangre, el Corazón y el Pulmón y responsable del estudio de población Framingham.
 
Fuente: elmundo.es

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