lunes, 29 de julio de 2013

Ir al supermercado con hambre, compras calóricas garantizadas

Un estudio sobre las tendencias de consumo y cómo las personas hacen sus compras reveló que abastecer la heladera con algunas horas de ayuno hace que el contenido de nuestro carrito no sea el más saludable.

Un estudio llevado a cabo por la Universidad de Cornell, Nueva York, demostró que las personas que hacen sus compras con hambre, adquieren una mayor cantidad de alimentos altos en calorías.

Investigadores encontraron que, tanto las personas que no habían comido durante la tarde, como aquellas que hacían sus compras en horas previas a la cena, eligen una mayor cantidad de alimentos con alto contenido calórico, en comparación con quienes habían comido un aperitivo antes de la compra de alimentos.

De acuerdo a los resultados de los estudios, los participantes con hambre compran una mayor cantidad de artículos ricos en calorías, en comparación con aquellas personas que consumen un aperitivo previamente. Del mismo modo, los investigadores encontraron que la cantidad de alimentos saludables comprados es mayor durante la franja horaria de 13 a 16 que en la de 16 a 19.

Los ayunos de corto plazo pueden llevar a las personas a elegir alimentos poco saludables, y al mismo tiempo, las personas que van al supermercado sin una lista previa, son más propensas a comprar comida chatarra. Estos hábitos pueden tener implicancias no sólo para los compradores diarios, sino también para aquellas familias que a menudo no tienen dinero para comprar comida saludable o cualquier tipo de comida en sí.

En la Argentina ocurre una situación similar, por lo que es importante ser lo más racional posible al momento de hacer las compras y repasar en detalle los beneficios o propiedades que tienen determinados alimentos. Desde hace varios años en nuestro país se lanzaron al mercado diversos productos fortificados con vitaminas o nutrientes, sin embargo sus beneficios aún pasan desapercibidos frente a las góndolas. 

El estudio

Para la investigación, los doctores Aner Tal y Brian Wansink de la Universidad de Cornell en Ithaca, Nueva York, llevaron a cabo un estudio de laboratorio y luego salieron al "campo" para ver cómo influyó el hambre en la elección de alimentos.

Para el estudio de laboratorio, pidieron a 68 adultos que no comieran nada desde cinco horas antes a una cita al final de la tarde. Antes de iniciar el experimento, los investigadores dieron a la mitad de los participantes un "tentempié" para saciar su hambre. Y luego todos fueron de compras a una tienda de comestibles online simulada.

En promedio, tanto los participantes hambrientos como los que habían saciado su hambre compraron ocho alimentos bajos en calorías, que incluye ciertos tipos de productos lácteos, carnes y aperitivos.

Por otra parte, los participantes con hambre también compraron seis artículos con más calorías, contra los cuatro adquiridos por quienes recientemente habían tenido un aperitivo.

Sobre los resultados publicados en JAMA Internal Medicine el endocrinólogo Tony Goldstone, del Imperial College de Londres consideró que "el cuerpo siempre tratará de defender a su estado de armonía y es lógico que si alguien permanece un período sin comer y tiene que procurarse alimentos, vaya por la comida que es alta en calorías". "Si necesitamos energía, no vamos a buscar una lechuga".

En ese sentido, el doctor Tal resaltó que "no es sorprendente que cuando se tiene hambre, una persona elija alimentos de baja calidad nutricional". Y agregó: "No saber cuándo vas a tener alimentos disponibles significa que cuando los tengas, vas a elegir una opción de alto contenido calórico, sobre todo cuando es la más barata".

Recomendaciones a la hora de hacer las compras:

• Consumir un aperitivo como por ejemplo una fruta, previo a ir al supermercado
• Masticar chicle mientras se recorre los pasillos del supermercado ayuda a mitigar los efectos del hambre
• Hacer las compras entre las 13 y las 16 y evitar realizarlas durante las horas previas a la cena
• Considerar la adquisición de productos fortificados ricos en nutrientes como el DHA. Estos suplen deficiencias en la alimentación, están asociados a una mayor concentración, mejor desempeño académico y la reducción de enfermedades cardiovasculares

Fuente: infobae.com

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